Por el R.P.F. Joseph de
Jesus Maria, primer Historiador General de la Sagrada Reforma du nuestra Señora
del Carmen.
§
La
notice du Dictionnaire de Spiritualité
donne les dix-sept publications de Quiroga dont :
« 8) Subida del alma a Dios que aspira a la divina uniôn, Madrid, 1656; Segunda parte de la Subida del alma a Dios y entrada en el paraiso espiritual, Madrid, 1659. Les deux parties forment un seul traité sur la vie d’oraison, la première sur l’oraison ordinaire, la seconde sur l’extraordinaire. Autres éd., Madrid, 1675; Salamanque, 1694. Trad. italienne par Balthasar de SainteCatherine (Ie partie), Rome, 1664, et par LucFrançois de SaintBenoit (2e partie), Gênes, [D.S., col.1356] 1669 (réimprimées ensemble, Venise, 1681 et 1739; 2e partie seule, Roveredo, 1730). »
On trouvera l’édition de 1675 de ce seul premier volume de
1656 sous l’adresse :
Subida / Del Alma a Dios / que aspira à la divina union. /Por el P. Fr. Ioseph de Iesus Maria, Primer Historiador General de la Sagrada Reforma de N. Señoradel Carmen. / A la Excelentissima Señora doña Maria de Guadalupe Alencastre y Cardenas, Duquesa de Avero, etc.
Con Privilegio en Madrid par Roque Rico de Miranda Acosta de Juan de Triviño, Año de 1675.
A la Excelentissima Señora… […],
Licencia de la Orden …1655 […]
Parecer del Reverendissimo Padre Maestro Fray Benito de Ribas, Predicador de su Magestad, y Calificador del Santo Oficio. […]
Aprobacion… […]
PRIMERA
PARTE.
Año 1656.
L R. P.
Fr. Ioseph de lesus Maria, en el siglo Quiroga, Autor bien conocido, por los
muchos libros que andan impresos, dexo tantos escritos de varias materias, assi
Historiales, com Misticas, que iguala el numero a su importancia. Algunos se
han dado a la Imprenta, y otros descubre cada dia la diligencia de los Prelados,
que conocen la utilidad de su letura, y desean que gozen de ella las almas, espacialimente
aquellas que caminan por la senda do la perfection estrecha. Entre otros que se
deseavan, era este de la Subida del alma a Dios; y aviendo venido a manos de
los Prelados, trataron de imprimirlo, por satisfazer su deseo, y ayudar con
doctrina tan espiritual al bien publico; y porque no les arguyessen de avaros,
si encerravan dentro de su Religion tan gran tesoro. Agradado el Señor destos
motivos, permitio, que antes que saliesse de la prensa esta primera parte,
nuestro muy R. P. General Fr. Diego de la Presentacion halasse tambien la
segunda; la qual trata su Reverencia de que inmediatamente se imprima, para que
toda esta materia de oracion sobrenatural que de cumplida, y perfecta de mano
de un Autor que tuvo tanta ciencia, y experiencia de la Teologia Mistica. Con
el mismo intento se iran imprimiendo otros Tratados Tratados que se han
descubierto en algunos Conventos de Religiosas, a quien nuestro Autor los dexo
para alrovecharla, no presumiendo su humilidad, y modestia que merecian sus
obras la luz publica; porque el Padre Frai Ioseph no fue menos humilde que
docto, como apunto en la fundacien del Convento de Madrid el Tomo segundo de la
Historia de nuestra Reforma, y dira el quarto en mas larga relacion que nos
dara de su vida.
de la SUBIDA
DEL ALMA A DIO,
A los
ruegos devotos de los quo me han pedido que les trate brevemente algo de
oracion, podia responder con mas razon lo que respondio San Dionisio a
semejante proposito, diziendo[1]:
Si el sustento fuere que el alma recibe en la contemplacion, es manjar de perfectos;
quanta perfeccion ha de tener quien ha de alimenter a otros con este manjar? Y
assi mal podra giarlos a esta perfeccion, quien aun a penas ha dado el primer
passo para llegar a elle. Pero porque los ruegos de los mayores son mandatos
que no solo persuaden, mas tambien obligan: y lo que se pide, cosa que excede
al caudal humano, y que la avemos de recibir de la liberalidad divina; fiados
on esta, y abraçadanos de la luz que nos dexaron los Santos, cumpliremos esta
obligacion, tomando por guia de lo que se pide, la doctrina de San Dionisio, y
de Santo to Tomas, como lumbreras divinas y segurissimas que Dios nos puso en
su Iglesia, para caminar con esta luz seguros. Y para dar principio a nuestro
intento[2],
nos da la mano S. Dionisio con la declaracion que haze de los tres movimientos
con que el alma camina a conocer y amar a Dios, hasta unirse con el como con su
principio; en la qual union consiste in perfeccion y felicidad: y quanto mas se
acercare a ella, y con medios mas proximos; tanto mas va grangeando desta
felicidad y perfeccion.
Al
primero destos movimientos (caminando de lo imperfecto a lo perfecto) llama
este Santo, movimiento recto; porque con el va subiendo el alma derechamente y
a su modo, de las criaturas al Criador. Al segundo llama, movimiento obliquo, o
torcido, quando el movimiento del alma comiega de Dios, y movida del se tuerce
azia las criaturas, para volverse dellas a Dios con nueva ganancia. Al tercero
llama, movimiento circular, que es Figura perfecta, sin principio ni fin; y
assi tambien lo es el movimiento con que el alma, dexando los passos de su
razon, camina a Dios con passos de Fè, mirándole no ya limitadamente, como en
las criaturas, sino sin limite, en la grandeça de su incomprehensibilidad; y
apartandose ya del arrimo de las cosas criadas, como estrecho y corto para tan
immensa capacidad passiva, como tiene el alma, se anega a sus anchuras en la
immensidad de Dios, contemplandole en si mismo. El primero y segundo movimiento
tocan a la meditacion y especulacion, y el tercero a la contemplacion: y por
este orden los mos declarando.
LLama
pues San Dionisio al primero movimiento, derecho: porque es propio del alma
racional, mientras esta unida al cuerpo mortel, caminar al conocimiento de Dios
por el conocimiento de las criaturas, y discurso de la razon, haziendo sus
comparaciones de las perfecciones criadas, para llegar por ellas a rastrear
algo de la perfeccion del Criador. Y assi este modo de subir a Dios, es el camino
derecho con que nuestro conocimiento imperfecto camina a conocer a su Criador,
y el primer acto y movimiento con que la criatura racional, puesta en el destierro,
se levants a roconocerle y alabarle en el culto interior, caminando de lo
imperfecto azia lo perfecto, y de la luz imaginaria y racional, a la
intelectual sencilla, que os el paradero de nuestro conocimiento para llegar a
Dios, y valiendose de las cosas exteriores que ella conoce, como de ciertas señales
varias, y multiplicadas, para levantarse à la contemplacion unida y sencilla. Porque
de tal manera tiene Dios ordenada la naturaleza de las cosas, que de las baxas
subamos a las altas, por otras que sean como medios entre ellas. Por lo qual,
assi como en las iluminaciones de los Angeles, la iluminacion de los
superiores, por ser de luz muy universal, no puede ser recibida de los
inferiores (cuyos entendimientos son proporcionados para luz mas particular)
sino es que passe por los Angeles de la Gerarquia media; los quales estrechando
esta luz a modo mas universal, la proporcionan con la disposicion de los
inferiores: Assi tambien para que el nuevo contemplativo, acostumbrado a la luz
material y particularissima de los sentidos, suba à la luz de la inteligeneia
pura, que es sencillissima, y universalissima, y la que mira a Dios sin mas
medio que el de la Fè; es necessario que primero passe por la luz media de la
imaginacion, y de la razon, y se exercite en la meditacion, y especulacion de
las cosas divinas, antes de contenplarlas sencillamente. Assimismo, como la
perfeccion de una cosa camina de lo imperfecto a lo perfecto, es necessario,
que la que con le contemplation se ha de introduzir en el alma, comience de la
parte sensible, y camine a la intelectual, disponiendola con la meditacion,
para subir a la contemplation.
A este
modo de conocimiento sirve el movimiento derecho, que es propio de las almas
que estan en el estado que llama San Dionisio, de imperfectos; y los misticos
nuevos llaman, de via purgativa, en el qual estado caminan a Dios por los actos
de la imaginacion y de la razon, en la meditacion y especulacion de las cosas
criadas, para subir por ellas a Dios, assi quanto al conocimiento, como quanto
a la imitation de aquello que meditan; que este es el oficio que el mismo San
Dionisio da a los deste estado, para hazerse participantes de las perfecienes y
virtudes que se les descubren en los misterios y obras divinas que meditan, y con
esto restaurar en si los daños en que les dexo el pecado, y disponerse para
caminar a la ciencia perfectiva, que el Espiritu Santo comunica en la
contemplacion a los ya dispuestos para recibirla en astado de illuminacion.
Pero
aunque este movimiento derecho del alma, sea propio de todos los que estan en
este estado de meditacion; diferentemente se han de exercitar los principiantes
en ella, o los quo van ya adquiriendo habito de meditacion, para passar a la
contemplacion. Para cuya diferencia se ha de presuponer lo que dize Santo Tomas:
que en el conocimiento humano ay dos partes; conviene a saber, la representacion
de las cosas par cuyo medio ha de conocer, y el juizio y ponderacion de las
casas representadas. De las quales dos Partes de nuestro conocimiento, dize,
que la segunda es la mas principal; porque el juizio de las casas es perfectivo
del conocimiento dellas, donde este conocimiento se perficiona. La
representacion se haze por media de algunas imagines y figuras, que en la
imagination se forman de las casas que ha de entender; y el juizio dellas se haze
par la virtud de la luz intelectual. Esto pues assi entendido, y aplicandolo a
nuestro proposito, conviene a los principiantes en la meditacion, exercitarse
mas en la primera parte della, que es la representacion de las imagines de las
casas que han de meditar, y los ya exercitados en la meditacion, han de gastar
mas tiempo en la segunda parte, que es el juizio y ponderacion de las cosas
representadas, y menos en la representacion figurativa dellas, desasiendo
presto el entendimiento destas cadenas de figuras materiales; para q [que]
suelto ya destas pihuelas, y recogido en si con el conocimiento q faco desta
representacion, pueda mejor ponderar y hazer juizio de las cosas representadas.
Porque a los primeros, que no sabe aun andar el camino del espiritu, sino
arrimados a lo sensible y material, les hazen arrimo y compaña aquellas
figuras, y los ayudan para esto estas sombras y nubes de semejanças materiales,
para poder percibir la luz interior sin deslumbrarse. Y los que estan ya
aprovechados en la meditacion, y dispuestos por el habito della para caminar a
Dios sin estos arrimos, y mirar la luz intelectual sin estos nublados; han menester
desarsirse destos impedimentos mas presto, para aprovecharse sin ellos del
conocimiento sensible en la luz intelectual, y perficionar el conocimiento en
el juizio y ponderacion de lo que meditan.
Pero
aunque aya de aver esta diferencia entre los nuevos y los aprovechados en la
meditacion, contodo esso, assi los unos como los otros han de dexar la representacion
y discurso de las casas, y quietarse en la ponderacion y juizio de allas, si
quieren que su meditacion sea provechosa y Christiana, y no como la de los
Filosofos gentiles, que toda se encaminava al conocimiento, y no al afecto. Lo qual
nos declaro Santo Tomas diziendo, que esta diferencia ay entre la razon
especulativa y la razon practica, que la razon especulativa solamente es
aprehensiva de las cosas; pero la razon practica no solo es aprehansiva, sino
tambien causativa. Esto es, que el oficio de la razon especulativa, solo es
inquirir y descubrir la noticia de las cosas que han de servir a nuestro
conocimiento y meditacion; pero el oficio de la razon practica, no solo es
reconocer essa misma noticia, mas tambien perficionar este mismo conocimiento,
con el juizio y ponderacion de las cosas, y embeber en el alma la sustancia de
esta noticia y conocimiento, para mover y aficionar la voluntad. Porque aunque
assi el entendimiento especulativo, como el entendimiento practico sirven a la
voluntad, pero de diferente manera: porque el entendimiento especulativo le
sirve como regla remota, y el entendimiento practico como de regla proxima, aplicada
ya a la obra. Por lo qual dixo Santo Tomas que el entendimiento practico era el
que movia la voluntad, porque la enderezava proximamente a su acto.
Por
todo lo qual, para que la meditacion pueda movera a la voluntad (que es el fin
a que la oracion se ordena) es necesario
que el discurso de la razon recoja las velas de su movimiento inquieto,
y de la multiplicidad de su exercicio, y se reduzga a quierud y uniformidad,
para que cessando la razon especulativa de su oficio, haga el suyo la razon
practica, y comunique al alma sa sustancia de la especulacion. Lo qual se haze
quando cessando el discurso, se ofrece al entendimiento en quietud y uniformidad
la noticia de lo que se ha discurrido, para que el haga practicamente su juizio
y nonderacion. Es assimismo necessario esto, para que la meditacion sea
oracion: porque como dize un Autor muy docto, mentras uno discurre con el
entendimiento, no habla con Dios, sino consigno mismo, ni ora, hasta que en
sossiego aulica el entondimiento y la volundad para representar a Dios su
deseo. Y aun para hazer perfecto juizio de lo que ha meditado, es menester esta
quietud dentro de si mismo: porque como declaro Santo Tomas, el juizio no es
obra que tale fuera del que la exercita, ni se traslada a otra cosa: sino es
una operacion exercitada dentro de si mismo, como perfeccion suya. Y assi
quando el entendimiento haze juizio de lo que discurrio, no se anda mudando de
una cosa en otra, como en el discurso; sino que permanece quieto y uniforme en
si mismo, y entonces da perfection al conocimiento, y comunica a la voluntad la
sustancia dèl, como regla proxima de su movimiento. El exemplo de esto vemos
representado a nuestro proposito en la operacion de la abeja, que aunquo anda
discurriendo de una flor en otra, no haze su miel, sino quando dexa ya de
discurrir, y suspendiendo el buelo, se assienta en quietud y uniformidad en una
flor sola, dexando la multiplicidad inguiera, en que antes andava discurriendot
y otro tanto ha de hazer el contemplativo, si quiere que su discurso sea
provechoso. Y como la consideracion es acto del entendimiento que pertenece al
juzio, como la inquisicion es acto de la razon, pertenociente al discurso;
mucho mejor puede considerar el entendimiento lo que quisiere, quando esta
recogido dentro de si con las especies admiridas, que quando se estiende a las
cosas que estan fuera de si.
Otra
diferencia ha de aver tambien entre los nuevos en la meditacion, y los ya
aprovechados en ella; que los nuevos como van adquiriendo noticias de verdades
acerca de los misterios divinos, y obras de Dios, que nos puedan levantar a su
conociniento y amor (de las quales verdades han de adquirir habito de
meditacion, para subir a contemplation) tienen necessidad de gastar mas tiempo
en el discurso, que los ya aprovechados en ès: los quales assi como van
adquiriendo mas desto habite, assi han de ir gastando menos tiempo en el
discurso, y mas en la ponderacion y juizio de las verdades ya reconocidas, para
perficionar el conocimiento dellas assimismo, que como los nuevos passan del
discurso inquieto a la ponderacion sossegada; assi los ya aprovechados en el
discurso passen de la ponderacion sossegada a la pureza sencilla y intelectual:
porque segun doctrina de San Dionisio y Santo Tomas, en los grados de
perfection el grado inferior toca los fines del grade superior, y participa
dèl. Por lo qual dize el Venerable Ricardo, que la buena meditacion ha de parar
en contemplation; donde el alma logia mejorlo que ha meditado y ponderado con
el socorro de otra luz mas alta. Porque quanto la luz intelegible con que se
ponderan las especies que procedieron de los sentidos fuere mas fuerte y mas
noble; tante el conocimiento que sacare dellas el entendimiento sera mas
excelente, y mas eficaz para mover la voluntad. Y assi cosa clara es, que mas
perfecto conocimiento sacara de lo que le presento la fantasia, quando recibe
mas fin estorbos la luz divina, que quando la impido. Y quando haze pausa en
esta ponderacion, y se reduce a la sencillez y pureza intelectual con solo el
concepto universal de aquellas verdades, sin la ponderacion activa y particular
dellas, abre la puerta a la luz divina, para que entre en el alma a ilustrar
estas verdades, y a imprimir en ella otra ponderacion mayor dellas; porque se
pone disposition passiva, que es la que ha de tener para recibir esta luz
divina; como profundamente lo declaro San Dionisio a este proposito diziendo:
que la primera causa esta sobrepuesta a todos, y que a aquellos se les comunica
de verdad y sin velos, que dexados todos los objetos, assi sensibles como
intelectuales, se levantan sobre todos elles, y se entran en la escuridad de la
Fè, donde esta Dios sobre todo la criado. Y declarando este lugar Linconiense,
comentador de San Dionisio, dize, que entonces se comunica esta luz divina al
alma, quando se levanta sobre todos sus actes, aunque mas altos sean, de toda virtud
aprehensiva a gente. Y en este sentido dixo tambien el mismo San Dionisio, que
llenava Dios de divinos resplandores a los entendimientos sin ojos: esto es,
cerrados a los objetos sensibles, que como sombras impiden la claridad destos
resplandores divinos, como lo veremos adelante de la doctrina de los Santos. Al
mismo proposito dize San Gregorio, que la infusion de la luz incorporea no se recibe
con las imagines de las cosas corporales. Y dando la razon desto, añade: porque
no se admite en el entendimiento la luz invisible, mientras el se embaraça en
las cosas visibles. Esto significa tambien Santo Tomas quando dize, unas vezes,
que la luz de los Dones del Espiritu Santo, como sencillissima, se ha de
recibir en aprehension sencilla: y otras, que el movido se ha de proporcionar
con su motor, si quiere que le mueva.
Pues
como quando el entendimiento haze juizio y ponderacion de las cosas, sea a modo
activo y no passive, como declara Santo Tomas; que da claro, que despues que ha
hecho su oficio en la ponderacion de las verdades sacadas de la meditacion, ha
de dexar la operacion activa, y ponerse en disposicion passiva, para que entrando
la luz sobrenatural, imprima en el alma otra ponderacion mayor de estas verdades.
Lo qual fuele ser por uno de dos caminos, como Santo Tomas declara: "
Primero, fortaleciendo al entendimiento, para que pueda penetrar y ponderar
mejor aquellas verdades; y el segundo, ilustrando las especies intelegibles,
que destas verdades saco de las representaciones de la fantasia, para que mas
viva y claramente se las represente: y desta manera, como antes era movida el
alma de su propria operacion, sea movida despues de la de Dios. De la qual
disposicion passiva, y de como aunque el alma en elles tiene operacion propia,
es operacion movida de Dios, trataremos adelante en su lugar. A este mismo
proposito dixo Santo Tomas, declarando a San Dionisio: que ningun provecho
haria el discurso de la razon, si no se reduzia a la unidad de la pureza y sencillez
intelectual, donde el conocimiento de la luz natural es ilustrado con la iluminacion
de la luz divina; quando quietandose el entendimiento en su operacion activa,
queda dispuesta el alma para recibir la operacion divina: pues como un cuerpo
no puede en un mismo tiempo ser figurado de dos figuras diferentes, tampoco una
potencia ser informada juntamente de dos formas diferentes, aunque no sean
opuestas; y assi es menester que cesse la natural, para que se reciba la
sobrenatural, de que tantas vezes nos avisa San Dionisio.
Todo lo
que se ha dicho en el capitulo passado nos declara el trabajo continuo e
infructuoso de aquellos, que imitando a los que dize el Sabio, que andan
siempre afanando por amontonar riquezas, sin alcançar libertad para gozarlas; andan
continuamente hechos en la oracion unos como carreteros de gran copia de
noticias, adquiridas con los actos de la imagination y discursos de la razon, sin
redurzirse a la quietud y unitormidad intelectual, donde avian de gozar el provecho
destas noticias: pues nunca la abeja sacaria su miel de las flores, si por
andar discurriendo de una en otra, nunca se quietasse en alguna. Lo qual
pondero Santo Tomas gravissimamente, lamentando mucho el desorden con que
muchos contemplatives andan afanados en buscar siempre a Dios con exercicios
imperfectos, fuera de si, sin gozarle en quietud, teniendole dentro de si.
Entre
estas noticias que on la meditacion se adquieren, ya diximos, que las principales
y mas ordinarias han de ser de la vida y misterios de Christo nuestro Señor,
que se nos dio por dechado y regla perfectissima de nuestra vida, y sus virtudes
para imitation de las nuestras. Por lo qual (como pondero magistralmente Santo
Tomas) aunque la devocion y amor consiste principalmente en las cosas de la
Divinidad, peor como por nuestra flaque za ha menester muestro espiritu en el
destierro alguna guia, assi para el conocimento de las cosas divinas, como para
el amor dellas; son para esto excelentes medios las que tocan a la humanidad de
Christo nuestro Sefior, por las quales sonos guiados como de la mano a las de
su Divinidad. Y assi, aunque en todo tiempo nos han de hazer compañia, mucho
mas en el estado de principiantes, donde nunca se han de perder de vista estas
memorias, en las quales ha de ser el principal exercicio de este tiempo, segun
el modo y diferencia ya declarada.
Y
porque pongamos algun exemnlo acomodado a la practica: a los que comiengan a
exercitarse en la oracion mental, y en el primer passe della, que es la
meditacion imaginaria, les conviene usar de discurso, y de imagines sensibles;
como considerando a Christo nuestro Señor en algun passe, o misterio de su vida
y Passion; si es en el huerto, alli le puede imaginar en aquella mortal agonia,
representando se le eficacissimamente los tormentos y arrentas que por nosotros
avia de padecer, y el desagradecimiento que avian de tener de este costoso
beneficio aquellos por quien se ofrecia à la muerte. Mirele alli como suda
sangre con la fuerza della agonia, y enternezcaso de ver aquel Dios de las
eternidades hecho per nuestro amor participante do nuestras penas, y
padeciendolas tan intensamente.
Quando
ya el alma se sintiere enternecida de ver en tal figura por ella à su Dios,
dexe ya el discurso, y quedese en ponderacion quieta desta misericordia, y
dignacion tan incomparable; y de la malicia del pecado, per cuyo aborrecimiento
y satisfacion vino el Hijo de Dios a padecer tantas afrenas y dolores; y
doliendose de los pecados que ella cometio contra este Dios de tan inmensa
bondad, se indigne contra si, con aborrecimiento de elles, y llorelos. Quando
ya per algun tiempo se huviere exercitado en esta meditacion, prinero
discursiva, y despuos ponderativa y quieta; se puede exercitar despues de mas
breve discorso, en la ponderacion del amor que Dios descubrio a los hombres, en
embiar a su Hijo a nadecer por ellos; y enternecida el alma con muestras tan
finas dente amador divine, solicite el retorno de amor y agradecimiento que
tales obras piden, y quedeso en atencion quieta regalando con estas memorias,
ya sin discurso.
Despues
que ya fuere el alma adquirienlo habite destas noticias, se puede transmontar
en Dios un poco mas, considerando quien es este Señor que tan humillado vemos
per nuestro amor: y acordandose que es el Hijo de Dios, y que segun la
naturaleza divina es de magestad inmensa, y de poder infinito; y engolfandose
en esta inmensidad y grandeza sobre todo lo que el entendimiento puede alcançar
a conocer, admirese de tanta bondad, y quedese alli exercitando afectos de
amor, recogiendo las velas del entendimiento, que no puede en esta vida alcançar
a conocer esta grandeza; y estendiendo las a la voluntad, quo con este
conocimiento escuro puede amar a Dios perfectamente, y el amor entra donde el
conocimiento se queda a la huerta. Y desta manera acabara la meditacion en
contemplacion, y el discurso de la razon sera reducido a la pureza y sencillez
intelectual, como lo aconsejan los Maestros sabios: y quanto mas uno fuere
aprovechando en la meditacion, tanto mas tiempo se podra detener en esta pausa
y atencion sencilla y amorosa, y mas si el alma se siente recogida, como luego
diremos.
Y
aunque para el tiempo que ha de durar el alma en los exercicios desta via purgativa,
y estado de imperfectos, no se puede dar regla cierta; porque unos aprovechan
mas en poco tiempo, que otros en mucho, y a unos los llega nuestro señor mas
presto a si que a otros, según que a el le agrada, y a ellos les conviene: con
todo esso algunos de los Maestros espirituales señalaron tiempo para esto. San
Buenaventura pone un mes, u dos: otro Autor mui experimentado pone quatro, o
seis.
Otros
grandes Maestros desta sabiduria Mistica toman otro camino mas cierto, poniendo
señales para conocer quando el alma esta fazonada para passar de la via purgativa
a la iluminativa, y de la meditacion a la contemplacion; y quando Dios la llama
a que dexe las figuras, y atienda a lo figurado. La primera señal toco San
Dionisio, declarando, come porque nuestro animo no puedo levantarse a la
imitacion y contemplacion de las cosas invisibiles, sino es encaminado a ellas
por medio de las visibiles; y la hermosura y perfeccion de las cosas visibles
es imagen de la hermosura de las invisibles, per esso le ponen delante las
imagines sensibles de las rosas que conocemos, no para que la consideracion
pare en ellas, sino para que por ellas suba a las espirituales y sencillas que
no conocemos. Y assi quando ya por medio de la meditacion, y especulacion se ha
exercitado suficientemente en estas figuras, conviene que las dexe, y suba a la
iustancia sencilla por ellas figurada; porque como declara el Venerable Hugo de
Santo Victor sobre este lugar, toda la multiplicidad de la hermosura de las
criaturas visibles, es como un espejo de la naturaleza sencilla y uniforme del
Criador. Y quando ya el alma no gusta de meditar ni discurrir, y apetece mas la
quietud y el sossiego en la oracion, es señal que tiene ya lo que ha menester
destas figuras y via purgativa, y que esta sazonada para passar a la iluminativa,
que es estado de contemplacion. Y en aquella quietud que ella apetece, sin
pensar cosa ninguna distinta, le comunican ya secretamente influencia de
contemplacion; la qual ella recibira, con solo advertir que esta delanto de
Dios, sin divertirse en mas discurso.
Assimismo,
quando el alma que solia hallar gusto en la meditacion imaginaria, ya no le halla,
ni saca juge della, dize nuestro Venerable Padre Fr. Juan de la Cruz, y otros
Maestros, que es señal que Dios le ha mudado ya la comunicacion espiritual a otros
arcaduzes mas pures, quales son los intelectuales, para que no hallando la
paloma mistica del espiritu racional donde poner los pies para descansar en todos
los arcaduzes sensibles (quales son la imagination y el apetito sensitive) tome
buelo, y se recoja al arca de la parte intelectual, donde ha de hallas su
descanso.
Assimismo,
quando Dios faverece al alma con recoginientos suaves y amorosos, dize San Dionisio,
que es como tomaria Dios de la mano, y sacarla de la multiplicidad y division
de los actos de la imaginacion, y de la razon al conocimiento intelectual puro
y sencillo. Y de aqui viene lo que los Autores misticos exnerimentados dizen;
que estos recogimientos infusos son unos llamamientos de Dios, con que llama al
alma a comunicacion intelectual muy intima suya: par lo qual ya el alma gusta
poco del discurso y comunicacion sensible, como Ilamada ya de Dios para cosas
mayores, y para ganancias mas preciosas: como lo experimentava bien nuestra
Madre Santa Teresa de Iesus.
Y aunque
todos estas Maestros hablaron coma experimentados, pero si bolvemos los ojos a
las divinas letras, hallaremos con fundamento mas fixo, quando esta el alma
sazonada para dexar el manjar de niños, qual es la meditacion sensible, y gustar
el manjar solido de las aprovechados, que es la contemplation. Porque dandonos
desto regla cierta el Apostol San Pablo, dize, que quando uno tiene exercitados
los sentidos en primeras principios de la vida espiritual, y en saber hazer
diferencia con la consideracion entre el bien y el mal (que es lo que San
Buenaventura y otros Autores misticos llaman, tener ya habito de meditacion)
entonces esta dispuesto para dexar la leche de la doctrina de niños, y
mantenerse del manjar de los arrovechados. Las quales palabras aplica San
Dionisio su dicipulo a nuestra contemplacion, como quien supo del estas
materias. Y la Glossa Interlineal, y Lira declaran por sentidos las potencias
intelectuales, que muchas vezes se toman por las sensibles: y assi viene mejor
con el habito de meditacion que se adquiere en el entendimiento possible. Y al
mismo proposito dize el Espiritu Santo por Isaias: A quien enseriara Dios la
ciencia, o a quien hara entender las inspiraciones y vozes interiores de Dios,
y de sus Angeles? Y responde, que a los destetados desta leche y manjar de
niños, y a los apartados de los pechos de las consideraciones y sentimientos
sensibles.
Assimismo
la Sabiduria divina nos exorta a dexar esta vida y mantenimiento de niños, y a
passar a la vida y mantenimiento de hombres, diziendo: Dexad ya la niñez y
venid a beber el vino que os adobe. Y declarando la Glossa Interlineal, que
vino es este, dize que son los secretos de su Divinidad, en cuyo conocimiento y
amor se exercitan los verdadores contemplativos. Pues, si como aqui dize el
Apostol, para passar uno a la contemplacion intelectual de los misterios
divinos, basta que renga habituadas las potencias en los actes de la
meditacion; y este habito de la parte aprehensiva, de que aqui tratamos, dize
Santo Tomas que se puede adquirir con solo un acto (y ver lo menos se adquiere
con pocos actos) como despues de un etc), y dos, y mas años que se exercitan
algunos en esta meditacion, texiendo, y destexiendo una misma tela cada dia, no
les parece que estan aun sazonados para dexar esta vida y manjar sensible y
pueril, y passar a la de hombres espirituales, que es la contemplacion
intelectual? Por todo lo qual parece, que comunmente, entre personas que tienen
cada dia tiempo señalado para la oracion, sera suficiente tiempo para adquirir
habito de meditacion el que ponen los Autores referidos al principio deste
capitulo: y si acopañan a esto algunas de las senales que quedan declaradas,
podrán con razon passar a contemplacion intelectual; y mas con el modo que
queda declarado, si comiencen en meditacion, y se estiendan luego a la
contemplacion.
Tambien
toca a este primer movimiento del alma la especulation que se haze por modo de
afirmacion, para Ilegar por el conocimiento de las criaturas al del Criador,
como por los efectos a su causa: La qual en tante es provechosa, en quanto se
ordena a la contemplacion como a su fin, segun Santo Tomas declara; como quando
del conocimiento de las criaturas saca el contemplativo conocimiento de las perfecciones
del Criador; y admirado de su poder, sabiduria, y bondad, dexa ya la especulacion,
y queda en admiracion quieta amando al Hazedor de estas grandezas. Assimismo
quando discurriendo por los beneficios divinos comunes y particulares, y
despertando con esto el fuego del amor, se queda en quietud agradecida amando a
su bienhechor, y dexando ya de mirar la causa en sus efectos, la mira en si
misma, convirtiendo la vista de la multiplicidad a la unidad, y passando de la
especulation a la contemplacion. Porque assi como el acto de especulacion es
mirar a Dios en las cosas criadas como en espejo; assi el acto de contemplacion
es contemplar a Dios sencIllamente en si mismo.
Pues
para que desta especulacion y de la meditacion passada se saque provecho, y con
estos medios nase estorben los contemplativos en llegar a su fin, conviene que
advirtamos, que el edificio de nuestra perfeccion, a que se camina por la vida
contemplativa, tiene cierta semejança con otro qualquiera edificio material: para
cuya fabrica ay unos medios remotos, y otros proximos. Los medios remotos son
los materiales que se van juntando para levantar el edificio: y los medios proximos
es la planta o forma del, que el Artifice principal haze, y el repartimiento de
oficiales, en que se da a cada uno la distribución y las formas menores de lo
que ha de hazer: y quando estos medios proximos se aplican a los materiales,
entonces se levanta la fabrica del edificio. Y otro tanto sucede en el edificio
espiritual que en la contemplacion divina vamos levantando de nuestra
perfeccion, que tambien ay sus medios remotos y proximos. Los remotos son los
materiales que han de concurrir en este edificio, como la leccion, meditacion,
y especulacion; que aunque entre los medios remotos son los mas proximos,
todavia son remotos; porque aunque sirven para disponer la materia, no
introducen la forma.
Los
medios proximos son: el principal, la forma universal deste edificio, que el
Artifice divino ha de dar para el, que es la gracia, e influencia divina: los
aumentos de la nual, y de los demas dones divinos que la acompañan, ha de
recibir (como declaran San Dionisio, y Santo Tomas) la parte espiritual del
alma en la oracion (porque no tratamos de las demas obras en que alla se puede
aumentar) quando el entendimiento, dexando su operacion activa, se haze
instrumento vivo, y animado de Dios, quedando con disposicion passiva en luz
sencilla de Fe, para ser movida libremente del, como otro qualquier instrumento
de su Artifice. Y despues de recibida esta divina forma en la essencia del
alma, va el divino Artifice repartiendo a las potencias, como a oficiales
menores, los habitos de las virtudes (y entre ellos el del Don de Sabiduria,
que es el fundamento de nuestra contemplacion) y con ellos las formas particulares,
y el caudal con que cada una ha de obrar lo que le toca; como lo describe Santo
Tomas a este proposito, y tambien el edificio que con estas formas y oficiales
se ha de levantar, que es una regeneracian y renovacion sobrenatural del alma,
en semejança y participation de la naturaleza divina. El qual edificio funda la
Sabiduria eterna sobre aquellas siete fortissimas y riquissimas Colunas, de que
haze mencion la Escritura Sagrada, que son los siete Dones del Esriritu Santo,
que sustentan y hermosean esta fabrica de la perfeccion espiritual.
Pues de
la manera que en el edificio de una casa, aunque mas materiales se junten,
nunca se levanta la fabrica della, hasta que la forma y planta universal del
Artifice superior se aplica a la obra, y conforme a elle se van distribuyendo y
executando las demas formas inferiores y particulares, por los oficiales
menores, como instrumentos del superior. Lo mismo sucede en este edificto
espiritual que con la contemplacion divina pretendemos levantar, que por mas
materiales que las potencias con su operacion activa junten para el, con la
leccion, meditacion, y especulacion, aunque mas futil y levantada sea, nunca la
fabrica del edificio se levantara, hasta que la forma universal del Artifice
divino se pone en execucion; y las potencias, como oficiales inferiores,
dexando ya su forma activa, sirven a la forma del Agente superior, como
instrumentos suyos, para executar en esta obra le que a cade una le toca, segun
la distribucion y movimiento del Artifice supremo. Y esto (hablando de la
oracion y no de las demas obras en que la gracia y caridad se puede aumentar)
se haze quando el entendimiento en la contemplacion, dexando su forma y
operacion activa, se haze instrumente vivo y animado de Dios, unido con el por
medio de la luz sencilla de la Fe, quedando el alma en disposicion passive para
ser libremente movida del Agente divine; y entonces, haziendose el alma de
Dios, y dexando de ser suya (dize San Dionisio, y Santo Tomes derlarandole) que
se reciben en elles estos divinos dones y sus aumentos, para perpetuarse mas en
Dios, y unirse con el en participacion de un mismo espiritu, que es la consumacion
deste edificio, quanto al estado desta vida.
Para prueba
de lo qual debria bastar la experiencia comun, del poco aprovechamiento que
fienten en si muchas personas de oracion, despues de muchos años y muy
continuados exercicios de leccion, meditacion, y especulacion: porque siempre
estan obrando con su forma activa y natural, sin disponerse para recibir en si
la forma sobrenatural de Dios, y obrar con ella como instrumentes suyos. Y lo
que est mas de lastimar, que algunos dellos no solo no se disponen para que
Dios haga en elles esta obra, mas tambien disponiendolos su Magestad para ella,
y recogiendolos de la multiplicidad a la unidad, y de su operacion a la de Dios
(quitandoles como de las manos la inquietud de sus propios actes, para que se
dexen governar del) ellos a fuerza de bracos quieren salir deste dichoso
govierno, y per el consiguiente estobar la fabrica de este edifirio (que desta
manera se avia de levantar) per tornar de nuevo a rebolver los mismos materiales
que otras muchas vezes avian rebuelro, porfiando de meditar, y discurrir enlo
que otras muchas vezes han meditado y discurrido, no sin gran renugnancia de la
misma alma, que siento el daño que le hazen, en apartarla de la operacion de
Dios, con que avia de caminar a su perfeccion.
Y pues
sabemos ya quales son los medios remotos de la contemplacion divina, y que la
leccion, meditacion, y especulacion sirven al edificio de nuestrà perfeccion, a
que la contemplacion se ordena, como de materiales; resta que sepamos qual es
la forma particular de la contemplacion, y qual el medio proximo con que el edificio
della se levanta, y con que caminamos a nuestra perfeccion. De la uno y de le
otro nos dio noticia cierta Santo Tomas, diziendo, que la contemplacion es
aquel acto principal en que el contemplativo dexa ya de mirar a Dios en el
espejo de las criaturas, y de buscarle con la multiplicidad de actes, razones,
y consideraciones; y le contempla en si mismo en un acto universal de
conocimiento sencillo, ilustrado de luz de Fè. En el qual acto dize, que
consiste la felicidad de la vida contemplativa: porque en el mira el
entendimiento a Dios como a su prorio objeto en essencla universal (que assi la
llama Santo Tomas) y no en objetos particulares y peregrinos; y alli es vestido
de un habito nobilissimo, qual es del don de sabiduria, con que no solo el
entendimiento es ilustrado a lo sobrenatural, mas tambien la voluntad,
saboreada a lo divino con el sabor de la caridad, con quien este divina don
anda siempre unido. El qual don es la forma divina que el Artifice supremo
concede al alma, para levantar por ella el edificio de nuestra contemplacion y
perfeccion, hasta unirla consigo.
Al
mismo prorosito dize San Dionisio, que quando nuestro entendiminnto se aparta
de todas las casas criadas, y de sus representaciones, y despues dexa a si
mismo, y a sus proprios actos, y se une a los rayos divinos de la luz de Fè,
para contempiar en ellos a Dios, sobre todo lo que puede alcançar el
entendimiento por razon y discuaso; entonces dize, que es ilustrado de la profundidad
de la Sabiduria divina: le qual es la forma que el Espiritu Santo, Artifice
desta fabrica, concede al alma contemplativa, para levantar por elle el edificio
de su perfeccion; y una semejança divina y sobrenatural de Dios, de que este
divino don (con los demas que le aconpagñan) la viste, para hazerla en cierta
manera divina por participacion de la naturaleza de Dios, como dixo el Apostol
San Pedro. Y este acto de contemplacion es el medio proximo y proporcionado
para poner en execucion esta obra sobrenatural y divina, y aunque assi el don
de Sabiduria, como los demas del Espiritu Santo, se hallan en todos los que
estan en gracia, aunque no sean contemplatives, no en todos estan en un mismo
grado, ni en toda la intension que nuestra perfeccion pide: y con los actos de
la contemplacion se intensan, y arraigan mas en el alma, para que participando
ella mas destos rayos divinos, que de mas Endiosada, y vestida mas a lo divino.
La declaracion
deste medio próximo con que los contemplativos se llegan a Dios, y se disponen
para que el introduzga en ellos la forma de su semejança, en que consiste su
perfection, toca al segundo movimiento del alma, donde avemos de tratar esto de
proposito. Y ora solamente diremos algo do lo que toca a este primero, acerca
de la espaculacion afirmativa, tomandobo de lo que el mismo Santo Dionisio,dize
a Tito su condiscipulo en aquella carta de profunda sabiduria, donde supliendo
la falta que nos haze el libro que escribio de la Teologia Simbolica, y no se
habla, declara, como avemos de aprovecharnos de las cosas, que assi en la
Escritura Sagrada, como fuera de ella, se nos representan debaxo de simbolos y
figuras, para levantarnos por ellas al conocimiento de Dios, y de sus divinas
perfecciones.
Dize
pues, que dos maneras ay de doctrine con que nos dan a conocer a Dios. Una
mistica y secreta, que se nos representa dabaxo de figuras: como quando la
Escritura llama a Dios, Fuente, Piedra, Labrador, y otras cosas semejantes. Y
otra manifiesta y conocida, que sin rodeos ni cubiertas nos lleva derechamente
a Dios: como quando la Escritura le llama Essencia, Sabiduria, Bondad, Verdad.
Pues esta mistica y secreta, dize, que es para unos significativa, y para otros
perficionadora: este es, significativa para aquellos que como niños, y rudes
todavia en el camino espiritual, han menester para andar per el este arrimo de
las figuras sensibles, y el sentido pueril dellas. Pero para los verdaderos
amadores de la Divinidad, y que ya pueden caminar a Dios sin carreton, sino por
su pie, y sueltos destas renresentaciones sensibles y figurativas, dize, que
esta Sabiduria es perficionadora: porque dexando la cortega y cubierta grossera
de las figuras, penetran con el entendimiento suelto y ilustrado, y con anima
sencillo a la contemplacion admirable, sencilla y supereminento de la verdad,
significada por estas figuras; y alli ilustrados de la luz divina, son
levantados al conocimiento y amor de Dios, debaxo destos simbolos representado,
y con este son perficionados desta misma luz y amor.
Y ensefiandonos
el mismo Santo como nos avemos de aprovechar desta doctrina para nuestra
especulacion, dize, que toda la que se nos da, aora en la Escritura divina, aora
en los Doctores sagrados, para llevarnos al conocimiento y amor de Dios, estriba
no solamente en el fundamento vulgar, historial, y grossero de las figuras metaforas,
y exemplos con que la representan; sino tambion en perfeccion vital; esto es,
en inteligencia espiritual, y sentido inflamativo: y que assi, para sacar
provecho de la especulation, avemos de dexar luego esta capa grossera de las
figuras, y penetrar con toda nuestra intención al sentido espiritual, que nos
ilustra, inflama y perficiona, y esta encerrado dentro destas cubiertas: y
desnudando el entendimiento de los velos sensibles con que los misterios
divinos misticos y secretos estan cubiertos, contemplar estos misterios en si
mismos, puros y desnudos de velos y antiparas; pues les figuras sensibles no
son mas que unas guias y ministros para caminar a las cosas espirituales y
divinas; y assi no nos avemos de quedar en los medios sin llegar al sin. Por Io
qual, valiendonos de las figuras para lo que ellas sirven, que es para darnos a
su modo grossero como a niños alguna noticia pueril de las cosas divinas; no
avemos de gastar mas tiempo en detenernos en ellas, sino pasar a lo espiritual
que significan, y hazer allí nuestro assiento.
Esta es
la doctrina que nos da este gran Maestro de la Sabiduria mistica, de como nos
avemos de arrovechar de la meditacion y especulacion, para sacar destos medios
el fruto para que ellos sirven, que es pana subir por ellos como por escalones a
la contemplacion, sin que nos estorben otro fruto mayor, que es la misma
contemplacion, y en lo que aqui avemos tocado, parece que esta cifrado lo que
este Santo enseñava en el libro de la Teologia Simbolica, como el lo significo
a Tito en esta carta.
Y
porque ya en los capitulos passados tratandos algo de lo que toca a la
meditacion, y como por las obras de la Humanidad de Christo nuestro Serior nos
aviamos de levantar al conocimiento de su Divinidad; porque en este dechado
nuestro se nos descubrieron mas altamente las perfecclones divinas, que en toda
la universidad de las criaturas: aqui pondremos algun exemplo, facado del mismo
S. Dionisio en esta carte, de como avemos de exercitar la especulacion
afirmativa, para subir por ella a Dios, que es lo que toca a este lugar. Como
quando la Escritura divines llama a Dios Fuente de vida, nos propone esta
figura material y grossera, para que no deteniendose el entendimiento en ella,
passe a lo interior; y dexando la figura, penetre a lo figurado, y vista el
animo del sentido vital, y espiritual inteligencia: considerando, que Dios es
fuente y principio de donde todas las cosas toman su ser, y que es no le toma
de nadie: y como Agente primario y origen de todos los bienes, comunica su
bondad a todas las criaturas, sin diminution ni mudança suya, sino quedando en
si mismo, todo perfecto e invariabile; y que siendo una sustancia y virtud
sencillissima y espiritualissima, obra con su propia virtud todas las cosas,
sin mezclarse con ellas.
Y despues
que desta manera e huviere el entendimiento desnudado de la figura material, y
penetrado con la consideracion lo espiritual, puro, y desnudo que ella
significava, y con la ponderacion dado vida a la representacion muerta: cesse
ya del discurso y de la ponderacion: y quedando con una vista sencilla, aplique
la intention a la voluntad, levantando el afecto a amar a esta Fuente divina de
todos los bienes: y dexando la inquietud amorosa en el fin: en la qual quietud
sencilla y afectuosa se saca el fruto del discurso y ponderacion passada, como
en otra parte declaramos. Y esto mismo ha de hazer en todas las demas
consideraciones de la especulacion afirmativa, si quiere sacar provecho della,
de manera que siempre rare en contemplacion: como quando mirare la fabrica
visible de este mundo para levantarse por alla a Dios, como lo aconseja el
Apostol, sea para sacar por esto visible la sabiduria, bondad, omnipotencia, y
grandeza del Criador; y cessando de la operacion especulativa, quede amando en
quietud y atencion sencilla aquel abismo impenetreible de todas estas
perfecciones.
Este
modo de aprovecharnos de las cocas criadas, y de la especulacion y
consideracion dellas, para subir al conociniento y amor del Criador, nos enseño
el mismo San Dionisio en otra parte en braves palabras, diziendo, que para
caminar el alma a Dios, avia de unir el discurso de la razon, y redurzirse a la
pureza intelectual, y desta manera caminar por lo intelectual inmaterial y
sencillo, segun la prorietad de su naturaleza, como a passo llano, y por camino
real a unirse con las cosas que son sobre su entendimiento. En la declaracion
de las quales palabras dize Santo Tomas: Para llegar el alma a la paz y union
divina, ha le subir por tres escalones. El primero, es el discurso de la razon.
El segundo, el reduzir este discurso a la unidad de la pureza y sencillez intelectual:
porque ningun erecto haria eldiscurso de la razon, si no llegasse a la contemplacion
intelectual de la verdad inteligible. El tercero, que por esta contemplacion
intelectual y sencilla camine, segun la propiedad de su virtud, a unirse con
Dios, que
es sobre el entendiniento. Todo esto es de Santo Tomas.
De
manera, que para que la especulacion, y qualquiera consideracion y discorso de
la razon sea provechoso, se ha de reduzir a la pureza intelectual, y parar en
contemplacion sencilla. Y en otra parte, declarando al mismo San Dioniso a este
proposito dize: En la contemplacion de esta vida usamos de señales y figuras,
para levantarnos por ellas al conocimiento de las cosas divinas, pero no para
que nuestro entendimiento se detenga en ellas, si no que dellas se estienda
luego a la verdad unida y sencilla de las cosas intelectuales y divinas,
quietando en ellas al entendimiento, unido sobre si mismo a la luz de la Fè.
Esto dize Santo Tomas. De todo lo qual queda ya sabido, coma nos avemos de
aver, segun la doctrina de los Santos y grandes Maestros desta Filosofia del
cielo, en la especulacian afirmativa. En la qual le ha de advertir, que no la
referimos aqui como por media necessario para passar a la contemplacion
intelectual y sencilla, pues desde la meditacion imaginaria de la vida y
Passion de Christo nuestro Señor, se puede passer a la contemplacion sencilla
de su Divinidad, como ya tocamos, y es el camino mas ordinario de las almas sencillas
y poco especulativas. Pero ponemos aqui el exercicio de la especulacion, para
que quando quisieren caminar por ella, sepan como la han de exercitar con
provecho, y a modo de Filosofos Christianos, y no Gentilles.
Antes
de dar remate a este primer movimiento del alma, nos esta combidando e
nonderacion aquella palabra ya referida de San Dionisio; que la
Teologiasimbolica (este es, figurativa) era significativa quanto a las figuras,
y perficionadora quanto al sentido espiritual y secreto. Para cuyo
entendimiento nos hara provecho el exemple que poco ha pusimos, de la fabrica
del edificio espiritual (a semejança del material) al qual sirve la meditacion
y especulacion de allegar materiales para la obra; pero la contemplacion es la
que valiendose destos materiales introduce la forma, y levanta el edificio. Porque,
como en otra parte probamos con la doctrina de Santo Tomas, el entendimiento
especulativo sirve a la introduction de la forma como regla remota; y el
entendimiento practico como regla proxima. Y porque este edificlo de nuestra
perfection se ha de levantar no solo en el entendimiento, sino mas
principalmente en la voluntad, a que se ordenan las operaciones intelectuales;
el que mueve e la voluntad como regla proxima, es el entendimiento practico,
como prueba el mismo Santo. En lo qual se nos descubre, que quando discurrimos
con la meditacion y especulacion, sino juntamos materialos de semejanças y
buenas consideraciones, para disponer la matoria en quo sc ha de introduzir la
forma, y levantar la fabrica. Y quando quietamos el entendimiento, y le
estendemos destas semejanças y consideraciones, a la contemplacipn de Dios pura
e intelectual, en luz sencilla de Fè : como a este proposito declaran S.
Dionisio y Santo Tomas) entonces se introduze la forma divina en el alma,
sirviendo como de materiales las noticias que el entendimiento especulativo
avia adquirido, espiritualizadas ya y ilustradas a lo divino con los dones del
Espiritu Santo, que son los que dan la forma a esta materia para levantar la
fabrica.
De
donde podemos entender, con quanta razon nos dan vozes los Maestros de la
Sabiduria Mistica; que la buena meditacion y especulacion he de acabar en
contemplacion: pues (como poco ha vimos de la doctrines de Santo Tomas) ningun
provecho haze el discurso de la razon, si no llega a reduzirse a la pureza y
conciliez intelectual. Y assi quando el que medita (pongamos exemplo en la
Passion de Christo) dexa ya el discurso; y vestido el entendimiento de la luz
de la Fè, le estiende sencillamente de las figuras y consideraciones a la
grandeza incomprehensible de aquel Señor que por nosotros padecio, y al amor
incomparable y bondad immensa que nos descubrio en esta obra; Y levantando a el
afecto, se queda en quietud amorosa y silencio penetrador, adorando esta
grandeza, y amando esta bondad; entonces no solo allega el entendimiento especulativo
materiales con la meditacion para el edificio de la perfection, mas tambien el
entendimiento practico none con la contemplacion las manos en la obra, y aolica
los materiales a la fabrica, segun la forma divina que le dan con el don de
sabiduria, para que vaya creciendo. Porque como estes divinos dones y sus
aumentos se han de recibir (como declara Santo Tomas) en una aprehension
sencille, entonces se dispone y proporciona el alma para recibirlos.
Pero si
no haze mas que tomar una consideracion, y tras aquella otra; aunque ellas sean
muy buenas, todo es no mas que acarrear materiales; y quando mucho, como dize
Juan Gerson, movera con ellas en el apetito sensitivo un afecto piadoso y humilde,
que comunmente llaman devocion, o compuncion, pero no recibira los aumentos de
los dones divinos que en la contemplacion se dan al alma. Porque como
qualquiera cosa que ha de ser movida vida, conviene que se proporcione con su
motor, si quiere que esta mocion se siga: y la mocion divina donde estos
divinos dones se reciben, pide al alma sencilla y reduzida a unidad, como ya
vimos; cosa clara es, que si el entendiminnto no se recoge de la multiplicidad
inquieta de la meditacion a la sencillez y sossiego intelectual, que no se
proporciona con el Agente divino, antes se pone en disposicion contraria a su
conmocion y divina operacion: y aunque con la suya inquieta cause alguna ternura
al apetito sensitivo, no vestira de virtud y fortaleza al alma, la qual le vine
de la operacion divina, a la qual impide con la suya activa.
Bolviendo
pues a nuestro proposito, como la doctrina mistica y secreta, que se abstrae de
la figurativa, es la que sirve a la contemplacion, donde el alma se haze
instrumento vivo de Dios, para ser movida libremente del, y donde recibo el
aumento de sus divinos dones; por esso dite San Dionisio, que es
perficionadora, porque dispone al alma para recibir estos dones. Por lo qual el
Apostol San Pablo, haziendo mention destas dos maneras de doctrina ( la figurativa
y de principiantes, a que llama leche de niños: y la mistica de los
arrovecbados, a que Ilama manjar solido) dize, que esto es mantenimiento de
perfectos; este es, que haze perfectos a los que se exercitan en ella: que assi
declara San Dionisio este lugar del Apostol su Maestro, como quien lo avis sabido
de su boca. Y la misma razon lo dize, pues entre los principiantes y perfectos
de que alli trata el Apostol, que son dos estremos, ha de aver media, y este es
de los que van aprovechando, a quien conviene esta doctrina perficionadora, con
que salen de la edad y mantenimiento de niños a la de hombres espirituales, y
han de ser arrovechados y perficionados.
Y dando
el mismo San Dionisio la razon deste aprovechamiento, de los que usan desta
doctrina a le espiritual y mistico, dize, que les viene de la contemplation Y
conocimiento de Dios, estable, firme, unida, y indivisible (que es lo mismo que
de la luz de la Fè, que desta manera la describe en otra parte, como ya vimos)
y que por ella participan los dones divinos en las potencias espirituales. Esto
dize San Dionisio. Y San Gregorio, declarando de quanta utilidad sea a los
contemplativos esta doctrina mistica y secreta, para levantarlos a Dios, y
darles a gustar su dulgura y suavidad, dize assi: De la Esposa se dize, que
subia abundando en deleites; porque mientras el alma se sustena de inteligencias
misticas, es levantada cada dia a contemplar las cosas divinas. Y por lo mismo
dize el Salmista.Y la noche es mi iluminacion en mis deleites. Porque quando por
medio del entendimiento mistico es recreada el alma estudiosa, ya es iluminada
en ella escuridad de la vida presente, con el resplandor del dia advenidero,
para que aun en las tinieblas desta corruption prorrumpa en su entendimiento la
fuerza de la luz que espera; y sustentada con las delicias de las palabras
divinas, aprenda de lo que comiença a gustar, la hambre que ha de tener del
sustento de la verdad eterna.
Esta diferencia
de efectos, en las dos maneras de doctrina que avemos referido, no solo la ay
en la contemplacion a que nosotros podemos llegar con los auxilios ordinarios,
por medio de la luz de la Fè: mas tambien en la contemplacion infusa, a que
Dios nos levanta por auxilio particular y ilustraciones sobrenaturales. Porque
como declara muy a lo largo el mismo San Dionisio, las visiones y ilustraciones
que comunica Dios a los contemplativos por media de figuras o sentimientos en
la Parte sensible, son para llevarlos por estos medios mas palpables y
connaturales a nosotros, como guiados de la mano al conocimiento y
contemplation sencilla de las cosas sobrenaturales y divinas, a nosotros mas
remotas. Pero las ilustraciones intelectuales y sencillas, dize que las
comunica Dios al alma para su perfection y santidad: y assi entendieron este
lugar de S. Dionisio Hugo de Santo Victor,
y Alberto Magno en la exposicion del.
De
manera, que assi las consideraciones y discursos que sacamos de la meditacion y
especulacion, como las visiones y iluminaciones que se comunican
sobrenaturalmente al alma, por media de figuras o sentimientos en la parte
sensible, han de servir principalmente para levantarla al conocimiento
intelectual y contemplacion sencilla de Dios, y de sus perfecciones, donde el
alma se renueva a lo divino, y se transforma en la imagen sobrenatural de Dios,
como lo significo el Apostol. quando dixo: que quando contemplavan a Dios con
el entendimiento descubierto de velos, eran transformados en su imagen de
claridad en claridad, como movidos del Espiritu del Serior; porque entonces se
haze el alma instrumento de Dios, para ser por el movida, e iluminada desta
manera. En la declaracion y persuasion de lo qual nos avemos detenido tanto,
por ser cosa en que mucho se estorban los contemplativos, haziendo fin de los
medios, y caminando siempre, sin ir ganando tierra, azia el lugar de su
descanso, cumpliendose en elles lo que dite el mismo Apostol, que siempre andan
trabajando con la consideracion, sin Ilegar nunca à la verdadera sabiduria;
porque aviendola de recibir en quietud atenta y afectiva, la buscan con
movimiento especulativo y inquieto.
Tambien
es propio dente movimiento primero del alma, valerse de la leccion de libros
devotos, que ayuden a levantar el anime a Dios: y tambien des exercicio do la
mortificacion, contra el desorden de las passiones y actes viciosos que salen
de ellas. quanto a lo primero, dizen los Maestros de la vida espiritual, que
para que la leccion haga provecho, se ha de tomar con la moderacion que el
mantenimiento corporal; que si es moderado y proporcionado con el calor del
estomago, haze provecho; y si es mas de lo que el estomago puede digerir, haze
daño. Y assi no se ha de tomar la leccion por tarea, sino para sacar della
alguna consideracion, en que la imaginacion y la razon se ceven a lo espiritual,
y les sirva como de grillos para que no anden inquietas, buscando otios objetos
en que cevarse: y si es mucho lo que se lee, no lo pueden estas potencias
digerir todo; y en lugar de unirse en una cosa, se dividen en muchas; el qual
es fruto contrario al que con la leccion y meditacion se pretende, que es unir
entre si primero al alma, para que despues se una con Dios, como dize San
Dionisio. Aunque para los nuevos contemplativos, que aun no tienen adquirido
habito de meditacion, bien puede la leccion ser un poco mas larga, y tambien la
meditacion sobre ella, para que vayan adquiriendo memorias de Dios, y de los
bienes y males que nos pueden llegar, o apartar del; particularmente acerca de
los misterios de la vida y Passion de Christo nuestro Señor. Pero para los
habituados ya en este, o que estan ya recogidos, mas los puede estorbar que
aprovechar la leccion larga, como tambien la meditacion sobre ella.
Por lo qual,
tratando deste punto Santo Tomas dize, que la leccion y las oraciones vocales,
y otra qualquiera oracion particular que consista en figuras y seriales, se ha
de usar solamente quarto aproveche para despertar interiormente el espiritu;
pero que si el espiritu se distrae per este, u de qualquiera manera es impedido,
han de cessar estos medios: y que este principalmente sucedo en aquelles, cuyo
espiritu sin estas ayudas esta suficientemente dispuesto para la devocion. Esto
dize Santo Tomas, contra la qual doctrina es la leccion larga en actes de
oracion de comunidad, donde ay muchos ya aprovechados en la meditacion, y otros
que en entrando en la oracion se recogen, y levantan a Dios con las memorias de
sus misterios que tienen ya habitualmente adquiridas; a todos los quales
estorba la leccion larga. Per lo qual es necesario que sea moderada, para que
de tal manera haga provecho a unos, que no estorbe a otros. Y de los que se
aprovechan della hasta que se recojan, dite Juan Gerson; que mas parece que la
usan para el sonido, que para la consideracion: pues a la consideracion menos
leccion le basta, en el que sabre levantarse per ella a Dios: y que si no sabe
andar sin arrime, aunque le parezca que algun tanto se recoge con la leccion,
en cessando ella, cessara tambien el recogimiento que en sola la leccion estribava;
y assi es bien que se costumbre a cminar per si, sin ir atado a estes medios
tan exteriores.
El
exercicio de la mortification es tambien muy propio deste primer movimiento,
porque he de andar muy hermanado con la meditacion, para que por medio de las
virtudes morales, enfrene los movimientos desordenados del apetito sensitivo,
donde las passiones tienen su assiento. Porque al passo que cada uno fuere aprovechado
en esto, a esse mismo se ira disponiendo para la perfecta contemplacion, y ira
quitando los estorbos de los buenos efectos della, como de clara Santo Tomas a
este proposito. Y mientras el alma no esta mortificada, no puede tener la paz y
alegria que ha menester para ser morada de Dios: porque la inclinacion del
apetito contraria a la virtud, mientras no esta domada, es un manantial de
inquietud y tristeza: y a la mortificación y quebrantamiento de la propia voluntad
tene Dies prometida la comunicación de su suavidad, el señorio sobre las inclinaciones
terrenas, el mantenimiento espiritual, con los demas efectos de la contemplacion.
Y aunque todos han menester esta virtud, mas narticularmente los nuevos espirituales,
como mas cerriles en las cosas de esriritu; y assi han de ordenar su meditacion
principalmente al exercicio de las virtudes. Por le qual San Dionisio, tratando
de los tres estados de contemplativos, conviene a saber de imperfectos,
iluminados, y perfectos, dize, que los principiantes han de insistir
principalmente en procurar ser renovados, haziendose participantes de las
virtudes y exemplos en que meditan, este es, imitando las virtudes y exemplos
de Christo nuestro Señor, que es nuestro verdadere dechado, y el bianco que no
han de perder de vista los deste estado.
Esta
virtud de la mortificacion, aunque es comun a todos estes tres estados,
diferentemente han de caminar a alcançarla los unes que los otros. Para lo qual
se ha de saber, con la doctrina de Santo Tomas, que con dos medios llega el
hombre a ella: el principal es por Don de gracia, que se recibe en lo interior,
y de alli se deriva à los actes exteriores. El segundo y menos principal, por
estudio y diligencia humana, con la qual, ayudada de la gracia, tràbaja el
hombre por enfrenar los actos exteriores, contrarios a la virtud, que salen del
desorden de las passiones: y despues camina a extirper las raizes de las mismas
passiones, que estan en lo interior.
Pues
destos dos medios, el segundo es mas propio de los que estan en estado de
purgacion y meditacion: los quales han do trabajar mucho por enfrenar los actes
desordenados, quo exteriormente producen las passiones, aun no moderadas con
las virtudes morales: cuyos habites se han de ir adquiriendo, con actes
contrarios a los vicios que estas virtudes moderan; como con la humildad los
actos de sobervia, con la paciencia los de la ira, con la templança los de la
sensualidad, y assi los demas. Y la oracion sirve para dar fortaleza al alma,
para exercitar estas virtudes en la oposicion de los vicios contrarios, aunque
la oracion no sea mas que imaginaria, ni haga mas altos efectos que grangear
fervor sensible. Porque como el apetito sensitivo donde este fervor se recibe,
es por una parte el assiento de las passiones, y por otra esta muy cercano al
movimiento corporal; juntamente se modera con el fervor el impetu de las
passiones, y se dà aliento para la facilidad y promptitud de los actos exte riores virtuoses.
Pero el
otro medio, y el principal, para alcancar la mortificacion, es mas propio de
los que esta ya en estado de contemplacion: en la qual (como ya tocames, y lo
avemos de declarar mas de proposito adelante) se dispone el almpara recibir las
virtudes y dones infusos, que la fortifican contra las passiones: y con la
inrluencia divina, que en la contemplacion se communica al alma, se purifican y
desarraigan de la parte intelectiva de ella los habitos imperfectivos que alli
se avian engendrado de la communicacion de los sentidos, y de donde tambien
procede la imperfeccion de los actos exteriores. Los quales habitos, como
declara Santo Tomas, no se quitan por el exercicio de las virtudes morales,
sino por sola influencia divina. Por lo qual, hasta que el alma esta en estado
de contemplacion y es ilustrada en ella con la influencia y dones divinos,
nunca alança perfecta mortificacion de sus passiones y afectos; de la qual
trataremos de proposito adelante en su lugar.
Al segundo
movimiento del alma en la oracion Ilama San Dionisio movimiento torcido: el qual
es quando estando el alma recogita con Dios en acto universal que es proprio de
la contemplacion) la faca la iluminación divina exercicio de actos particulares,
no a lo intelectual sencillo, sino segun el discurso y multiplicidad de la
razon, como a consideraciones particulares. Y llamale movimiento torcido, porque
estando el entendimiento atendiendo a su propio objeto, que es la essencia
universal, en que le dan su lleno, como declara Santo Tomas y otros Autores, le
tuerce la iluminacion divina àzia otros objetos particulares y limitados, ora
sea de los atributos divinos, ora de las sustancias criadas. el qual es
torcimiento en materia de contemplacion.
Para
entendimiento desto se ha de presuponer lo que dize Santo Tomas, que Dios como
motor universal mueve comunmente la voluntad del hombre al bien universal,
aunque también algunas vezes la mueve a actos de bien particular. Y assi aunque
las mociones ordinarias de Dios en los contemplativos, son azia lo interior del
alma, a unir los alli consigo, y a conocimiento sencillo y universal de su
Divinidad, que es el objeto propio del alma, y la que soles puede llenar los
inmensos senos de su capacidad: con todo esso algunas vozes la mueve a actes
particulares como de los misterios de su sagrada Humanidad, ù de sus divinas
perfecciones, con alguna ilustracion particular dellas, ù de otras cosas de que
el alma puede sacar provecho, para bolverla a juntar consigo en contemplacion
universal con estas ganancias de noticias y afectos particulares: y a esta
salida de la unidad a la multiplicidad Ilama S. Dionisio movimiento torcido,
porque sale el alma como de su centro azia la circunferencia, y del Criador
azia las criaturas. Assimismo se llama movimiento torcido, quando a los que no
estan aun recogidos en contemplacion intelectual, les comunica Dios alguna iluminacion
por medio de figuras particulares, para llevarles dellas a la quietud y pureza
interior sencilla, como declaro San Dionisio: y como entonces comiença el
movimiento de Dios, que es unidad y objeto propio del alma, y sale a la
multiplicidad de la razon, se llama tambien torcido.
Esto
pues assi declarado, se ha de saber, que como el movimiento derecho es propio
de los que estan en la via purgativa, que es subir de las criaturas al Criador;
assi este es mas propio de los que estan en la via iluminativa, que es estado
de contemplacion: porque la contemplacion dispone mas al alma para ser movida
de Dios, como instrumento suyo, y por esto son en este estado mas frequentes
estas iluminaciones divinas, que en el de principiantes. Por lo qual es
necessario, que los que ya tienen adquirido habito de meditacion, se dispongan
con la contemplacion para ser iluminados de Dios: como nos lo enseño San
Dionisio, tratando del oficio y aprovechamiento de los tres estados de
contemplativos, quando dixo, que para entrar en el estado de iluminacion
convenia, que los que avian de ser iluminados caminassen al habito de
contemplacion con ojos intelectuales, puros, y sencillos disponiendose con esto
el entendimiento para ser lleno de mucha luz divina. En la declaracion de las
quales palabras dize Alberto Magno: Con ojos puros quiere que camine el
entendimiento, para ser iluminado; este es, libres de la difusien y
esparcimiento del entendimiento a muchas cosas, para que se recoja y fortifique
en el conocimiento de aquel solo, que es objeto de nuestra contemplacion.
Y esta
disposition vide San Dionisio, para ser iluminado el entendimiento de la luz
divina: porque, como el mismo dixo en otra parte, esta divina luz que obra
nuestra iluminacion, esta despues de todos nuestros particulares conocimientos,
los quales son como voles puestos entre esta luz y el alma; y quando los
quitamos todos, quedanclo con sala la atencion universal y sencilla, entonces
se le descubre esta divina luz al alma, para iluminarla y enriquecerla: porque
en entrando sin estorbos on ella, la va perficionando con tantos y tan
excelentos efectos, como doclaro el mismo San Dionisio en otro lugar. Por lo qual
San Gregorio nos persuade tan apretadamente, como en otra parte vimos, que para
ser el alma iluminada de Dios, dexe de esparcirse por las imagines sensibles,
que son velos que escurecen el alma, para no poder contemplar las cosas
divinas, y le impiden el recibir las iluminaciones de Dios, que son propias
deste estado. Pues para esta iluminacion se dispone con el acto de
contemplacion, donde el alma se reduze de la multiplicidad a la unidad, y el
entendimiento aparta de si los velos de sus particulares conocimientos, para
que sin estorbos entre la luz divina a ilustrarle.
Y pues
ya avemos sabido, que este segundo movimiento es propio del estado de
iluminacion; y que para recibir esta iluminacion se ha de poner el
entendimiento en acto de contemplacion, declararemos brevemento, como ha de
levantarse a ello; y como después de puesto en acto universal, ha de salir a los
particulares, que es el exercicio de este movimiento torcido. Para lo qual se
ha de advertir lo que dize San Dionisio, que de tres maneras puede nuestro
entendimiento levantarse a conocer a Dios en esta vida. La Primera, por afirmacion;
convenie a saber, por el orden de todo el universo. Porque toda la universidad
de las criaturas se nos pone delante, para que por ellas, como por unas
imagines y semejanças imperfectas, subamos a conocer a Dios que las cria, y es
mas perfecto que todas.
En esta
manera de conocer a Dios se exercita la meditacion y especulacion, y el
movimiento derecho del alma, de que ya tratamos: y en esta manera de
conocimiento tiene el primer lugar la meditacion de la vida y Passion de
Christo nuestro Señor, por quien, como dize San Dionisio, avemos de llegar a la
principal luz, que es el Padre. Sobre las quales palabras dize el Venerable
Hugo de Santo Victor: Iesus es Sabidura del Padre; y como tal salio al principio
del mundo manifestando en la creacion del al Padre en sus obras, y començo a
ser visto visiblemente el invisible en aquello quo era visible: y mostrose
cierta luz para que nos guiasse a otra luz mayor: y desta manera se nos hizo
Iesus camino para el Padre. Vino despues segunda vez esta Sabiduria vistiendose
de carne, y fue hecha luz para alumbrarnos y guiarnos a la luz principal de la
Divinidad. Pues como en esta luz de la segunda salida desta divina Sabiduria
resplandecieron mas las virtudes y perfecciones de Dios, por las obras que en
esta salida hizo, llegamos a mayor conocimiento desta luz princirai de la Divinidad,
que por toda la universidad de las cosas criadas en la primera salida.
La
segunda manera de conocer a Dios, dize San Dionisio, que es por negacion; que
es camino contrario al passado, apartando de Dios todo lo que ay en las
criaturas, no porque al Criador le falte perfeccion alguna de las que a ellas
les dio, sino porque la perfeccion de Dios excelle infinitamente a todas las perfecciones
criadas. Este conocimiento por negacion, es mas perrecto que el passado; y dize
San Dionisio, que fue inventado por los Apostoles, para llegar a conocer de las
perfecciones divinas por este camino, la que no podian alcançar por la especulacion
afirmativa dellas.
Pues
desta manera puede el alma levantarse a la contemplacion divina apartando de
Dios todas las cosas, por perfectas que sean, y considerando en el otra
perfection infinitamente mayor. Y juntamente con ir desnudando el anima de todo
lo que por la via afirmativa le figuraya a Dios, vayale vistiendo de un
concepto aitissimo desta divina perfeccion y excelencia, tan superior a todo lo
que nuestro entendimiento puede alcançar della, que todo lo que el puede
conocer entienda que no es Dios, sino otra cosa mayor. Porque como en la
creacion de las cosas, aunque mas altas y mas perfectas sean, no les comunico
Dios su essencia, sino su semejança, segun que cada criatura era capaz della;
oor lo qual dixo San Dionisio, que de tal manera es comunicativo de sus
criaturas, que el queda apartado de todas ellas, y colocado con virtud
incomprehensible sobre todas las sustancias, aunque sean Angelicas; de aqui
viene, que quando fueramos altamente ilustrados con el conocimiento de todas
las criaturas terrenas y celestiales, nos quedara con todo esso oculto lo que
Dios es en si. For la qual dixo el mismo Santo en otra parte: Si alguno contemplando
a Dios, entendio lo que vio, no vio al mierto, sio alguna cosa suya, de las que
se pueden conocer: porque Dios es sobre todo entendimiento y sustancia, y este
no conocer nada, es mayor conocimiento de Dios, que conocerle per todas las demas
cosas: porque es sobre todas las que se pueden conocer.
Esto dize
San Dionisio: y entonces dize Santo Tomas, que llega nuestro entendimiento a
este conocimiento de Dios, y a hazer
verdadero cencepto de su perfeccion y excelencia, quando rendido a los pies
desta incomparable Magestad y grandeza, conoce que es sobre todo lo que el
puede conocer; y vestida de admiracion y reverencia entonces el alma, se quede
amando y venerando al que no puede conocer ni comprehender, adorandole en aquel
concepto confuse y universel que saco desta negacion, y amando con la voluntad
lo que no pue de penetrar el entendimiento; y este es contemplar a Dios.
La
tercera manera de conocer y contempler e Dios. y mas nerfecta que las dos passadas,
es en luz sencilla de Fè, sobre todos los actos de la razon, en la inteligencia
pura, sin inquisicion ni discurso; a la qual llamo el mismo San Dionisio
divinissima; porque dize, que es la que une nuestro entendimiento a los rayos
divinos, para ser iluminado de la profundidad de la divina Sabiduria: la qual
contemplacion declararemos en el tercero movimiento del alma, que en esta
contemplacion se haze.
Pues
quando el alma esta desta manera contemplando a Dios, en acto universal, sobre
todo su conocimiento particular; si la sacare la iluminacion divina a actos particulares,
y del acto de la inteligencia pura, que transciende al acto de la razon, la
baxa a los actos de la misma razon, para conocer en particular algunas verdades
de nuovo, con que aumente leña al fuego del amor; hase de aver en esto, como lo
enseño el mismo San Dionisio en otra parte, diziendo, que lo que Dios pretende,
quando en iarticular nos comunica sus iluminaciones en variedad y
multiplicidad, es para restituirnos luogo, como virtud unifica, a la unidad y
sencillez deiricada de su Divinidad: y que para esto suele la claridad divina,
por medio de las iluminaciones que se nos dan per Christo, manifestarnos en
semejanças y imagines las perfecciones divinas, que resplandecen en sus
criaturas, y particularmente en las Gerarquias Angelicas, como las mas
perfectas; para que contemplandolas, no ya a lo material y sensible, sino con
los ojos espirituales, y no cegajosos de la inteligencia pura, nos bolvamos otra
vez a restituir en el raye sencillo de la Divinidad.
En
estas palabras (que Hugo de Santo Victor sobre este lugar, y Santo Tomas en
otra parte, declara de nuestra contemplacion, ilustrada a lo sobrenatural) nos
declaro profundamente S. Dionisio, como avemos de exercitar en la oracion estos
actos del movimiento torcido del alma. Lo primera, que para dexar el entendimiento
su propio objeto (que es, como dize Santo Tomas, la essencia divina universal,
en que esta empleado en la contemplacion) ha de ser, como dize el mismo San
Dionisio, intellectu a Patre moto;
esto es, conmocion y iluminacion particular de Dios; aunque tambien algunas
vezes se puede mover ella, guardando estas condicions, como en otra parte
declararemos, como en su propio lugar. Lo segundo, que para baxarse del acto
aura de la inteligencia, donde esta sobre la razon contemplando a Dios, a
ocuparse en los actos do la misma razon, no sea para quedarse en ellos, sino
para restituirse luego otra vez a su propio objeto en conocimiento sencillo y
universal; como quien sale do junto al fuego a buscar leña para cevarle; y
cevado, se buelve luego a llegar a èl, para tomar de nuevo calor. Y esto nos
enseño en otra parte San Dionisio, declarado muy a nuestro proposito por Santo
Tomas, diziendo, que en la contemplacian de Dios usavamos de semejanças particulares,
no para quedarnos en ellas, sino para escondernos luego de ellas a la
contemplacion sencilla de las cosas divinas, que por ella se nos representavan.
Y esto mismo hallamos experimentado muy de ordinario en el magisterio interior
secreto que Dios usa con las almas contemplativas, que sueltas de las actos de
sus particulares discursos, se unen con èl en luz sencilla de Fè, Para ser
movidas de su Magestad, como instrumentas suyos: que quando las saca a actos particulares
con alguna moción o iluminacion, las buelve luego a quietar en luz sencilla de
su conocimiento. Donde la Fè nos representa sin estos velos, en conocimiento,
aunque oscuro, mas cierto, la sustancia destos accidentes, y lo figurado destas
figuras, aora sean de las perfecciones divinas, aora de la sagrada Humanidad de
Christo nuestro Señor, de las quales memorias nos podemos aprovechar alli con
mayor utilidad, que en la imaginacion, teniendo al mismo Serior como presente,
y tan a la mano en la memoria intelectiva de las meditaciones passadas las
especies y memorias habituales de los misterios de nuestra redempcion, que las
nuede la voluntad hazer actuales quando quisiere, como matera del
entendimiento, para moverse con ellas, o para representarlas a Dios por
nuestras necessidades. Del qual modo de parovecharnos de estas memorias de
Christo nuestro Señor avemos de tratar muy de proposito en otra parte, coma uno
de los puntos. mas essenciales de nuestra contemplacion.
Lo
tercero que avemos de notar en estas palabras, es aquello que dize, que estas
perfecciones criadas qne la ilustracion divina nos manifiesta debaxo de señales
y semejanças, las avemos de mirar con los ojos del entendimiento, immatorialibus et non trementibus; esto
es, levantandonos luego de las representaciones materiales al conocimiento intelectual,
mas arrimado a la luz de la Fè, que a nuestra razon (porque esta divina luz es
la que conforta a nuestro entendimiento, para mirar las cosas divinas sin
pestañear) y esto para restituirnos luego desta luz particular a la universal y
sencilla de la Divinidad; como quien dexados los arroyos, buelve a coger el
agua en la fuente de donde elles salen. En la declaracion de las quales
palabras dize Alberto Magno desta manera: "La vista intelectual de
aquellos que estan detenidos en los afectos terrenos y en las imagines
sensibles, esta material, y assi se deslumbra con la claridad divina: pero
apartandose de estes afectos y imagines sensibles, se haze esta vista
inmaterial y clara para la especulacion intelectual, pero todavia pestañeando:
porque con los principios de la razon mira aun como de lexos las cosas divinas:
pero quando el entendimiento se abrasa de la luz de la Fè, entonces dexa de
postañear en la contemllacion. Di pues: con ojos immaterialiabus, quanto al entendimiento, con los principios de la
razon: y non trementibus, quanto a la
confortacion del entendimiento con la luz de la Fè."
Todas
estas son palabras deste doctissimo Maestro, y en que nos da muluz desta
materia, y del sentimiento de San Dionisio, que despues del Apostol. S. Pablo
su Maestro, es a quien avemos de dar mas credito en ella, como archivo en quien
el deposito lo que acerca della avia aprendido en el tercer cielo. Y que
nuestra razon, desnues del pecado, entienda defectuosamente, y como pestañeando
las cosas intelectuales, aun las criadas, quanto mas las divinas, lo dize
tambien Santo Tomas con palabras muy conformes a las de Alberto Magno su
Maestro. Y dexando esta confortacion del entendimiento con la luz de la Fè en
la contemplacian, para quanto tratemos del tercer movimiento del alma, que es
su propio lugar, trataremos aora solamente de como avemos de mirar con ojos
inmateriales del entendimiento estas luzes y noticias particulares, a cuya
vista nos saca la iluminacion divina, como aquí dize San Dionisio, que esto
toca al movimiento torcido, de que aora tratamos, y a la especulacion de las
cosas divinas, para bolver a entrar con nuevas ganancias en la contemplacion de
ellas.
Porque
esta diferencia pone Santo Tomas entre la especulacion y la contemplacion; que
especulacion significa aquel acto con que uno mira las cosas divinas en las
cosas criadas, como en espejo, al modo que los Filosofos Gentiles las miravan
con los principios de la razon: pero la contemplacion significa el acto principal con que uno contempla a Dios
en si mismo; de que avemos de tratar particularmente en el tercero movimiento
del alma.
Cumpliendo
pues con lo que toca a este lugar, que es, como se ha de exercitar este
movimiento torcido, quando nuestro Serior con alguna particular ilustracion
saca al alma del acte universal a los particulares, representandole algunas
noticias de sus misterios, por medio de algunas imagines y semejanças, representadas
a modo sobrenatural (per que desta manera entiende Santo Tomas este lugar de
San Dionisio) no se ha de embaraçar mucho con estas representaciones: sino
sacando el fruto dellas, que es la luz que per este media quiso el Señor
comunicarle, y la mocion de la voluntad, con los demas efectos que huvieren
hecho en el alma, se entre con estas ganancias otra vez en el acto de contemplacion
sencilla y universal, donde la luz y noticias particulares cobran nueva
ilustracion y dignidad, como los actos inferiores en el superior. Y
desembaracando el entendimiento de aquella corteza de las figuras
representadas, aora sean accica de los misterios divinos de la Divinidad o
Humanidad, aora de otras obras de Dios, goze la sustancia que debaxo de acuelle
corteza le dieron; que tanto mas bien la lograra, quanto mas se desocupare de
la representacion, para abragar lo representado: pues como aqui dize San
Dionisio, no le representaron estas semejanças sobrenaturales, para que se
quedasse en ellas, sino para que otra vez se bolviesse a entrar el
entendimiento en el acto de contemplacion pures y sencilla; y para esto la
misma iluminacion divina inclina al alma a recogimiento muy intimo: y los poco
advertidos resisten a esto liamamiento interior y quieto, portiando en querer
rebolver en la imaginacion la figura sobrenaturalmente representada, por un
poco de sabor que hallan en aquello. A uno de los quales reprehendio nuestro
Señor como refiere un Autor grave) diziendole: quando te dan una rama confruta,
que hazes? Y respondiendole, que comia la fruta, y arrojava la rama, le«dixo el
Señor: Pues otro tanto has de hazer en esta vision. Significandole, que aquella
representacion, aunque sobrenatural, era como la rama que llevava la fruta de
los efectos que avia de caular: en el alma, con los quales se avia de recoger
en la parte intelectual y sencilla de la contemplation, sacudiendo de si la
rama de la figura imaginaria.
Con
este impedimiento he hallado mui embaraçadas a muchas almas, usando para su daño
de lo que se avia dado para su provecho; porque (dexando el peligro de los
engafos que por este camino puede hazer el demonio, que son muchos) se estavan
ocurando de ordinario en alguna destas representaciones que avian tenido, sin pastar
a otra cosa mas provechosa. Por lo qual nuestro Venerable Padre Frai Juan de la
Cruz trabajo mucho en uno de sus escritos, por desnudar a las almas destas
imagines sobrenaturalmente representadas, con que se impiden para caminar a
unirse con el original en la contemplacion, por detenerse en la representacion
del retrato. Porque como ponde o profundamente San Dionisio, el camino real y
derecho para unirse el alma con Dios, es caminando por la pureza y sencillez
intelectual a unirse en conocimiento de Fè, con el que es sobre todo
entendimiento.
Por lo tratando desto mismo en otra parte este
Santo, dize, oue Dios, aunque nor su inmensidad, oue todo lo llena, esta
sobronuesto a todos, combidandolos a su comunicacion; a solo aquellos se comunica sin medios,
que transcienden todo lo sensible e intelectual criado; y despidiendo de si
todas las noticias particulares, aunque sean sobrenaturalmente comunicadas,
como son ilustraciones divinas, sonidos y hablas celestiales, y entran en la
escuridad mistica del conocimiento sencillo de Fè, adonde se halles al que es
sobre todas las casas. Y en otra parte, refiriendo las comunicaciones
sobrenaturales que le hazen en los organos corporale y potencias sensibles, y
entre ellas la suavidad y otros efectos que en estas potenclas se recihen, con
la sagrada comunion del Cuerpo de Iesus, dize, que de todas estas
comunicaciones se ha de aprovechar el alma, para levantarse a la contemplacion
intelectual y sencilla de Dios, y que para esso se las dan. La razon de esto da
en el mismo capitulo, diziendo: Que como Dias sea unidad sencillissima, y esta
nuestra perfection en assemejarnos a el, procura quanta es de su parte reduzirnos
a esta misma unidad y sencillez, segun la disposicion de cada uno, para unirnos
consigo. De manera, que para unirse el alma con Dios (según la doctrina deste
Santo) no solo impiden al alma los conocimientos particulares adquiridos, si se
quisiesse detener en ellos, mas tambien los que sobrenaturalmente se le
comunicaron, si se quisiesse embaraçar con la representacion dellos, y no
reduzirlos a la sencillez, y pureza intelectual, por donde ha de caminar a la
divins union.
De todo
lo qual queda entendido, qual es el movimiento torcido del alma, que es quando
Dios la mueve con alguna particular ilustracion a actos de la razon: porque
quando la recoge a lo intelectual y sencillo (que es la motion ordinaria de
Dios) no es entonces acto torcido, sino circular, como dize San Dionisio, y lo
avemos de declarar adelante. Pero porque no solo quando Dios mueve al alma a
actes particulares, sino tambien quando ella se mueve a si misma, ha menester
algunas vezes (aun estando en la contemplacion) exercitarle en ellos, seran assimismo
efectos deste movimiento torcido. Para lo qual se ha de saber, que, para que el
entendimiento practico se exercite en actes particulares, ha menester alguna razon
o noticia particular, per medio de la qual la noticia universal que esta en el
entendimiento, se aplique al acte particular. Y assi todas las vezes que el
alma esta levantada a contemplacion intelectual sencilla, y quiere exercitarse,
en actos particulares, para esforzar mas la misma contemplacion, y renovar el
fuego del amor, ha de ser por medio de alguna memoria o noticia particular:
como de las perfecciones divinas, y de los misterios de la vida y Passion de
Christo nuestro Serior, donde estas perfecciones mas altamente se nos descubrieron.
Pero
para que estos actos y memorias particulares nos ayuden, y no nos impidan otra
utilidad mayor, es necessario que se guarden en ellos las circunstancias, que
para exercitar estos actos quedan referidas de San Dionisio; como que estos
actos se hagan quando el alma sintiere que la influencia divina la alienta para
hazerlos, o que por estar tibia en la oracion ha menester cevar al fuego con
estas noticias, y que no sea para quedarse en ellas, sino para restituirse otra
vez al acto universal de contemplacion sencilla, donde se han de lograr y mejorar
estas nuevas ganacias, como ya tocamos. Assimismo, que estas memorias se
exercitan, come dize el mismo Santo, immaterialibus,
et non trementibus mentis oculis, esto es, por especulacion de imagines intectuales,
y conceptos sueltos de las figuras sensibles, y las demas calidados materiales;
come a este proposito lo ensefia mui en particular el doctissimo Iuan Gerson; y
procurando sacar mas estos conceptos de la luz de la Fè, que de los principios
de la razon, como queda advertido de la declaracion que Alberto Magno haze destas
Palabras de San Dionisio; para que siendo la especulacion intelectual, sean
espirituales, y no sensibles los efectos que della se sacaren. Porque qual
fuere la aprehension, tal fera el afecto que della saliere: porque cada
potencia aprehensiva influye en la potencia afectiva de su genero; y a nuestro
proposito lo pondero Santo Tomas con estas notables palabras. "El afecto
es de dos maneras: Uno animal o sensible, que se junta a la imaginacion, y os
comun al hombre y a los brutes, y de aqui viene el amer sensible. Otro es el
afecto racional o espiritual, que se junta al entendimiento, el qual es comun
al Angel y al hombre; y de aqui viene el amor intelectual." Todas estas
son palabras de Santo Tomas. Y aplicando Iuan Gerson esta doctrina universai a
nuestro proposito, dize, que de la meditacion imaginaria se signe en el apetito
sensitivo un afecto piadoso y humilde, que se llama, devocion o compuncion:
pero de la consideracion intelectual se sigue en el apetito intelectivo, amor o
jubilo.
Pues
como en el apetito sensitivo no se rueda exercitar acto de amor que pertenezca
à la caridad, porque su objeto no puede ser Dios, Segun a este proposito lo
declaro el mismo Santo, necessario es para que este amor de caridad, en que
consiste nuestra perfeccion, se exercite y aumente, que nuestra aprehension se
aplique, no a lo imaginario, sino a lo intelectual, y sirva al amor y mocion
del apetito intelectivo, que es el fugeto propio de la caridad. For lo qual dixo
el mismo santo, que la disposicion para recibir los aumentos de la caridad, era
la conversion y aplicacion de la vista del alma a Dios, segun las potencias
esrirituales, por las quales es imagen divina. Y por este San Gregorio Nazianzeno,
que tambien lo sabia per experiencia, describiendo las calidades de la perfecta
oracion, esta pone por la principal: que el entendimiento contemple a Dios
siempre, por medio de especies puras, y no mezcladas con las formas sensibles,
para que sea un espejo puro y limpio de Dios y de las cosas divinas, y cada dia
so vaya rutificando y subtilizando mas. Y porque desta especulacion intelectual
avemos de tratar en el movimiento tercero del alma, aunque es mas propia de
este segundo, passamos aora tan de corrida por ella, para que de alli tome cada
uno lo que della huviere menester.
Al tercero
movimiento del alma con que camina a conocor a Dies, y a unirse con el, llama
San Dionisio, movimiento circular, que es figura perfectissima, que no tiene
principio ni fin; Y assi es perfecta tambien la contemplacion que en este
movimiento del alma se exercita: conviene a saber, quando el alma, apartandose
de todas las cosas criadas, por donde solia mendigar las noticias de Dios, dexa
los arroyuelos turbios, que tan limitada y escasamente le pueden dar noticia
cierta de su incomparable Magestad y grandeza, por no tener proporcion ninguna
excelencia de criatura con la excelencia del Criador: y Ilega a coger el agua
pura y limpia en su propia fuente. Porque la essencia de Dios excede en
infinito, no solo a todas las perfecciones visibles, mas tambien a todas las
intelectuales criadas; y assi no puede por ninguna dellas formar semejança el
entendimiento humano en esta vida, que le levante al conocimiento propio y perfecto
de Dios. Por lo qual, cessando ya del largo trabajo con que en la meditacion y
especulacion avia buscado el conocimiento de Dios, sin hallarle apartado de
sombras y figuras peregrinas, y impropias
desta perfeccion infinita, se busca con la luz purissima y sencillissima de la
Fè, donde el mismo Señor, que solo se conoce y comprehende, nos dio noticia de
si mismo: y rendido ya el entendimiento en su inquisicion porfiada, a la
Magestad que en el destierro no puede cenocer, abate las alas de su buelo a los
pies desta grandeza, y encendiendo la vela con que en esta vida ha de buscar la
dragma perdida, si quiere hallarla, contempla y adora à Dios en su
incomprehensibilidad, y infinidad inaccessible, sin cansarle y a en hazer
varies discursos, ni impropias comparaciones entre cosas tan desproporcionada
distantes, como es el Criador, y sus criaturas, que no tiene comun nada con
ellas.
Porque
como dite Santo Tomas, declarando este movimiento circular del alma, para
exercitarle nuestro entendimiento, es necessario dexar dos imperfecciones que
tiene en el modo de conocer las cosas en esta vida. La primera es, los actos de
la imaginacion on la representacion de las cosas visibles: La segunda es, el
discurso de la razon; y esto se haze quando todas las operaclones del alma se
reduzen a la contemplacion sencilla de la primera verdad, que es Dios. Y
entrambas cosas significo San Diolisio en dezir, que el movimiento circular del
alma era una entrada y recogimiento de las cosas exteriores azia si misma; para
que unida primero entre si, y hecha uniforme, sea Ilevada como de la mano a
aquel Uno, que es sin principio y sin fin. Desta manera declara Santo Tomas
este lugar de San Dionisio; y añade, que en este movimiento y contemplacion
alcança tan gran dignidad el varon contemplative, que en cierta manera se
desnuda de la condicion de hombre, y se viste de la calidad de Angel,
recibiendo la luz y el conocimiento, no de las cosas por discorso, sino siendo
iluminado de la luz primaria y sencilla, que es Dios.
La
excelencia de la contemplación que se exercita en esta movimiento circular del
alma, signifiro profundamente San Dionisio, quando aviendo tratado del
conocimiento afirmativo, por donde subimos a Dios por el conocimiento de las
criaturas, de que tratamos en el movimiento derecha; y del conocimiento
negativo, de que tratamos en el movimiento torcido; añade la declaración deste
conocimiento y contemplacion circular por estas palabras. "Pero demas
desto ay otro conocimiento divinissino, conocido por ignorancia, segun la union
sobre la mente, quando el entendimiento apartandole de las demas cosas, y
dospues dexando a si mismo, se une a los sobreresplandecientes rayas de la
Divinidad, y alli es iluminado de la profundidad de la Sabiduria divina."
Todas estas son palabras de San Dionisio.
Y en
dezir, que para la perfecta contemplacion, no solo se ha de apartar el entendimiento
de todas las cosas, mas tambien ha de dexar si mismo, significo, que ha de
caminar derecho a Dios,
Todo lo
que hasta aqui avemos dicho del modo de caminar a Dios las almas
contemplativas, y de exercitar sus actos, ha jugar quando el alma se halla
alentada, o por lo menos no muy notablemente seca y desabrida en la oraclon.
Pero
porque en este camino de vida contemplativa ay tiempos de bonança, y tambien
tiempos de tormenta, y en estos como mas apretados se halla el alma como destituida
de todos los socorros interiores que solian llevarla a Dios, assi quanto al
conocimiento como quanto al afecto: ha menester mas el baculo de la guia
exterior, para no caer en desfallecimionto y desconfiança, no dexar los exercicios
de la oracion, quando Dios mas la dispona para la perfeccion della, y de toda
la vida contemplativa. Diremos tambien algo brevemente de la sustancia dellas
sequedades, y de como se ha de aver en ellas, aunque es materia algo larga, y
poco exercitada, y el passo en que mas almas han atollado por su dificultad, si
en este trabejo no tienen quien las aliente.
Para
declaracion desto, se ha de advertir primero lo que dize San Buenaventura, que
assi como en lo material de dos maneras se purifica una cosa, o con fuego, o
con agua; assi tambien en lo espiritual dos modos tiene Dios de purgar a las
almas contemplativas, para introducir en ellas su semejança y amor, con que se
han do unir con el como con su principio, para participer de un mismo espiritu:
en lo qual consiste la perfeccion do la criatura racional, como dize Santo
Tomas. La primera purgacion es de fuego, en la qual se purifica el alma con
todas las comunicaciones divinas que recibe a modo iluminativo y sabroso, que
son influencias con que el Espiritu divino enciende el fuego de su amor en las
almas que le buscan en la oracion, y en este crisol desde el principio deste
exercicio las va purificando: pero quando este divino fuego mas estrechamente
las cauteriza y acrisola, es en el grado de amor inflamado, que S. Tomas llama
amor hambriento, y impatiente, en la admirable declaracion que haze del; y
comunmente le llaman ansias de amor, y suceden quando esta ya el alma
purificada con trabajos, y vacia de sus apetitos desordenados, y ha començado
ya a gustar, por conocimiento y afecto a lo sobrenatural, del manjar de los Bienaventurados,
y con el olor y sabor del pena por unirso con el, donde se le ha de comunicar
mas en abundancia en el destierro, y con hartura en la patria.
La
segunda manera de purificacien, y la que aora haze a nuestro proposito, es de
agua, conviene a saber, de aflicciones y trabajos, assi exteriores como interiores:
y destos interiores, como mas propios de los contemplativos, trataremos
brevemente. Para lo qual se ha de saber con la doctrina de San Dionisio, que
assi en los Angeles como en los hombres guarda la divina Sabiduria este orden,
que a la purgacion se sigue la iluminacion, y a la iluminacion la perfeccion; y
consiguientemente a la mayor purgacion mayor iluminación; y a la major iluminacion
mayor perfection: y por estos grados (que San Dionisio llama especiales
ordenaciones anagógicas: y Hugo declarando este lugar las llama ascensiones o
subidas) va levantando Dios a las almas, purificandolas tanto mas estrechamente,
quanto mas copiosamente huvieren de ser iluminadas, y mas al altamente perficionadas.
Y assi
quando Dios quiere aventajar mucho a un alma contemplativa, la mete primero en
la legia de los trabajos, y despues en el crisol del amor inflamado, tanto mas
estrechamente, quanto ha de ser mayor la perfeccion a que quiere levantarla: y
por esto los Maestros de la Teologia mistica hablaron con gran estimation de estas
purgaciones, particularmente desta de trabajos, y la engrandecen con nombres
muy significativos do los admirables efectos que en el alma haze. San
Buenaventura la llama Lima esriritual
por estas palabras: "La quinta razon de faltar la devocion a los
contemplativos, puede ser de merecimiento de mayor gracia y gloria, quando el
deseo no cumplido purga al anima, y la paciencia del desamparo, y la humilde
tolerancia de la tristeza, como lima haze al alma mas clara y mas dispuesta
para recibir el resplandor divino, y mas capaz de gracia y gloria. Porque la
luz de la presencia de Dios, y el resplandor de su claridad liberalmente resplandece
sobre todos; y el que esta mas puro y mas libre del vicio que escurece, mas
capaz es de la luz y iluminacion que de arriba se influye: assi como un vidrio
claro, o un metal bien limado y lifo, mas bien recibe los rayos de la luz, y
mas resplandece con ellos.
Pues
como la afliccion es lima del alma, que rae della el orin de los vicios, para que
limpio el pecado, que con su escuridad, como impedimiento de la luz, avia
excluido del alma los rayes y resplandor de la luz divina, recupere en elle la
luz de gracia; suele Dios algunas vezes purgar los coraçones de sus devotos,
quitandoles las consolaciones sabrosas de su comunicacion, el carecer de las
quales es para ellos grandissima afliccion. Y haze este con ellos, para que desta
manora purgados, se hagan mas aptos para recibir on esta vida mas abundante
gracia, y en la venidera mayor gloria, aunque enta afliccion no aya procedido
de particulares culpas." Todas estas son palabras deste Santo,
experimentadissimo en estas materias misticas.
Desta
misma purgacion trata luan Gerson, Maestro tambien muy docto y experimentado en
estas materias ;entre otros renombres que le da, la llama Espiritual antiparistasis, que
fortifica la virtud contraria: muela donde se afila y limpia el hierro;
assensio amargo con que se destetan nIños en el camino espiritual de los pechos
de los consuelos sensibles: martillo que ensancha y estiende los metales: lima
que los pule, limpia, y clarifica: crisol donde se purifica el oro: y vara con
que herida el alma se levanta del amargor a la suavidad, y del peso de la
tribulacion a la ligereza do la contemplacion. Porque no hallando la paloma
racional donde descansen los pies de su deseo, inundada tode con aguas de amargura,
recogese al arca de la contemplacion: y la misma arca, crociendo las aguas de
las tribulaciones, mas se levanta a lo superior de la casa del espiritu.
Desta
manera nos describe este Autor la purgacion espiritual penosa, y como la toma
Dios por medio para purificar y subtilizar mas al alma, para levantarla a
grados mas altos de contemplacion y iluminacion. Con esta misma estimacion
hablaron della otros Autores misticos muy experimentados, y quien mas en
particular trato de la sustancia della y de sus efectos, fue nuestro Venerable
Padre Frai Juan de la Cruz en un tratado que della hizo, en el qual la divide
en dos partes: una de la parte sensible con que dispone Dios al alma para
sacarla de la oracion sensible a la intelectual, y de la meditacion a la
contemplacion: y otra con que purifica Dios la parte espiritual del alma, para
disponerla para la union divina. Lo quel es conforme a la doctrina de San
Dionisio, que unas vezes trata de la purgación de aquellos que han de ser
iluminados, y otras vezes de como han de ser purgados, para ser perficionados
los que estavan ya en iluminacion. La primera purgacion es para quitar los
impedimentos a la luz divina, para que entre a iluminar el alma: y estos dize
que han de caminar al habito de contemplacion con el entendimiento puro y sencillo,
disponiendose desta manera para ser llenos de la luz divina con que han de ser
iluminados, sin el impedimento de las figuras y representaciones sensibles de
la meditacion y especulacion. Pero a los de la segunda purificacion dize, que
han de ser purgados de toda confusion y disimilitud, como disposicion para mas
alta forma, de manera que del todo sean puros, y reducidos a aquel uno en quien
han de ser perficionados.
La
sustancia desta purgacion es un influencia divina que enviste al alma, no a
modo iluminadivo y sabroso, como en la purgacion de fuego, sino a modo
purgativo y ponoso con que Dios va purificando y limpiando al alma de todo lo
que haze desemejante a el, particularmente on la parte sensible del desorden de
las passiones y apetitos; y en la parte intelectiva, de las calidades bastardas,
y habitos adquiridos que nacieron en ella de la comunicacion de los sentidos. A
esta influencia llama S. Dionisio (segun la declaracion de Hugo de Santo
Victor) purificativa en la primera purgacion, porque dispone y purifica al alma
para ser iluminada; y en la segunda la llama perfectiva en un sacrificio divinissimo, porque
perficiona al alma para unirla y consagrarla toda a Dios. En la primera purgacion
entran muchos, porquo en ella son llamados a la contemplacion; pero en la
segunda entran pocos, como declara sobre este lugar de San Dionisio Alberto
Magno: porque no a todos dispone Dios para tan gran alteza de semejança divina
como pide la union con Dios, para que esta puriticacion dispone.
Esta
influencia enviste primero al alma per la parte sensible, y camina azia la
intelectual, como las demas calidades y perfecciones del alma, quo caminan de
lo imperfecto a lo perfecto. En la primera purgacion, juntamente con los
efectos de la influencia divina (que son escuridad en la aprehension
imaginaria, y sequedad en el apetito sensitiva; porque enjuga y esteriliza
estos manantiales y arcaduzes sensibles, para destetar al alma dellos, y
hazerla que busque su sustento en los arcaduzes espirituales) ay tambien otros
trabajos y combates de parte de otros contrarios, como tentaciones sensuales,
impaciencias, escrupulos, tentaciones de Fè, representaciones de blasfemias, y
otras baterias semejantes, como guerra y movimiento de calidades contrarias,
quando se ha de introducir una forma, y expeler otra. Y a este proposito
declara San Augustin aquellas palabras que Christo nuestro Señor dixo a San
Pablo? La virtud se perficiona en la
flaqueza. Por lo qual llama Tuan Gerson, como ya vimos, a la afliccion
deste purgacione Antiparistasis, que fortifica la virtud contraria, corso
nuestro proposito le declaro Santo Tomas diziendo: que las passiones y
tentaciones ocasionalmente eran provechosas y meritorias, porque despiertan la
voluntad a la resistencia con lo contrario. Y pone exemplo en la tentacion
contra la castidad, que apretado con ella el hombre casto, aplica la voluntad
con mayor eficacia a la resistencia; y con este crece mas el habito de la misma
virtud que esta en el alma. Y por esto dize San Agustin, que aunque el Apostol
pedia a Dios que le quitasse esta querra que el demonio le hazia, no se la
quitava, porque le era provechosa. Ruega (dize el Santo) el doliente al Medico,
que le quite el emplastra que le fatigava, pero el Medico, que sabia que con
esto le curava, no quiere quitarsele, hasta que del todo que de sana; conviene
a saber, hasta que quede tan enflaquecida la raiz de la passion, y tan
fortificada la virtud contraria, que ya la passion no le incline contra la
razon; y esto no ya por discorso de la misma razon, sino por una connaturalidad
a la misma castidad, por el habito que della tiene en el alla, como dize Santo
Tomas a este proposito.
Pero en
la segunda purgacion, que es de la parte intelectual, suelen cessar estas
tentaciones y baterias, por hazerse la guerra muy de otra maneral; conviene a
saber, no por transmutacion de un contrario on otro, como en la parte sensible,
sino por sola influencia del Agente divino, como declara el mismo Santo. Pero no
por esso es menor el aprieto y la afliccion del alma, si no tante mayor, quanto
los doloros y trabajos interiores son mayores que los exteriores, assi de parte
del apetito, a quien mas derechamente repugna el dolor interior, como tambien
do parte de la aprehension de la razon, que es mas alta que la del sentido.
Porque
demas de la securidad del entendimiento, y sequedad de la voluntad, que esta
purgacion es mucho mayor que en la passada, ay un desabrimiento y afliccion
intensissima del alma, tanto mayor, quanto la influencia divina la embiste con
mayor eficacia, para purgarla con mayor brevedad. El qual desabrimiento viene
del efecto de la misma influencia; que como va quitando las calidades impuras,
y habitos imperfectos adquiridos, que en la parte intelectiva se avian
engendrado de la comunicacion de los sentidos, para introducir y arraigar en
ella el habito de la caridad, y los damas infusos, a que estos son contrarios,
como ya tocamos, y el expeler una forma para introducir otra, cause passion; al
arrancar estes habitos, que estavan abraçados con la misma sustancia del alma,
siente grandissimo dolor, como si le quitaran algo de la misma sustancia della.
Combaten
assimismo al alma unas aprehensiones penossissimas, que las comparan los
Autores a las de los condenados: porque como la luz, quo esta influencia le
comunica, le descubre tan claranente sus defectos, para profundarla en la
humildad y propio conocimiento, con que pueda recibir seguramente las mercedes
que despues le ha de hazer, y el alma se ve tan miserable, parecele que no os
possible que Dios se agrade de cosa tan mata, y que assi debe de estar en su
desgracia: y tanto mas la aflige esto, quanto mas ama a Dios. Y aunque el
Confessor mas la assegure que va bien, y que toda aquella afliccion en su
provecho, y en llegarla mas a Dios, y que no esta en su desgracia; y que antes,
cono dize San Agustin, no pone Dios en este crisol sino a los que le han
servido mucho, y cuyos servicios el ha aceptado, no le da credito,
pareciendole, o que ella no ha sabido darle quenta de su alma, o que el no la entiende,
porque experimenta en si lo contrario de lo que el le dize: porque estas
aprehensiones tan penosas se le comunican, como declara Santo Tomas, por media
de la razon aprehensiva, sobre la irascible motiva; y assi no puede dexar de
persuadirse a lo que tan penosamente aprehende, hasta que la influencia divina
se le comunique a modo mas confortativo y confiado. Y hasta entonces no esta
para mas, que dezir con el Profeta: Convertido estoi en mi miseria, mientras se
fixa la espina; porque de dia y de noche se hizo tu mano pesada sobre mi: y
quevarse con el Santo Iob, que estan dentro della las saetas del Señor; porque
estas aprehensiones penosas son como espinas, que estan siempre pungando y
atormentando al coraçon, y atravesandosele como con saetas.
Demas
destas penas, otra padece tambien el alma en esta purgacion de la parte
espiritual, quo mucho la afligo: la qual es una como ligacion y atamiento de
las potencias, con que parece que esta inpedidas para las operaciones que le
son connaturales; que por esso es tan penoso no hazer uno su voluntad, porque
le privan desta operacion, y del señorio natural que tiene en su acciones. La
qual es una pena muy semejante a la que padecen las almas de Purgatorio: porque
assi como el fuego del Purgatorio, dize Santo Tomas, que tiene virtud y
eficacia sobrenatural para detener y ligar las almas, y impedirlas de sus proprias
operaciones, y de los bienes que por mediodellas les eran connaturales; la qual
es una pena grandissima para el alma, y con ella es alli purgada: assi, tambien
esta influencia divine purgativa tiene eficacia para ligar en cierta manera las
operaciones naturales del alma; de tal suerte, que le parece tiene como las
potencias para exercitar sus actos con la libertad que solia, assi quanto al
conociniento, corso quanto al afecto: le qual experimentan bien los que estan
en esta purgacion.
La
razon desto nos dà Santo Tomas diziendo, que el que mueve, procura quanto puede
reducir al movido, de la potencia al acto de su semejança, y de lo imperfecto a
lo perfecto; y como le potencia racional es desemejante al Artifice divino, que
en esse obra en la aptitud que tiene para la multiplicidad, procurala redicir a
unidad, y quitarle quanto es possible esta desemejança de confusion y
multiplicidad, que tiene en potencia, y ponerla en acto de unidad. Por lo qual,
tratando San Dionisio de esta segunda purgacion, dize, que los que han de ser
desta manera purgados, para quedar del todo puros y perfectos, que los han de
desnudar de toda confusion de desemejança. Y declarando Santo Tomas y Alberto
Magno, que desemejança esta, dizen, que es la difusion, y vagueacion de la
potencia intelectual a muchas cosas, por la qual es desemejante a aquel que en
unidad.
Pues
como esta divina influencia impide esta difusion y esparciniento a que el
entendiniento estava acostumbrado; como quien le desnuda de una forma
imperfecta para vestirle de otra perfecta, de la qual no puede ser vestido, hasta
que en alguna mar era se aparta de la suya (como a este proposito declara Santo
Tomas) no es mucho que le sea penoso apartarse de su forma connatural, mientras
no siente la mejoria de la sobrenatural, y la suavidad de sus efectos; porque
antes de unirse con alla, padece en si division.
Esta
pues es la sustancia desta purgacion passive, y para saber quando las
sequedades del alma en la oracion proceden desto, dan algunas señales los Autores;
como que aunque el alma halla poco gusto en las cosas de Dios (Porque la tienen
puesta en dicta) tampoco le halla en las criaturas, antes comunmente suele aver
desengaño y desgana dellas, aunque algunan vezes va y viene la imagination a
diferentes objetos; Y si son deleitables, la mueven, pero sin asmimiento a
ellos. Assimismo, que entre sus sequedades y desganas anda con solicitud y
acuerdo de Dios, y con rezelo y pena, que no le agrada: lo qual es muy conocida
señal, que no procede esta sequedad y desgana de culpas, ni de floxedad, porque
quando es desto, ninguna solicitud trae el alma de Dios para recibir esta pena.
La qual pena, en esta purgation, es el amor rezeloso que la acompania, como el
amor tierno y confiado acompaña a las influenclas, que se comunican al alma a
modo iluminativo y sabroso.
Esta
rurgacion no es de une manera en todos los que entran en ella, sino mas o menos
rigurosa, segun fuere mayor o tienor el grado do perfeccion a que Dios quiero
levantar al alma, o lo que ay quo purgar on ella, y la brevedad con que quiere
purgada, y la Fortaleza de la misma alma, para sufrir estos cauterios. En unas
es la pena continuada, y assi se acaba la purgacion mas preste: en otras,
porque no estan tan fuertes, cessa a tiempos, y entonces las fortifica con
nuevas comunicaciones sabrosas; y quando piensan que los trabajos son acabados,
buelven con mayor aprieto: porque quanto mas azia lo interior de la essencia
del alma llega el fuego purgativo, tanto mas apretada es la purgacion; y por
breve que sea, dura años, si el alma ha de llegar a grado de union, o a alguna
gran perfeccion. Aunque algunas vezes permite Dios tentaciones y sequedades a
los que no han de llegar a la divina union, para humillarlos, y preservarlos de
muchos vicios espirituales, que ne suelen engendrar en el alma inperfecta con
los consuelos de la oracion. Y por esto como Iuan Gerson pondera, assi como la
conmocion y alteracion de los vientos purifican las aguas del mar material,
para que no se crien en el impurezas: assi estas sequedades y trabajos purgan y
preservan el mar espiritual de los vicios y imperfecclones que de la quietud
suave de la contemplacion suelen criarse en el.
En este
tiempo se ha de aver el alma con longanimidad y patiencia, no afligiendose, ni
congojandose ni procurando en la oracion sacar jugos como a fuerza de braços:
porque aunque se haga pedaços, no podra entences sacar sabor ni consolacion per
su diligencia, particularmente si es en Ia segunda purgacion; porque en esta
tiene la influencia divina puesta al alma en dicta, assi quanto a las potencias
sensibles, como quanto a las espirituales; porque el ligamento dellas (de que
ya hizimos mencion) es parte desta purgacion, y con que se va assenejando mas
al Agente divine, y disponiendose para la union con el.
Pero en
la primera purgacion (como es para esterilizar y enjugar las potencias
sensibles, para que no hallando la palomita del espiritu racional, como dixo
Iuan Gerson, donde poner los pies, ni descansar en las potencias materiales,
entre en el arca de la contemplacion intelectual, donde ha de hallar su
descanso) suele hallar algun consuelo en las potencias espirituales, si le sabe
buscar.
Porque
como esta el alma acostumbrada a caminar por su pie, en operacion activa de
discurso de la razon, y fervor sensible del apetito sensitivo; y todo esto le
quitan entonces, para que camine (como dize San Dionisio, muy ponderado por
Santo Tomas a este proposito) por la pureza y sencillez intelectual, a unirse
con Dios en conocimiento de Fè, como disposicion unica para la segunda union,
por medio de la caridad: y a este nodo sencillo ella no se acomoda, acostumbrada
a su exercicio naterial que entoncen le falta: no busca el consuelo de la
oracion en la quietud del alma, donde le avia de hallar: y pretendiendo sacar
jugo con su operacion, se inquieta, porque queda frustrada su diligencia, y con
esto crece su afliccion.
Tenga
pues advertencia, que quando el alma, sin tener gana de pensar en nada, ni de
hazer acto ninguno de su operacion activa, se huelga de estar quieta y
sossegada, assi quanto al conocimiento, como quanto al afecto, que entonces la
lleman a contemplacion intelectual sencilla; y pongase en ella tambien quieta y
sencillamente, como quien advierte, assi a lo sencillo, sin otra consideracion,
de que esta dolente de aquella grandeza incomprehensible de Dios: y la
voluntad, aunque no pueda exercitar actos de amor, este con deseo de amarle,
que con esto estara excelentemente ocupada en Dios, con las principales dos
potencias del alma, entendimiento, y voluntad, como lo ponderaron muy a nuestro
proposito los mismos Santos.
Yaunque
no sienta aquel jugo sensible y material que solia, sentir en la oracion con
transmutacion corporal, y assi muy palpable, ni ella perciba el de la voluntad,
que como no se exercita con esta transmutacion, sino con un movimiento sencillo
de la misma voluntad, a que el alma entonces esta poco acostumbrada: con todo
esso sentira el consuelo que el alma tiene en aquella quietud, si ella sabe
quietarse. Y quando ni aun este consuelo sienta en la quietud (como le sucedera
en la segunda purgación quando esta en le riguroso de ella) no par esso se
aflija, sino vaya a la oracion, como quien va a estarse alli a sus anchuras,
atendiendo solo que esta delante Dios, como un pobrecito delante de quien le ha
de remediar su necessidad; y considere, que de si no puede nada, ni ella puede
pretender mas que hazer la voluntad de Dies; y pues essa se haze, saque
consuelo de esto y resignese toda en el, para que haga en ella cumplidamente su
voluntad.
Y por
penosas y contrarias que se le ofrezcan entonces las aprehensiones, no desmaye,
sino considerese como enferma, y no les de credito, ni ahonde entonces en su
proprio conocimiento, como no necessario: porque le dan infusamente harta luz
de sus faltas: antes se arrime quanto pudiore a la confiança en Dios, y a su
bondad, y al amor que nos tiene; y de ninguna manera se dexe inclinar a
desconfiança, y caimiento de coraçon, que es tiempo muy a proposito para esto,
y le puede hazer mucho daño: si no vistase de longanimidad, que despues de la
escuridad de la noche bolvera a nacer el Sol, y a alegrar la tierra.
Para
los quo estan en la primera purgacion, combatidos de varias tentaciones, se ha
de advertir, que porque las representaciones dallas sean tan porfiadas que no
las puede apartar de la imaginacion, no por esso se aflijan, ni hagan tanta fuerza
para desecharlas, que dañen a la cabeça. Porque como advierte a los deste
estado Juan Gerson, toda virtud que usa de los organos corporales, causa
fatiga, y algunas vezes destruccion de los mismos organos, si la operacion es
vehelente, y muy continua.
Para
nayor conocimiento desto se ha de advertir, que muchas vezes haze nuestro Señor
a los demonios ministros de nuestras coronas, contra su intencion, que siempre
es de hazernos mal. Y para esto les permito que nos combatan, y su Magestad da
a los combatidos tanto mayores auxilios, quanto las tentaciones son mas apretadas;
y con esto en la flaqueza se perficiona la virtud, y por antiparistesis
espiritual crecen y se fortifican mas los habitos de las virtudes, en que son
combatidos, como ya declarames. Pues algunas vezes non en los contemplativos
tan vehementes y continuas estas baterias del demonio, que no solo se le
representan los objetos viciosos al modo comun de nuestros pensamientos y
representaciones imaginarias, que llaman sugestion, sino tambien se les
représenta el demonio algunas vezes a modo de vision, sobrenaturalmente
representada, de manera que parece que se ven con los ojos corporales : y assi
las unas como las otras se representan con tante viveza y asimiento, que por mucho
que los assi tentados quieran apartar estas cosas de la imaginacion, no pueden;
porque como el demonio tiene mucha mano en la imaginacion del hombre, si Dios
no se la limita, y es enemigo infatigable; por mas que procuremos sacudirle de
nosotros, no podremos, si Dios no le ata las manos.
Por lo qual,
si quisiessemos hazer mucha fuerza en la imaginacion, para desechar estas representaciones
tan porfiadas para que entonces le dan licencia, aprovechariamos poco, y
podrianos dañar mucho a la cabeça. Y assi entonces la mayor resistencla que
puede hazer es pedir a Dios con humilidad, que ate las manos a este enemigo, y
ella por su parte procure, como aconseja Juan Gerson, desasirse de la
imaginacion; y passando de corrida por entre este ponçonoso enjambre de
enemigos, entrarse en el conocimiento intelectual sencillo, como paloma mistica
en el arca de su seguridad, y lugar sagrado, donde el demonio no puede entrer,
sino es conbidando con sus representaciones inaginarias, desde asueta. Y si con
la fuerza dellas bolviere a baxar el entendimiento a le sensible, buelvase
luego a acoger al lugar sagrado de la contemplacion sencilla, y a la vista de
Dios, delante de quien alli se presenta para que le defienda: y como desta
manera ordena a Dios el entendimiento, ardene tan bien a el la voluntad, ya que
tampoco con ella puede evitar la bateria.
Para lo
qual se ha de advertir, que aunque la voluntad tiene muchos actos, dos hazen a
nuestro proposito: el primero es el que se ordena derechamente a resistir la
bateria de los enemigos, y atajar la guerra; y este, quando los assaltos della
son tan porfiados, hara con dificultad entonces su efecto: porque aviendose de
valer para esto de las fuerzas sensibles, la imaginacion esta muy asida a los
objetos materiales que alli le ofrecen, y el apetito sensitivo se abalança a
ellos tan impetuosamente, que con mucha dificultad le podran apartar por
entonces dellos. De donde viene, que como se aplica la resistencia a estos
medios sensibles, y ellos estan no solamente flacos, mas tambien inclinados a
los objetos viciosos, les parece a los de esta manera combatidos, que consienten
en las tentaciones, aunque la voluntad (que on el apetito intelectivo) las este
resistiendo: y de aqui nace tanto mayor afliccion a los assi tentados, quanto
mas desean no ofender a Dios.
Por lo
qual conviene que se valgan, en este tiempo principalmente, del otro acto de la
voluntad, que mira al fin, que es Dios, aplicando la intencion a no puerer
admitir de ninguna manera, entre todas aquellas feas representaciones, cosa que
desagrada a los ojos de Dios; y aunque paderezca una como violencia en
impurezas, este siempre firme este baculo de la intencion pura, quo como este
no flaquee, aunque nas baterias aya, la misma verdad dixo, que toda el alma
estaria pura y iluminosa: porque la intencion es aquel ojo sencillo que haze toda
la alma resplandeciente, como declaran San Agustin, y Santo Tomas con otros
Santos. Y con solo esto podran resistir al demonio sin fatiga; que mientras la
intencion no le die e entrada, aunque en lo sensible sea fuerte la guerra, no
quedara el alma manchada, pues entre las flaquecas de la carne esta fuerte del espiritu.
Con esto damos remate a la declaracion de los tres movimientos con que el alma
camina a conocer y amar a Dios en la contemplacion: en los quales se encierran
todos los demas movimientos del alma, que Ricardo y otros Autores ponen, como
en particular lo va Santo Tomas verificando.
Pero para
que nuestra contemplacion sea provechosa y bien ordenada, conviene que
mezclamos con ella la vida activa que toca a nuestra propria reformacion. Para
lo qual se ha de advertir, con la doctrina de Santo Tomas, que la vida humana
bien ordenada, consiste en la operacion del entendiniento, y de la razon. Para
esta avemos de considerar en la parte intelectiva dos oreraciones; una en si misma,
y otra segun que rige las fuerzas interiores y assi sera de dos maneras la vida
hunana: una que consiste en la operacion del entendiriento en si mismo, y esta
se dize vida contemplativa, y otra que consiste en la operacion del
entendimiento y de la razon, segun que ordena y riga las fuerzas inferiores, y
esta se llama vida activa.
Porque
lo principal de la vida activa consiste en la refornacion de nosotros mismos, y
despues en la reformacion y utilidad de otros; y de la prrimera tratamos aqui,
que es la que ha de andar con la vida contemplativa: porque para contemplar a
Dios, aun en esta vida, no solo es necessario que este el entendimiento puro de
formas y figuras, aunque sean espirituales, como dize Santo Tomas, sine tambien
de los
alhagos
y desordenes de las pasiones, en cuya moderacion se ezercita la vida activa con
los actos de la razon. Y mientras el alma no esta perfecta en esta parte de
vida activa, no puede llegar a la perfeccion de la vida contemplativa, por la
dificultad que el hombre padece en los actos de las virtudes morales, que
ordenan la parte inferior para que no inpida el buelo de la contemplacion.
Por lo
qual dize el mismo Santo, que mientras esta vida activa no esta perfecta en la
mortificacion de las passiones y apetitos desordenados, y promptas las virtudes
morales para el exercicio de sus actos, no tiene la contemplacion mas que
conençada, aunque tenga ya habito della, quanto al entendimiento. Y por esto
conviene, que con toda solicitud procure el contemplativo la reformacion de
aquellas cosas, que echa de ver que mas le impiden la pureza y facilidad de la
contemplacion; en lo qual se exercita la vida activa dentro de la misma contemplacion.
A esta
perfeccion de la vida activa se ha de llegar por dos maneras de medios, unos
naturales, y otros sobrenaturales: con aquellos se comiença esta perfeccion, y
con estos se consuma. Los primeros consisten en las virtudes adquiridas; y los
segundos en las virtudes infusas: con aquellos nos hazemos buenos ciudadernos
de la tierra, y con estos nos hazemos participentes de la Ciudad celestial, de
la qual son ciudadanos los Angeles y todos los Santos, aora reinen ya en la
gloria y descanten en la patria, aora peregrinen todavía en la tierra, segun
aquello del Apostol: Ciudadanos sois de
los Santos, y domesticos de Dios, que es el Rector desta Ciudad.
Para
las virtudes adquiridas, que nos hazen buenos ciudadanos de la tierra, basta el
caudal natural, ayudado de la gracia: pero, para las infusas, que nos hazen
ciudadanos del cielo, no basta la naturaleza, sino que ha de ser levantado a
ellas el hombre por infusion de gracia. Para las virtuden adquiridas tiene el
hombre disposicion con principio activo, y assi las puede adquirir por sus
propios actos, porque no exceden la facultad de la naturaleza humana: pero para
las infusas tiene disposicion con principio solalente passivo, y assi no se
causan con nuestros propios actes, sino que se nos infunden por virtud divina,
y exceden la facultad de nuestra naturaleza. A alcanzar las virtudes adquiridas
puede caminar el hombre con su propria accion, por el exercicio de las virtudes
morales, movidas de la razon; pero para las infusas ha de caminar no como
agente, sine como instrumento del Agente divino, y assi no con disposicion
activa, sino con disposicion passiva, para ser movido de Dios por medio de las
virtudes infusas, y de los dones del Espiritu Santo.
Todo
esto desta manera advertido con la doctrina de Santo Tomas, y sabido que esta vida
activa, de que aqui tratamos, tan necessaria para la contemplativa, se comiença
a perficionar por media de las virtudes adquiridas, y llega a su perfeccion por
medio de las virtudes infusas; conviene tambien saber, que diferentemente han
de mezclar esta vida activa con la contemplativa los que comiençan a tener
oracion mental, a los que estan ya algo exercitados en ella: y de una manera
los que todavia estan en estado de meditacion, y de otra los que ya estan en
estado de contemplacion. Porque los principlantes han de caminar a la
mortificacion y moderacion de sus passienes, por medio del exercicio de las
virtudes morales, y del discurso de la razon, acomodandoa esto la oracion y
meditacion, y procurando la imitacion de las virtudes y exemplos de Christo
nuestro Señor, en que principalmente se ha de ocupar la meditacion.
Y esto
parece que significo San Dionisio, quando tratando de los deste estado, dixo,
que los imperfectos avia de 3er restauration, haziendose narticiPantes de las
virtudes sarmndfts que descubrian en la oracion. Perm de los que estavan ya en
ostndo de iluminacion y contemplacion, dize, que avian de caminar a la
contemplacion habitual con el entendimiento puro y limpio, y disponerse con esto
para recibir mucha luz divina para esta contemplacion: y declara Alberto Magno,
que el estar desta manera puro y limpio el entendimiento, consistia en entar apartado
de la multiplicidad, y reducido a unidad; lo qual se haze en la contemplacion.
Con lo qual nos significo, que assi como Ios principiantes avian de mezclar la vida
activa con la contemplativa, por medio del exercicio de las virtudes morales y
discurso de la razon; assi tambien los ya exercitados avian de juntar estas dos
vidas, no tanto con este exercicio activo con que se camina a las virtudes
adquiridas, quanto con la buena disposition passiva con que se dissone vara
alcanear las virtudes infusas, y se perficiona assi la vida activa como la
contemplativa.
De
manera, que aunque a todos ha de ser comun el exercicio de las virtudes
morales, aora sean principiantes, aora aprovechados: pero en aquellos ha de ser
este como su principal exercicio, y en estos el principal intento ha de ser la
disposicion proxima para recibir las virtudes infusas con que las adquiridas se
perficionan, pues como ya avemos visto, no podemos llegar a alcançarlas por el
exercicio de nuestros propios actos, como las virtudes morales, sino con
disponernos para recibirlas de Dios, haziendonos no motores principales de
nuestra propia operacion, sine como instrumentos de la operacion divina, por
medio de la qual se nos han de infundir estas virtudes, y los aumentos dellas.
Porque assi como las virtudes adquiridas se aumentan por los actos de nuestra
propice operacion, que las causant assi tambien las virtudes infusas se
aumentan por la operacion de Dios, de quien son causadas: y para esta operacion
no nos disponemos con nuestra operacion activa, sino con nuestra disposicion
passiva, para ser movidos de Dios (como ya vimos) a modo de instrumentos suyos.
Por
todo Io qual, quando el alma quieta on su operacion intelectual activa, y
apartada de todos los conocinientos particulares y distintos de las cosas
criadas, esta vacando a Dios en contemplacion pura y sencilla de conocimiento
de Fè, por medio del qual se une, con su artifice, nara ser movida del, como
instrumento suyo (segun declara Santo Tomas a este proposito) no pience que entonces
esta ociosa, quanta al efecto de su propia reformacion, que antes entonces en
quando se esta reformando a imagen do Dios, en semejança sobrenatural, por
medio de la qual nos avemos de unir con el en union de caridad, para hazernos
un mismo espiritu con el, en que consiste nuestra perfeccion y felicidad, la qual
se comiença aca, y se perficiona en el cielo.
Para
que esto quede mas persuadido, se ha de advertir lo que dize el mismo Santo,
que como el acte se proporcione con la potencia quo le obra, como el efecto con
su propia causa, es impossible que saIga acto perfecto de potencia imperfecta;
y como la perfeccion de las potencias consiste en los habitos de las virtudes,
particularmento de las infusas, siguese que quanto estos habitos se fueren
perficionando mas, tanto se perficionaran tambien las potencias, para producir
actos perfectos.
Porque
aunque todos los habitos infusos que andan juntes con la caridad se infunden al
alma con la misma caridad, quando la levantes nuestro Señor del pecado a la
gracia, no luego se arraigan perfectamente on el alma, ni el sujeto del alma
participa perfectamonte dellos; sino que como se va aumentando la caridad, se
van aumentando tambien los demas habitos infusos, como los dones del Espiritu
santo con las demas perfecciones infusas, a quien la caridad informa, como
semejança del primer don, que es el Espiritu Santo. Y este aumente consiste en arraigarse
mas intensamente estos habitos en el alma, y participar dallas las perfectamente
el sujeto de la misma alma; y como se fueren desta manera aumentando, se iran
porficionando mas las potencias donde estos habitos residen, para producir
actos mas perfectos. Porque en todas las fuerzas del hombre, que pueden ser
principio de actos humanos, assi como ay virtudes que las perficionen para los
actos a Io natural, assi ay tambien donos que las perficionan para exercitar estos
mismos actos a lo sobrenatural y mas perfecto.
Pongamos
un exemplo desta mejoria: Quando nuestras potencias no estan perfectas con
estos habitos, salen los actos dallas tanto mas imperfectos, quanto ellas estan
mas imperfectos y assi, aunque hagamos buenas obras, van mezcladas con fines
imperfectos, ù de nuestro propio interes, ù de otros respectos humanos: y
cogito las potencias se van perficionando mas con sus habitos, se van
perficionando tambien mas en sus actos, da manera que ya no nos mueven tanto
los fines y respectos segundos, sino el fin principal, quo es Dios. Porque al
passo que se va aumentado le caridad en el alma, ne va enflaqueciendo el amor
proprio, y fortificando el amor de Dios: y quando ya las potencias están del
todo perfectas con sus habitos, entonces ya en sus obras no miran mas que a un
fin, que es Dios; y un acto exercitado desta manera, vale mas que ciento de
essotros imperfectos.
Esto pues
assi presupuesto, quedara entendido, que de los exercicios en que estos habitos
(particularmente los infusos) mas se aumentan, este sera el mas eficaz, no
solamente para nuestra perfection tambien para la mortificacion y reformacion
de nuestros defectos. De esto nos daran noticia las dos Lumbreras de la luz
divina, que para guiarnos a Dios seguramente pulo su Magestad en su Iglesia. La
primera dellas, que es San Dionisio, tratando deste mismo punto dize, que quando
dexamos el conocimiento de nuestra razon, y nos unimos con la luz de la Fè
sobre nuestro entendimiento, para que por medio de esta luz el se una a las
cosas que por su conocimiento no puede alcançar: entonces nos dan los dones por
cuyo medio avemos de ser endiosados, para ser todos de Dios, y dexar de ser de
nosotros mismos. Todo esto es de San Dionisio, tan a proposito de nuestro
intenta, que no se que mas claramente pudo significarlo.
En otra
parte, tratando desto mismo dize, que quando nuestro entendimiento, apartandose
de todas las cosas, y despues dexandose a si mismo (esto es la reflexion sobre
sus actos) se viste de la luz de Fè sobre todo su conocimento; entonces se une
a los rayos resplandocientes de la Divinidad, y es iluminado de la profundidad
incomprehensible de la sabiduria divina. En otra parte, declarando esta misma
contemplation mas de proposito, dite, que a solos aquellos quo dexando todos
sus propios conocimientos, no solo sensibles, mas tambien intclectuales; y
desnudos de todo esto se catravan en la escuridad del conocimiento de Fè, se
comunicava Dios in circumvelate et vere,
esto es, verdaderamente, y descubierto de velos, de la manera que nos es
posible en esta vida; conviene a saber, quanto al entendimiento, en luz de Fè,
ilustrada con los dons del Espiritu Santo; y quanto a la voluntad, mediante la
caridad, saboreada con los mismos dones, que esparcen en el alma el sabor de la
verdad divina, que de la caridad reciben, para que su desde aca comience a
gustar el sabor de la vida eterna.
Pues de
los efectos admirables que hazen en el alma los rayos desta luz divina, quando
el entendimiento, desnudo de todos sus conocimientes, la mira sin vélos, y se
une con ella en conocimiento de Fè, escrive el mismo Santo un gran Catalogo: y
de como va purifido al entendimiento, encendiendo la voluntad, y renovando
todas las fuerzas del alma, llegandola siempre mas a Dios, y a su semejança,
hasta juntarla y unirla con el.
La
misma doctrina nos enseña Santo Tomas, declarando a San Dionisio en muchos
destos y otros lugares del libro de los Nombres divinos que comento, ponderando
mucho la profundidad de la sabiduria que en el, y en los demas libros enseño,
poco entendida, y menos exercitada. Y quanto a la disposicion que ha de tener
el alma para recibir el aumento de la caridad, en que consiste el de todos los
demas habitos infusoe, dize desta manera. "La disposicion, para recibir
los aumentos de la caridad, es quando el alma se convierte a contemplar a Dios,
por medio de las potencias, segun las quales es imagen de Dios que son las
espirituales." Y en otra parte, tratando de la misma disposicion, dize
aquellas notables palabras, de que en otro lugar hizimos ya mencion. "La
intension (dize) de la caridad no sucede de que se fortifica mas la virtud del
Agente divino, sino de que la naturaleza que la recibe mas y mas le prepara
para recibir la gracia, segun que de la muchedumbre y confusion de la
potencialidad se recogo a la unidad, por media de las operaciones con que se
prepara para recibir la caridad: y por esto San Dionisio siempre señala lo
perfecto de la sentidad, en que de la vida esparcida, se levanta el alma a la
unica." Todo esto es de Santo Tomas: y en materia de habitos infusos, le
mismo es intension que aumento, porque por modo de intension se aumentan.
Pues esta
disposicion que aqui pide para los aumentos do la caridad, y de los demas
habitos infuses; conviene a saber, que este el alma apartada de la
multiplicidad, y reducida a unidad, tiene en la contemplacion sencilla de
conocimiento de Fè. "; En la qual dize el mismo Santo, que ha de dexar el
entendinlonto no solo las figuras sensibles, mas tambien las formas
espirituales: y entonces esta presente a Dios, y le mira en unidad, y recibe en
si la luz divina, Y los efectos della, sin estorbos. Porque todas estas formas
y figuras son como nublados, y velos que se ponen entre el alma y la luz
divina, para assombrarla y anublarla, como el mismo lo dixo en otra parte,
declarando un lugar de San Dionisio muy a nuestro proposito. De manera, que
assi como quando la Luna mira al Sol sin que la tierra se le ponga en medio, le
comunica el Sol tan de lleno su hermosura y resplandor, con los demas sus
efectos, que parece al mismo Sol; assi tambien quando el entendimiento mira a
Dios sin los nublados de las representaciones sensibles (que son de calidad de
tierra) unido a la escuridad luminosa del conocimiento sencillo de Fè, sobre
todos los conocimientos de la razon, recibe tan copiosamente el resplandor, con
los demas efectos de la luz divina, que queda como divinizados; y assi San Dionisio
en muchos lugares de sus libros le llama, quando esta desta manera ilustrado, Deiforme. y deificado, esto es, tan
semejante a Dios, que, parece que esta endiosado.
Assimismo,
quien ay que pueda dudar que es mas poderosa la operacion divina para hazer
esta reformaclon en nosotros, y introducir las virtudes en nosotros, y
introducir las virtudes en nuestras almas, que nuestra propria operacion pues
quando el alma esta hecha instrumento de Dios, y el la esta moviendocomo a tal,
dos efectos principales dize Santo Tomas que haze en ella la gracia e
influencia divina, como en otra parte tocamos, y entrambos sirven a esta
reformacion. El primero, perficionarla en su essencia, quanto al ser
espiritual, segun el qual se haze semejante a Dios. Y que esta perfeccion sirva
a la reformacion del alma, no solo en quanto participa en si de la naturaleza
divina por cierta semejança con ella, mas tambien quanta a ser ilustrada con
las vIrtudes, esta claro: parque la gracia e influencia divina primera se comunica
a la essencia del alma, para reformarla en si misma, y después se deriva y
difunde a las potencias por medio de las virtudes, para reformarlas tambien y
perficionarlas para sus actos. Por lo qual, quanta la essencia del alma, de
donde salen las potencias, erstuviere mas reformada y perfecta, tanto mas lo
estaran las mismas potencias; y quanto mayor.gracia recibiere en si la
essencia, tanto mas pertectamente seran reformadas las potancias; porque la
gracia se considera en orden a las potencias, como el que mueve en orden al
movido, y como el Cavallero, que lleva las riendas en la mano para mover y
governar al cavallo: y estas riendas son el alma, los habitos de las virtudes
que la gracia infunde en las potencias.
El segundo
efecto que haze la gracia e influencia divina en el alma, es perficionarla quanto
a la operacion, con las virtudes infusas qùe emanan della, introduciendo en las
potencias y fuerzas del alma los habitos de las virtudes, si aun no estan
introducidos; y arraigandolos y perficionandolee, si ya estan introducidos:
porque, como ya vimos, no puede sor perfecta la operacion de una potencia, si ella
no esta perficionada en si misma, con habito de virtud conveniente a esta
operacion. Pues si para entrambos estas dos efectos esta mas dispuesta el alma,
quando en la contemplacion, dexando su operacion activa, se haze instrumento de
Dios para ser novida del, cosa llana es que entonces obra mas en su
reformacion, que quando para reformarse con su operacion activa y natural se
haze agente principal de su reformacion, y pierde la disposicion passiva, on
que Dios la avia de mover y reformar a lo sobrenatural.
Y no
solo ilustra y perficiona al alma la luz y influencia divina, que en la contemplacion
se recibe, sino también la purga, y limpia para esta ilustración y perfeccion.
Y por esso dize San Dionisio, que sa compara a la miel en las divinas letras,
no solo por su suavidad, mas tambien por esta virtud purgativa qui tiene, para
limplar y purificar al alma que se dispone para recibirla: porque el agente
quanto es de su parte procura reducir al movido a tu semajança; y como el
Agente divino, que en esta influencla obra, sea sustancla purissima y sumamente
perfecta, procura reducir a esta pureza y perfeccion al alma en quien obra,
segun su capacidad y disposición. Y en particular la purifica de los habitos
inperfectos de la parte intelectual donde sola esta divina influencia obra; y
esteriliza las passiones en la parte sensible, para que no se desordenen contra
las virtudes morales, ni salgan impetuosamente a actos viciosos. Por todo la qual
es eficacissimo medio el de la contemplacion, no solo para los aumentos del
alma en los dones sobrenaturales con que se ha de unir con Dios, y participar
de su Divinidad, mas tambien para su propria reformacion.
Sabido
pues, que quanto mas perfectas están las potencias con los habites infusos,
tanto mas perfectamente obran, y que
para esteperfeccion se dispone el alma con la contemplación; verificaremos con
la doctrina de Santo Tomas como por estos habitos infusos es levantada el alma,
no solo a mayor conocimiento y amor de Dios, mas también a mas alta reformación
de si misma, y a mas perfectos actos de virtudes, que por el exercicio de las
virtudes morales, que principalmente se ordenan a la reformacion y moderacion
de nuestras passiones.
Que el
hombre (dize este Santo) juzgue de las cosas divinas, y por ellas ordene las
cosas inferiores a modo humano, y per discurso de razon, es efecto de la
sabiduria, que llamamos virtud intelectual. Pero que el hombre se una a las
cosas divinas, y se transforme en su semejança, y juzgue dellas como de lo
intimo de si, no ya por discurso de razon, sine per cierta connaturalidad que
con ellas tiene; y ordene por ellas no solo las cosas que conoce, sino tambien
las acciones humanas, y las passiones, es efecto del don de sabiduria. Porque
los dones levantan al hombre a actos mas altos que los de las virtudes: y por
esto dize San Dionisio del divine Hieroteo, que era perfecto en las cosas
divinas, porque no solo las aprendia, mas tambien las padecia; lo primero por
su discurso, y lo segundo por infusion dlvina, dize el mismo Santo a nuentro
proposito: Las passiones o pertenecen a la irascible, o a la concupiscible. Las
que se ordenan a la irascible, y se exercitan por medio de discurso y a nuestro
modo, tienen por medida y regla el bien de la razon: al qual bien somos
enderezados por medio de algunas virtudes morales, como la paciencla,
magnanimidad, mansedumbre, y fortaleza, en quanto es virtud, para que segun
nuestras fuerzas abracemos el bien que nos persuade la razon, y huyamos lo que
nos le estorba; como no airarse contra el proximo ni vengarse de las injurias
recibidas. Pero para exercitar actos dificultuosos y heroicos, como para no solo
no airarse contra el proximo, sino tambien sufrir con alegria las injurias; y
no solo para no buscar vengança dellas, sino también para que tenga por gloria hazer
buenas obras a los que le han injuriado: assi mismo, para tener por medida en
todas las cosas a la virtud divina, para estendra las quales sabe que no bastan
sus fuerzas: y fiade en el socorro divino, no tema los peligros que exceden su
caudal: todo esto es de virtud infusa, y obra del don de fortaleza. Pero en las
passiones que tocan a la concupiscible, que son amor, concupiscencia, y
delectacion, somos endereçados, segun nuestro modo, al bien de la razon, por
medio de otras virtudes: como el no aficionarse el hombre a los bienes
temporales mas de lo que ha menester; y esto se haze por la virtud de la
templança, que modera los deleites y concupiscenclas. Pero que el hombre, por
reverencia de la Magestad divina, todas estas cosas juzge por basura; esto es
de la virtud infusa, y sobre nuestro caudal, y se perficiona por el don de
temor.
En otra
parte dize el mismo Santo a este proposito: Assi por la virtud adquirida, corso
por la infusa se moderan las passiones que inclinan al mal, para que el hombre
no sea movido de ellas desenfrenadamente: pero con mucha diferencia, porque la
virtud adquirida prevalece, quanto a que se sienta menos semejante guerra;
porque con los actos frequentes con que el hombre se va acostumbrando a la
virtud, se desacostumbra de obedecer a tales passiones, y se acostumbra a
resistirlas, y de aqui viene sentir menos sus molestias. Pero la virtud infusa
prevalece, en que aunque acompañen al hombre estas passiones, de ninguna manera
se señoreen del: porque la virtud infusa haze, que de ninguna manera se obedesca
a los deseos del pecado; y mientras ella permanece, obra esto infaliblemente;
en lo qual desfallece la virtud adquirida.
Todas
estas son palabras de Santo Tomas: por las quales consta claramente, que la
virtud infusa que en la contemplacicn se recibe, obra mas perfectanente en
nuestra reformacion, que la adquirida que en la vida activa se exercita; y que
no solo nos levanta a actes mas heroicos y perfectos de virtudes, mas tambien
da mayor esfuerço al alma, para no ser vencida en la guerra de las passiones; y
assi no esta ociosa el alma, quanto a su propia reformacion, quando exercita en
quietud la vida contemplativa.
Ay
tambien otra muy grande diferencia en el modo de obrar virtuosamente, por medio
del exercicio de las virtudes morales, o por virtud de los habitos infusos,
como tambien lo noto Santo Tomas; que para lo primero es necessario que preceda
siempre discorso de la razon, a que estas virtudes estan subordinadas, pa ra
exercitar alguna operacion virtuosa. Y este es un modo de obrar muy trabajoso,
y que con dificultad estara el hombre siempre prevenido para el: y assi en las
operaciones repentinas para que no esta prevenido, obrara desordenadamente, si
no tiene habita de virtud.
Pero el
que obra por virtud de los habitos infusos, como no obra por discurso, sino por
union y connaturalidad con la misma virtud, obra con facilidad virtuosamente en
qualquiera operacion, aunque sea repentina; porque le es connatural, por razon
de los habitas virtuosos. Y aunque quando las virtudes morales estan ya
adquiridas por habito, obran tan bien con facilidad, no pueden levantar al hombre
sobre su virtud natural, como las infusas; y para guerra tan dificultosa como
la de nuestras passiones y inclinaciones torcidas, flaco es el caudal de la
naturaleza. Porque como ella, vestida del amor propio, aborrozca tanto los
trabajos, las mortificaciones, y las demas cosas contrarias a la carne, y a la
propria estima, y se abalance tan impetuosamente a los deleites, a la
estimation vana, y a los demas objetos del amor desordonado; cosa manifiesta es
que para aborrecer estos, y hazer grande aprecio de las virtudes de Christo,
fundadas en abnegacion de todos estes objetos amables, y en el exercicio de su
contrarios; y para moverse eficazmente a abraçar desta manera estas virtudes,
que no baste el caudal natural, ni el socorro do las virtudes morales, ayudadas
de la razon humana, sino que es menestor virtud sobrenatural: la qual se recibe
en la contemplacion, como ya vimos, no soli para la perfeccion de la vida
contemplativa, sino tambien de la vida activa, en la propia reformacion.
Por
otro camino son poco suficientes estas virtudes: porque la reformacion del alma
no consiste solamente en la moderacion de las passiones, que estan en el
apetito sensitivo, y inclinan al mal, en cuyo reparo se exercitan las virtudes
morales; sine tambien en los habitos imperfectos adquiridos, que de la
comunicación de los sentidos se engendraron en la parte intelectiva y espiritual,
y son como unas raizes muy hondas, que estas passiones han echado desde la
parte material a la espiritual. A la moderacion de los quales habitos no alcança
la eficacia de las virtudes morales porque el arrancar estas malas raizes, y
calidades bastardas de la parte espiritual del alma, para plantar en ella el
habito de la caridad, y los demas infusos, con que el Espiritu Santo la viste
de su semejança: no se haze por transmutacion de un contrario en otro, como en
la parte sensible, sino por influencia sencilla del Artifice divino, cuya es
esta obra (como a nuestro proposito lo declaro Santo Tomas) y esta influencia en
la contemplation principalmente se recibe. For lo qual, mientras estas raizes
no se arrancan, aunque con los actos de las virtudes morales cercenen las ramas
que van brotando, no se haze la reformacion perfecta; pues no es mas que andar
por las ramas, y dexar las raizes vivas.
Pero
aplicando mas la contemplación a la vida activa de que tratamos, no solo se
puede en ella esforçar y purgar el alma, quanta a la parte intelectiva, para no
ser vencida de la guerra de las passiones, mas tambien para moderar la misma
guerra en la parte sensible. Para lo qual se ha de advertir, que las causas universales
producen efectos particulares, por medio de otras causas particulares; como la
vemos en las influencias de los cuerpos celestes, que para que produzgan frutos
en la tierra, han menester que el Labrador cultive la haza, y el Hortelano la
huerta, por cuyo medio la influencia celestial fertiliza la tierra, y le
comunica su virtud. Pues esto mismo ha de hazer el contemplativo, para que la
influencia divina de la contemplacion que en la parte intelectual recibe, se aplique
a la tierra del apetito sensitivo, para plantar allí las virtudes morales, y
sacar las malas yervas de las passiones, sin salir de la misma contemplacion,
aplicando alguna causa particular a la universal. para esto ha de tener muy
conocidos sus defectos, y qual parte de la naturaleza esta mas enferma, y mas
desordenadamente inclinada a los objetos viciosos, pidiendo luz a Dios para
conocerlo, y alli aplique la medicina, lo qual puede hazer desta manera.
Quando
estuviere en la contemplacian sencilla mirando a Dios con vista derecha y sencilla,
vestida de solo el conocimiento de Fè, incline un poquito la vista azia su
imperfeccion, y alli represente a Dios aquella parte flaca y enferma, y le pida
humilmente que la fortaleza, y como Medico la cure para servirle y ser del todo
suyo; y dexando luego esta reflexion del entendimiento, buelvale a estender a
Dios en vista derecha y sencilla, y quede la voluntad solicitando a Dios con el
deseo, acerca de aquello mismo. Y del mismo exercicio se puede valer para pedir
a Dios otra qualquiera virtud, de que conozca tiene mucha necessidad; y desta
fuerte juntara utilisimamente las dos vidas, activa y contemplativa, sin que la
una estorbe a la otra, sino que antes se ayuden. Pero entre dia ruede usar del
exercicio de las virtudes morales, guiadas por la razon, conforme se ofreciere
la necessidad; como la paciencia y mansedumbre contra los movimientos que se
levantaren desordenadamente on la irascible; y de la templança contra los que
se levantaren en la concupiscible: que para estas virtudes, como no exceden
nuestra facultad natural, disposicion activa tiene el hombre, y las puede
adquirir con sus propios actos, como ya declaranos.
Pero en
la oracion haze de advertir, que la representacion de su necessidad, con reflexion
sobre su defecto, y mengua, sea muy breve y la instancia del deseo sea mas
larga; el conocimiento suave, y el deseo eficaz: no solo porque el deseo
humilde es el que principalmente haze la obra, pues (como lo vimos on otra parte
de la doctrine de Santo Tomas) los efectos de la divina gracia se multiplican,
segun la multiplicacion y esfuerzo del deseo; mas tambien porque el deseo, como
acto de la voluntad, no impide, sino antes ayuda a la contemplacion, segun que
on otra parte lo declaramos: pero el conocimiento con reflexion azia los actos
de la razon, innlde al entendimiento el buelo a Dios, y le anubla y escurece
para no poder contemplarle: porque la razon ninguna cosa puede entender actualmente,
sine es recibiendo especies sensibles, con las quales se escurece y mancha la
pureza intelectual con quo ha de contemplar a Dios, como en otra parte vimos.
Y de la
manera que quando la Luna, con ser cuerpo tan claro, se interpone entre el Sol
y la tierra, le eclipsa, y impide que imprima en elle sus influenglas, de que
tantos daños se siguen a todos los cuerpos terrestres, como declaran los
Astrologos, sin echarlo entonces de ver, aunque dure tan poco tiempo esta
interposicion y eclipse: Assi tambien, quando en la contemplacion divina, se
interponen entre el Sol divino y el alma las especies sensibles de los actos de
la razon, siguese eclipse do este Sol divino, y cessan por entonces de
recibirse de lleno en el alma sus divines influenclas, con mayores da los de
los que ella echa de ver entonces, aunque bien se trasluzen despues, en el poco
aprovechamiento de las almas que de esta manera se ocupan, que despues de
tantos años de oracion estan poco mas medradas que principiantes. De estos
eclipses, y de los daños que nos hazen nos avisa en innumerables lugares de sus
obras San Dionisio; de los quales avemos visto ya algunos, y nos da tantas
vozes que en la contemplacion que temos el entendimiento en sus oneraciones y
que desnudandole de los actos de la razon, le vistamos solamente de la luz de
Fè, por cuyo medio nos unimos a los resplandecientes rayos de la luz divina, y
sonos ilustrados con la profundidad de la sabiduria de Dios.
Esto
mismo llora Santo Tomas en muchos lugares de sus obras, de algunos de los
quales avemos tambien hecho mencion, y assi traere a la memorla solo uno, donde
dize assi: "Aunque para la perfeccion de la operacion intelectual fue
necessario unirse el alma con el cuerpo, pero no podemon negar, sino que por
los movimientos corporales, y por la representacion de las especies sensibles sea
muy impedida el alma, para no poder recibir las influencias divinas." Esto
dize Santo Tomas, y lo repite en otras muchas partes. Pues si todo el dia anda
el alma ocupada con estas especies, y actos de la razon, y padeciendo con tan gran
menoscabo suyo estes eclipses del Sol divino (pues donde nace la razon en el
entendimiento, ahi es anublado y encurecide el mismo entendimiente, como
pondero el mismo Santo) no sera razon que este poquito tiempo que el alma so
recoge a vacar a Dios, quite de enmedio estos nublados, y quede descubierta a
las influencias divinas, que la han de ilustrar y fertilizar con virtudes y
dones, para quedar semejante a Dios, y unirse con el?
Pues
quando con este exercicio particular, exercitado en la contemplacion de la
manera que ya declaramos, solicitamos con Dios la aplicacion de la influencia
divina a las necessitades particulares, y a la reformacion del apetito
sensitivo, y de las passiones que en el residen, se estienden a el los efectos
de esta divina influencia; y por una parte van secando y esterilizando las
raizes de las mismas passiones, para que dexen de inclinarnos impetuosamente al
mal, y de preceder al acto de la voluntad, governada por la razon, sino quando
la misma voluntad las despertare, para valerse dellas en sus actos, y que la
vayan siguiendo y esforgando. For otra parte, el espiritu calificado, y
ilustrado con la influencia y semejança divina, califica y en cierta manera
ilustra yesniritualiza la parte sensible, como forma suya, y cielo superior que
govierna los inferiores, para que sigan una misma vereda, y se sustenten de un
manjar, por la redundancia del espiritu al cuerpo; y desta manera la parte
sensible, que no sabe sino rebolcarse en el cieno de los deleites materiales,
se levante a la comunicacion de los espirituales, hecha en cierta manera
tambien espiritual, como a nuestro proposito lo declaro doctamente Iuan Gerson.
Y desta
suerte exercitara con gran utilidad el contemplativo las dos vidas, activa y
contemplativa juntas, sin faltar a la contemplacion, ni estorbandola: Pero
diferentemente se han de aver en esto los nuevos contemplativos, y los exercitados
en la contemplacion; que en aquellos han de ser estos actos mas frequentes, y en
estos mas raros. Advirtiendo los nuevos, que no los han de exercitar, quando
sintieren que repugna el alma salir a ellos y que siente que la quiten de su
quietud, y del acto universal y sencillo en que esta ocupada en Dios: porque
esta repugnancia es señal que la privan de otro mayor bien, que a lo passivo y
sencillo recibe entonces de la influencia divina. Y los ya exercitados en la
contemplacion, entonces principalmente han de hazer estos actos particulares,
quando sintieren que la iluminacion o influencia divina los combida a hazerlos;
o quando alguna passion, o trabajo fatiga al alma: Y assi los unos como los otros
han de salir a los actos particulares, no para quedarse en ellos, sino para
restituirse luego dellos a la contemplacion sencilla y universel, como en otra
parte lo advertimos con la doctrine de San Dionisio.
Aviendo
tratado ya como la vida activa, que sirve a nuestra propia reformacion, se ha
de mezclar con la comtemplativa, siguese que digamos algo de como se ha de mezclar
la vida contemplativa con la activa, que sirvo a la reformacion y utilidad de
otros: en Io qual se incluye la presencia de Dios, con que avemos de acompañar
las obras activas que fuera de la oracion exercitamos. Y lo primero, nos puede
mover a este exercicio la utilidad del, para caminar a nuestra perfeccion, y
recibir dones y mercedes continuas de Dios. Desto ay en las divinas letras
muchos testimonios: y esto significo Dios al Patriarca Abrahan, quando le dixo,
que anduviense en su presencia, y fuesse perfecto, porque de lo uno se sigue lo
otro, como lo pondero San Dionisio, declarado por Santo Tomas, diziendo, que la
providencia divina, de su benignidad se da a si misma a los que se buelven a
mirarla, y se les comunica por cierta participaclon para endiosarlos.
Al
mismo proposito dize San Agustin: "Nuestra alma esta puesta en medio de
Dios, y de las criaturas: quando mira a Dios, es iluminada; quando mira a las
criaturas, es escurecida, enpeorada y corrompida." Sobre las quales
palabras añade Santo Tomas: "Por esto los Filosofos pusieron la creación del
alma en el Orizone de la eternidad, y del tiempo: porque quando actualmente
conoce a la criatura, y por el consiguiente la ama tambien actualmente, no puede
conocer y amar actualmente al Criador. Porque como el alma sea una sustancia sencilla,
colocada entre terminos opuestos, no puede en un mismo tiemoo ser movida de
novimientos diversos; por lo qual, mientras con el movimiento del conocimiento,
y del afecto es movida azia el Criador." Todo esto es de Santo Tomas. Por
todo lo qual se dexa bien entender, quan neressaria sea la presencia de Dios
para caminar a nuestra perfeccion, y al conocimiento y amor de Dios.
Assimismo
de la presencia de Dios se causa deleite y alegria en el alma, como lo
significo el Profeta, quando dixo: Acordeme
de Dios, y deleiteme. Y esta alegria
y deleite os la que esfuerza y alienta al alma para todas las obras de virtud,
la que ensancha los sonos espirituales, y perficiona nuestra operacion, como
declaro Santo Tomas.
Pero no
solo la utilidad nos debe mover a este exercicio, mas tambien la necessidad que
tenemos del, assi para adquirir las virtudes, como para no perder las ya
adquiridas: Para lo qual se ha de advertir con la doctrina de Santo Tomas, que
assi como con los actos virtuosos se engendran habitos de las virtudes en el
alma; assi por la cessacion de los actos dellas se corrompen o disminuyen sus
habitos: porque el recto prohibe y expele las causas de la corrupcion, y
diminucion del habito, y le defienden de sus contrarios, que son la inclinacion
torcida del apetito sensitivo, con todas sus passiones, que son enemigos de casa,
y las tentaciones y ocasiones oue vienen de afuera. Pues como se van siempre levantando
secretanente algunos destos contrarios de los habitos de las virtudes, conviene
que sean removidos por los actos que proceden destos habitos: y si por mucho
tiempo cessan de exorcitarse estos actos, sera forgoso disminuirse, o quitarse
del todo los habitos.
Y
aunque el habito de la caridad, con los demas infusos que andan con ella, no se
puede disminuir por esta cessacion, quanto a la essencia del: porque la firmeza
de los habites infuses no procede de nuestros actos, sine de la influencia
divina; con todo esse se disminuyen por la cessation de los actos, quanto a la
raiz, y quanto al fervor, como declara el mismo Santo. Quanto a la raiz porque
es disposition para lo contrario, y con esto se disminuye la union firme de la
caridad, y por esto dezimos que el pecado venial es disposition para el moral,
con que la caridad se pierde. Quanto al fervor, porque impide la obediencia de
las potencias inferiores a las superiores, de lo qual le causa este fervor.
Pues de
todos estos daños nos preserva la presencia de Dios, que levantando al hombre
al conocimiento y amor actual de su Criador, le aparta actualmente por entonces
de todos las contrarion deste amor, y le fortifica para resistirlos con el exercicio
de todas las virtudes. Es asimismo no necessario este exercicio, para conservar
la devocion y calor que de la oración sacamos; y a este pronosito dize S.
Agustin: Necessarias son frequentes
oraciones, y memorias de Dios, para que la devocion grangeada del todo no se apague.
Porque mas presto se buelve a encoder el fuego de la devocion, quando del todo
no se ha apagado: de lo que pone S. Tomas exemplo en el madero una vez encendido,
o la vela que todavia esta humeando, que con facilidad se buolve a encoder; y
assi tambien el espiritu, despertado una veza a la devocion, facilmente despues
es tornado a la devocion primera, mientras aquella proxima disposicion, y ya
començada calidad no se pierde.
Pero
aunque esta presencia de Dios, entre las obras activas, ha de ser comun a todos
los que quisieren aprovechar en la vida espiritual, y caminar a la perfeccion,
diferentemente la han de exercitar los princiriantes, y los ya aprovechados; y
de una manera los que estan todavia en estado de meditacion: y de otra los que
ya estan en estado de contemplacion: que aquellos se han de aprovechar mas de
las representaciones imaginarias; y estes del conocimiento intelectual,
apartado de las condiciones materiales, como ya lo declaramos en la oracion de
los unos y los otros: porque la presencia de Dios de entre dia ha de ser
comunmente, al modo quo exercitan la oración en los tiempos que vacan a ella de
propósito.
Y para
todos suele ser buen medio considerar a Dios dentro de si: porque esto se funda
en verdad, que como Dios por su infinidad todo quanto crio tiene dentro de si
nismo, y lo esta conservando en el ser que le dio, por mas singular modo esta
en el alma del justo, porque alli reside como Rey en su trono y Esposo en su
talamo; y assi con gran propiedad le consideran dentro de si. Y porque en la
Divinidad esta la persona del Verbo Eterno, que es la que se vistio de nuestra
humanidad, para hazernos en ella tantos, y tan incomparables beneficios;
tambien podemos considerar a Christo N. S. dentro de nosotros: y esta manera de
presencia de Dios aconseja mucho N. M. S. Teresa de Iesus.
Pero es
menester advertir, que unas vezes persuade esta manera de representar a Dios
Centro de nosotros, como a la Santa se lo aconsejaron: y otras la declara como
ella la exercitava. Lo que a ella le dixeron es muy poco provechoso, y muy
ocasionado para destruir en poco tiempo la cabeça, y assi nunca la Santa se
pude acomodar a este modo de exercicio. Pero Io que ella dize que usava deste
exercicio, es excelente modo, muy util, y poco de dañoso. Lo que le dixeron es,
que el contemplativo representasse dentro de si un palacio de grandissime riqueza,
todo su edificio do oro y piedras preciosas, y que en este palacio esta el Rey
eterno en un trono de grandissimo precio. Todo este ha de ser fabricado con la fuerza
de la imaginacion: y assi para assentarlo, como para despues retenerlo, ha de
trabajar mucho la virtud imaginativa, y la estimativa con todons las demas
organos corporales interiores, y ha de causar forçosamente lesion de la cabeça,
si mucho se continua.
Para
cuya persuasion me contentare con referir aqui unas palabras de Iuan Gerson,
Maestro muy docto y experimentado en estas materias: el qual, tratando desta
manera de meditar, dize assi: "Diemos algo mas de este modo de meditacion,
que suele comencar de las cosas corporales, y representarlas en si, aunque el
mas saludable consejo y sumamente necessario es, que no paren en estas
representaciones, ni fixen el pie mucho en ellas, si no quieren dar en algun
frenesi, o en otros desvarios. Demos razon de esto. Cosa clara es, quo toda
virtud que usa de los organos corporales, padece fatiga, y algunas vezes
desfallecimiento, si su operacion es muy continua. Es assimismo casa clara, que
todo pensamiento particular, que demasiamente se profunda en la virtud imaginativa
y estimativa, causa lesion al que desta manera piensa.” Esto dice este Autor: y
luego lo va verificando, con la experiencia de los daños y peligros a que con
este modo de meditar se va caminando, de los quales es el menor destruir la
cabeça, de que yo he visto hartas experiencias, no solo en otros, mas tambien
en mi.
Este
modo de presencia de Dios sacaron los que se la aconsejaron a nuestra Santa, de
lo que dize de Santa Catalina de Sena su historia; que traia un oratorio dentro
de si, donde orava a Dios: pero no es creible que Santa tan ilustrada en la
oracion, la eyercitarse tan a lo sensible, y naterial, sino muy a lo sencillo,
y esniritual; y que ocuparia mas el espiritu en ella, que la imaginacion,
considerando que tenia en su alma un cielo clarissino, y espiritualissimo,
donde Dios se aposentava, y no a modo corporal, y dentro de los limites
estrechos del cuerpo; pues la parte del alma, que esta fuelta del cuerpo, tiene
un genero de infinidad, respecto de la parte que con el cuerpo esta unida: y en
los que estan en gracia alumbra en este cielo el Sol divino, y resplandecen las
estrellas fulgidissimas de las virtudes y dones infusos, que son como rayos de
divino fuego, y antorchas eternas, derivadas de la luz primaria, que alumbran y
hermonean al alma. Y desta manera se ha de considerar este templo, y a Dios en
el, y no a lo material y sensible, que demas de ser ficcion, y para comparacion
muy desproporcionada, es modo poco provechoso, y muy dañoso.
Y los
principiantes, y todos los demas que hallan consuelo en considerar que traen
dentro de si a Christo nuestro Señor, valganse del modo que nuestra Santa Madre
dize en otra parte, que exercitava esta presencia de Dios, como ella lo
significo despues de aver hecho mencion de estotra fabrica material, diziendo: Aunque yo nunca pude considerar a Christo
dentro de mi desta manera, sine como en un escuro. Esta es consideracion
que se llega mas a las imagines intelectuales, de que tratan San Agustin y
Santo Tomas, y muy provechosas. Y le que a nuestra Santa le parecia que lo
representava como en escure, no el porque no fuesse en luz, tanto mayor y mas
clara, quanto le es mas la luz intelectual, que la imaginaria: sine que como la
considerava como en confuso, y a bulto, sin las calidades particulares e
individuales, que son propias de la imaginacion, y de nuestro modo grosero de entender,
le parecia que era en escuro: porque no era con distincien de boca, y ojos, con
las demas circunstancias individuales. Y esta es la claridad que echava menos,
aunque otra claridad mayor acompañava a esta pnesencia de Dios, y haziendo poca
eficacia en la distincion individual del conocimiento, aplicava la intencion y
eficacia al afecto, que es lo que se ha de procurar mucho en Ia presencia de
Dios, para que sea descansada y provechosa.
Pero
ainque los principiantes, como imperfectos aun en el conocimiento por donde se
camina a Dios, han menester valerse para exercitar este conocimiento y
presencia de Dios, de medios tambien imperfectos, hasta que tengan mas esforçada
la vista del alma, para mirar la luz divina en conocimiento intelectual: pero
hasta que desta manpra miran a Dios, muy imperfectamente se ponen en su
presencia. Porque como ya en otra parte tocamos, los objetos de la imagination
son unos accidentes de las cosas, de los quales se forma una figura: pero el
objeto y blanco del entendimiento, es la misma sustancia de la cosa, y assi es
muy imperfecta, y poco sustancial la representacion de la imaginacion, para la
presencia de Dios; y aunque sea ayudada de la luz divina, como passa por tantos
medios para llegar alli en cada uno va perdiendo de su resplandor y efficacia,
como en otra parte lo vimos de la doctrina de Santo Tomas.
Por lo
qual, hasta que esta luz se recibe en el primer arcaduz del alma (que es la
inteligencia pura, sobre todos los actos y representaciones de la razon) no
goza sin estorbos de sus efectos, ni esta de veras presente a Dios, como lo
declaro San Dionisio, ponderado mucho a este proposito por Santo Tomas, y en
particular dize assi: Dios a todos esta
presente, pero no todos están presentes a Dios; y entonces estamos presentes a
Dios quando el entendimiento le mira revelatamente; esto es, como declara
Santo Tomas, quando nuestro entendimiento no esta anublado con la escuridad de
las figuras de nuestro propio conocimiento; y esto dize que sucede a aquellos
que no quieren percibir las cosas espirituales sobre las corporales. Assi mismo
se pone presente a Dios, quanto a la voluntad, quando la dispono ad divinam unctionem, esto os, como
declara Santo Tomas, quando la voluntad se estiende y ordena a Dios, con deseo
de unirse a el por caridad y amor. Y agãden estos santos, que quando desta
manera nos ponemos presentes a Dios, nos Ilegamos mucho a el para comunicar sus
dones.
Toda la
qual disposicion tiene el alma, quando se pone presente a Dios por medio del
conocimiento de Fé, sobre todos sus conocimientos, para unirse con el que desta
maniera conoce: porque (como dice el mismo Santo Tomas, declarando a San
Dionisio en otra parte) ordenado nos esta de Dios, que aquellas cosas que son
sobre las divisas, nos avemos de unir por medio de la luz de la Fè, y no de
nuentra propia razon.
Sabido
ya como nos avemos de poner presentes a Dios, para llegarnos a el y a la
comunicación de sus dones, resta saber, como nos dispondremos para que esta presencia
de Dios, y comunicacion divina, en que se mezcla la vida contemplativa con la
activa, sera mas durable y continuada, de manera que las ocupaciones de Marta
no inpidan la vista y atencion de Maria. Esto nos significo Santo Tomas en unas
breves palabras diziendo assi: Segun que
el hombre es las o menos perfecto en la vida activa, que se ordena a su propio
reformacion, mas o menos: se esparcira en la multiplicidad de las cosas, y
mejor podrá exercitar la vida contemplativa entre las obras activas.
La
declaracion destas palabras sacaremos de otros lugares del mismo Santo: poque
la intencion es acto de la voluntad, y mira al fin que en las obras ponenos: y
quando el alma no esta aun reformada del desorden del amor propio, no pone la
intencion puramente en el ultimo fin, que es Dios, sino en otros a quien ella
esta viciosamente inclinada, y de aquello mismo viste el entendimiento : porque
como la intencion es acto de voluntad, lleva tras si todas las fuerzas del
alma; y assi embaraçada el alma con los objetos criados a que mira, no puede ocuparse
en Dios. Pero quando esta ya purgada del amor propio, mira a solo el ultimo
fin, y por el govierna todas las demas cosas interiores y exteriores, y con
facilidad atiende a Dios entre las ocupaciones activas. Este nos declaro el
mismo Santo en otra parte desta manera: En
nosotros la ocupación exterior impide la pureza de la contemplación: pero quando
dos operaciones se ordenan de tal manera, que la una es regla y razón de la
otra, no se impiden entre si, antes se ayudan.
Pues
quando Dios es fin de todas nuestras obras, y por el las governamos, juntamos
la vida contemplativa con la activa, y aquella es forma desta otra, al modo del
ministerio de los Angeles, aunque no con la perfeccion que ellos: y esto es
propio de los que han alcançado ya habito de contemplacion, y de qualquiera
artifice que tiene ya adquirida la ciencia de su arte que de la forma universel
que della esta en el entendimiento, quando esta muy arraigado en el alma, y la
ha penetrado intensamente con su luz: porque como tiene su assiento en la razon
superior del hombre, y le ilustra con razones divines y reglas éternas, para
que por ellas govierne y enderece los actos humanos; quando el obra desta
manera, mezcla con facilidad la vida contemplativa y presencia de Dios con las
obras activas, porque siempre en ellas mira a este fin.
Pero
mientras el contemplativo no puede obrar con esta perfeccion, mucho trabajo le
ha de costar este santo y utilissimo exercicio de la presencia de Dios. Porque
como la potencia intelectiva es receptiva de muchas rosas, y esta acostumbrada
a estenderse a ellas a su anchuras, con dificultad se reduce a la unidad de su
propio objeto, que es Dios, mientras no esta perfecta, por algun habito infuso
que la ordene y levante a el. Pero todo el trabajo que esto costare es bien
empleado por las grandes utilidades que grangea al alma; y con la continuacion
cuidadosa, ayudada de Dios, que no falta a los que hazen su diligencia, y fian
en el, se viene a facilitar esta dificultad. Para el qual exercicio se puede
valer de todas las consideraciones, sacalas de su razon, u de la vista y
especulación de las criaturas, que pueden llevarnos a Dios: advirtiendo lo que
a este propósito aconsejan San Dioniso y San Tomas, que el discorso de la razón
le reduzga luego a la sencillez y pureza intelectual, para que el discorso sea
provechoso, y aplique la intención mas al amor que al conocimiento, y mas al
coraçon que a la cabeça. Y para persones sencillas y pocos especulativas, es
medio fácil y muy excelente de presencia de Dios la del afecto, andando entre
las obras activas con deseo amoroso de agradar a Dios en ellas; poque al amor acompaña
el conocimiento; y adonde esta el amor, allí están los ojos: y este modo de
levantarse a Dios por afecto, con aspiraciones frequentes del coraçon, de mas
de ser exercicio mas provechoso, y mas descansado que el de la especulación, le
hallara mas a mano, par avalerse mas de ordinario del.
Pero
assi para la presencia de Dios, como para la contemplacion, se acuerde siempre
el contemplativo, que es sabiduria de humildes y pequeñuelos, y que la suele el
Señor dar estos, y esconderla a los confiados en su sabiduria y prudencia, por
lo qual dio Christo nuestro Señor gracias a su Eterno Padre: y assi procure de
tal manera hazer su diligencias, que quede siempre con humildad, pendiente de
la liberalidad divina, conociendo que de si no puede nada, y esperando como
pobre a las puertas de la divina clemencia. Porque impossible es, dize Iuan
Gerson, llegar a la contemplacion verdadera por otro camino que por el de la
humildad: y los humildes y sencillos son levantados a ella, que dando ayunos de
su experiencia los sabios confiados, aunque
aldancen la especulación della:porque escrito esta, que la sabiduría se
acompagña de los sencillos, y habla con ellos; y que el Espiritu Santo reposa
sobre los humildes. A cuyo propósito dize San Augustin : El Espiritu Santo no habita sino
sobre los humildos de coraçon, porque Dios dize : Sobre quien reposara
mi espíritu? Y responde a la pregunta : Sobre el humilde, y quieto, y que teme
mis palabras.
Y al
mismo propósito dize Santo Tomas, que por eso los Letrados no son todas vezes
tan devotos como los sencillos, y ignorantes; porque non humillan a Dios tanto
el coraçon, ni se ponen como ignorantes delante la Sabiduría infinita. Por la
qual a los sencillos los ilumina Dios a modo de Angelos supeiores, por medio de
aspirationes e ilustraciones interiores, sin ruido de palabras, ni varahunda de
argumentos (como declara San Dionisio) y los va con esto perficianando
secretamente, para unir los consigo por amor y semejança, que es modo de
sabiduría mas alta que la se aprende por argumentos.
Y pues
la humildad es el camino por donde se ha de llegar a la perfecta contemplacion,
conveniente sera dezir algo de como se alcança esta virtud tan necessaria para
caminar a Dios, y recibir del los medios de nuestra perfeccion. Esto no ensegño
Santo Tomas diziendo, que con dos medios llega el hombre a acançar la humeldad:
el principal de los quales es, por Don de gracia, que se recibe en Io interior,
y de alli se deriva a los exteriores.
El segundo y menos principal es, por estudio y diligencia humana; con la qual
trabaja el hombre en enfrenar los actos exteriores contrarios a la humildad, y
despues camina a extirpar la raiz de la sobervia que esta en lo interior. Dize
assimismo, que aunque la regla de la humildad esta en el entendiniento, en
quanto conoce las razones de nuestra debida humiliacion, para que no se levante
el hombre a mas de lo que es: pero que la essencia de la humildad esta en la
voluntad, en quanto abrasa con el afecto esta humillacion, y refrena el impetu
del animo, para que no se estienda desordenadamente a cosas grandes.
Desta
doctrina deste Santo podemos sacar el exercicio, que es propio de los que
comiengan a tratar de oracion y mortificacion, y desea alcançar la virtud de la
humildad, valiendose para esto de la meditacion, que es propia de su estado; y
el que han de exercitar para esto mismo los que estan ya en estado de
contemplacion. Porque los primeros han de trabajar mucho en refrenar los actes
desordenados, que salen a lo exterior de los malos habitos que estan en el alma;
y juntamente con esto valerse del discurso de la razon, para representar al
alma las muchas razones que ay para que el hombre se hunille; y ponderarlas con
eficacia, para procurar con esto introducir en el alma la humildad, en quanto es
virtud moral, que en frene todos los movimientos de sobervia que se levantaren
contra la humilde estimacion y modestia ; particularmente los del apetito
sensitivo, en cuya reformacion las virtudes morales principalmente se exercitan
segun la direccion de la razon.
Y porque
esta direccion y exércicio necessario para ordenar bien la vida natural y
humana no bastes para alcançar la virtud heroica y perfeccion sobrenatural, que
nos viste de la semejança de Dios, para unirnos con el, en que nuestra
felicidad consiste, ha menester el alma otro medio mas alto y tambien sobrenatural,
que la proporcione con su fin, nos dan para esto humildad, que es Don de
gracia, para que por ella no solo conozca el hombre los propios defectos que la
razon descubre, y los aborrezca como contrarios a la misma razon; mas tambien
para que conozca con la luz divina otros mas secretos, que a la razon se le
escubrian, y confortaleza mas que ordinaria los enmiende. Assimismo nos la dan,
para no solo no buscar la excelencia que reluce en los ojos exteriores, y
llevar con paciencia el abatimiento exterior, sino tanbien para descarle: y no
solo para descubrir sus defectos, de que otros no pueden escandalizarse, mas
tambien para persuadir el credito dellos, y querer que de veras le tengan por
imperfecto. Porque a estos actos de humildad tan esforçada y arraigada en la
voluntad, no se llega por sola virtud moral, guiada de la razon humana, sino
por ilustracion y influencia del Don divino.
Pues
como estos dones sobrenaturales, y los aunentos dellos se comunican al alma
contemnlativa, no en la oracion de discurso de nuestra razon, sino quando nos
levantamos sobre elle a contemplar a Dios en luz sencilla de Fé, como declaran
San Dionisio, y Santo Tomes (porque con esta se dispone el alma para
recibirlos, cogito ya en otra parte declaramos) siguese, que assi como la humildad,
que se alcança por estudio y diligencia humana, es exercicio propio de los que
estan on estado de meditacion: assi a la que es Don de gracia se ha de caminar
principalmente con el exercicio de la contemplacion. Porque aunque los
contemplativos no estan excluidos del primer exercidio guardando el modo que
queda declarado, rare exercitar las dellas virtudes de la vida activa en la
contemplative: pero otro exercicio mas alto y mas provechoso de humildad se
exercita en la contemplacion que es, mirando aquella immense grandeza y
Magestad divine, conocer nuestra vileza y miseria, y estimarnos en lo que somos
de nuestra cosecha, y con reverencia profundissima humillarnos delante de esta
soberana Magestad: la cual reverencia dize Santo Tomas, que es la raiz y
principio de nuestra humildad.
Assimismo,
acordandonos del exemplo de la incomparable humildad de Christo nuestro Señor,
que siendo Hijo de Dios, se humillo tanto por nosotros (valiendonos para este
del concepto universal, que desta humillacion tiene hecho ya el contemplativo)
se afrento el vil gusanillo de la tierra, de quererse estimer en algo, despues
de tan eficaz doctrine como esto Señor nos die en su persona, mereciendo
nosotros por nuestros recados la suma humillacion y abatimiento. Y como en esta
contemplacion es el alma iluminada a lo divine, y inflamada a lo sobrenatural,
no solo recibe el entendimiento luz superior de sus defectos; mas tambien la
voluntad recibe la sustancia de la humildad, para que uniendose y abraçandose
con elle, obre ya sus actes interiores y exteriores, no por discurso de razon,
sino por cierta connaturalidad que tiene ya con esta virtud, arraigada en el
alma habitualmente, como Santo Tomas lo declaro a semejante proposito.
De
donde parece, que hasta que el contemplativo entra en exercicio de
contemplacion pura y sencilla, donde se reciben los donos sobrenaturales de
Dios, no se dispone para alcançar la perfecta humildad, aunque con las virtudes
morales la exercite en la meditacion, y los demas exercicios de la vida activa;
porque por ellas no se puede llegar a la perfeccion quo excede nuestra facultad
natural: y poco importaria, que con el discurso de la razon se alcangasse la definicion,
la sustancia y todas las circumstancias de la humildad, si la misma humildad no
se imprimiesse y arraigasse en la voluntad, donde esta la essencia della.
Y
aunque la humildad tiene muchos actos, y salen della muchos efectos, como
frutos de su raiz, diremos algo de los que tocan mas de cerca a los
contemplativos, como mas propios de nuestro intento. Toca pues a esta humildad
no desear en la oracion cosas extraordinarias, no solo de visiones, y
revelaciones, y raptus; mas tambien de exercicios virtuoses, que sean singulares
y desusados, y que causan admiracion a los que los miran y oyen. Porque el buen
espiritu, como es discreto, no mueve comunmente sino a causas ordinarias, y
conformes a las fuerzas de cada uno, sin milagros, guiandonos por los caminos
derechos, llanos, y trillados, y por este mas seguros que los extraordinarios y
desusados, donde son mayores los peligros, y donde el mal espiritu haze mas
astaltos. Por que como Dios es el Autor deste camino ordinario para el cielo, y
guio por el a nuestros antepassados, inspiranos a que vamos por el, sin
traspassar los limites antiguos, y trillados que señalaron nuestros padres. Y
esto nos persuade el mismo Señor diziendo: No traspasses los termines antiguos,
que pusieron tus padres: y el guardar esto, dize Santo Tomas, que es acte de
humildad que pertenece al quinto grade della.
Mas el
espiritu del demonio por el contrario nos inclina a traspassar estos limites, y
a abragar casas nuevas, singulares, milagrosas, y desusadas, que causen
admiration al mundo, para ganar credito de santidad con allas. De lo qual
hizieron gran ponderacion los Maestros sabios, y muy experimentados en la vida
espiritual: y assi uno dellos, y de muy gran autoridad en estas materias, dize
a este proposito estas palabras: "Quando uno camina por el camino
ordinario, y por la senda real de su estado con sencillo coraçon en todas las justificaclones
de Dios, y que no aspira a las cosas altas y milagrosas que exceden su capacidad;
sino antes caminando por tierra llana, sigue las reglas de vivir, instituidas
por los santos Padres, ni traspassa los terminos que pusieron sus passados: de
este tal no se debe creer facilmente que os engañado del demonio, si se dexa governar
por consejo ageno, y se ajusta en las demas cosas a la regla de la discrecion.
Pero
los que son amigos de seguir su parecer, y andar por el camino que ellos inventaron,
dexando el carretero y real de las virtudes, y reglas de los Santos, y de sus
mayores, son guiados de un governador peligrosissimo, y los va desperiando la
propia opinion. Fatiganse con demasiados ayunos, desvelanse con largas
vigillas, secanse el celebro con lagrimas; y Ilevados destas cosas, no creen
las amonestaciones de otros, ni curan de sus consejos para governarse con mas
templança. No cuida de comunicar Letrados, y consultados los deprecian, porque
presumen ya de si alguna cosa mas alta, y piensan que ellos saben nejor que
otros lo que les conviene. Destos tales bien le puede tomer, que caeran presto
en grandes ilusiones del demonio; porque van caminando con demasiada velocidad,
y ciega precipitacion. For lo quel es cosa muy saludable, para evitar este peligro,
el consejo del varon prudence, y que el hombre no sea sabio en sus ojos, ni
estribe en su prudencia." Todas estas son palabras de este Maestro
doctissimo, y muy experimentado.
Y
aunque algunas vexes inspira Dios, para gloria suya y exemplos esforgados de su
Iglesia, algun modo de vida particular y extraordinaria a sus Santos: pero como
no todas las aves tienen tan levantado buelo como el Aguila, ni todos los animales
tan veloz carrera como el Tigre, tampoco el buelo de los espiritus puede ser
igual, ni todos los contemplativos caminar a Dios con igual carrera: y quanto
es de nuestra parte, avemos de huir toda singularidad de vida extraordinaria,
poniendo la santidad en hazer las cosas ordinarias de nuestro estado con modo
excelento, y amor y pureza extraordinaria. Y regulamente no acostumbra nuestro
Señor inspirar cosas extraordinarias al que no esta fundado en profunda
humildad, ni al que es muy tentado de vana gloria, porque no le sean ocasion de
caidas: antes se puede presumir, quo los poco humildes son llevados a cosas
somejantes de su espiritu vano, û del demonio, con capa de mayor santidad.
Assimismo
es acto de humildad no presumir de si por lo que recibe en la oracion, ni anteponerse
en su estimación a otros que no son assi consolados de Dios, ni tenerse por
mejor que ellos: antes tenerlos por de virtud mas solida, y pensar que a el,
como a mas flaco, le trata Dios con mas regalo. Assimismo, el encubrir quanto
pudiere los dones de Dios, y descar quanto es de su parte que no sean sabidos,
sino de quien le huviero de guiar; y manifestar de mejor grana sus defectos que
sus virtudes. Assimismo, desear de coraçon ser despreciado de los hombres, no solamonte
en las cosas honorosas que el mundo estima, mas tambien en materia de virtud,
gustando de ser tenido por imperfecto. Pero aunque no luego pueda alcançar el
contemplativo estos efectos de humildad perfectamente, no por ese se desanime,
ni desconsuele; porque aunque esto sea Don de Dios, y se alcança en la contemplacion,
no en un instante, sino poco a poco, perficionandose las potencias para
exercitar estos actes, como ellas se van perficionando en si, con los habitos
de las virtudes y dones infuses, corso en otra parte declaramos.
Finalmente
damos remate a este brevo tratado con dezir, que en dos cosas esta cifrada toda
la perfeccion de un verdadero contemplativo. La primera, en disponerse para ser
promptamente movido de la inspiracion y influencia divina. Y la segunda, en
reducirse de la multiplicidad que en potencia tiene de su cosecha a la unidad
con que se assemeja y proporciona con Dios, para quo le junte consigo, y le
mueva como a instrumento suyo: y todo esto se haze en la contemplacion, porque
quanto a la primera, como, segun la doctrina de Santo Tomas, la perfeccion del
movido es la disposicion que tiene, para que le pueda mover bien su motor; y la
contemplacion no sea otra cosa, que una promptissima y alta disposicion en que
se pone el alla, para ser movida sin estorbos de la operacion de Dios, de quien
ha de recibir los dones sobrenaturales con que se ha de perficionar y unir con
el: entonces estara mas bien dispuesta el alma para ser desta manera movida, quando ella dexa su operacion
activa para hazerse instrumento de Dios, y ser movida del passivamente. Y para
que esta disposicion sea mas prompta y mas perfecta, le dan estos dones
sohrenaturales: porque assi como las virtudes morales sirven para hazer al alma
prompta on lo natural, para ser movida de la razon; assi los dones del espiritu
Santo sirven para disponer a lo sobrenatural, para ser promptamente movida de
Dios; y quanto mas arraigados estuvieren en el alma, tan mas bien dispuesta
estara para esta mocion divina. Y para todo esto aprovecha la contemplacion de
Ifè sobre nuestra razon, pues en ella (como ya vimos con la doctrina de San
Dionisio, y Santo Tomas) se haze el alma toda de Dios, para ser governada y
movida por el, y recibe alli estos divinos dones.
Y si
alguno dixere, que sin la contemplacion puede uno ser perfecto, le respondere
con Santo Tomas, que aunque con todas las obras con que se aumenta la caridad
se aumenta tambien la perfeccion (porque ella informa todas las demas virtudes
y dones, en quanto es semejança del primer don, que es el Espiritu Santo) pero
como el que ha de hazer una grande y dificultosa jornada, Ilegara tarde y con
mucho trabajo por su pie al fin della; y con mas brevedad y descanso, si va en
cavallo ligero, o en nave con buen viento: Assi tambien llegaria tarde, y con
mucha dificultad a la perfeccion el que quisiesse caminar a ella por su pie;
esto os, con solo las obras activas, y no por media de la contemplacion, que es
como nave divina, que nos lleva con viento prospero, y navegacion segura desde
la tierra de nuestra miseria al cielo de nuestra felicidad, a unirnos alli con
Dios, y recibir del nuestra perfeccion: y por esso todos los Santos fueron
grandes contemplativos, y en esta dichosa nave llegaron al puerto de su
bienaventurança, azia donde nosotros aora caminamos.
quanto
a la segunda, todo Io que San Dionisio aprendio del Apostol su Maestro, de la
luz quo le dieron en el tercero cielo, en orden a nuestra contemplacion (como
el lo confiessa y declara protundamente en la carte quo escribió a Tito) esta
cifrado en reducir al alma contemplativa de la multiplicidad a la unidad, y de
la distincion y variedad de los discursos y actos de la razon, a un acto
sencilla, unico, puro, universal, e indistinto de nuestra inteligencia, ilustrada
de la luz de la Fé, sobre la imaginacion y la razon, con el animo no dormido,
ni caido, sino despierto, y levantado a Dios, y suelto de todas las cosas, como
el mismo Santo lo Persuade en otra parte muy de proposito. Y esta misma unidad
y sencillez pretende el Espiritu Santo introducir en nosotros con su influencia,
y quitar de nuestras almas la desemejança de multiplicidad, que tiene de su
cosecha nuestra potencia, para assemejarnos a el en uniformidad sencilla, con
que dispone al alma para vestir la del habito de caridad, y de los demas dones
sobrenaturales con que la ha de unir consigo, como magistralmente lo declaro
Santo Tomas con la autoridad del mismo San Dionisio a nuestro proposito. Y por
esto a la luz y influencia divina con que Dios nos santifica, llama el mismo
San Dionisio virtud unifica; y da la
razon desto diziendo, que nos restituye y reduce a la unidad y senciliez de
Dios, a la qual llama tambien deifica, porque con esta sencillez haze al alma
en cierta manera endiosada, y muy parecida a su Criador.
Enla
declaraclon de las quales palabras dize un expositor deste Santo, acerca desta
unidad sencilla y endiosada las siguientes: "Hase de advertir, para
entendimiento desto, que en esta vida no recibimos inmediatamente la luz
increada de Dios, para contemplarla en si misma, sino recibimosla por medio de
los dones gratuitos y sobrenaturaies, particularmente por la luz de la Fè, por
la influencia de la caridad, y por el don de sabiduria: los quales, como se van
apoderando del alma, la van reduciendo a sencillez y unidad en Dias, y
haziendola en cierta manera divina y endiosada, por semejança con su principio,
para ser un espiritu con el, y hija adoptiva suya, como dixo el Apostol; y por
estos dones nos unimos con Dios en la contemplacion, para amarle y gozarle,
aunque no con la perfeccion y continuacion que en la patria, sino con muchas
interpolaciones y renovacionnes. Todo lo qual toco copiosamente el Apostol San
Pedro, quando dixo: El Señor os dio unos
dones preciosos, para que par ellos seais hechos participantes de la divina
naturaleza. Pues estos dones sobrenaturales del Espiritu Santo nos
confirman con su Autor, y nos reducen, y en cierta mariera transforman en
el."
Esto
dixo a nuestro proposito este Autor y el Apostol San Pablo lo cifro, y todo lo
que se ha dicho en este capitulo, y todo lo que se puede dezir acerca de
nuestra contemplacion, en unas breves palabras en otra parte referidas, quando
dixo: Nosotros contemplando la gloria del Seelor con faz descubierta de velos
somos transformados en la mima imagen de claridad en claridad, como movidos del
Espiritu del Señor. Las quales declaran de nuestra contemplacion Santo Tomas
con otros Santos y Autores graves, y mas en particular San Buenventura el qual
a nuestro prorosite dize assi: "Porque no es otra cosa contemplar la
gloria del Señor con Paz descubierta de velos, sine que quitando de delante
todos los medios, y estorbos que se donen entre la luz divina y la faz de nuestra
inteligencia (que como velos le impiden que la ilustre y beatifique) sea
levantada a la participacion de los resplandores de la eternidad, y
tranquilissima paz de los Bienaventurados. Y que otra cosa es ser transformados
en la misma imagen los que desta manera contemplan, sine que apartados de
nosotros mismos, y anegados en Dios, y participando de Io que contemplamos
(llegando como a beber de la corriente caudalosa de los deleitea celestiales,
aunque con el limite de caminantes) ser en cierta manera transformados de
terrenos en celestiales, de carnales en espirituales, y de hombres en Angeles?
Y bien dize, de claridad en claridad, como movidos del Espiritu del Señor:
porque guiados como de la mano del Espiritu Santo en esta contemplacion, sonos
llenos de divines resplandores, quando en ella vamos subiendo de un
conocimiento en otro, y de una iluminacion en otra."
Desta
manera nos declara San Buenaventura estas palabras del Apostol, y el estado
altissimo a que esta contemplation nos levanta con tan grandes utilidades: de
las quales fue proxima disposicion aquel mirar el alma a Dios revelata facie, y Dionisio dixo, revelata mente, que es lo mismo; y
declarandole Santo Tomas, y que velos son estos que se ponen entre Dios y el
alma, y se han de quitar para esta contemplacion, dize, que son las semejanças
que procedieron de la fantasia, y anublan, y escurecen al alma, que no se
levanta a conocer las cosas espirituales sobre las corporales, y las divinas
sobre la razon humana: y por esto es impedida de la comunicacion pura y
estrecha do Dios, porque no le busca con la disposición con que le ha de
hallar, para recibir su ilustracion y influencia como en su fuente.
De esta
indisposicion para hallar a Dios en la oración, los que le buscan con el alma
embuelta en sus propios conocimientos, y no desnuda dellos y vestida de la luz
de la Fè, haze San Dionisio un argumente palpable diziendo: "Si las
divinas letras dizen, que puso Dios su morada en las tinieblas (porque habita
en una luz inaccessible, que por el excesso que haze a nuestro entendimiento,
es para el escuridad, como la del Sol a la lechuça) claro es, que para hallar a
Dios, avemos de entrar a buscarle en estas luminosas tinieblas, sobre todos
nuestros conocimientos. Y assi aquellos solos dize que le hallan de verdada y a
solos aquellos se les comunica sin estorbos, que lebantandone sobre todas las
cosas criadas, no solo materiales, mas tambien espirituales, se entran en la
escuridad de la luz de Fè sobre todos los demas conocimientos particulares,
aunque sean de luzes reveladas en particular: porque la luz de la Fè es la luz
mas divine, y mas cierta para hallar a Dios."
Esta
altissima y profundissina doctrina verifica este Santo con el exemplo de
Moisen, que subiendo a hablar a Dios en el Monte Sinaï despues de averse
apartado de toda humana compañia, y subido a la cumbre del Monte, le rodeo una
niebla, que lo uso en escuridad de todas las cosas, y alli le hablo Dios. Pero
aunque este exemplo es simbolo de nuestra contemplecion, como en otra parte
vimos; otro refieren las divinas letras, que mas derechamente habla con
nosotros, y nos da vozes de mas cerca, que es el de aquella misteriosa
comunicacion divina con que fue ilustrado nuestro Padre elgran Profete Elias en
la cueva del Monte Horeb. Donde despues de ser recibido diferentes
ilustraciones particulares y misteriosas, de otros grados inferiores de
contemplation, en que aun no venia Dios (porque en todos ay medios de velos
entre Dios y el alma, que le impiden su comunicacion pura y sencilla) quando el
Santo Profeta se quiso disponer para recibir la ilustracion de Dios universel y
sencilla (donde el, como aqui dixo San Dioniso, se comunica al alma de verdad y
sin estorbos) se cubrio el rostro con la capa, como quien se acomodava en la
disposicion con la influencia; y esperando con anima sencillo la influencia
sencilla, paratava la vista no solo de las cosas a que su conocimiento natural
se podia estender, mas tambien de las que sobrenaturalmente se le avian
comunicado alli con distincion particular, diaponiendose sobre todas ellas en
escuridad de Fè para esperar en alla a Dios, como Moisen en la niebla: y
entonces recibio aquella influencia, y ilustracion divina altissima, del silvo
de la marea delicada, donde le hablo Dios, y le comunico sus secretos, y lo que
avia de hazer en su servicio. Y en dezir, que esta iluminacion y influencia era
delicada, significo su sencillez, y por el consiguiente su unidad y
universalidad: porque como declara San Dionisio, quanto la influencia y
iluminacion divina es mas sencilla, tanto es mas universel, y tanto mas se
llega a la unidad y pureza de Dios.
En esta
vision misteriosa dizen los Autores, que tratan de nuestras antiguedades
arrimadas a la Escritura que mando Dios al Santo Profeta, que fundasse sobre
aquel cimiento una Religion de contemplativos, lo qual el puso luego por obra:
y en la vision le die la Regla y fundamento de su instituto, y le represento,
no en letra muerta, sino en espiritu vivo, como a cabeça, la ocupacion para que
escogia a sus hijos, como adoradores verdaderos de Dios en espiritu y verdad,
dexadas las sombras y figuras: Y alli començo luego el Santo, como Maestro
original, a enseñarnos la disposicion con que aviamos de buscar a Dios en la
oracion, para hallarle, cubriendo el rostro con la capa; esto es, escondiendo
el entendimiento de todas las cosas criadas, aunque mas alias sean, y de todos
sus objetos y conocimientos: y entrando en esta luz inaccessible en que Dios
habita, y en estas tinieblas misticas y luminosas donde Dios mora, le busquemos
con sola la luz de Fé, en unidad sencilla. porque alli le hallan los verdaderos
contemplativos, i alli les comunica este dichoso y suavissimo silvo de la marea
delicada y divina, y les habla y enseña a hazer su voluntad; aunque el alma en
quiense obran estos erectos, no los conoce todas vezos.
Bien
conocian esto los Religlosos antiguos, nuestros mayores, y quo a esta ocupacion
de Angeles los avia llamado Dias: y por esso se preciavan tanto de ella, y de
no perder de vista esta unidad sencilla en la contemplacion, que hablando
dellos S. Dionisio, como consta de S. Geronimo, y de Filo , dize, que los
Apostoles, entre otros renombres de gran excelencia que les dieron, los
llamaron Monges, que viene de la palabra Griega Monas, que quiere dezir Unidad,
por la unidad endiosada con que se dedicavan a Dios en la contemplacion
intelectual, pura, y sencilla. De que daremos mayor noticia en los tratados de
nuestra Escala mistica, y donde con el favor divino se declararan mas de
proposito las materias que en este tocamos tan de passo, y otras que passamos
en silencio, de los efectos sobrenaturales que obra Dios, en las almas
contemplativas, con las advertencias y avisos que acerca dellas nos dan los
Santos y Maestros experimentados, para huir los engaños del demonio, sin atar
las almas bien encaminadas, ni estorbar al espiritu del Señor en ellas; como
sucede quando las atormentan con temores inutiles, donde los Santos non los quitan,
dexando de temer, donde suele aver mayor peligro.
Cette seconde partie est essentielle à mes yeux.
Elle a été complètement négligée dans l’étude du Dictionnaire de Spiritualité parue en 1938, certes à une époque peu favorable à l’approche mystique [3]. Cependant Quiroga a toujours été reconnu comme une source majeure incontournable. Et ceci même dans l’étude que nous venons de citer. Peu favorable à Quiroga, elle tente d’établir une grande place à une « contemplation acquise » et cite exclusivement la première partie de la Subida (1656). Depuis, grâce aux traductions d’un texte de combat par Jean Krynen et par le P. Max Huot de Longchamp, l’ Apologia que nous reproduisons ici en fin de volume, la situation a été modifiée. Mais le contenu plus irénique reste oublié. Un sondage sur le net n’a rien offert de plus récent, hors publication de la Vida y virtudes par Fortunato Antolin (1992). Une enquête auprès du Carmel espagnol est en cours par un carme ami de Toulouse.
Cette seconde partie constitue un complément majeur aux écrits de Jean de la Croix. On sait que des écrits majeurs du Docteur de l’Eglise ont été amputés selon Cognet ou perdus.
J’ai utilisé pour sa reprise une copie faite sous papier carbone. Je l’ai découverte dans la bibliothèque de Solesmes. Personne n’a pu me renseigner sur son origine. Elle fut probablement préparée en vue d’une édition possible autour des années 1930 par dom fr. Ph. Chevallier. Ce moine de Solesme est connu pour ses études sur Jean de la Croix (entre autres il publia dans la Revue carmélitaine des extraits de la Historia de la Vida y Virtudes… sous le titre : « La pauvreté de l’âme qui chante le Cantique spirituel », contribution reprise supra).
La copie carbone est identique à l’imprimé de 1659 (qui me reste à retrouver). L’imprimé diffèrerait peut-être assez largement du manuscrit intitulé « Entrada del alma al paraíso espiritual donde se goza en la contemplación divina el Reino de Dios, que está dentro de nosotros mismos » ? Car le parallèle offert par la reprise de dom Chevallier de chapitres de l’Historia manuscrite le font supposer.
Ce manuscrit est référencé à l’aide du lien :
http://www.europeana.eu/portal/fr/record/9200376/BibliographicResource_3000100237234.html
J’espère recevoir bientôt sa reproduction permettant d’entreprendre
un travail complémentaire.
En la primera parte de la subida del Alma, declaramos la substancia, y los medios de la contemplación Divina, que podemos exercitar a nuestro modo humano, por medio de la luz de la Fé y de los auxilios comunes de la gracia. Y en esta segunda parte declararemos la otra mas elevada, a que somos lebantados por auxilios particulares sobre nuestro modo humano, tocando los principales grados, que las ilustradas experiencias de los Santos nos dexaron expressados desta; porque como dize San Buenaventura, aunque los grados por donde caminamos a esta contemplación elevada, como por escalones de nuestra disposición son limitados; pero los de la misma contemplación son tantos, quantas elevaciones sobrenaturales tienen las almas contemplativas movidas de Dios, en las quales seguiremos principalmente la noticia ilustrada, que della nos dá nuestra gloriosa Madre Santa Teresa, y su Venerable compañero fray Iuán de la Cruz en sus tratados místicos, por auersido los que con mayorddistincion trataron de estos recibos de Dios tan sobrenaturales y lebantados.
Y porque tengamos alguna mas particular noticia de estos dos términos, que usa Santo Tomas a nuestro modo, o sobre nuestro modo, se ha de advertir contemplar el hombre a Dios en esta vida, ha menester dos medios. El primero, alguna semejanza del mismo Dios. El segundo, luz conque el entendimiento se estienda a contemplarle. Los quales dos medios se toman en la contemplación especulativa del conocimiento natural, aunque este ilustrado de la Fé, aprovechándose de las semejanças de las criaturas, y de la luz del entendimiento agente; porque para representar con ella a Dios, aunque sea en aquel concepto sencillissimo, nos valemos para formarle de las semejanças de nuestro conocimiento natural, y deformamos, y representamos a nuestro modo connatural, y por esto podemos usar del quando quisiéremos: Mas en la contemplación sobrenaturalmente infusa por medio de los dones del Espíritu Santo, assi la luz, como las semejanças con que contemplamos a Dios se nos comunican graciosamente a lo sobrenatural, y lebantan el entendimiento sobre su modo humano. A cuyo proposito dlxo Santo Tomas, quando Dios nos halla con alguna ilustración interior, no nos representa su essencla, sino alguna señal della, que es alguna semejanqa espiritual de su sabiduría.
Esto, pues, assi entendido, antes que entremos en la declaración destas elevaciones sobrenaturales, que lebantan el alma contemplativa sobre au modo humano, conviene que nos acordemos de lo que se dixo en la primera parte de los tres movimientos del alma, con que camina al conocimiento y amor de Dios en la meditación, y contemplación, conviene a saber, derecho circular, y torcido, porque qualquiera dellos tiene sus elevaciones, y recibos sobrenaturales. Las elevaciones que tocan al movimiento derecho, son las que caminan de lo sensible a lo intelectual, para guiar nuestro Señor el alma imperfecta a su modo connatural de esto visible, que conoce a lo invisible, que ignora; y de lo sensible, y grosero, a lo intelectual, y sencillo, donde su Magestad habita en el alma, y se le comunica a lo familiar, y favorable.
Las comunicaciones sobrenaturales, que tocan al movimiento torcido, caminan al contrario, porque se comunican en lo interior del alma, y de allí se estienden a los actos exteriores, para poner por obra las las mociones de Dios, y bolvernos despues a unir mas intimamente con el, y a vestirnos de su Deifica sencillas, como dize San Dionis. Las que tocan al movimiento circular, son las que proceden de iluminaciones divinas, recibidas en el acto superior por especies intelectuales, sin figura, ni forma sensible, y son siempre acerca del Criador, y de sus Divinas perfecciones, y como comunicaciones mas perfectas, y de mayor dignidad, perficionan mucho al alma, como declara el mismo Santo en la semejança de Dios para la union Divina, y no la sacan a los actos inferiores, antes la unen mas intimamente con el, y las llama Santo Tomas por excelencia Espejos Divinos, porque cada una dellas es como un espejo, en que se vé una alta semejança de la verdad Divina, o de otra de las perfecciones de Dios, según lo que su Magestad quiere comunicar al que las recibe. Esto, pues, assi tocado en universal destos recibos sobrenaturales, trataremos en particular dallos.
La primera elevación sobrenatural, y propria del movimiento derecho, es la que
nuestra Madre Santa Teresa llama oracion de recogimiento, por estas palabras. Esta oración es un recogimiento, que también
me parece sobrenatural, porque no es esta en escuro, ni cerrar los ojos,
ni consiste en cosa exterior, puesto, que sin quererlo se haze esto de cerrar
los ojos, y desear soleda, y sin artificio parece que el edificio se vá
labrando para la contemplacion; porque estos sentidos, y cosas exteriores,
parece que van perdiendo su derecho, para que el alma vaya cobrando el suyo,
que tenia perdido. Hagamos cuenta, que estos sentidos, y potencias, que ya he
dicho, que son la gente deste castillo, y que viendo su perdición se van ya
acercando a él. Viendo ya el gran Rey, que está en este castillo su buena
voluntad, los quiere tornar a él, y como buen Pastor, con un silvo tan suave,
que casi ellos mismos no lo entienden, haze que conozcan su voz; y tiene tanta fuerça este silvo, que desamparan las cosas exteriores
en que estavan ocupados, y metense en el castillo.
Y no penséis que esto es adquirido por el entendimiento, pensar dentro
de si a Dios, ni con la imaginación, imaginándole en si. Bueno es esto, mas
otra cosa es la que digo, que esto cada uno lo puede haszer, con el favor de
Dios. Mas lo que digo es de diferente manera, que algunas vezes, antes que
comience s pensar en Dios, ya esta gente está en el castillo, que no sé por
donde, ni como oyo el silvo de su Pastor, que no fue por los oidos, que no se
oye nada, mas siéntese notablemente un recogimiento suave en lo interior, como
lo verá quien passa por ello, que yo no lo se declarar mejor.
Parece me que he leído, que es como un herizo, o tortuga, quando se retiran
azia a si: devialo de entender bien quien lo escrivio; mas estos ellos se
entran quando quieren; acá no es en nuestro querer, sino quando Dios quiere
hazemos esta merced, y es gran disposición para poder escuchar, como aconsejan
algunos libros, que procuren no discurrir, sino estarse atentos a ver lo que
obra el Señor en el Alma.
En estas palabras significo nuestra Maestra insigne, a su modo sencillo, con gran propriedad, la substancia della elevación primera de la parte inferior del Alma. Y lo primero en dezir, que este silvo espiritual le da el Pastor Divino, quando vé, que la gente del castillo trabaja por acercarse a el, significo, que el recogimiento adquirido dispone para el infuso. Loqual persuádanlos Autores místicos con un exemple de la experiencia ordinaria. Vemos, dizen, que quando se pone a los ojos del Sol un vidrio concabo, y recogido, y debaxo del alguna materia seca, y acomodava al fuego, se prende presto en ella, por la eficacia de los rayos del Sol, alli recogidos. Y assi también, quando las fuerças sensibles están recogidas, y unidas entre si, con mayor eficacia son embestidas de los rayos del Sol Divino, para prender fuego en el coraçon, y levantarle a Dios, como a esfera deste fuego.
Assimesmo en dezir, que este recogimiento suave no es adquirido por el entendimiento, ni por la imaginación le diferencia del recogimiento, y su avidad adquirida, que procede de la misma operación del entendimiento; porque como a este proposito declara Santo Tomas, a cada cosa es delectable la operación que le es convenientes y como los ojos se deleytan en ver hermosos colores, y los oidos en oir músicas muy concertadas, assi también el entendimiento se deleyta en contemplar la suma verdad, que es su proprio objeto, y en la armonía, y consonancia de las demás verdades que proceden della : la qual suavidad adquiere el entendimiento con su propria operacion ayudada de la gracia ordinaria, como la misma Santa lo declaro con mucha propriedad el cap. I de la morada 4 pero esta otra suavidad, y recogimiento, que llama nuestra Maestra silvo del Pastor Divino, procede del objeto de la misma contemplación, que es Dios, aunque de diferente manera en los aprovechados, que en los principlantes; porque en los aprovechados procede esta suavidad (que San Dionisio llama mantenimiento fuerte, y durable) de la contemplación intelectual de las cosas Divinas, y se recibe en la parte superior del Alma, como en sugeto inmediato de los efectos de la gracia: y quanto el objeto Divino desta contemplación fuere mas amado, tanto será mayor la suavidad que recibirá el alma en contemplarle.
Y porque en los principlantes está aun el amor muy flaco, y tibio, suple la Divina bondad esta flaqueza, comunicandoles esta suavidad por redundancia de la parte superior a la inferior, como en premio, dize Santo Tomas, de que la parte sensible, también a su modo, concurre con la intelectual en el servicio de Dios, sus tentandolos con esta leche espiritual, como a niños en la virtud, para que crezcan en su amor; y assi la llama con este nombre de leche el Apostol san Pablo, y san Dionisio su discípulo, en la declaración deste lugar de su Maestro, la llama Manteamiento liquido, y derramado, conviene a saber, de la parte intelectual a la sensible: Y añade, que con esta suavidad los va como llevando la Divina Sabiduría de la mano, de la multipliciada de las cosas en que se ocupa la meditación, a la contemplación unida, firme, y sencilla de luz de Fè. Assimismo con esto les abre la puerta de su dulce comunicación, que ellos con su diligencia, ayudada de la gracia común, no sabían abrir: Lo qual significo el mismo Señor por San Juan en una de sus revelaciones, quando dixo: Advierte, como he puesto delante de ti la puerta abierta, porque tienes aun poca virtud y deste regalo, que suele hazer nuestro Señor a los nuevos contemplativos, para que no desfallezcan en sus devotos exercicios, tratan largo San Gregorio, y autores mysticos. Pero conviene advertir, que algunas vezes anda la bondad Divina tan larga con ellos, que los prevenie con esta suavidad, como despertandolos a su amor, y comunicación, y entonces no es oración, ni meritoria, hasta que el alma que la recibe la haze acto deliberado, aplicando a Dios el entendimiento, y la voluntad.
A este suavidad espiritual llaman los Autores uno como seminario de la oracion mental, con que el Espíritu Santo previene, y despierta a los contemplativos, particularmente a los que no están aun muy fuertes en su amor, y con este socorro las esfuerça mas en su fin : y por esso dixo Santo Thomas, que era proprio del deleyte perficionar la operación; porque el que se deleyta en lo que obra, con mayor vehemencia insiste en su operación, y con mayor diligencia la procura. Pues con esta suavidad, y leche espiritual, comunicada al apetito sensitivo, que esta en el coraçon corporal, se recogen asía el mismo coraçon todas las fuerças sensibles, y se sunan allí; y el afecto inferior en sintiendo la suavidad del rocio celestial, se abre, y estiende azia lo que goza, para entregarse mas intimamente a su objeto de donde esta suavidad procede, y a su modo, y según su capacidad se aplica, y proporciona con el movimiento intelectual, y no impide, sino antes ayuda al buelo del espíritu a las cosas Divinas. Para el quel efecto dise San Dionisio que se les concede este socorro : y como qualquiera virtud tanto es mas eficaz para obrar, quanto está entre si mas unida, assi también según la mayor union del alma en si misma, podra con mayor facilidad, y duración lebantarse a Dios con los actos superiores desta primera elevación del alma, y de todas sus circunstancias, en que aquí no nos embarazamos mucho, tratan muy a lo largo algunos Maestros mysticos, donde los podra ver quien las quisiere ver mas de proposito.
De esta declaración que haze S. Dionisio a las palabras del Apóstol su Maestro, sacamos una advertencia muy substancial para el buen logro desta suavidad espiritual, que se nos concede en estos recogimientos de la parte sensible, conviene a saber, que es común llamamiento, que haze Dios al alma azia su interior, para que dezando ya de buscarle fuera de si con discurso inquieto en la multiplicidad de las criaturas, y en sus semejanças, le busque dentro de el misma en unidad quieta, y sencilla sobre todas estas semejanzas, como la Fè se lo representa a lo imenso, e incomparable ; porque esta suavidad con que recoge Dios al alma a su interior, es como una voz Divina con que la llama a su intima comunicación, y por esto la llamo silvo nuestra Maestra. Y el mismo nombre le puso la Escritura Sagrada, quando con el dispuso al Profeta Elias nuestro Padre original para esta comunicación intima; y quando Dios la llama tan a lo conocido con voz tan espiritual, y delicada, es necessario que el alma le responda, no a lo sensible, que es lengua getosco para Dios espíritu purissimo, y sencil1issimo, sino también a lo espiritual, y sencillo, a cuyo proposito dize S. Bernardo. Mas le agrada al Esposo que le hablen, y contemplen en espíritu: y por es so, entre las alabanças de la Esposa, señala esta, que en su contemplación tiene los ojos de paloma, conviene a saber, espirituales. Y declarando luego, como en sintiendo el llamamiento del Esposo, le respondió al modo del mismo llamamiento del Esposo, y dize, que se lebanto a contemplarle con ojos sencillos in sublimem mentía verticem; esto es, en lo superior del alma. Esta cortesia, y reverencia del alma en responder a lo espiritual a los llamamientos de Dios, pondero San Gregorio, aunque a otro proposito, con unas palabras muy convenientes, diziendo : Quando la naturaleza incomprehensible habla a la naturaleza invisible, cosa digna es, que nuestro entendimiento, que excede la calidad de las hablas corporales, y sensibles, suspenda las acciones de las potencias inferiores, y se lebante a escuchar a Dios con las espirituales, en los modos sublimes, y menos conocidos de la comunicación intima.
Este modo de escuchar, y hablar a Dios a lo espiritual, en respuesta de sus llamamientos, nos significo el mismo Señor en muchos lugares de las Divinas letras; porque de esta manera dize David que le escuchava, convertido àzia su interior, y bueltas las espaldas a todas las cosas exteriores para recibir en paz sencilla la habla, y operación de Dios en su alma. En esta misma escucha se ponía el Profeta Habacuc, quando dezia : Estaré sobra mi custodia, y assentaré al passo sobre mi munición, y contemplaré para ver lo que me dirán; que fue dezir, que sobre el discurso de la rason, que es la guarda natural del alma, y sobre las semejanzas de la fantasía, que es la depensa, y oficina de las representaciones del conocimiento natural, escucharia lo que Dios le hablara, y allí assentaria su comunicación para los recibos sobrenaturales. Esta misma escucha, y lo cortesía, y reverencia con que nos avemos de disponer para la comunicación intima de Dios, nos enseño nuestro Padre original, quando oyendo la voz Divina en aquel silvo sencillo, y sutilissimo, se cubrió el rostro con la capa, cumpliendo lo que de san Gregorio queda referido, y suspendiendo las acciones de las potencias inferiores, para lebentarse a escuchar a Dios con las superiores, en lo mas sublime espíritu.
Pues como todas las comunicaciones sobrenaturales, que haze Dios en las potencias sensibles, dize San Dionisio, que se ordenan para lebantar el alma de lo conocido, y distinto, a lo no conocido, y sencillo, conviene que para esto mismo se aproveche el alma dellas, y que quando su Magestad la recoge, y habla por medio de esta influencia Divina, dexe el entendimiento todas las representaciones de su proprio conocimiento, en que estuviere ocupado, aunque sea para represantarle a Dios, y procure recorgerse da la multiplicidad inquieta de sus aprehensiones naturales, a la unidad sencilla en escuridad de Fé, adonde le llaman como a Moysen dentro de la nube, que rodeava la cumbre del monte, donde habla a Dios, y no en la luz distinta. Para la qual subida le ayudara la misma influencia Divina, que entonces se le comunica. También se ha de advertir en estas comunicaciones, y recogimientos, que aunque el alma que los recibe estè todavía en estado de meditación, si ellos se continúan algunas vezes, es señal que ya Dios la llama a la contemplación intelectual, y que para esto vá disponiendo las fuerças sensibles con esta suavidad; porque quando ella falte, estén ya acostumbradas, y como domesticadas para recogerse, y unirse entre si cada vez que el alma quisiere contemplar a Dios en unidad sobre toda la inquieta, y dividida multiplicidad.
Esto mismo nos significo la experiencia ilustrada de nuestra Maestra en las palabras referidas en el capitulo passado, quando dixo, hablando deste recogimiento infuso : Parece, que sin artificio se vá ya el edificio labrando para la contemplación; porque estos sentidos, y cosas exteriores parece que van perdiendo de su derecho, porque el alma vaya cobrando el suyo, que tenia perdido. El qual derecho es de poderse recoger a su interior agozar allí del Reyno de Dios, que está dentro de nosotros mismos, como dixo el Salvador. A esto mismo se reduce la tercera señal, y la mas cierta de la saçon del alma, para pastar de la meditación a la contemplación, que nuestro Venerable Padre Fr. Juán de la Cruz puso en el libro de la Subida del Monte Carmelo; porque saborcada ya el alma con el Manjar Divino, que se le comunica en estos recogimientos en unidad de sus fuerças, gusta ya mas de estar en paz, y quietud unida, que de andar en división inquieta, discurriendo por las semejanças de las criaturas, y con esta quietud se dispone para la contemplación infusa, y sobrenatural
También nos enseña nuestra Ilustrada Maestra como nos avemos de aver en estos llamamientos de Dios, para no impedir los favorables efectos dellos, diziendo : Ay personas, y yo he sido una dallas, que está el Señor enterneciéndolas, y dándoles inspiraciones santas, y luz de lo que es todo: y en fin dándoles este Reyno, y poniéndolas es esta oración quieta, y ellas haziendo e sordas, por que son amigas de hablar en la oración, y dezir muchas oraciones muy apriessa, como quien cada dia quiere acabar su tarea. Y aunque como digo, les ponga el Señor su Reyno en las manos, no le admiten, sino que ellas con su rezar, piensan que hazen mejor, y se divierten. Esto no hagáis, hermanas, sino estad con aviso quando el Señor os hiziere esta merced, miard, que perdéis un gran tesoro. Este desorden, que en estas palabras significo nuestra Santa, es tanto mas perjudicial al alma, quanto ella menos lo conoce : y assi es muy reprehendido de los Santos, y Maestros grandes de la Sabiduría mystica, y la desaucian de ser muy enriquecida de dones Divinos, mientras no respondiere promptamente a estos llamamientos interiores de Dios, porque cierta la puerta al bien, quando el Señor se le está comunicando.
A cuyo proposito dize San Lorenço Justiniano, gran Maestro de esta Sabiduría escondida, estas notables palabras : A estas influencias Divinas de luz, o amor, nun ca se ha de resistir, qualquiera cosa útil que entonces se considerare, o se propone de considerar, se ha de dexar para otro tiempo, y con toda alegría de espíritu se ha de sugetar el coraçon a la influencia celestial, y sin resistencia obedecerla, según la comunicación de la gracia; porque repugnar, y no querer rendirse humilmente a Dios, que está llamando, no es otra cosa que secar las avenidas de la grada, è influencia Divina, cerrar en daño suyo, la puerta a la devoción interior, y tras esto llamar fuertemente contra si la ira de Dios: y por esso desia el Profeta: Terrible es Dios al que desecha el espíritu; y por lo mismo desia San Pablo : No querais apagar el espíritu. Todo esto es de este Santo ilustradissimo, donde podemos conocer, quanto se desagrada Dios, que no reciba el alma con obediencia humilde, y quietud sencilla estas visitas, y recogimientos de su Divina influencia, dexando qualquiera otra devosion inquieta, por útil que parezca.
Porque es regla muy assentada de los Maestros sabios en la vida espiritual, que quando el alma está dispuesta para la devoción, y quietud de la oración mental, se han de dezar todos los medios inquietos, con que antes suelen despertarla a ella, lo qual dize Santo Thomas por estas palabras : En la oración que se haze en particular, se usa de la lección, y oración vocal, o de señales, y figuras para despertar la devoción interior, con que el espíritu del que ora se lebante a Dios: Pero solamente se ha de usra de estos medios quanto aprovechan para esta devoción interior, mas si por ellos se distrae el espíritu, o de qualquler manera se impide, no ha de usar satos medios: lo qual particularmente sucede en aquellos, cuyo espíritu, sin estas diligencias esta suficientemente dispuesto para la devoción. Esto dize Santo Thomas; y en nuestro caso no solamente esta el alma dispuesta en e sino con llamamiento sobrenatural de Dios nuestro Señor.
Al mismo proposito dise S. Lorenzo Justiniano estas substanciales palabras: En estando encendido el fuego de la devoción se ha de poner silencio a la boca, y cessar de la oración vocal, para que por un pequeño bieno se pierda un grandissimo. Y mucho se engaña el que siendo favorecido con la suavidad de la influencia Divina, no pone entredicho a la lengua, para que no impida la oración, y huelo del espíritu, sino fuere en aquel tiempo, que por obligación se ha de cumplir con el Oficio Divino. Y tanto tiempo se ha de quietar en este alegre exercicio de amor de Dios, quanto perseverare el afecto de devoción, y todos los medios, aora sean de oración vocal, aora de postraciones, aora de extensión de manos, ù otra qualesquiara, se han de encaminar a que el espíritu sea lebantado a Dios en la oración sin impedimento; porque el fin de la oración es este, que el alma se una con Dios por piadoso afecto de amor, llevando delante la luz del conocimiento Divino; y qualquiera que de otra manera se exerita, o busca otra cosa en la oración, an a en tinieblas, y no sabe azis donde camina. Todo esto es deste Santo.
Finalmente, todo lo que los grandes Maestros de este Sabiduría celestial persuaden a los verdaderos contemplativos, es la quietud, y silencio del espíritu en su propria operación, movida de su luz natural, y propria habilidad, por ser esta la disposición en que ha de recibir la Operación de Dios: Be la qual di ze el Apóstol, que es la que reforma nuestra humildad, a semejanza de la claridad de Christo, y entonces se recibe en el espíritu del contemplativo, quando él se lebanta sobre toda su operación en luz de Fé, y se quieta en ella, como ya lo vimos en otra parte de la doctrina de S. Dionisio. Y assi, todos las vezes que este Sumo teologo nos encamina a la contemplación Divina, lo primero que haze, es disponemos para recibir en ella la operación de Dios, en quietud de todas las de nuestra mocion. Y a esto mismo se encamina aquel callar el entendimiento, y quedar mirando a Dios con los ojos de la Fè, y regal endose con él con los afectos amorosos, que nuestra Maestra aconseja. Y a este callar el entendimiento en sus operaciones naturales, para recibir la de Dios a lo sobrenatural, llama Santo Thomas suspension intencional, donde el verdadero contemplativo aparta la intención de todas las cosas, que proceden de los sentídos, y la aplica toda al conocimiento, y amor de las cosas Divinas, representadas en la Fè. Y añade, que esto es proprio de qualquier verdadero contemplativo amador de Dios; porque como dize San Juán Damasceno, Maestro experimentado de nuestros desiertos antiguos, no se puede llamar oración mental, la que no tiene a Dios por Maestro, y recibe del inmediatamente los efectos de su Divina operación.
Otra utilidad muy importante refiere San Buenaventura, del lebantar el entendimiento a Dios en luz de Fè, en estos recogimientos suaves, que es poner el espíritu en seguridad, contra los engaños del Demonio, lo qual nos intimo por estas palabras: « Pero porque esta abundancia de consuelo, y alegría consiste en cierta dulçura admirable de el coraçon, siempre es mas seguro estar con rezelo: porque el Demonio acostumbra transfigurarse en Angel de luz, y procura algunas vezes al hombre cosas semejantes, no para consolarle, sino para mancharle ocultamente, desvaneciéndolo, para que se ensobervesca, y piense que ya es algo. Por lo qual, con suma diligencia se ha de advertir, que todas las vezes que huviere estos recogimientos dulces, se enderece a Dios la vista de la inteligencia sencilla, para que nuestra voluntad de ninguna manera se aparte del, guiada de esta fuerte del entendimiento: y con esto, si conviniere deleytaraos, lo hagamos con solo Dios; y de esta manera, si esta suavidad fuere de Dios, se hara mas intensa: y si del Demonio, sequitará o por lo menos se disminuirá. » Todo esto es de San Buenaventura y no solo sirve para esta elevación primera, mas también para las demas comunicaciones sobrenaturales, que se reciben en la parte inferior del alma, donde puede alcançar la Operación del Demonio, retirando al espíritu de las oficinas de la imaginacion, y apetito sensitivo, que él tiene muy a la mano, y poniéndolo en el lugar sagrado de los actos superiores del mismo espíritu, donde queda inmediato a Dios. Y este mismo consejo con otros avisos importentes à este proposito dà nuestra Maestra en uno de sus libros.
En otra parte, dándonos doctrina de quan de fassidos avemos de estar de estos sentimientos dulces en la oraclon, para aprovechar mucho en el camino espiritual, dize estas palabras. Haze de notar mucho, y digolo porque lo sé por experiencia, que el alma que en este camino de oración mental comiença a caminar con determinación, y puede acabar consigo de no hazer mucho caso, ni consolarse, ni deconsolárse mucho, porque le falten estos gustos, y ternuras, o porque se los dé el Señor, que tiene andado gran parte del camino y no aya miedo de tomar airàs, aunque mas tropiece, porque va el edificio caminando con firme fundamento. Esto dize nuestra Maestra: y lo mismo nos persuade en sus libros nuestro Venerable Padre Fray Juan de la Cruz: y como al alma desinteresada la multiplica Dios los beneficios, y quan gran estorbo es para volar el espíritu à unirse con el a hazer presa, y propriedad, en ningún sabor, ni gusto de sentido, por espiritual que sea, sino caminar a Dios en; escurldad de Fé, desassido de todos essos sentimientos. Con todo esto, quando Dios favorece a la alma con la comunicación de influencias suaves, no se han de desestimar, sino recibirlas oon humildad agradecida, y aprovecharse dellas para la propria reformación, y caminar en su servicio con fervor alegre, y alentado, que para esso se las dan.
De esta elevación de la parte sensible ay otros grados superiores al passado, y al que se sigue: A este llama nuestra Maestra oración de quietud; porque como procede de mayor abundancia de la comunicación del don de Sabiduría, que San Dionisio llama liquido, y diffusso, y tiene calidad de unir el alma entre si, y lebantar a Dios, y la quieta, y recoge, y la lebanta mas azia su esfera, que en la oración paseada. Este grado describen los Autores mysticos, diziendo, que es un rocio celestial, y consolación interior, de que nace un deleyte casto, con que el coraçon, y todas las fuerças sensibles, y corporales quedan de repente bainadas con tan gran avenida de la Divina suavidad, que le parece al espíritu estar todo rodeado de Divinos, e inefables abraços. De esta elevación trata en muchas partes de sus libros nuestra Madre Santa Teresa con gran propriedad; porque como sus experiencias son procedidas de la Divina Sabiduría, son fidellissimas, y concuerdan nrucho con la doctrina de S. Dionisio, y Santo Tornas en estas comnnicaciociones sobrenaturales, y tuuo particular don de Dios en declararlas.
Dize pues de este grado de oración estas palabras: "Esta oración de quietud es ya cosa sobrenatural, y un ponerse el alma en paz, o ponerla el Señor en su presencia, por mejor dezir, porque todas las potencias se sossiegan. Entiende el alma por una manera muy fuera de entender con los sentidos exteriores, que esta ya junta cabe su Dios, que con poquito mas llegara a estar hecha una cosa con él por union. Es como un amortecimiento interior, y exterior mente, que no querría el hombre exterior (digo el cuerpo) bulliras, sino como quien ha llegado casi al fin del camino, descansa para poder mejor tomar a caminar, que allí se le doblan las fuorças para ello. Siéntele grandissimo deleytes en el cuerpo, y gran satisfacion en el alma, está contenta de solo verse cabe la fuente, que aun sin beber esta ya harta, no le parece ay mas que desear. Las potencias sossegadas, que no querrían bullirse, aunque no están perdidas, porque pueden pensar cabe quien están, que las dos están libres; la voluntad es aquí la cautiva, y si alguna pena puede tener estando assi, es de ver, que ha de tornar a tener libertad.
El entendimiento no querría entender mas de una cosa, ni la memoria ocuparse en mas de una cosa. Aquí ven, que estar sola es necessario, y todas las demas las turban. No querrían, que el cuerpo se meneasso, porque les parece que han de perder aquella paz; y assi no se osian bullir. Dales pona el hablar; en dezir Padre nuestro una vez, se les passa una hora, están tan cerca que se entienden por seña, están en el Palacio cabe su Rey, y ven que les comiença a dar aquí au Reyno. Aquí vienen algunas lagrimas algunas vezes sin pesadumbre, y con mucha suavidad, parece que no están en el mundo, ni le querrían ver, ni oír, sino a su Dios, ni les da pena nada, ni les parece se la ha de dar. En fin lo que dura con la satisfaclon, y deleyte que en si tienen las potencias, están tan embevidas, y absortas, que no se acuerdan que ay mas que desear, sino que de buena gana dirían con S. Pedro: « Hagamos aquí tres moradas. »
En esta descripción, que nuestra Maestra haza sacada de su ilustrada experiencia, veremos reducidas a practica las tres calidades, que S. Dionisio, y Santo Tomas declaran deste mantenimiento espiritual, que procede del don de sabiduría, y se comunica principalmente à la parte superior del alma, como sujeto inmediato de la gracia, y de allí redunda al cuerpo: Conviene a saber, que tiene virtud de unir el alma entre si, y lebantarla a Dios, y hazersele como presente, por ilustración del entendimiento miento. Y como están de tal madera eslabonados entre si los grados de la perfección, que lo supremo de los inferiores tocan los términos de los superiores, y participan dellos; como lo supremo del elemento del aire participa del fuego, y lo supremo del fuego participa del primer cielo: assi esta elevación de la parte sensible participa de la primera de la parte intelectual, que llaman de Mystica Teología, que se exercita en la contemplación sencilla de movimiento circular, donde como en su termino para el movimiento derecho; que es lo que significo aquí nuestra Maestra, en aquellas palabras: como quien ha llegado casi al fin del camino descansa: y quando dize que el entendimiento no querría atender mas que a una cosa, y que echa de ver que esta cabe su Dios, porque esta influencia del don de sabiduría le reduce de la multiplicidad a la unidad, y le pone a Dios como presente en fee ilustrada.
Y aunque estas comunicaciones tan copiosas no las suele hazer nuestro Señor, sino à almas que su Magestad quiere façonar apriesa para los grados superiores de perfección, à que ha determinado 1ebantarlas: con todo esso participa nuestra contemplación ordinaria de este mantenimiento, que cria las almas en la vida espiritual. Porque la iluminación del don de sabiduría, que anda con los auxilios comunes de la gracia: a ninguno de los que están en ella se niega, como ya lo vimos de la doctrina de Santo Tomas, si saben disponerse para recibirla. La qual declaro en otra parte nuestra Maestra quando dixo: Es como una presencia de Dios, que se siente muchas veces, que parece que hallamos con quien hablar, y que entendemos que nos oye. Esto dize nuestra Santa, y la causa de no percibir en la oración esta presencia de Dios ilustrada, es por no quietarse el alma en luz sencilla de fee sobre todos los nublados de las semejanças distintas, que hazen medio entre el entendimiento, y esta divina luz: y le quitan de ser ilustrado della, y passer a saborear la voluntad. Los quales impedimentos quita el auxilio particular en estas otras elevaciones, y pone el alma sencilla, y lebantada a Dios.
Uno de los principales efectos que dexan en el alma estos abundantes recibos de la influencia del don de sabiduría, es destetar de las aprehensiones sensibles, y discursos inquietos de la oración. Porque como esta iluminación la pone en participación de Dios, y de sus divinas perfecciones ensi mismas, según que muy a nuestro proposito lo declaro Santo Tomas, no arrostra ya a las comunicaciones groseras de las cosas criadas, que por medio de sus semejanças le da la meditación, que es como sacar el alma ma de los pechos del Criador, y ponerla a los de las criaturas. Y como ella siente este agravio después que gusto este manjar primero, le da ya en rostro el segundo, como lo declara nuestra Maestra en estas palabras. Ay algunas almas, y son hartas las que lo han tratado commigo, que como el Señor llega a darles cosas sobrenaturales, quedan con esta merced; del Señor de manera, que después no pueden discurrir en los misterios de la Passion, y vida de Chriato, como antes. Y no se que es la causa, mas esto es muy ordinario que queda el entendí : lento mas inhabilitado para la meditación. Creo de ve de ser la causa, que como en la meditación es todo buscar a Dios, como uña ves se halla, y queda el alma acostumbrada por obra de voluntad a tornarle a buscar, no quiere cansarse con el entendimiento. No discurre, ni quiere aquí, porque
como ya hallo a Dios, solo quiere amarle, y no gastar el tiempo en buscarle por vía de meditaciones, y discursos. El bien que se tiene no se busca, sino se amas y assi todo el cuyadado del alma es amar, y no gastar tiempo en discurrir, y buscar, pues hallo ya lo que buscava. Todo esto es de nuestra Santa.
Según la doctrina de todos los Santos, y Maestros Sabios de la Teología mystlca, toda la buena disposición del alma en la contemplación Divina, consiste en saberse quietar en ella, para recibir en si la operación de Dios, que la ha de reformar, como dixo el Apóstol, a semejança de la claridad de Christo. Pero porque en lugar de abrir la puerta a esta operación, no se la cerremos, es necessario advertir qual ha de ser la quietud que disponga el alma para ello; porque otras maneras de quietud ay, que antes la indisponen, y de que avernos de huir. Quando esta quietud procede de influencia Divina sobrenatural de particular auxilio de gracia, como en estas dos elevaciones ya referidas, es cosa tan conocida estar el alma bien ocupada en Dios, que no puede ignorarlo: y por esso no tiene lugar aquella quietud ociosa, de que luego trataremos. Solo se puede temer, lo que ya tocamos de la doctrina de San Buenaventura, que puede ser procedida de suavidad contra hecha del Demonio, para lo qual nos dio allí remedio conveniente.
Quando esta suavidad, y quietud es procurada del Demonio, tiene sus señales. La principal es, que como toda su operación interior en nosotros se estienda a sola la fantasia, y apetito sensible, que está en el coraçon corporal, no inclinara su quietud a elevación de espíritu en recogimiento interior universal, y sencillo, antes sacará el alma de lo universal, è indistinto, a lo particular, y distinto: y de la unidad del acto superior, a la multiplicidad de las oficinas inferiores, adonde él puede estender sus redes, y armar sus laços. Y al contrario sucede en la quietud procedida de Divina influencia, que quando ella abunda, y loa recogimientos son muy infusos, sin diligencia nuestra desnuda el entendimiento de todas las representaciones sensibles, particulares, y distintas, y la pone a vísta de aquel uno, que solo es necessarlo, como lo vimos en el cap. passado: Y quando traxera este sobreferito, é inclinare desta manera el alma, bien puede entender, que semejante mocion es de Dios: porque inclinar al conocimiento, y bien universal, dize Santo Tomas, que es proprio del primer motor, que es Dios. Y al mismo proposito dize San Dionisio, que todas las comunicaciones sobrenaturales, y suavidades sensibles, que Dios concede en las fuerqas inferiores a los nuevos contemplativos, las ordena a llevarlos por estos medios sensibles a las cosas intelectuales, ô insensibles. Y si la suavidad interior no moviere el alma a esto, procure ella ponerse en el lugar sagrado de su seguridad, entrándose en el acto sencillo de Fé, como Moysen dentro de la nube, que rodeava el monte, que recogida allí a la vista de Dios, no puede el Demonio armarle laços, sino arrojándole alguna representación particular de la fantasia, en que vaya su ponçoña, o con que saque a los retretes de la parte sensible, donde el tiene mano.
Otras señales nos dio nuestra Maestra desta quietud, quando es del Demonio, diziendo: Esta oración de quietud se siente, a mi parecer, quando es de espíritu de Dios. Y si es del Demonio, el alma exercitada pareceme que lo entendéra, porque dexa inquietud, y poca humildad, y poco a parejo para los efectos que haze el recogimiento de Dios: no dexa luz en el entendimiento, ni firmeza en la voluntad. Esto dize nuestra Santa. Y assi, quando el alma en estos recogimientos, y sentimientos suaves, después de averse puesto en lugar seguro de la atencion sencilla de Fè, y lebantado con ella el afecto a Dios, sintiere alguna saeta de poca humildad, y propria estimación, que el Demonio arrojo desde la parte inferior, socorrasse en este peligro, poniéndose en conocimiento de su ba xeza, y miseria; pero esto se ha de hazer no saliendo del acto de la contemplación, para discurrir por los pecados de su vida (que esto seria salir del lugar segore a los peligrosos, y cerrar la puerta a los efectos de la operación Divina) sino como lo aconseja la misma Santa con admirable doctrina a este proposito dentro del acto de la contemplación sencilla, y sin perder de vista el blanco principal de alia, que es la Divinidad, donde mirando la grandeza de Dios, verá su baxeza, y contemplando la blancura de la luz eterna, y epejo, sin mancha de su Hijo, y quanto por nosotros se humillo, verá su impureza, y su sobernia.
Otra quietud ay no infusa, sino procurada del alma, para mejor vacar a Dios, a la qual, como ya se toco en otra parte, llama Santo Tomas suspension intencional, a diferencia de la suspension infusa. Y esta es la que sirve a nuestra contemplación ordinaria, y la que comunmente llamamos abstracción, sin la qual no avia disposición proporcionada en el alma, para recibir en si la operación de Dios, y los efectos sobrenaturales della, a que la oración mental debe ordenarse. Y assi la aconsejan, y persuaden a cada passo todos los Santos, y en ella funda San Dionisio el buen logro de la verdadera contemplación Divina; porque como pondero sabiamente San Gregorio, nunca la verdadera contemplación se junto con la inquietud, y de la manera que el ayre ocupado con nubes, nos impidé el calor del Sol, y en la fuente movida no se representa bien la imagen de quien se mira en ella, lo mismo sucede a nuestro entendimiento para la contemplación Divina y sus efectos, si está inquieto, o ocupado con nubes de semejanças distintas, de las quales le desnuda esta suspension intelectual., y le pone a vista de la eternidad, por conformidad de su objeto, para que contemple y ame las cosas Divinas, y eternas, y dexe de amar las temporales, y caducas. Y desta manera de suspension, sin enagenacion de sentidos, declara Santo Toma Tomas lo que el Apóstol dezia: Nuestra conversación es en los Cielos. Y a nuestro proposito el Santo Apóstol, que en esta conversación celestial se perciba la operación de Christo, para que le reformasse a semejança de su claridad; porque aunque el ser substancial del alma está en la union del cuerpo, con todo esso dize el Angélico Doctor se verifica, que en esta contemplación conversa en los cielos, por estar trasladada a ellos por medio de sus nobilissimos actos, para alcançar la perfección ultima, que es su mas noble ser. Y por esso dezia S. Agustin, que el alma, mas estava donde amava, que donde animava.
Y pondera con mucha razón el mismo Angélico Doctor en este lugar la excelencia desta suspension de las cosas que conocemos, para atender a las que en escuridad nos representa la Fé. Pues por aquel tiempo nos haze en cierta manera celestiales, disponiendo el entendimiento y afecto para que no se conforme con las cosas mundanas, y caducas, sino con las celestiales y eternas. Y en otra parte asiade el mismo Santo, que no solo pone el Alma en conformidad de las cosas Divinas, y eternas, sino también en participación dellas en si mismas, y lo prueba con la autoridad de S. Dionisio, y con la regla fixa de la Teología scolastica. Estas utilidades desta suspension intencional de las cosas temporales, para vacar a las eternas, experimento bien nuestra gloriosa Maestra, y con ella dio puerto seguro a tantas tormentas como padeció en aquellas veinte años que dize que no hallo Maestro que la entendiósse. Y por esso nos lo aconseja en el cap. 1s de su vida, diziendo; que acallemos el entendimiento,y el espíritu quede mirando a Dios con los ojos de la Fè, y se le humille, y regale con el en sus afectos; y luego pondera las utilidades que en esta oración hallo su alma. Lo mismo nos aconseja el Espíritu Santo en aquel sueño misterioso de la Esposa, donde ella dormía a todo lo natural, y caduco, para velar a lo sobrenatural, y divino. Porque en este sueño velador están las potencias espirituales empleadas en Dios con sus nobilisiimos actos, y recibiendo del los efectos sobrenaturales de su Divina influencia, aunque el alma no los perciba, por las razones que en otra parte vimos de Santo Tomas, quando no son movidos de auxilios particulares.
Pero demas de estas maneras de quietud en la oración provechosa, ay otra, que naturalmente puede suceder al que sabebuscarla, quando uno, según los sentidos exteriores, è interiores, se desnuda de todos los objetos, y representaciones sensibles, y queda ocioso de toda opeaea donde las fuerças inferiores y superiores, porque este tal alcançara naturalmente descanso, como le alcançan los que duermen, por estar entonces ociosas en ellos todas estas operaciones. Desta quietud natural, y o ciosa, dize un Autor muy experimentado, que no es otra cosa, "sino un ocio floxo, y pereçoso, con que los que están llevados del, quedan desnudos de toda operación, olvidados de Dios, y de si mismos, y de todas las cosas: la qual quietud es del todo contraria a la sobrenatural, que se possee en Dios, o a lo infuso sin diligencia nuestra, como con esta oración de quietud, o con nuestra diligencia, fundada en luz Divina, como en la contemplación sencilla de luz de Fé sobre todos nuestros conocimientos.
Ydiferenciando esta quietud útil de la ociosa, añade: « Porque esta es un amoroso desacimiento del Espíritu Santo, con una vista sencilla ázia la luz inaccessible de Dios. Assimismo la verdadera quietud se busca siempre activamente, con intimo afecto, y deseo, y se halla en la inclinación gozada a Dios, y se possee en la amorosa enagenacion en èl, y alcançada y posseida todavía so busca. Pues esse deseando tanto se aventaja a la quietud natural, quanto el del mismo Dios al de las criaturas. Y de aquí se considera quanto se engañan, los que siguiéndose a si mismos con la intensión, hazen assiento floxamente en la quietud natural, y no buscan a Dios con el deseo, ni se hallan en el amor gozoso; porque esta manera de descanso consiste en un ocio perezoso, y haragan, con lo qual se entregan del todo a aquellos que por naturaleza, y por costumbre están inclinados, y llevados sin exercicio de virtudes, y algunas veses con alguna complacencia de si mismos piensan que son, o que tienen aquello a que nunca llegan: y persuadiéndose a esto, y que to da amorosa conversion, y aplicación, a Dios les es impedimento, hazen con esta quietud assiento en si mismos, con vida contraria a la verdadera quietud, que une al hombre con Dios. » Todas estas son palabras deste Autor, en que muestra prácticamente la útil quietud, y la desaprovechada.
Aesta quietud ociosa, y haragana se le suele juntar una pretensión postilencial, de que Dios lebante al desta manera ocioso a cosas sobrenaturales, que exceden su facultad natural, y modo humano. Lo qual, demas de ser acto de presumpcion sobervia, es también una disposición muy acomodada, para que el Demonio ocupe el alma assi ociosa, y poco humilde, y siempre en ella la mala semilla, que sembrava antiguamente en los Begardos, y Turilupinas, que por este camino fueron engañados con tantos errores, copio descubren algunos Autores mysticos, que escrivieron contra ellos en los tiempos passados ; y en el nuestro se opone también nuestra gloriosa Madre a algunos que los imitavan, contra los quales, y contra su pretensión sobervia, dize estas palabras: Sientende mos que el Rey con quien imos a negociar no nos oye, ni nos vé, no nos hemos de estar hechos bobas, que lo queda harto el alma, quando ha procurado esto, y queda muy mas fria, y por ventura mas inquieta, con la fuerça que se ha hecho a no pensar nada. Las obras interiores son todas suaves, y pacificas, y hazer cosa penosa, antes daña, que aprovecha: y llamo penosa qualquiera fuerça que nos queremos hazer, como seria detener el huelgo. Quando su Magestad quiere que el entendimiento cesse ocúpale por otra manera, y dale una luz en el conocimiento tán sobre la que podemos alcançar, que le haze quedar absorto, y entonces, sin saber como, queda muy mejor enseñado, que no con todas nuestras diligencias. Pues Dios nos dio las potencias, para que con ellas trabajemos, no ay para que las encantar, sino dexarlas hazer su oficio, hasta que Dios las ponga en otro mayor. Como está olvidado de si, el que con mucho cuidado no se ssava rebullir, ni dexa a su entendimiento y deseos, que se bullan, o desear la mayor gloria de Dios, ni que se huelgue de la que tiene. Todas estas son palabras de nuestra Maestra, donde claramente se vé, que habla con los desta manera ociosos, sin acto de entendimiento, ni voluntad, y que de proposito procuran enagenar las potencias, que ella aqui llama encartarlas, sin dexar al entendimiento que atienda a su objeto, que es Dios suma verdad; ni a la voluntad que se estienda al suyo, que es el sumo bien, ni aun con los deseos, que es el acto de la voluntad, que nunca ha de faltar en la oración, como veremos en el capitulo siguiente. Y todas las vezes que nuestra Santa avisa a los contemplativos, que no se lebanten, sino los levantaren: entiende de estos sobervios pretensores, contra los quales hizo Santo Tomas un particular articulo, descubriendo su desvanecido desorden; y siendo este tan conocido, da que considerar, que algunos que presumen de muy Escolásticos esten tan ignorantes de la verdadera contemplación, enseñada por la Sabiduría Divina humanada, predicada por sus Apostoles, y ejercitada por todos los grandes Santos, y lumbreras de la Iglesia, que comparen el acto proprio de ella (que es la vista sencilla de la suma verdad) con esta quietud ociosa y haragana, que no esta ocupada en Dios con acto alguno (aviendo entre la una y otra quietud la diferencia que entre los Angeles a quien los verdaderos contemplativos imitan) a las bestias, que en total ociosidad buscan su descanso
Las calidades que ha de tener nuestra quietud, y disposición atenta para recibir en la oración la divina iluminación y influencia, y los efectos sobrenaturales della, nos las dixo ya en otra parte San Dionisio, conviene a saber : Lo primero, que el entendimiento engolfado, en Dios, como le es possible, con la luz de la Fé, no quiera lebantarse a mas de lo que la iluminación divina, según la dispensación de la sabiduría de Dios, le concediere, porque aspirar a mas, es presuscion sobervia. Lo segundo, que el enetendimiento permanezca lebantado, y firme en el conocimiento de Fé, sobre los demas conocimientos, a vista del rayo divino, que sobre todos resplandece y no se dexe caer à los actos inferiores. Lo tercero, que al conocimiento acompañe el afecto, procurando amar la voluntad, lo que el entendímiento le dà a conocer. Y declara Santo Tomas, que no estè caida, y iloxa, sino lebantada con alas espirituales, aspirando con reverencia santa a unirse con Dios, no conocido mas que por fee. Por que esta pretensión de la voluntad no es sobervia guiada de la fee, sino querer el entendimiento sobre su modo humano aspirar a excessos de espíritu, no proporcionados con su caudal natural, contra lo que Dios tiene assentado en las cosas que la operación se conmensure con la virtud del que obra.
Guardando pues estas tres calidades, que ha de tener nuestra quietud en la contemplación, nos certifica San Dionisio, de parte de la suma bondad, sumamente comunicativa de si misma, que recibirá siempre el alma desta manera dispuesta iluminación, y semejança del sumo bien, aunque no lo perciba. Porque aunque su Magestad algunas vezes sale de las reglas ordinarias, comunicándose a lo conocido, y con mayor abundancia a algunas almas: el camino ordinario es el que dize San Buenaventura en estas palabras: Unos son favorecidos en la oración con sentimientos dulces de la influencia divina, para que se den priesa en el camino de la virtud: y otros van creciendo a lo secreto al modo de los arboles, y aun que estos no son recreados con grandes sentimientos de suavidad, cada dia se ván perficionando, y haziendose mayores acerca de Dios, y dan fructo como de suyo, esto es, obrando con los hábitos de las virtudes, que ván creciendo, aunque no sienten el socorro de particular fervor, y sua vidad en las potencias, con que suele nuestro Señor esforçar la operación de los flacos.
Para esta diferencia nos devemos acordar de lo que en otro lugar nos dixo Santo Tomas, que los efectos de la divina gracia recibidos en el alma, unas vezes se aplican a la essencia della para perficionarla en el ser espiritual, y semejança divina. Y entonces como la fruición no está en la essencia, sino en las potencias, no se percibe el augmento de perfección, aunque le recibe: pues quanto mas se perficionare la essencia, con la gracia, tanto mas se perficionáran también las potencias en los hábitos de las virtudes infusas, que proceden della, según la doctrina del mismo Santo, de la manera que quanto mayor claridad recibe en si el cuerpo luminoso, tanto mas resplandecen los rayos que salen del, pero otras vezes se aplican los efectos de la gracia, à perficionar la operación do la misma alma y como entonces se reciben estos efectos en las potencias, percíbese en ellas la suavidad, y fervor de la comunicación divina, aunque el aumento de perfección no aya sido tan grande, como el que se recibe a lo callado en la essencia. Y como este modo es mas favorable para nuestra humildad, assi es mas ordinario en los contemplativos, acomodando nuestro Señor su comunicación y divina influencia, como a cada uno estè mejor. Y por esso San Bernardo nos amonesta que la liberalidad que nuestro Señor uso con algunos contemplativos, no ha de lebantar nuestros pensamientos a querer que se haga lo mismo con nosotros, sino tenernos por indignos destos favores.
El desorden que reprehende nuestra Maestra, y la substancia de la verdadera quietud en la contemplación, quedara mas entendida con lo que dize Santo Tomas, que ay dos maneras de quietud: Una de deseo, y esta es propria de nuestra contemplación en el destierro, don de caminamos al sumo bien, que no posseemos aun sino con la esperanza: por lo qual aunque mas elevada, y goçosa sea nuestra contemplación, siempre la quietud della anda acompañada de deseo, estendiendose la voluntad con inclinación sedienta à unirse perfectamente con el sumo bien. A la segunda manera de quietud llama este Santo, quietud de movimiento, y esta es muy propria de los Bienaventurados de la Patria, que como ya están en el termino de la Bienaventurança cumplida, y llenos todos los inmensos senos de su deseo con la perfecta possession del sumo bien, descansan en él; y quietase el deseo no teniendo ya que caminar, ni otro bien a que entender. De aqui se conoce el desatino de estos ociosos haraganes, que pretenden en el destierro, lo que es proprio de la Patria, poniéndose en la oración sin ordenar a Dios su deseo con reverencia santa. Y de esto se les seguirá, que no participarán de la contemplación del destierro, y menos de la de la Patria, y solo que darán dispuestos para los engaños del Demonio. Por esto dixo con gran propriedad aquel Autor experimentado de la verdadera quietud, que alcançada, y posseida todavía se busca, porque siempre el deseo está aspirando a unirse mas intimamente con Dios.
Este movimiento del deseo en la quietud de la oración ha de ser diferente, quando la voluntad ayuda con su moción a la Divina, según se toco en otra parte, que quando Dios la mueve muy a lo infuso, y sin diligencia suya, porque quando la mocion Divina es esforçada, no ha menester entonces el socorro de la propria operación activa, antes le impedirá la total quietud, con que ha de recibir el alma esta operación Divina, como nos lo advirtió un Doctor muy docto por estas palabras: Quando el alma es movida del Espíritu Santo en la contemplación altissima, no ha de mezclar cosa alguna de su propria acción, sino seguir el goviemo del Espíritu Santo, cooperando con él en quietud. Esto dize este Autor. Y es señal deste impedimento la repugnancia que el alma siente de hazer este esfuerço activo, porque el que recibe a lo infuso en quietud passiva, 1e es tanto mas provechoso que el suyo, quanto la operación de Dios de mayor perfeccion al alma, que le suya propria. Quando sintiera esta repugnancia del alma, que se quiere estar en quietud pacifica, no la perturbe en su paz, sino contentase con assistir a Dios con una atención sencilla y amorosa, según el consejo de experiencia ilustrada de nuestro Venerable Padre Fr. Juán de la Cruz.
De dos maneras dize Santo Tomas que suele Dios mover las almas a su jtistificacion y perfección. Una común y ordinaria, para que el alma se estienda a Dios primero con operación imperfecta, y con ella vaya caminando con nuevos aumentos a la operación perfecta: porque como dize S. Agustín, la caridad començada, merece que se aumente; y la aumentada, que se perficione, y desta manera camina el alma del estado imperfecto al perfecto, no en un instante, sino a su modo, y poco a poco haziendose el hombre coadjutor de Dios, para executar con cuidado y esfuerço las mociones è inspiraciones interiores: y los que desta manera las logran siempre se van mejorando y recibiendo de Dios nuevo caudal para su perfección. Pero si el desta manera movido, en saliendo de la oración dexa de poner por obra el buen deseo que alli le dieron, malogra la mocion Divina, y es semejante al siervo perezoso, que en lugar de negociar con el talento que avia recibido de su Señor, le enterro, y se quedo mano sobre mano. Lo qual sucede a muchas personas llenas de buenos deseos, è inspiraciones de Dios, sin acabar nunca de ponerlas por obra. A los quales amenaça la justa sentencia, que aqui decreto el Salvador, que les quitará el caudal que les avia dado para negociar, y le dará al que cuidadosamente negocio con el suyo.
La otra manera de obrar Dios en las almas es mas rara y eficaz, y pertenece a los auxilios particulares, y entonces no espera la operación Divina las tardas disposiciones del movido, sino que andan juntas la mocion y la operación, y el llamamiento, y la execucion dél, disponiendo la materia, y juntamente introduciendo la forma de manera, que dexa luego en el movido algún aumento de perfección. Desta manera de obrar Dios en las almas tan a lo sobrenatural, ay muchos grados en los contemplativos, que Dios quiere aventajar mucho, y uno de los primeros es este de tan copiosa elevación de la parte sensible, y assi dexa luego gran mejoría en el alma, assi en la moderación de las passiones que residen en el afecto interior, como también en la parte espiritual, por dos caminos. El primero, quanto a las imperfecciones que del desorden de la parte inferior resultavan en la superior, porque como declara Santo Tomas, en aviendo alguna mudança de mejoría en la parte sensible, al mismo instante resulta alguna perfección en la parte intelectiva, quanto a los hábitos adquirídos. Lo secundo, como esta influencia Divina se recibe primero en la parte superior, como sugero inmediato de la gracia aumenta en ella también los habitos de las virtudes infusas, y assi en entrambas partes queda mejorada.
Esta mejora sentía luego nuestra Ilustrissima Maestra, después destos abundantes recibos de la Divina influencia, y, nos da noticia dello en muchos lugares de sus libros tratando desta oración de quietud, en uno de los quales dise assi: Es oración esta de grandes bienes y mercedes que el Señor da. Aqui haze crecer las virtudes mucho mas sin comparación, que en la oración de recogimiento, porque ya vá subiendo el alma de su miseria, y se le dá un poco de noticia de los gustos de la gloria: esto creo la haze mas crecer. Y también llegar mas cerca de la verdadera virtud, de donde todas las virtudes vienen, que es Dios, porque comiença su Magestad a comunicarse a esta alma, y quiere que sienta ella como se le comunica. Comiença luego en llegando aqui a perder la codicia de lo de acá, y pocas gracias, porque vé claro, que un momento de aquel gusto no se puede hazer acá, ni ay riquezas, ni señoríos, ni honoras, ni deleytes, que basten a dar un cerrar, y abrir de ojos deste contentamiento, porque és verdadero, y contento que se vé que nos contenta: porque los de acá por maravilla me parece entendemos adonde está este contento, porque nunca falta un si, no. Acá todo es si en aquel tiempo, èl no, viene después por ver que se acabo, y que no se puede tornar a cobrar, ni sabe como: porque si se haze pedaços a penitencias, y todas las demas cosas, si el Señor no le quiere dar, aprovecha poco.
En otro lugar, tratan do la misma Santa desta oración, añade: Esta oración es una centellita que comiença el Señor a encender en el alma de verdadero amor suyo, y quiere, que el alma va ya entendiendo que cosa es este amor con regalo, pues esta centellita puesta por Dios, por pequeña que es, haze mucho ruido, y sino la matan por su culpa, esta es la que comiença a encender el gran fuego que echa llamadas de si (como diré en su lugar) del grandissime amor de Dios, que haze su Magestad tengan las almas perfectas. Es esta cente la una señal, o prenda, que dá Dios a esta alma de que la escoge ya para cosas grandes; si ella se apareja para recibirlas, es gran don, mucho mas de lo que yo podrá dezir. Todas estas son palabras de nuestra Maestra, y con mucha propriedad dize; que esta centellita es la que haze encender el gran fuego del amor de Dios, en que arden las almas perfectas; porque es comunicación del don de Sabiduría, según lo vimos ya de la doctrina de San Dionisio. Y como este Divino don, según dize Santo Thomas, es una semejança participada de Dios, và desnudando con su influencia al alma de todas sus desemejanças, y vistiéndola de la semejança de Dios, y particularmente de las rayzes del amor proprio, para arraigar en ella el de Dios, y por esto dixo el libro de la Sabiduría; que por ella eran curadas nuestras dolencias.
Esto mismo nos significo San Dionisio en pocas palabras, diziendo: El recibo de la sabiduría en el alma, es purgación, iluminación, y perfección. Y assi, quanto mas copioso fuere el recibo, tanto mas eficazmente se obraran en el alma estos efectos. Al mismo proposito dize San Lorenço Iustiniano: « En la iluminación de la Divina Sabiduría, y resplandor del Verbo Eterno, se reforma la hermosura del alma, y se conforma con la misma Sabiduría para unirse con la hermosura increada. Y tanto mas perfecta menée se reforma la imagen de Dios, que está en el alma en esta luz de la Divina Sabiduría, quanto con mayor abundancia se le comunica, quanto ella halla mas dispuesta el alma para recibirla. » Esto dlze este gran Maestro desta Sabiduria escondida. Y esta disposición que aqui pide para este recibo Divino en abundancia, es por el camino ordinario, y sin privilegios, que el alma se proporcione con esta Divina influencia. Y como dize el mismo libro de la Sabiduría, es una sencilla emanación de la claridad de Dios, que también el alma se ponga sencilla, y en luz de Dios, que es la de Fé sobre todas las demas luzes, y conocimientos, como ya se dixo en su lugar.
De todo lo dicho, y de la experiencia común se conoce, que hasta que nuestra contemplación llega a gustar el sabor de Dios, y de sus Divinas perfecciones, y a participar de los dulcissimos efectos desta influencia del don de Sabíduria, no son grandes los aumentos de perfección que introduce en el alma, aunque mas largo tiempo ella gaste en el exercicio devoto de sus proprias luzes. Pero en quanto a gustar estos Divinos efectos, comiença también a dexar el pelo malo, y la cobardía y floxedad con que antes andava en el servicio de nuestro Señor, y en el exercicio de las virtudes, y serviste de fervor, y aliento esforçado contra las dificultades de la vida espiritual, que antes tenia, y se và mejorando en ella muy apriessa. Por lo qual, despues de aver tratado S. Dionisio de la influencia, y substancia deste don Divino, declarando al Apostol su Maestro, añade, que sus comunicaciones, y rocios Divinos se comparan al agua, a la leche, a la miel, y al vino, por la semejança que tienen sus efectos espirituales con los materiales destas cosas, conviene a saber, de virtud generativa, como en el agua; aumentativa, como en la leche;confortativa, como en el vino; y purificativa, y juntamente conservativa, como en la miel; Y que con estos efectos và llevando las almas por el camino espiritual desde la niñez a la edad perfecta: y remato estas alabanças desta Divina influencia, que se comunica con largueza a los que se llegan convenientemente a recibirla.
Esta convenienjcia es la proporción del alma con esta Divina influencia, que ya se toco. Y en estos recogimientos privilegiados, donde abunda esta comunicación suave, y dónde el alma ha de cooperar con Dios, y a justarse obediencialmente en él, conviene, que de ninguna manera haga assiento en la parte sensible con ningún acto suyo, por excelente que sea, sino que con vista sencilla se ponga en atención de la suma bondad, cuyos favorables efectos está recibiendo, assi para la decencia proporcionada con que los ha de recibir, como también para desfrutar substancialmente la utilidad dellos, porque como prueba Santo Thomas, las potencias sensibles y materiales no tienen operación acerca del sumo bien, y ultimo fin, ni pueden exercitar acto de caridad: y assi es menester, que la atención, è intención del animo, salga de la esfera sensible a la espiritual, donde está la fuente original desta Divina influencia. Y exercitandose la caridad en su proprio sugeto, que es la voluntad, se aumente su habito, y con los demás de las virtudes infusas: y si se contentasse con solo aplicar la intención a gozar esta suavidad, avria poca diferencia della a otro qualquier gusto indiferente, que el natural quisiesse desfrutar.
A este modo de oración de quietud, que ya queda declarada, toca también un recogimiento infuso, quieto, y mas durable, de que nuestra Maestra haze memoria por estas palabras: « Algunas vezes en esta oración de quietud haze Nuestro Señor otra merced bien dificultosa de entender, sino ay gran experiencia, mas si ay alguna, luego la entendereis los que la tuvieredes, y daros ha mucha consolación saber la que es. Y creo que muchas vezes haze Dios esta consolacion, junto con estotra, quando es grande, y por mucho tiempo esta quietud. Parecerne a mi, que si la voluntad no estuviesse assida a algo, no podría durar tanto en aquella paz porque acaece andar un dia, o dos, que nos vemos en esta satisfacion, y no nos entendemos (digo los que la tienen) y verdaderamente ven que no están enteros en lo que hazen, sino que les falta lo mejor, que es la voluntad, que a mi parecer esta unida con Dios, y dexa las otras potencias libres para que entiendan en cosas de su servicio; y para esto tienen entonces mucha mas habilidad: pero para tratar cosas del mundo, están torpes, y como embovados: a vezes es gran merced esta, a quien el Señor la haze. Porque vida activa, y contemplativa están juntas, y de todo se sirve entonces el Señor; porque la voluntad esta en su obra, sin saber como obra: y en su contemplación las otras dos potencias sirven en lo que Marta: assi que ella, y Maria andan juntas; yo sé de persona que la ponia aqui el Señor muchas vezes, y no se sabia entender, y preguntólo a un gran contemplativo, y dixo: que era muy possible, y que à él le acaéda assi, que pienso que pues el alma está tan satisfecha en esta oración de quietud, que lo mas continuo deve estar unida la potencia de la voluntad, con el que solo puede satisfacerla. »
Todas estas son palabras de nuestra Santa, y deste recogimiento interior, en tre los exercicios de las obras exteriores por largo tiempo hallamos también noticia en otros Autores mysticos experimentados, aunque no carecede dificultad entre los Scholasticos. Y de tal manera se engolfa el entendimiento en las cosas exteriores, que no atiende al objecto interior de la oración, de donde procede este gustoso sentimiento del afecto. Pero porque las experiencias de nuestra ilustrada Maestra son fidelissimas, assi en la sabiduría mystica como en la scholastica, diremos lo que acerca desta orado tan continuada, hallamos en los buenos Autores, para lo qual se ha de saber, que de tres maneras de elevación del afecto nos dan noticia, en que andan juntas Marta, y Maria en tres estados de Contemplativos. La primera, començando por lo mas perfecto, es de los que están en union transformada en Dios, en los quales por particular privilegio sobre natural assiste a Dios, la parte superior del alma, y la inferior se ocupa en las cosas exteriores, y actos humanos, y se exercitan la vida activa, y contemplativa juntamente, al modo que las exercitava Adan en el primer estado; cuya pureça, è innocencia imitan estas almas; y como son tan pocas las que llegan a este feliz estado, assi es cosa muy rara esta junta de acción, y contemplación en un mismo tiempo, de la qual avemos de tratar de proposito adelante, declarando este privilegio, de que goço nuestra Madre Santa Teresa en este estado, como ella refiere.
La segunda elevación continuada del afecto en Dios, entre las ocupáciones exteriores, es un aliento, y esfuerço alegre de la voluntad, que da el Espíritu Santo algunas vezes à los Contemplativos, desterados de las representaciones, y jugos sensibles, como por disposición para los aumentos de caridad, y en tanto suele ser mas alentada, quanto el aumento de caridad ha de ser mayor. Y deste auxilio preparatorio declaro Santo Tomas aquellas palabras del Salvador, quando en el repartimiento de los talentos dixo, que los avia repartido à cada uno, según su propria virtud, dándoles primero la disposición de la gracia venidera, y de aqui se verá quan gran beneficio es de Dios este aliento, pues según la extensión del, se dá la gracia. Y también la diferencia que ay de hazer las obras del servicio de nuestro Señor con voluntad fervorosa y alentada, o con floxedad y tibieça para los aumentos de perfección.
Pero aunque este aliento sobrenatural es tan favorable al exercicio de entrambas vidas, activa, y contemplativa, no están con él las potencias superiores assistentes siempre a Dios, como en la union transformada, ni siente el contemplativo aquella maravillosa division entre alma y espiritu, que tan altamente pondero el Venerable Hugo de S. Victor, que siendo una misma essencia indivisible y sencillissima, estuviesse como divida en dos operaciones. Una superior, assistiendo a Dios con Maria: y otra inferior, administrando con Marta. Con todo esso, como la voluntad con este fervor segundo está tan llevada a Dios, tiene la intención (que es acto suyo, y se puede estender a muchas cosas juntas) inclinada continuamente a su fin, que es Dios, y también a los medios con que se camina a él, y entonces ay mas facilidad que en otro tiempo, para aplicar de quando en quando la atención del entendimiento de las cosas exteriores a las interiores. Y quando las cosas son tan ordenadas entre si, que la una operación es regla y razón de la otra, no solo no se impiden, sino antes se ayudan: y desta suerte andan en las obras exteriores los desta manera favorecidos, con el aliento interior que las obras por Dios, de quien son movidos. Y como este fervor es disposición para los aumentos de caridad, o procede della, siempre que él se aumenta, se aumenta assimismo la caridad, como lo prueba Santo Thomas.
La tercera manera de elevación continuada del afecto en Dios entre las obras de la vida activa, parece que es la que aqui describe nuestra Maestra, que es un sentimiento dulce del apetito sensitivo, con que las fuerças inferiores se recogen azia el coraçon, el qual puede proceder de muchos principios, y de algunos hazemos aquí memoria. Puede proceder lo primero de la intención del acto de la voluntad, porque quando el afecto superior se mueve a Dios intensamente, síguese en las fuerças sensibles, como de cielo superior, en los inferiores cierta impression gustosa, según la qual son movidas a estenderse, y obedecerá su modo al amor Divino, para lo qual se unen, y recogen azia su interior, que es el coraçon.
Lo segundo, puede proceder esto por impression del Angel bueno, como lo declaro Santo Thomas en estas palabras : Todas las vezes que un Agente imprime una fuerte impression, queda por algún tiempo aquella impression en el paciente, aunque esté ausente el que la hizo, como se vé en los movimientos violentos: y assi, por uña acción del Angel en el hombre, puede recibir una buena disposición, que permanezcar en él por algún tiempo, como se experimenta quando alguno tuvo una vez oración devota, que de aqui queda por muchos dias mas devoto. Según lo qual, aunque el Angel de nuestra guarda no esté presente siempre (porque algunas vezes está en el cielo Empíreo) puede guardar al que tiene a cargo, en quanto su efecto dura después de su acción. Todas estas son palabras deste Santo; y en otras partes de sus libros llama a este efecto durable, que queda en el alma después de la mocion del agente superior, o devoción fervorosa, cierta habilidad para ser otra vez mas fácilmente movida, como la vela recien muerta, que todavía está humeando, que apenas ha llegado a la lumbre, quando buelve a encenderse.
Lo tercero, puede proceder esta moción continuada del afecto de la influencia del don de Sabiduría, que llama San Dionisio, como ya vemos, liquida, y difusiva, que se comunica a los nuevos con templativos a lo sensible, para esforçar su flaqueza, y de una vez que se comunica con abundancia, queda por mucho tiempo façonado y recogido el apetito sensitivo, para servir a los actos devotos de la parte superior: y desta mocion parece que se han de entender las palabras referidas de nuestra Maestra, como ella lo significo en dezir, que procede de la oración de quietud. Y llama union de la voluntad esta union de las fuerças sensibles en el afecto inferior, como quando en la Escritura significan por el coraçon la voluntad.
Pero hase de advertir en todos estos recogimientos de fervor sensible, lo que dize Santo Thomas, que este fervor quanto es de su parte, no basta para el aumento de la caridad, sino se le llega algún acto de la parte superior, que le haga meritorio, y assi es necessario renovarle de quando en quando con lebantar el espíritu a Dios; porque de otra manera, ni seria oración, ni meritorio, sin ácto deliberado de la voluntad, sino vina extension del apetito sensitivo a un objeto gustoso, que puede deleytar al sentido, como nos lo advierte un Autor Escolástico muy docto. Y para esta elevación del espiritu a Dios son estos recogimientos infusos de la parte sensible muy utiles, porque con ellos es ayudada el alma con causa sobrenatural, y obra en virtud de la mocion Divina, según nos lo declaro Santo Thomas a este proposito. Y como el navio que navega con viento favorable se acerco mas azia el puerto en una hora, que en muchos dias de dias de viento contrario, lo mismo sucederá a los que desta manera son ayudados si saben negociar con el socorro.
La elevación superior de la parte sensible, que hallamos en los Autores mysticos, es la que llaman embriaguez espiritual, procedida de recibo muy copioso de la influencia del don de sabiduría, que San Dionisio llama difusiva. La razón de darle este nombre de embriaguez, declarólo luego este Santo, diziendo; que assi como de la mucha abundancia del vino material procede la embriaguez corporal, que enagena de los sentidos al desta manera embriagado, assi con la mucha abundancia del vino espiritual, que el Espíritu Santo por medio de sus dones comunica a algunas almas contemplativas, se causa en ellas una Divina embriaguez, que poniéndola en un feliz olvido de las cosas de la tierra, las lebanta al amor de las celestiales, de que les dan sabor en esta comunicación Divina. Este mismo nombre le da el Esposo Celestial en el libro de los Cantaes, quando combida con este vino a sus amadores, diziendo: Bebed amigos, y embriagaos carissimos, porque a unos se dá agustar este vino, y a otros se les concede en abundancia hasta embriagarlos, según la dispensación Divina.
Esta embriaguez es de dos maneras, y pertenece a dos estados, muy diferente te el uno del otro. La primera procede desta influencia difusiva, comunicada a los que todavía están en estado imperfecto, y en arrimos sensibles para llegar los mas a Dios por este medio, y sacarlos de la edad de ñiños a la de hombres, porque como ya vimos en otra parte de la doctrina de San Dionisio, todas estas comunicaciones sensibles las comunica Dios a los contemplativos, para lebantarlos a su modo imperfecto de las cosas materiales a las espirituales, y de las comunicaciones distintas a las sencillas.
La segunda embriaguez es mas espiritual, de la qual se haze mención en el mismo libro de los Cantares, quando dize : Bebi vino con mi leche, porque en ella vá mezclado el manjar solido con el difusivo, que el Apostol llamo leche de niños en la vida espiritual, y se comunica a los mas aprovechados, como en su lugar verèmos.
Destas dos maneras de embriaguez, la primera es de que aora tratamos, la qual describen los Autores mysticos desta manera. Esta embriaguez espiritual. es el movimiento mas copioso del sabor afectivo, y deleyte interior del coraçon, que el mismo coraçon podia desear, y aun mas de lo que podia dixerir, con el qual es inflamado tan fuertemente de un estimulo grande de amor Divino, y dilatado de tal manera en si mismo, que le parece muy angosto el pecho, y que no cabe dentro del, y por esto le sea necessario salir afuera impetuosamente la abundancia del espíritu con un valor violento, y tan esforçado, que aunque no quiera le haze manifestar con señales exteriores la llama del amor vehemente con la gran abundancia del deleyte, porque su impetu violento conmueve a todo el hombre, è infundido en los coraçones no experimentados, ni exercitados, no se puede al principio reprimir, sin salir a lo exterior con acciones desacostumbradas, assi como el vino nuevo hierve al principio, y después de algún tiempo dexa de hervir y sosiega, y esta es la vida mas subtiliçada que podemos recibir, según las fuerças inferiores del alma, recogida en la virtud del coraçon. Pero esta aun es embriaguez grosera, como si un rustico, que no está acostumbrado a beber vino, se embriagaze con el: la qual a los muy principlantes en la vida espiritual, la suele el Señor comunicar algunas vezes, para llegarlos mas a si, y apartarlos del mundo, y de sus consolaciones, y deleytes.
Desta manera nos dan noticia experimental estos Autores de esta mayor elevación, y embriaguez de la parte sensible, y deste genero parece que era aquella devoción de Ana madre de Samuel, quando orava en el Templo: con la qual socorrio Nuestro Señor su aflicción, tan a lo sensible, y ablandante, que el Sacerdote Heli pensó que estava embriagada de vino. Algunas vezes viene esta embriaguez espiritual en los nuevos, no de muy abundante comunicación divina, sino de corta capacidad de espíritu. Porque de la manera que el que no está acostumbrado a beber vino, o tiene el celebro flaco, con poco que beba se embriaga. Assi también el poco acostumbrado a los recibos de este vino espiritual, o que tiene muy estrecha la capacidad donde hade recibirle, con pequeño recibo del queda embriagado, y menos señor de si, y de sus acostumbras operaciones. Y para que esta corta capacidad se ensanche, puede ser buen medio estender sin limite, ni medida las velas del conocimiento, por lo sencillo, y espiritual de Fé, azia la inmensidad de la divina grandeça, que ella representa, para que se ensanchen también las del afecto. Porque, como dize el Venerable Ricardo de S. Victor, por el acto supremo del entendimiento, que llaman inteligencia, se abren, y ensanchan inmensamente los senos del alma: y la luz divina, que con este acto entra en ella, dize un doctissi mo Doctor expositor de San Dionisio, que se dilata, y desarruga el espíritu que con el conocimiento, y amor de lo sensible estrava estrecho, y como arrugado. Y acerca de lo mismo da provechosa doctrina nuestra Maestra Santa Teresa, para que estos impetus de amor sensible se arrojen ázia lo interior del alma vitando con esto las muestras exteriores.
Esta embriaguez haze en los nuevos contemplativos, y mucho mas en los aprovechados, los tres efectos que resiere Santo Tomas de la embriaguez corporal. El primero, comunicar mucho calor. El segundo, poca consideración. Y el tercero, multiplicación de espíritus vitales, porque otros semejantes se hallan esplritualmente en los que son favorecidos con abundancia deste vino celestial. Causa lo primero, mucho calor de amor de Dios, como poco ha lo vimos en la descripción de aquellos Autores experimentados. Causa lo segundo, poca consideración, porque como pone al alma en exercicio de amor, le quita todos los conocimientos aprehensivos, que le pueden estorbar este exercicio afectivo, como en otra parte nos lo declaro un Autor sabio muy experimentado. Lo tercero multiplica los espíritus vitales, aumentando es esfuerço, y virtud de las fuerças espirituales, para caminar con aliento por el camino de la perfección, sin el temor de las dificultades, que antes le acorbardavan. Y por este efeçto dize San Lorenço Iustiniano, que el don de sabiduría es un gusto divino acomodado al alma, para perficionar en ella la Fè, esforçar la esperança, è infundirle tan gran vigor, que no tema morir por Dios, quando convenga. Del qual esfuerço se ha de tratar mas de proposito en la otra embriaguez mas espiritual, para quando guardamos la noticia experimental, que nos dan della San Buenaventura, y nuestra Madre Santa Teresa, porque mezclan la de la parte sensible, con la de la parte espiritual.
En estos exercicios de la influencia difusiva, que se estiende a la parte sensible, se ha de tomar el exercicio de ella con moderación, porque como es comunicación dulce, y el eoracon humano amigo de deleyte, suelese cebar demasiadámente en ella, y continuar la operacion afectiva con mas esfuerço, y par mas tiempo de lo que la naturaleza corporal puede sufrir, como lo significo Santo Tomas en estas palabras. El hombre grandemente se mejora, y perficiona con el amor de Dios: pero esto quanto a lo que es formal en el que es de parte del apetito, mas quanto a lo que es material en la passion del amor, que es alguna inmutación corporal, succédé que el amor sea lascivo, y dañoso al que ama por el excesso de la inmutación, como acaece en el sentido, y en todo acto de virtud del anima, que se exercita per alguna inmutacion del organo corporal. En estas palabras dá el Angélico Doctor dos raçones: porque el afecto suave exercitado en la parte sensible, causa lesión en la naturaleza, aunque por ser comunicación espiritual perficiona el apetito. La una porque se exercita en el organo corporal, que es el coraçon: y la otra , porque se exercita con movimiento no sencillo, como en la voluntad, sino de transmutación corporal, según se declaro en otra parte. Por lo qual como qualquiera deleyte exercitado en los órganos corporales ha de ser moderado por el juizio de la raçon, aunque estos deleytes por ser espirituales estavan exemptos desta jurisdicion, se deven sugetar a ella en entrando en los términos corporales, que la razón governia. Y assi dize el mismo Santo, que se han de moderar: lo qual no es necessario quando se exercitan en la parte espiritual, donde se regulan por otra causa superior, y su exercicio sencillissimo no causa lesión, sino mucho esfuerço a la naturaleza espiritual, y corporal .
Este peligro de lesión es mayor quando esta influencia es mas abundante, como en esta embriaguez espiritual, y se comunica a los nuevos, y no experimentados en estas comunicaciones dulces, porque la comunicación no experimentada desta suavidad amorosa, haze, como dize el mismo Santo, que ame mas fervorosornamente un principiante con poco amor, y suavidad, que el mismo quando está yá exercitado, aunque esta comunicación, y amor sea mayor entonces. Y assi en estos nuevos ay mayor necessidad de moderar el exercicio impetuoso deste amor sensible, porque con su violencia muy frequentada no lastimen el coraçon de manera, que queden despus inhabiles para continuar los exercicios devotos, como lo advierte S. Buenaventura en estas palabras: « Es proprio de la experiencia de la suavidad espiritual., particularmente quando se comunica con frequencia, y se exercita con movimiento vehemente, qual es el del apetito sensitivo, que recreando al espíritu, debilita al cuerpo, y en cierta manera le aflige, deleytandole. Por lo qual conviene, que quando abunda esta comunicación à lo sensible, se use della moderadamente, porque mas provechoso es goçar por mas tiempo de las comunicaciones divinas tomadas conmoderacion, que por entregarse a ellas indiscretamente, pierdan la salud, y se impossibiliten para la oración con perdida de lo recibido: Porque quebrado el vaso, se sale el licor que en el se gardava. Y otro tanto sucede a los nuevos espirituales, que les falta la devoción con la indisposición corporal. »
En otra parte nos dá el mismo Santo otra raçon muy conveniente porque los deleytes espirituales comunicados a sola la parte espiritual, no hazen daño al natural del que los recibe, y en la parte sensible si: conviene à saber, que quando la suavifiad divina, comunicada a sola la parte espiritual, como es su proprio mantenimiento, la perficiona, y no la altéra, ni corrompe; pero quando esta suavidad es comunicada a la parte sensible con mucha frequencia, o por largo tiempo, la altera, y corrompe, por ser manjar mas sutil, y delicado, que su calidad grosera acostumbra, assi coçio un rustico acostumbrado a manjares groseros, si come muchas vezes otros mas delicado alteran, y corrompen. Todo esto es deste Santo, muy experimentado en estas materias mysticas.
Quando este amor sensible es sediento, è impetuoso, aun se ha de moderar con mas cuydado, porque como ay mayor excesio de transmutación en el exercicio, según la doctrina ya referida de Santo Tomas, en menos tiempo puede hazer mayor daño al natural, del qual peligro nos amonesta nuestra ilustrada Maestra endi versos lugares de sus libros: en uno dize assi: Digo, que en llegando a tener esta sea impetuosa, que se mire mucho que acabará la salud, y dará nuestras exteriores, aunque no quiera, las quales se han de escusar por todas vias. Estemos con cuidado quando vienen estos impetus tan grandes, para no añadirlos, sino con suavidad cortar el hilo con otra consideración, y acortar el tiempo de la oración, por gustosa que sea, quando se vieren acabar las fuerças corporales, y hazer daño a la cabeça, que en todo es necessaria discreción. En otra parte, tratando de las grandes ansias espirituales de amor, que preceden a la union, haze mención de passo destos impetus de amor sensible, que vienen con desasossiego del pecho, que parece ahogan al espíritu, y que no cabe en si. Y da muy buena doctrina de como se han de moderar, y procurar que sea la oración mas quieta, y mas suave.
De lo mismo nos avisa nuestro Venerable Padre Fray luán de la Cruz su compañero, y Maestro experimentadissimo en estas materias mysticas, el qual, después de aver tratado, y declarado la vehemencia, y imperfección deste amor impetuoso de los nuevos contemplativos, favorecidos de influencias suaves, lo remata con estas palabras: « Estos nuevos amadores siempre traen ansias, y fatigas de amor sensitivo, a los quales conviene templar la bebida, porque si obran mucho, segun la furia del vino nuevo, estragarán el natural. A estos ordinariamente les dà fuerça para obrar el fervor sensible, y por el se mueven, y assi no ay que fiar deste amor hasta que se acaben aquellos fervores, y gustos gruessos del sentido, porque es muy fácil faltar este vino, y con él el fervor con que obravan. » Esto dize nuestro Venerable Maestro, y lo mismo aconsejan comunmente los Autores mysticos desta moderación en los exercicios deste tiempo, hasta que façonandose mas el calor del espíritu, se haga mas sutil el exercicio, y mas espiritual, acomodándolo mas al acto sencillo de la voluntad, que al impetuoso del apetito sensible; porque como un Autor experimentado enseña, quanto uno se fuere habituando mas a estos exercicios, tanto se irá haziendo mas apto para recibir los impulsos espirituales, y usar dellos, sin daño del natural; porque como en la contemplación intelectual vá mejorando el entendimiento de luz, también mejora la voluntad de gustos y consuelos en los que desta manera son favorecidos, y la diferencia que ay de los unos a los otros declaro la experiencia de nuestro Maestro en estas palabras: Destos gustos que sereciben en la oración, digo, que han de ser de veras gustos, como tina recreación suave fuertemente impressa, deleytosa y quieta. En estas palabras declaro la suavidad Divina recibida en la voluntad, y luogo declara la del apetito sensible, diziendo: Porque unas devocioncitas del alma, y otros sentimientos pequeños, que al primer ayrecito de persecución se pierden. A estas florecitas no las llamo devociones, aunque son buenos principios, y santos pensamientos.
Hablando nuestra gloriosa Madre de los que han llegado a este sabor sensible desta oración, que llama de quietud, descubre un vicio que suele aver en ellos, diziendo: Algunas almas como comienza a llegar a oración de quietud, y à gustar de los regalos, y gustos que dá el Señor, páreceles que es muy gran cosa estarse alli siempre gustando: pues créanme, y no se embeban tanto, y si fuere largo este gusto, y siempre en un ser, tenedle por sospechoso, y procurad desembeberos con otra cosa provechosa, y quítese este peligro, que alómenos para la cabeça es muy grande, si durasse mucho tiempo. En estas palabras toca nuestra Maestra el peligro que en otra parte tocamos de la doctrina de San Buenaventura, de poder contrahazer el Demonio estos sentimientos dulces de la parte sensible: y también el vicio de la gula espiritual, que con la continuación dellos suele aver en algunos contemplativos, que andan siempre en la oración a caça destas consolaciones, y quando hallan algo dellas, hazen assiento en este gusto para gozarlo, como gozaran otro qualquier deleyte, sin passar con su intención a mayor aprovechamiento. Para lo qual se ha de advertir lo que dize Santo Thomas, que después del pecado del primer hombre, quedo la naturaleza tan inclinada a la sensualidad (que comunmente llamamos amor proprio) que quando la reprimen por un camino, ella brota luego por otro: y quando por el exercicio de la oracion la apartan de los deleytes sensuales, busca su cebo en los espirituales, y por esto no se halla bien con la Fè desnuda de todas estas experiencias sabrosas, y debiendo buscar la Cruz para seguir a Christo nuestro Señor, negándose en lo que infructuosamente busca el apetito, como nos lo intimo el mismo Señor bien cuidadosamente della.
Esto pondero con admirable luz y practica nuestro Venerable Padre Fray luán de la Cruz hablando con estos espirituales interesados, y particularmente con Religiosos, y a nuestro proposito dize estas palabras : « Los espirituales que en el estado han abraçado la Cruz de Christo, en las obras huyen della, y de la negación y desnudez espiritual, que el Señor nos aconseja porque en lugar de desnudarse de si mismo, y negarse en todas las cosas, andan buscando en que cebar, y vestir nuestra naturaleza de consolaciones y sentimientos espirituales, y piensan que basta negarse en las cosas del mundo, sin aniquilarse y purificarse en la propriedad espiritual: de donde nace, que en ofreciéndose les algo desto solido y perfecto, que es la aniquilación y carencia de toda suavidad de Dios, y en començando a gustar de la Cruz espiritual, y desnudez de espíritu, huyen dello, como de la muerte, y solo andan a buscar dulçuras, y hinchimiento en Dios, lo qual no es la negación de si mismos, que el Salvador aconseja; no desnudez de espiritu, sino golosina de espíritu, con lo qual se hazen espiritualmente enemigos de la Cruz de Christo: porque el verdadero espíritu antes busca lo desabrido de Dios, que lo sabroso: y mas se inclina al padecer, que al ser consolado: y mas a carecer de todo bien gustoso por amor de Dios, que a : y mas a las sequedades y afficciones, que a las consolaciones dulces, sabiendo que esto es seguir a Christo, y negarse a si mismos y essotro por ventura buscarse a si en Dios, lo qual es harto contrario al verdadero amor, porque buscarse a si en Dios, es buscar los regalos y recreaciones en Dios; mas buscar a Dios en si es no solo querer carecer de esto, y de essotro por Dios; mas también inclinarse a escoger por Christo todo lo mas desabrido, aora sea de Dios, aora del mundo. Esto es el cáliz que dixo el Salvador a sus Discípulos que avian de beber, como la cosa mas preciosa y mas segura, que ay en esta vida, que es un morir a su naturaleza, desnudándola y aniquilándola, no solo de lo que le puede gozar y desfrutar de propria comodidad por los sentidos, mas también por las potencias, assi de lo humano, como de lo Divino. »
Todas estas son palabras desta Aguila espiritual, que mirando sin pestañear al Sol Divino, tan alta luz recibió del en el camino de espíritu, que vino a ensenar; vestido de nuestra naturaleza, que de su iluminación nos ilumina utilissimamente a nosotros. Acerca desto mismo, y del engano que padecen muchas vezes los muy llenados destos sentimientos dulces, dize un Autor muy experimentado estas palabras: « En el amor y devoción sensible se ha de notar lo que dize el Venerable Ricardo sobre los Cantares que ay un amor afectuoso, que muchas vezes … mas al menos perfecto y que os ama, porque no ama cada uno t… quanto siente este amor, quanto en este estado le parece que ama; sino quanto estumiere fundado en la caridad, y en las demas virtudes; y quanto fuere mas fiel en cumplir los Divinos mandamientos. El afecto sensible, aunque sea en lo espiritual, es engaoso, y muchas vezes tiene mas de naturaleza, que de gracia, mas de coraçon, que de espíritu; y de sensualidad; que de razón razón. De manera, que algunas vezes se enciende mas para el menor bien, y menos para el mayor, y es para alguna coso mas sabrosa, que conveniente. En este afecto erravan los discípulos de Christo, que le amavan según la carne, de cuya presencia corporal no quieran carecer, y por esso fueron reprehendidos de que no amavan, porque amavan mas lo que deleytava, que lo que convenia. Y por esso les dixo el Señor: Si de verdad me amaradas, os alegrarades de que voy al Padre: y deste desorden participan los que llegan a comulgar para adquirir esta gracia y devoción sensible, mas que con sin de agradar a Dios y crecer en las virtudes. Y si algunos todavía imperfectos y carnales se aficionan a Dios afectuosamente, no es porque le avian mucho, sino porque gustar por entonces desta gracia, que tanto ayuda, quanto dura: porque todo el tiempo que dura la suavidad, dura el amor, mas este amigo no se como es, porque muohas vezes siente mas este amor sensible, y la dulzura desta gracia el liviano de coraçon, y vacio de gracia, que el verdadero amador de Dios. » Todo esto es deste Autor.
Entre los peligros que tienen almas muy llevadas de la suavidad espiritual, nos avisan los Santos de uno muy común, que es de vana estima de si, quando por ser aun ñiños en la vida espiritual, las regala nuestro Señor con algunas consolaciones dulces y sensibles, porque como están aun imperfectas, reciben este secorro al modo de su imperfección, y se euvanecen fácilmente, pensando que ya son algo, y en faltándoles esta suavidad, luego desfallecen, como lo significo San Gregorio en estas palabras : « En esto caen muchas vezes los nuevos contemplativos; que quando son recreados de Dios con algunos dones de gracia y dulçura de principiantes piensan que han recibido ya perfección confirmada, y se juzgan ya por hombres perfectos: y no saben que aquella suavidad es todavía la primera leche de los que comiençan. Y de aquí viene, que quando los saltea de repente la tempestad de la tentación, piensan que están ya desechados de Dios, y se tienen por perdidos, los quales, si se juzgaren todavia por principiantes, se aparejaran en la prosperidad para la adversidad, y tanto mas firmamento resistirán a las tentaciones, quanto con mayor sagacidad las huvieren esperado, porque con mayor quietud se tolera el golpe en el que se aguarda previniendo. Todo esto es de San Gregorio. Y de lo mismo nos avisan S. Lorenço Iustiniano, y San Buenaventura.
Antes que tratemos de las verdaderas sequedades en que nuestro Señor pone a las almas contemplativas para purificarlas, y aventajarlas, es menester hazer alguna breve mención de otras que se padecen por no entender el orden de las potencias, y como se vá subiendo por ellas de claridad en claridad, de las inferiores a las superiores, hasta llegar a unirse, y transformarse en Dios, dexando lo imperfecto para subir a lo mas perfecto. Destas primeras sequedades, y de lo que aflixen al alma, nos dio noticia la experiencia de nuestra Madre Santa Teresa en estas palabras: O Señor, tomad a quenta lo mucho que passamos en este camino de oración por falta de saber: y es el mal, que como no pensamos que ay que saber mas de pensar en vos, aun no sabemos preguntar a los que saben, ni entendemos que ay que preguntar, y passanse terribles trabajos, porque no nos entendemos; y lo que no es malo sino bueno, pensamos que es mucha culpa. De aquí proceden las aflicciones de mucha gente que trata de oración, y el quexarse de trabajos interiores. De aqui vienen las melancolías y el perder la salud, y aun el dexarlo del toda, y por la mayor parte todas las inquietudes, y trabajos vienen deste no entendernos.
Para conocer en que caso habla con palabras tan ponderosas nuestra Maestra, acordémonos de lo que en otra parte diximos de la doctrina de San Dionisio, que qualquier espíritu, aora sea celestial, aora humano, tiene es si para lebantarse a Dios, sus Ierarchias, y ordenes diferentes, unas mas espirituales, y superiores que otras: y assi como en la disposición de los Angeles ay una Ierarchia inferior, y otra media, y otra suprema, donde cada uno es iluminado, según la proporción de su Ierarchia. Assi tambien en el espíritu humano ay otras tres ordenes de potencias cognitivas, y afectivas, a modo destas Ierarchias celestiales, o unas inferiores, que son las sensitivas de la imaginación, y apetito sensible. Otras medias de la raçon, y apetito racional: y otras supremas de la Inteligencia, y afecto mental supremo. Y en cada una destas Ierarchias de potencias, quanto es mas superior, tanto la luz se recibe mas clara, mas pura, y mas eficaz para su operación, aunque mas obscura le parezca al alma, como el mismo Santo declara: porque quanto las potencias son mas superiores, tanto reciben la luz mas universal, y mas pura de objetos particulares, y distintos, y el ser tan universal, indistinta, haze que parezca al alma mas obscura, porque faltan allí los obyectos distintos, y grosseros, por donde el alma esta acostumbrada a caminar en su conocimiento.
Pues assi como en el orden de recibir la luz se assemejan las ordenes de nuestras potencias à las de los Angeles: Assi también en la purgación, iluminación, y perfección, qué con ella reciben. Porque quanto el alma en la contemplación va subiendo mas azia los actos superiores, y recibe alli la luz divina en mayor pureça, y claridad: tanto mas se vá purificando, iluminando, y perficionando la parte intelectiva. Y estos mismos efectos se hazen también en la porción afectiva, quanto es de parte de la divina iluminación, e influencia, sino halla resistencia en ella: y essa misma resistencia la vá venciendo, y enflaqueciendo sus contrarios, como el fuego los suyos en el madero verde para encenderlo, y transformarlo en si.
Pues como el aprochamiento del alma en la vida contemplativa consiste en façonnarse ordenadamente en la Ierarchia inferior para subir a la superior; Si quando esta ya façonada para subir a los exercicios del orden superior inmediato ella no se suelta de los del inferior en que asta, suele N. Señor esterillárselos, para que no hallando gusto en el, suba à buscarlos en el orden superior donde le tiene librada su comunicación y la misma alma quando tiene ya lo que ha menester de aquel grado, y aspira al superior, no gusta ya de los exercicios inferiores, como el que sabe ya leer en processado, no gusta de ya deletreando. Y si el alma no tiene entonces quien la govierne, y entienda, passa el trabajo que nuestra gloriosa Madre Santa Teresa passo unos diez y ocho, o veinte años, como ella llora, del qual tiempo es la experiencia de las palabras que quedan referidas, aunque las escrivio quando avia salido ya destas dificultades. En todo el qual tiempo, como la llamava Dios a contemplado intelectual, y ella no se desasía de los objetos sensibles en la meditación imaginaria, sino quando el Señor la lebanta va a contemplación infusa, y tenia tan estériles los arcaduces de la meditación sensible, que de ninguna manera hallava gusto en ellos: padeció en este tiempo notable sequedad, aflicción, y trabajo.
De aqui, pues, vienen las mayores sequedades, que el alma contemplativa padece en la oración, quando esta ya façonada, para pastar de la meditación imaginaria, a la contemplación intelectual de la grandeça inmensa, è infinita de Dios: porque si ella entonces no quiere dexar el estado, y manjar de niños en la vida espiritual, suele Dios destetarla de los pechos de las comunicaciones sensibles, como dize Isaias, para que con la iluminación divina reciba el verdadero conocimiento de Dios, y se vayan purgando los oidos espirituales, para recibir lo que interiormente habla Dios al alma en soledad de todos sus conocimientos, y aprehensiones, como dixo por el Profeta, el mismo Señor: y en esta soledad, destetada de los pechos sensibles, dize, que la sustentará con otro mantenimiento mas divino, y para que el alma suba a recibirle en la esfera intelectual, donde Dios se comunica a sus verdaderos amadores, como el lo dixo à la Samaritana, le esteriliza los arcaduces de las comunicajciones sensibles que son la imaginación, y el apetito sensitivo que le corresponde, para que, o no pueda medirar sino con trabajo, o aunque medite, no halle jugo en la meditación. Y de esta manera, no hallando la palomita del espíritu racional donde reposar, ni poner los pies de su discurso, se entre en el arca mystica de la contemplación, donde ha de hallar su descanso, y su mantenimiento. Y por esso algunos Autores mysticos llaman a esta sequedad el assensio amargo, conque destean a los niños en el camino espiritual, y los apartan de los pechos sensibles.
Pues si quien guia entonces estas almas no conoce su disposición, y llamamiento, padecen mucho, porque aunque Nuestro Señor las recoja algunas vezes llamándolas a lo interior con sentimientos dulces, como ellos no entienden este llamamiento, en acabándole esta suavidad, se quedan en su sequedad, y trabaje; del qual salieran, si buscaran a Dios a o intelectual de Fè, y le dexaran de buscara lo sensible, y distiato: y por allí hallaran mejorado lo que por el otro camino avian perdido. Assi lo hizo N. gloriosa Madre después de tantos años de trabajo, sin aver hallado Maestro que la entendiesse como ella misma dize: porque después de aver probado todos los medios de propria industria, y conocimiento sin aver hallado en ninguno gusto, ni consuelo; assento su oración de la manera que ella lo refiere en el cap. 1s de su vida: conviene a saber: Acallando el entendimiento en todos sus conocimientos, y discursos, y quedándose mirando a Dios en luz de Fè, y vista derecha, como presente, humillado el espíritu a su grandeza, y regalándose con el con los actos de la voluntad. Y pondera luego los grandes aprovechamientos, que hallo en esta oración, y nos la persuade, y que nos pongamos en ella desde el principio.
Y no es mucho que sintiesse estos provechos, porque con este modo de oración, semejante a la que San Dionisio nos aconsejar: se disponía para recibir la divina iluminación, è influencia a que se ordena la oración mental, y en la misma se han de disponer los que quisieren recibirla, y con esto se repararan destas prime ras sequedades, perseverando en esta primera quietud del entendimiento vestido desta luz de Fè sobre demás conocimientos, aunque al principio les parezca modo seco, y obscuro este conocimiento sencillo, por estar acostumbrados al grosero, y distinto. Y para el reparo do esta sequedad dá excelente doctrina nuestro Venerable Padre Fray luán de la Cruz en este sentido mismo.
Otras sequedades semejantes à estas suele aver en los que por algún tiempo se han exercitado en la contemplación intelectual de Dios, y de sus divinas perfecciones, por medio de semejanças, aunque también intelectuales, pero distintas, y conocidas. Y Dios les quita este modo lipitado, è imperfecto, para que hagan su assiento en la contemplación perfecta, è indistinta de luz sobrenatural desarrimada del todo de la razón.
Para lo qual por ser punto importante, y en que se pueden embaraçar mucho los contemplativos, se ha de advertir, que en la contemplación que podemos exercitar por medio de la luz de la Fé, y de los auxilios comunes de la gracia, ay dos grados, que en el orden de la esca la mystica son el quinto, y sexto. La diferencia de los quales pone el Venerable Ricardo de S. Victor, admitido por Santo Tomas, San Lorenço Iustiniano, y San Buenaventura, diziendo, que el primero es sobre la razón; pero no geno, ni desarrimado della. El segundo, es sobre la razón, y desarrimado del todo de ella. El primero se permite a los que de nuevo salen de la meditación imaginaria, y material a la contemplación intelectual, que como son ñiños en la vida espiritual, no pueden andar sin algún arrimo al carreron de lo sensible, y distinto, y se lebantan al conocimiento, de Dios, como dize San Dionisio por medio de algunas comparaciones de cosas conocidas, como representando la Magestad Divina delante de quien están; grandissima, a manera de cielo: Hermosissima a manera de Sol, purissima a manera de un diamante muy resplandeciente, o otras cosas semejantes de las mayores, y mas excelentes que conocemos.
Pero assi como a los niños en la vida natural, en pudiendo andar sueltos les quitan el carretón à que andén imperfectamente arrimados : Assi a estos nuevos contemplativos se les ha de quitar presto este arrimo de la razón à estas semejanças conocidas, comó modo muy imperfecto de contemplar à Dios, para que suelto el espíritu destos grillos de semejanzas distintas, se engolfe en la contemplación de la inmensidad de Dios con la luz de la Fé, sin otro arrimo de luz conocida y limitada, y hasta entonces no abre la puerta a la iluminación Divina, y tiene otros muchos defectos este arrimo limitado. Porque con el no esta el entendimiento en su acto supremo inmediato à Dios, para recibir su iluminación, como en otra parte vimos, sino en el acto inferior del, donde se divide, y compone. Ni mira ázia Dios con vista derecha, que es propria de la verdadera contemplación, sino mira el entendimiento àzia si, para formar aquella semejança conocida, y la pone como nube entre los rayos del Sol Divino, y el mismo entendimiento para que no le iluminen. Assimismo esta manera de formación de semejança conocida, lleva la intención del animo, y queda la voluntad menos eficaz para amar, y unirse con Dios, a que la ora clon debe ordenarse. Y también ocupado el entendimiento en aquellas comparaciones, participa por entonces de aquellas cosas que representa, y no de Dios en si mismo: y por todos estos, y otros muchos defectos se ha de dexar presto este modo primero de contemplar a Dios a lo conocido y limitado, arrimado todavía a la razón, para que suelto ya el espíritu destas comparaciones improprias de cosas conocidas, se engolfe en el mer inmenso de la grandeza de Dios, no conocido sino por Fé: también a lo inmenso, como en otra parte lo vimos de la doctrina de S. Dionisio.
Pues quando está ya el alma façonada para subir a este acto de Ierarchias superior, y recibir en él la luz Divina en su sencillez y pureza, si ella no se quiere aun soltar del arrimo de las semejanqas conocidas, suele hazer nuestro Señor el oficio de Maestro, è impedirles esta formación de semejanças, para que sin ellas quede en participación de Dios, y de sus Divinas perfecciones en si mismas, según queda declarando en otra parte con la doctrina del mismo Santo. Pues si en este tiempo tiene el alma contemplativa Maestro que la entienda, y haga caminar a Dios desta manera a lo sencillo de Fé en participación Divina, halla presto su quietud y consuelo. Pero sino halla quien le dé luz de su camino, padece sequedad, y aflicción, y le parece que es tentación del Demonio, que le tiene con no atado el entendimiento. Y si porfia en quererle en desatar, aprovecha poco, y recibe daño la cabeça. Y aunque este atamiento es cosa mas rara, es muy ordinario sentir el alma molestia, y repugnancia en estas formaciones de semejanças conocidas; y esta molestia es señal que esta façonada ya para la contemplación sencilla, y que la llama Dios a ella.
De no saber en que consiste la verdadera devoción, viene muchas vezes la aflicción que los contemplativos tienen en las sequedades, y assi seria conveniente darse la a conocer. Para lo qual se ha de advertir con la doctrina de Santo Tomas, y de otros grandes Maestros de la Teología Escolástica, que ay devocion substancial, y accidental. La substancial no es otra cosa, que una voluntad prompta de entregarse a las cosas del servicio de Dios, y es acto de la voluntad en quanto potencia espiritual, que mueve todas las demás fuerças del alma, y a si misma a Dios, como a su ultimo fin. Accidental, es las que llamamos sensible, que se siente en la parte inferior del alma, a la qual devoción no pertenece el aumento de la caridad, ni el mérito, y suele nuestro Señor darla particulaemente, como en otra parte tocamos a los imperfectos, y nuevos en el camino espiritual, para que con suavidad, y calor façone el apetito sensitivo, que está en el coraçon corporal, y le buelva prompto para servir al intelectivo, qué en la voluntad, y serene las passiones que en él residen, para que con su desorden no impidan las obras de la devoción substancial. Porque el fuego que arde en el coraçon, con esta suavidad quieta estas passiones, y consume por entonces todas las repugnancias, y tibieças de la carne, para que se conforme con el espíritu.
Destas dos maneras de devoción, la primera es la que propria y essencialmente se llama devoción, según la difinicion ya referida de Santo Tomas, con la qual concuerda la que haze della la Ilustrada experiencia de nuestra Madre Santa Teresa en estas palabras: Solo quiero que estas advertidas, que para aprovechar mucho en este camino de oración, y subir a las moradas que deseamos, no está la cosa en pensar mucho, sino en amar mucho. Y assi, lo que mas os despertare a amar, esso hazed: quiz ás no sabemos que es amar: y no me espertare mucho, porque no está en el mayor gusto, sino en la mayor determinación de desear contentaren todo a Dios, y procurar, en quanto pudiéremos, no ofenderle. Esto dize nuestra Maestra. Y assi desta devoción de promptitud y determinacion de la voluntad para servir a Dios, avernos de hazer aprecio, aunque esto puesta en sequedad la parte inferior; porque esta devoción substancial, como procede de la caridad que con la voluntad tiene su assiento, es la que aumenta la misma caridad, y la que grangea el merecimiento, como declara Santo Thomas, aunque falte la devoción sensible, y aunque la misma carne repugne. Y assi entre las sequedades, y repugnancias de la parte sensitiva puede aver verdadera devoción, y antes con mayor merecimiento, porque vence la voluntad entonces mayores dificultades para obedecer al beneplácito Divino, y es mas puro el acto de la voluntad, con que nos inclinamos a servir, y obedecer a Dios, como mas limpio de amor proprlo, sin tener que desfrutar a lo sensible.
Esta devoción substancial mostro Christo Señor nuestro la noche de su Passion; porque sin hazer caso de los temores y tristezas de su carne, se ofreció a beber el cáliz de dolores y trabajos, que el Padre Eterno le avia embiado, y assi juntamente estava triste, y devoto, temeroso, y esforçado. Lo primero, en la parte inferior del alma. Y lo segundo, en lo superior del espíritu. Según lo qual, a Christo nuestro Señor imitan estrechamente los que entre las sequedades, y trabajos interiores y exteriores no buelven el rostro à los buenos exercicios, y a las cosas en que Dios se sirve. Por esta devoción substancial se pone el alma en actual exerciclo, de amor de Dios, porque como nos lo declara Santo Thomas en otra parte, la aplicación de la voluntad a Dios, como a su bien, es acto de amor, en el qual no pende la voluntad del apetito sensible, porque ella tiene en si el señorío de su operación, antes como el hombre es llevado al bien por elección de la razón, è imperio de la voluntad, quanto en sus operaciones ay mas desto, y menos del impetu de la passion de la parte inferior, tanto tiene mas de bondad el acto de la voluntad, como declara el mismo Santo; y esto es quanto a la devoción substancial.
La devoción accidental y sensible, aunque es uno como principio y seminario de devoción, como ya se toco en su lugar, y con ella se facilita la oración mental, ordenándola al fin para que Dios la dà, y exercitandola provechosamente. Pero antes de nuestra propria operación, ni es devoción essencialmente, ni se puede llamar oración, ni acto meritorio, como declaran los Autores Escolásticos; porque la oración, y verdadera devoción, significa acto deliberado, y perfectamente humano: y assi solo es un afecto movido del Espíritu Santo en nuestras potencias, que son sus instrumentos vivos, y pertenece a la gracia excitante y preveniente, y un principio de la devoción, y oración: y por esto dixo un Autor mystico, que la comunicación de la suavidad Divina era uno como llamamiento de Dios a los actos de perfección, pero no la misma perfección. Por lo qual debe entonces el contemplativo ser diligente en responder a esta vocación, caminando con esta suavidad al acto deliberado de oración y amor de Dios, según aquello de Iob: Llamarasme, y yo responderá.
Y de aqui sacaremos, que muchos de los que piensan que están devotos, y en muy afectuosa oración, ni están en oración, ni devoción substancial, sino solamente en una disposición para tenerla, si aplican deliberadamente su intención y voluntad a Dios, quando son prevenidos con la visitación de su suavidad. Y por el contrario, que muchos de los que entre las sequedades y trabajos interiores permanecen en la oración, aunque secos y sin jugo quanto a la parte sensible, y se quexan de indevotos, que no pueden tener oración, tienen devoción substancial, y oración muy meritoria. Porque quanto a la parte superior, donde la verdadera oración y devoción se exercita, están con deseo de servir, y agradar a Dios, y congran determinación de no ofenderle, con voluntad prompta de poner por obra todo lo que entendieren que le agrada. Todas las cuales son calidades de la verdadera devoción y amor de Dios.
Con todo esto, esta suavidad espiritual, comunicada a la parte sensible, es gran socorro de la providencia Divina, como pondero San Buenaventura. Con que nuestro Señor suele ayudar la imperfección y flaqueza, no solo de la parte inferior, mas también de la superior, en los que aun no tienen las potencias perficionadas con los hábitos de las virtudes, y por esto obran imperfectamente, para que con este aliento so haga la voluntad rías prompta en el servicio de Dios, y los actos della sean mas intensos, y la carne que se corrompe no agrave, y apesgué al espíritu, quando quiere tomar buelo para servir a Dios, y entonces es muy buena ocasión para obrar el alma, porque le hazen la costa. Y como declara Santo Thomas, obra no solo con su virtud, mas también con la del motor Divino, particularmente aplicada. Con la qual, como transciende la virtud de la propria operación, se lebantarà a actos mas eficaces y perfectos, que los que obra por el camino ordinario, y suplirá lo que le falta de perfección para obrarlos sin esta ayuda, assi en la oración, como fuera della; porque como el apetito inferior, que esta en el coraçon corporal, es mas cercano al movimiento del cuerpo, que el superior, si él concurre promptamente al exercicio de los corporales, quando la voluntad le mueve a ellos con el juyzio de la razón, saldrán mas perfectos, y con mayor promptitud y facilidad la obedecerá estando desta manera dispuesto y jugoso, que si estuviera soco y desganado.
También suele proceder la sequedad que los nuevos contemplativos sienten en la oración, por estar el paladar espiritual todavía templado a lo material y sensible, y no percibir en el movimiento de la voluntad en la influencia Divina, si el apetito inferior no está movido donde se siénte mas esta mocion, por hazerse con cierta transmutación corporal, como en otra parte vimos, y ejercitarse la del apetito intelectual, que os la voluntad, a lo quieto y sencillo, a modo do la operación de los Angeles, quien los verdaderos contemplativos imitan. Este defecto llora S. Buenaventura, declarando quan enfermos quedaron los sentidos interiores por el pecado de nuestro primer Padre, y quan inficionado el paladar espiritual con la ponçoña de la serpiente, para percibir el sabor de las cosas Divinas; y trae para este reparo las palabras con que S. Bernardo se persuade, convenio a saber, que en la oración se abra la puerta a la iluminación del don de Sabiduría, porque está entrando muchas vezes en el alma, la vá purgando desta enfermedad del paladar del espíritu, para que pueda saborearse en las cosas Divinas. Y como se han de hazer en el abrir desta puerta, ya nos lo declaro en otra parte San Dionisio. Y entre tanto que esta cura se vá haziendo, insista el contemplativo para el amor de Dios en el acto sencillo de la voluntad aunque po sienta jugo, per suadido de su utilidad, y que en la promptitud della consiste la verdadera devocion.
Como la Sabiduría Divina es el principal Maestro de los verdaderos contemplativos, va guiándolos a la perfección, y esforçando su flaqueza, y humillando su altivez, como lo significo el Espíritu Santo en los Proverbios, quando dixo: "Antesque sea quebrantado el coraçon del hombre, es lebantado: y antes que sea glorificado, es humillado."
De manera que en la vida espiritual, hasta que un espíritu está muy purgado, el trabajo de la humillación es víspera del consuelo de la exaltación, y esta lo es también de la humilliacion. Y assi, no luego que sale el alma de las penas de esta noche purgativa de la parte sensible, la pone el Señqr en los aprietos de la otra purgación rajas penosa de la parte espiritual, sino antes la regala, y esfuerza poe alguní tiempo con algunas comunicaciones dulces, y favorables, porque no desfallezca en el trabajo, antes cobre nuevas fuerças, y aliento para llevarlo.
De esto nos dio noticia experimental el Venerable Padre Fray Juán de la Cruz por estas palabras: "A alma que Dios ha de llevar adelante, no luego que sale de las sequedades y trabajos de la primera purgación, y noche del sentido, la pone nuestro Señor en la que dispone para la union de amor, antes suele pastar harto tiempo y anos, en que salida el alma del estado de principiantes, se exercita en el de los aprovechados, en la qual, assi como el que ha salido de una estrecha cárcel, anda en las cosas de Dios con mucha mas anchura y satisfación espiritual, y con mas abundante è interior deleyte, que tenia a los principios, antes que entrasse en esta noche, no trayendo ya atada la imaginación, y las potencias al discurso, y cuidado espiritual, como soliá. Porque con gran facilidad halla luego en su espíritu muy serena y amorosa contemplación y sabor espiritual, sin trabajo del discurro, aunque como no esta bien hecha la purgación del alma (porque falta la principal, que es la del esoiritu) ay a tiempos algunas sequedades, tinieblas, y aprietos, a vezes mucho mas intensos que los passados, que son como mensageros de la venidera noche del espíritu, aunque estos no son durables, como lo serán los de la noche que espera; porque aviendo passado un rato, o ratos de esta tempestad, luego buele a su acostumbrada serenidad. Y desta manera va purgando también nuestro Señor algunas almas, que no han de subir a tan alto grado de amor como las otras, metiendolas a ratos inpoladámente en esta purgación epíritual, haziendo anochecer, y amanecer a menudo, aunque esta contemplación obscura no es tan apretada como la otra, que dispone al alma para la union Divina."
Desta manera nos dá noticia nuestro Venerable Maestro del discurso del alma contemplativa entre estos dos crisoles. Pues como ha de ser tan apretado el del espíritu, y ha menester estar el alma esforcada, y alentada para poder sufrirlo, suele nuestro Señor fortificar su flaqueza, y reparar su imperfección con particulares favores, con los quales lo aumenta la virtud, y despierta en ellas grandes deseos de padecer por el trabajos, que es como víspera de entrar en ellos. Estos favores son de muchas maneras, y lo mas ordinario son por medio de la influencia Divina, que San Dionisio, como ya vimos, llama difusiva, que comunicandose a la parte superior del alma, se difunde por redundancia hasta la inferior, y regala toda el alma. Otros son mas raros por medio de algunas visiones proporcionadas al estado de mayor, o menor perfección de el alma, a quien se hazen con tal orden, que (como dize Hugo de S. Victor, declarando a este proposito a San Dionisio) a las al mas imperfectas se comunican estas visiones a modo mas grosero è imperfecto, quales son las imaginarias, por no estar aun capaces para otras mas espirituales; y a las mas perfectas se les manifiestan los secretos Divinos, por medios de formas mas excelentes, quales son las intelectuales. Pues acomodándose nuestro Señor al estado grosero, y todavía material de las almas imperfectas, y aun no purgadas, quando quiere lebantarlas a alguna comunicación, o iluminación sobrenatural, se la templa y proporciona según la flaqueza de au vista. Y el fin para que nuestro Señor se la concede, no es para que hagan su assiento en la representación imaginaria de estas comunicaciones, aunque sean de la humanidad Sacratissima de Christo nuestro Señor, que son las mas dignas entre las representaciones sensibles, sino como dize el mismo San Dionisio, para que a nuestro modo imperfecto subamos de las cosas sensibles a las intelectuales; y de las figuras a lo figurado, haziendo una como escalera de las semejanças materiales a las sencillas y espirituales; y de las perfecciones criadas a la increada, de donde salieron; porque assi como en este mundo visible crio Dios muchas cosas hermosas para lebantarrios por ellas a la hermosura del Criador, crio también muchas suaves a los sentidos, para que sublessemos por ellas a la suavidad del Criador, y una luz visible tan comunicativa pare arrebatar nuestra consideración a contemplar la generosidad y nobleza de la luz increada, è invisible, Y assi también concede a los nuevos contemplativos algunas visiones imaginarias para lobantarlos a su modo grosero, è imperfecto, por las cosas sensibles a las intelectuales; y de la representación material de las cosas conocidas, a la contemplación sencilla de las Celestiales y Divinas, no conocidas. Y usando dellas de esta manera, no solo consiguen el fruto para que Dios las concede, mas también huyen los enganos, que puede hazer el Demonio en estas comunicaciones imaginarias, como en su lugar declararemos.
Llega algunas vezes la bondad de Dios, y el deseo que tiene de acercar a si las almas, y encaminarlas a su perfeccio, a concederles en el estado imperfecto, no solo estas comunicaciones groseras, proporcionadas con su imperfección, mas también por favorable privilegio alguna participación de passo de las muy altas, que su Magestad concede a los perfectos mas de assiento, como la Santa Madre Teresa lo dize de propria experiencia en estas palabras: Comen o, pues, el Señor a regalarme tanto en estos principios, que me hazia merced de darme oración de quietud, y alguna vez llegana a union: verdades que durava tan poco esto de union, que no sé si era Ave Maria, mas quedava con unos efectos tan grandes, que con no aver en este tiempo veinte años, me parecía traía el mundo debaxo de los pies. Y assi me acuerdo, que avia lastima a los que le seguían, aunque fuesse en cosas licitas. Esto dize nuestra Madre, y como no era union de assiento a que se llega por disposición proporcionada, sino concedida de passo, y como por privilegio, aunque la avia ávido para caminar a la perfección, no la dexo perfecta.
A este proposito dize San Lorenço Iustiniano: Aunque por Divina dispensación se pueden gustar en el primer grado de los principiantes algunas primicias del grado segundo y tercero de aprovechados y perfectos. Muy diferente te cosa es, y gran distancia ay entre sentir de repente y muy de passo lo que por largueza de Dios se concede, o posseerlo de assiento, y por habito infuso intensamente arraugado ya en el espíritu: aquello se dà a los imperfectos para alentar sus flaquezas; y esto se suele dar a los perfectos, como en premio de su virtud. Esto aqui dize este Santo, declara mas lo largo Santo Thomas, tratando de la mocion de passo de la voluntad, y de la que es mas de assiento. Para lo qual se ha de advertir, que mueve Dios de dos maneras la voluntad del hombre, una por modo de acto, y otra por modo de habito. Porque unas vezes la mueve a querer alguna cosa, sin imprimir en ella cosa ninguna; y otras imprimiendo en ella alguna que la este inclinando a lo que la misma forma pide. Lo qual a nuestro proposito es el habito de la caridad, que perficiona la voluntad, y la inclina al amor y union de Dios. Para lo qual no basta quslquiera grado de caridad, sino el intenso, que penetra toda el alma. Y esta penetración viene después de estar el alma ya purgada de todas sus imperfecciones, como en su lugar dirémos.
Pues como en este estado aun no está el alma de esta manera purgada, ni penetrada con esta forma Divina, por medio de la qual se ha de unir con Dios, su pie su Magestad esto quando quiere ha zerle esta merced por modo de acto, estiendo azia si la voluntad del contemplativo para unir la consigo, el qual es efecto mas del amor de Dios, que del que la misma alma le tiene, según aquella doctrina de San Dionisio, que el amor es virtud unitiva, que mueve a Dios a hazer bien a sus criaturas, y a ellas a llegarse a Dios, como a su proprio bien. Y como el amor no está aun tan poderoso en esta alma para inclinarla intensamente a la union con Dios, por estar aun poco arraygado en la voluntad el habito de la caridad, la inclina Dios a si por modo de acto, supliendo la imperfección del habito.
Y declarando Santo Tomas este lugar de San Dionisio, dize a nuestro proposito, que ay dos maneras de union, una superficial, y otra penetrativa. La primera es, como quando dos cosas se tocan superficialmente sin penetración, ni transformación. Y deste genero es la union actual del estado imperfecto, de que aqui haze mención nuestra Santa. La segunda es la de las cosas continuadas, como forma y materia con penetración y transformación del que ama en el amado, y del amado en el amante. Y deste genero es la union de amor y semejança con Dios, de los ya purgados y perfisionados con el habito de caridad intensamente arraygado en el alma. Y acá a lo material y visible podemos considerar: La primera, como la union de los rayos del Sol con la piedra tosca, que no la penetran. Y la segunda, como la union de los mismos rayos con el cristal claro que la penetran y visten de su claridad y hermosura. En otra parte llama el mismo Santo a la primera, poner el pie en el grado de union; y a la segunda, assentarle de proposito en el; que le primero es como huésped de passo; y lo segundo como morador de assiento.
Destas mercedes de Dios, y de la flaqueza è imperfección del alma en este estado, suelen sucederle arrobamientos y enagenacion de sentidos, que llaman San Agustin, y Santo Thomas rapto de los sentidos a vision imaginaria, a diferencia del rapto de los sentidos, è imaginación a vision intelectual, proprio de los grandes amadores de Dios, a comunicación muy alta de sus secretos, de que avemos de tratar adelante en su lugar. Este primer arrobamiento, o enagenacion de sentidos sucede muchas vezes de mucho fervor sensible en almas imperfectas, a modo de los no acostumbrados a beber vino, o que son flacos de celebro, que con poco que beban se embriagan. Otras vezes sucede de algún objeto sensible, eficazmente representado en la imaginación. Porque quando la intención del alma se aplica toda ella al acto de tina potencia, queda abstraída de los actos de las demas potencias, y causa suspension en ellas. Y deste genero dize Santo Tomas que fue el que tuvo S. Pedro, referido cap. 10 Actuum Apost. Y el de S. luán en su Apocalypsi, en el qual modo de arrobamiento puede tener el Demonio mucha mano, poniendo en la imaginación algún objeto amable, y moviendo alguna passion en el afecto sensible, que ayuda a la eficacia y vehemencia de su aprehensión, para que aplique alli el alma toda su intencion, y quede abstrahida de los actos de las demas potencias. Y assi se debe proceder en ellos con tremor y recato, no ha ziendo mucha estima de las aprehensiones que hufiiere en ellos, y desechando su memoria entrarse con el entendimiento en la obscuridad sencilla è indistinta de la Fé, donde está su seguridad, y mayor aprovechamiento.
Como el acto se proporciona con la potencia que le obra, como el efecto con su propria causa, impossible es, dize Santo Thomas, que de potencia no perfecta con algún habito virtuoso, salga acto perfecto en toda bondad. Y de aqui viene, que (como en las almas no purgadas están los hábitos de las virtudes infusas, que andan con la caridad, y de donde procede nuestra perfección, poco arraygados en allas, y por esto participa el alma imperfectamente de la nobleza y virtud sobrenatural destos hábitos) obran todavía las potencias a su modo natural è imperfecto, quando no ay particular auxilio, que supliendo la imperfección de los hábitos, perficione sus actos. Por lo qual dize a nuestro proposito Enrique Harphio, que las almas que enastado imperfecto reciben favores sobrenaturales, como de visiones y revelaciones están en muy gran peligro, por lo mal que por su imperfección usan dellas. Porque les sucede lo que a los animales inmundos, que aunque coman buenos manjares, los convierten en ponçonas, por la mala calidad de sus estómagos? Y ptro tanto hazen los contemplativos imperfectos, que de las mercedes y favores de Dios se aprovechan para su sobervia y vana estimado, pareciendoles que son algo, pues Dios assi los favorece, y se desvanecen con lo que avian de humillarse. Por lo qual conviene, que assi ellos, como los que los govieman anden con rezelo grande y recato en estas cosas para no ser engabanados de la propria estima, o de los ardides del Demonio, que tiene guerra abierta contra los contemplativos, y procura mucho emponçonarlos.
Del mismo peligro nos advierte el Venerable Padre Fray luán de la Cruz diziendo: « Estos que no han entrado aun en la purgación de la parte espiritual, tienen todavía muchas imperfecciones; porque como traen los bienes espirituales tan afuera, y tan manuales en el sentido, caen en algunos inconvenientes y peligros. Porque como ellos hallan a manos llenas tantas comunicaciones y aprehensiones al sentido y espíritu, donde muchas vezes veen visiones imaginarias y espirituales (porque todo esto, con otros sentimientos sabrosos, acaecer a muchos destos en este estado) y como suele comunicar el Demonio con gran gusto algunas destas aprehensiones y sentimientos con gran facilidad, embelefay y engaña al alma, no teniendo ella cautela para resignarse y defenderse fuertemente de todas estas visiones y sentimientos. Porque aqui haze creer el Demonio muchas visiones vanas, y profecías falsas, y procura hazerlas presumir que habla Dios, y los Santos con ellos, y creen muchas vezes a su fantasia. Aqui los suele el Demonio llenar de presunción y sobervia, y atraídos de la vanidad y arrogancia se dexan ser vistos con actos exteriores, que parezcan de santidad, como son arrobamientos y otras apariencias. » Todo esto dize este Santissimo Padre. Y del mismo peligro nos avisan San Gregorio, y S. Laurencio Iustiniano in ligno vitae, cap. 7 de oratione, hablando destos que en estado imperfecto reciben favores de Dios, y se des nanecen con ellos.
Y para que sepamos de que comunicaciones sobrenaturales avernos de hazer caso, y de quales nos avernos de recelar: acordémonos de lo que en otra parte queda tocado de los tres movimientos de el alma, que San Dionisio pone, conviene a saber, derecho, torcido y circular. Porque las que tocan al movimiento circular, en que se exercita la perfecta contemplación, son estando el entendimiento en su acto supremo, que llaman inteligencia sencilla, vestido de la luz de la Fè, sobre todos los demás conocimientos, y tiene por objeto a Dios, suma verdad, y Magestad inmensa, incomprehensible. Y por este acto está inmediato a él, para recibir su iluminación como en su fuente: y las iluminaciones que alli se reciben, son acerca de Dios, y de sus divinas perfecciones, que es el objeto proprio de la intelligencia, y se quedan allá en la Ierarchia suprema del alma en substancia intelectual, indistinta. Por todo lo qual, ho so lo son seguras estas comunicaciones sobrenaturales, mas también utilissimas al alma. Porque como dize San Dionisio, en la declaración dellas siempre dexan en ella perfección y santidad; porque imprimen en el alma la semejança divina, de que estas comunicaciones espirituales, y lebantadas vienen vestidas, y dexan en ella altissimo conocimiento, y amor intimo de Dios, y gran estimación de su soberana Grandeza, y Magestad. Y assi en estas que este Santo llama por excelencia visiones divinas, bien se puede engolfar el alma contemplativa, y tener gran gusto dellas, porque siempre aumentan su perfección.
Las comunicaciones sobrenaturales que tocan al conocimiento derecho, son las que comiençan en los sentidos, o imaginacion, y caminan azia lo interior del alma. Y pues estas, dize San Dionisio, que se dan a los nuevos contemplativos para lebantarlos a su modo grosero, è imperfecto, de lo sensible a lo intelectual, y de lo material, y distinto, a lo espiritual, è indistinto de Fè, aprovéchense dellas para esto los que las reciben, como queda tocado en otra parte.
Las que tocan al movimiento torcido, son las que se reciben en lo interior del alma, y se tuercen àzia la parte inferior, para ponerlas por obra exteriormente. Pues en estas dos comunicaciones destos dos movimientos, derecho, y torcido, ay poca seguridad, por poderse mezclar en ellas el Demonio; porque las del movimiento derecho se comiençan en las fuerças sensibles, donde el según su naturaleza tiene mano, y potestad, si Dios no se la limita. Y las del movimiento torcido, las puede el contrahazer tan a lo sutil en la imaginación, que parezcan intelectuales; y por uno y otro camino arma sus redes peligrosamente a los poco recatados; y cúmplese en ellos lo que dize Santo Tomas, que como el entendimiento es guiado a lo falso con apariencia de verdad, y la voluntad al mal, por semejança del bien, es engañada muchas vezes el alma de los ardides del Demonio, con buenas apariencias.
Porque quando el se transfigura en Angel de luz, dize San Buenaventura, que solo aquel podrá conocerle, que fuere ilustrado por el Espíritu Santo, mediante el don de consejo; declara a este proposito aquellas palabras del cap. 49 de Job: Quia revelabit faciem indumenti ejus. Porque este enemigo, dize este Santo, de una manera tienta las almas religiosas, y de otra las mundanas: conviene a saber, a estas a lo descubierto, y a aquellas a lo reboçado, y debajo de cubierta de santidad. Y assi solos aquellos vén sin cubiertas la faz desnuda de su malicia, quando él la oculta con ropa de santidad, que tienen particular gracia de conocer espíritus, concedida por Dios, contra las assechangas del Demonio. Esto dize en este lugar San Gregorio; y en otro nos avisa, que en estas cosas no nos assegure mos con el buen sobreescrito, y loable apariencia con que le representan. Porque algunas vezes persuade el Demonio primero muchas cosas buenas, y verdaderas para assegurar de que esbuen espíritu; y después añade algo de lo que es proprio suyo, persuadiendo algún error, o pecado. Y al mismo proposito dize S. luán Chrisostomo algunas vezes tiene licencia el Demonio para dezir cosas verdaderas, pata recomendar su mentira con alguna verdad rara.
Pues si en estas aprehensiones sobrenaturales, que tocan a estos dos movimientos del alma, nos dan tan poca seguridad los Santos, que tuvieron mucha luz de Dios, como Maestros y Doctores de su Iglesia, para avisamos de sus peligros, devemos aprocharnos della, prendándonos poco destas comunicaciones para hazer assiento en ellas, y mucho mas quando no tocan a nuestro aprovechamiento, como revelaciones, o hablas de terceras personas, o de sucellos venideros. Porque desto de ninguna manera se ha de hazer caso, sino quieren abrir al Demonio una puerta muy ancha para que las engañe, y por ellos a otros. De lo qual nos avisa muchas vezes nuestra ilustrada Maestra, y su Venerable compañero en sus libros. Y en la oración de qualquiera manera que sean estas aprehensiones distintas de ninguna fuerte se ha de embaraçar con ellas el alma contemplativa, sino tomando el consejo de San Dionisio. Penetrar el entendimiento por todas estas noticias distintas, por mas sobrenaturales que sean, y entrarse desnudo de ellas en la obscuridad de la Fé, como Moysen debaxo de la nube, que cubría el monte, porque alli se le comunicara Dios a lo cierto y verdadero y sin peligros. Y lo mismo dize San Agustin con admirables palabras en otra parte referidas. Y el Padre Fray Juán de la Cruz trata mas largamente esto mismo, y da utilissima doctrina a los contemplativos assi para no ser engañados con las comunicaciones del Demonio, como para lograr sin peligro las que son de Dios.
Entre los que goviernan almas contemplativas, ilustradas desta manera con recibos sobrenaturales, ay dos estremos, tan peligrosos entrambos, y tan poco acomodados a la utilidad, y seguridad dellas, que no es fácil juzgar en qual ay mayor daño. Uno es de los que todo lo sobrenatural que veen en ellas lo condenan luego, o por malo, o por lo menos por sospechoso, porque no es conforme a su sentimiento, ni ellos han dado licencia para ello, queriendo que el Espíritu Santo no obre mas en las almas puras, que son templos suyos, de lo que ellos tienen por acertado. Otros van por el camino contrario, que como aquellos todo lo condenan, y con sus assombros y espantos en oyendo dezir vision o revelación, cierran la puerta al buen consejo, y echan uno como candado a la boca del contemplativo para no atreverse a dar quenta dellas, que es lo que el Demonio pretende para armar sus redes. Assi estos todo lo aprueban, y en cosas tan dudosas viven con poco temor y rezelo, y con esto dexan la puerta abierta a los engaños del Demonio. Y pues a estos segundos dieron ya los Santos doctrina segura y provechosa en el capitulo passado, diremos en este a los primeros lo que sienten de su modo los Maestros sabios y experimentados.
Con estos habla la Santa Madre Teresa,
quando dize : El engaño es, que nos
parece que par los anos que ha que tratamos de espíritu, hemos de entender lo
que en ninguna manera se puede alcançar sin
experiencia. Y assi yerran muchos en querer conocer espiritus sin tenerle. No
digo, que quien no tuviesse espíritu, si es Letrado, no governarâ a quien le tiene,
mas entiéndese en lo exterior è interior, que vá conforme a via natural, por obra
de entendimiento, y en lo sobrenatural que mire vaya
conforme a la Sagrada Escritura. En lo
demás ; no se mate, ni piense penetrar lo que no entiende, ni ahogue los
espíritus, que ya en quanto a aquello, otro mayor Señor los govierna, que no
están sin superior: no se espante, ni le parezcan cosas impossibles, que todo es possible al
Señor, sino procure esforçar la Fè, y humillarse
de que haze el Señor en esta ciencia a una viejecita mas sabia por ventura que
a él, aunque sea muy Letrado: y con esta humildad aprovechar à mas a las almas, y assi, que con tenerse por
contemplativo. Todo esto es desta Santa Madre y Maestra. Y en muchos
lugares de sus libros se quexa de lo mucho que la hizieron padecer algunos
medio Letrados espantadiços.
Y en el cap. 8 de sus fundaciones dá admirable doctrina desta materia.
En esta conformidad habla Gerson desta manera. Los que han de ser Maestros de almas contemplativas, conviene que estén muy versados en la lección de los Autores, que en cosas de espíritu tuvieron ciencia y experiencia, y no casarse luego con su parecer en los sentimientos sobrenaturales, que hallaron en las personas devotas y sencillas, en que no ay cosa contra la Fé, ni al descubierto cosa contra las buenas costumbres, sino que veneren con silencio las cosas que no alcançan, o antes de dar su sentencia las remitan a mas sabia consulta, para tomar consejo con los libros de los Santos, y Varones Sabios y experimentados, que juntamente tengan ciencia en el entendimiento, y experiencia en el afecto, quales son San Agustín, Santo Thomas, San Buenaventura, y algunos otros, y no muchos, y léanlos con deseo de acertar a tomar su parecer, porque si los miran de otra manera, en lugar de sacar luz, sacaran tinieblas.
Desta fuerte nos da doctrina este sapientissimo Varón de la prudencia façonada, con que se ha de proceder en censurar estas cosas, y conviene mucho quitar de tal manera la estimación de las que pueden ser peligrosas a estas personas, que dexen siempre la puerta abierta a la comunicación del Maestro, para tomar consejo en lo que demas fuere sucediendo; porque el Demonio procura mucho darles encigimiento, para que con el silencio no sean sus laços descubiertos. Para esto no ha de ser fácil el medio en condenarlo que conocidamente no es malo, sino darles a entender en lo que consiste el aprovechamiento del alma, para que caminen a procurarla, y quiten la estimación de lo que tiene mas peligro, que utilidad. Para esto es a proposito lo que dize Santo Thomas, que la gracia que haze al hombre grato a Dios, es bien mas alto y excelente, que todas las gracias gratis datas, aunque sean de Profecía, y hazer milagros, y tener en la contemplación grandes revelaciones de secretos Divinos. Y que assi se han de endereçar los exercicios devotos a los aumentos de la gracia, que ordena al hombre inmediatamente a unirle con su ultimo fin, sin cuidar de otros recibos sobrenaturales, que no se ordenan a esto.
También puede servir a esto lo que el mismo Santo dize en otra parte de la gracia intensiva y extensiva de los Angeles, que la intensiva es la que les dieron al principio de su Bienayenturança, y por la qual son bienaventurados: y la extensiva es de los misterios que de nuevo les son revelados hasta el día del juyzlo. Pues declarando este lugar del Angélico Doctor el sapientissimo Padre Suarez prueba con fundamentos claros y allños, que qualquiera aumento de la gracia intensiva, que le orden a nuestra bienaventuranza es de mayor momento, que todos los aumentos de la gracia extensiva, aunque comprehenda todas las revelaciones de misterios escondidos, que han tenido los Angeles desde que fueron criados. Pues con estos, y otros fundamentos semejantes se puede persuadir a los desta manera ilustrados, que pongan su estimación y aprecio en caminar eñ la oración a los aumentos de la gracia que los haze agradables a Dios y los une con el, y en que consiste su bienaventuraba, y no en otrad aprehensiones nes, que tienen mas de peligro, que de utilidad, y la disposición de parte del alma para los aumentos de la gracia, y caridad, ya vimos en otra parte de la doctrina de S. Thomas y S. Dionisio que es reducida de la multiplicidad a la unidad, y de la vida esparcida a la única, como le quedo en la contempacion sencilla de Fè sobre los demas conocimient tos y aprehensiones.
Para ir por este camino llano aconsejado de los Santos, y prendarse poco de otros menos seguros, dize Santo Thomas, que es necessario abraçarse fuertemente de la virtud de le humildad, que enfrena el impetu del animo, para no aspirar desordenadamente a cosas raras y desuades, y no apartarse en sus obras del acamino común. Lo qual es proprio del espíritu humilde, governado por Dios y no desear cosas extraordinarias, como visiones, revelaciones, raptos y excessos de espíritu, ni exercicios de virtud, que sean singulares y desusados para cansar admiración a los que los miran. Porque aunque para manifestar Dios su gloria ha inspirado muchas ve zes modos de vida particulares y extraordinarios, como leemos en las vidas de los Santos, no dá semejantes inspiraciones, sino a personas de quien se ha de servir para ganar muchas almas, y que están fundadas ya en la humildad y virtud robusta, tomando este modo de vida de algunos muy perfectos, como por milagros de la virtud Divina para traer muchos a su servicio. Y al que no està bien fundado en profunda humildad, o que es muy llevado de vana estimación, no acostumbra nuestro Señor inspirar cosas extraordinarias, porque no les sean ocasión de calda. Y como el buen espíritu discreto, no mueve regularmente te sino a cosas ordinarias y conformes a las fuerças de cada uno, sin esperar milagros, guiándonos por caminos derechos, llanos, y trillados de nuestros mayores, y por esso mas seguros que los extraordinarios y desusados, donde son mayores los peligros, y mas ciertos los assaltos de mal espíritu.
Esta doctrina tan importante para los contemplativos trato muy de proposito luán Gerson de dist. ver. revelat. condit. 2 como tan docto y experimentado, el qual dize desta manera: « Quando uno camina por el camino ordinario, y por la senda Real con sencillo coraçon en todas las justificaciones de Dios, y que no aspira a cosas altas y milagrosas, y que exceden su capacidad, sino que yendo por tierra llana sigue la regla de vivir, instuitida por los Santos Padres, ni traspassa los términos que pusieron sus passados. De este tal no se debe creer fácilmente, que es engañado por ilusiones del Demonio, si ves que se dexa governar por consejo ageno, y se ajusta en las demas cosas a las reglas de la discrecion. Pero los que son amigos de seguir su parecer, y andar por el camino que ellos inventaron, dexando el carretero y real de las virtudes y reglas de los santos, son guiados por un governador peligrosissimo, y los va despeñando la propria opinion, y qualquiera cosa que dixeren de revelaciones se debe tener por sospechosa. » Todas estas son palabras de este gravissimo Autor, y doctrina muy importante para todos los espirituales, y muchissimo mas para los que son inclinados a cosas nuevas y singulares, por estar mas dispuestos para ser engañados. Porque assi como Dios mueve a cosas humildes, y a que seamos Santos sin ruido, assi también el Demonio mueve a cosas raras y extraordinarias, que campeen mucho en los ojos de los hombres, y se van con esto a la vana estima.
Desta manera de aprehensiones distintas, recibidas por modo sobreñatural, trato muy a lo seguro y provechoso al Venerable Padre Fray luán de la Cruz, ensenando como en la negación de ellas consiste, no solo nuestra seguridad, mas también la utilidad que puede sacarse dallas. Y a este proposito dize desta manera: « Portento, siempre se han de desechar las tales representacione nes y sentimientos, porque dado caso que algunos sean de Dios, no por esto se le haze agravio, ni se dexa de recibir el efecto, y fruto que Dios quiere hazer por ellos al alma, porque ella los deseche, y no los quiera. La razón desto es, porque la vision corporal, o sentimiento en alguno de los otros sentidos, assi también como otra qualquier comunicación de las mas interiores, si es de Dios, en este mismo punto que aparece haze su primer efecto con el espíritu, sin dar lugar a que el alma tenga tiempo para deliberar en quererlo, o no quererlo. Porque assi como Dios comiença en aquellas cosas sobrenaturalmente, sin diligencia activa, ni habilidad del alma assi también sin diligencia, ni habilidad suya haze Dios el efecto en ella, que quiere con las tales cosas. Porque se obra passivement en el espíritu. Y assi no consiste en querer, o no querer, para que sea, o dexe de ser. Y con no querer las admitir cierra la puerta a los engaños del Demonio. Y aunque se supiesse cierto que eran de Dios, tiene inconvenientes grandes para quererlas el alma admitir, y hazer propriedad de ellas. Particularmente, que por estas cosas se vá desquiciando de la perfección de seguirse por Fè, haziendo a precio de lo que experimentan los sentidos, pues la Fè es sobre todo sentido, y assi se aparta el alma de la union de Dios, cuyo medio es la Fè, no cerrando los ojos del espíritu a todas las cosas de los sentidos, y detenida en ellas no camina a lo invisible. » Todo esto es de la doctrina deste gravissimo y experimentadissimo Maestro.
Para tratar de las ansias de Amor de Dios, con que algunas vezes penan las almas contemplativas, se ha de presuponer lo que dize San Buenaventura en estas palabras: Assi como en lo corporal ay dos maneras de purificar una cosa: la primera por agua y la segunda por fuego: assi también las ayen lo espiritual: la primera por lagrimas, dolores, y continuo quebrantamiento de trabajos: y la segunda, y mucho mas eficaz por fuego de Amor. Esto dize este Santo, y todo lo que se ha dicho en la primera parte de los trabajos interiores del alma, pertenece a la purificación de agua, y a los efectos del cierço espiritual, que corria en el huerto de la Esposa, para esterilizar, y secar las malas hiervas. Y finalmente al primer despojo de les imperfecciones del alma, se ha dicho ya, según la doctrina de S. Tomas, y a referida, y aora diremos algo de la purificación del fuego, y de los efectos mas apacibles del vieto abrego, y de su influencia fervorosa, para introducion del Amor de Dios, y del pojo del amor proprio desordenado.
Para declaración de como se vá haziendo en el alma esta purificación de fuego, nos pone Santo Tomas el exemplo del madero verde puesto en la lumbro, que como le va inflamando el calor del fuego, va poco a poco expeliendo de las disposiciones contrarias, hasta que vencidas del todo, imprima en el su semejança. Y otro tanto haze en el alma contemplativa la Divina influencia. De esta misma comparación usa nuestro Venerable Padre Fray Juán de la Cruz, y la declara mas a nuestro proposito desta manera: « Esta luz divina purgativa, de la misma fuerte se ha en el alma, purgándola, y disponiendo la para unirla consigo perfectamente, que el fuego en el madero para transformarle en si. Porque el fuego material en aplicándole al madero, lo primero que haze es yrle desecando, y echando fuera la humedad, y los demás accidentes contrarios, y juntamente le vá inflamando para transformarle en si. Y a este modo avernos de filosofar acerca de este divino fuego de amor en esta fragua purgativa, que antes que una, y transforme al alma en si, la purga primero de todos sus accidentes contrarios; y al passo que se và purificando el alma por medio deste fuego de amor, se và mas inflamando en él, assi como el madero al passo que se và disponiendo se và calentando mas, aunque esta inflamación de amor, no siempre la siente el alma; sino algunas vezes, quando la influencia divina dexa de envestirla tan a lo fuerte, porque entonces tiene el alma lugar de ver, y aun de goçar la labor que se và haziendo en ella, como quando sacan el hierro de la fragua, para que se vea la obra que en el se haze, y entonces ay lugar para que el alma eche de ver en si el bien que no veia quando andava la obra. »
Esto dize desta inflamación purgativa nuestro Venerable Padre, y aplicando su doctrina experimental a la primera purgación que se haze en la parte sensible, de que yá en su lugar tratamos, assicomo la influencia divina và gastando y consumiendo en ella impureças, y verdores del apetito inferior, que hazen contradicion a los hábitos de las virtudes morales, que militan contra el desorden de las passiones que están en él, assi la va también inflamadlo para introducir en ella su semejança; según el modo de su capacidad material, y grosera. Y quando el apetito sensible está inflamado con este fuego, de manera que se mueve con eficacia a desear a Dios, comomo su movimiento procede de passion, suele ser muy impetuoso, y una como señal de victoria, que va alcançando yà de las passiones, è inclinaciones desordenadas, que le abatían viciosamente a las cosas de la tierra. Porque assi como quando el fuego lebanta llama en el madero verde, es señal de victoria del mismo fuego, y que ván ya de vencida los contrarios, que le hazian resistencia: Assi también quando el fuego de amor dá estas llamaradas ansiosas en el apetito, es señal que ya los contrarios, que antes le resistían, van perdiendo su fuerça.
Pero como en el apetito sensible se exercita el amor a modo de passion y por esto quando el se inflama suele ser su movimiento muy vehemente, e impetuoso, es menester moderarle con discreción, para que con su violencia no dañe al coraçon donde se exercita. Pues como en otra parte se toco de la doctrina de Santo Thomas, aunque de parte de lo formal del amor se majora el apetito; pero de parte de lo material en la passion de amor exercitada en el órgano corporal, se haze este amor nocivo con el excesso del movimiento; Assi es necessario, que este exercicio y movimiento sea moderado, y assi nos lo aconseja nuestra gloriosa Santa Teresa en algunos lugares de sus libros, y en uno dize assi : Una cosa advertid Hermanas en estos grandes deseos de ver a nuestro Señor, que aprietan tanto algunas vezes, que es menester no ayudarlos, sino divertirlos (si podéis digo) porque en otros que diré adelante, en ninguna manera se puede, como vereis. En estos primeros alguna vez, si podran, porque ay razón entera para conformarse con la voluntad de Dios. Y como al parecer no es deseo de personas muy aprovechadas, ya podria el Demonio moverla, porque pensassemos lo estamos, y procurar abundancia de lagrimas, para que se enflaquezean de manera que despues no puedan tener oración, ni guardar su regula.
Esto dize nuestra Madre Maestra, y de lo mismo nos avisan otros Maestros mysticos experimentados, y del daño que recibieron algunos, por dexarse llenar de estos Ímpetus de amor sensible, perdiendo tinos la salud, y otros con ella el consuelo también, quedando llenos de escrúpulos. Y de uno en particular nos avisan, conviene a saber, que como con este movimiento impetiioso se debilita el coraçon corporal, donde tiene su exercicioj sino ser repara con tiempo, viene a quedar tan flaco para exercitar los actos virtuosos con esfuerço, que queda como lisiado para no poder exercitar la parte que le toca de la oración, y con su acto sirve flacamente al de la voluntad. De donde viene, que quando la parte concupiscible del mismo coraçon se inclina viciosamente a los objetos de la sensualidad, y la virtud irascible, que se avia de oponer a este desorden, está debilitada para baser con eficacia su resistencia, aunque la voluntad en lo superior resista, piensan que consiente, y dello les viene tanto mayor aflicción, quanto mas aman a Dios, y mas desean no ofenderle, la qual aflicción es argumento de la resistencia de la voluntad: Los que desta manera tienen debilitado el coraçon, han de ordenar esta resistencia mas con lo interior del animo, que con el movimiento sensible. Porque como la la intención es acto de la voluntad, que mira al fin, y orden los actos de las demas potencias, en poniéndola en Dios, queda con seguridad el alma.
Lo que se ha dicho del apetito sensible, y ansias de amor de Dios al fin de la purificación de la parte inferior, suele suceder también en la parte intelectual después de la puegacion del primer despogo, de que ya se ha tratado, donde la purificaron y desnudaron de los hábitos adquiridos imperfectos, aunque como de parte mas noble, y de almas que están ya en estado de iluminación, demás de la inflamación de amor que và haziendo en ella la influencia Divina con Vitoria de sus contrarios, como el fuego en el madero, aumentan estas ansias de amor estos otros motivos que las hazen mas intensas. De dos de los quales nos dá Santo Thomas noticia. El primero es el vacio, en que ya está esta parte espiritual de los hábitos imperfectos que las ocupavan, para no recibir en si como Tronos, y filias de la Sabiduría Divina a la misma Sabiduría, y descansar en ella como en su centro. El otro es aver començado ya a gustar el sabor supersubstancial de esta Divina Sabiduría. Y declara el mismo Santo, a nuestro modo grosero, la hambre espiritual que esto le causa, con la que tiene un hprnbre de buena salud de los manjares corporales, quando tiene el estomago vacio, y ha començado ya a oler, o gustar la suavidad del manjar que apetece. Porque con este se irrita el apetito, y crece mas la hambre, y el deseo de aquel manjar.
Quanta eficacia tenga este primer motivo para tener penada el alma desta manera desocupada, se puede conocer con lo que dize el mismo Santo, que la felicidad, de cada cosa consiste en tener unido consigo aquello de que pende su perfección. Y quando está dividida del pena el apetito por esta union, y causale dolor no llegar a ella ? Pues como la ultima perfección del alma racional es unirse con su principio, que es Dios, y descansar en él como en su centro: De aqui viene, que el deseo natural del hombre en ninguna cosa puede quietarse, si solo en Dios. Porque como recibió del la primera perfección, que es el alma racional salida inmediatamente de sus manos, del también ha de recibir inmediatamente la perfección ultima, para que su felicidad sea cumplida, la qual consiste en esta union con èl començada en esta vida, y perficionada en la otra. Pues mientras el alma está embaraçada con cosas criadas, y con los hábitos imperfectos, que la inclinan a ellas, y ceba do con su sabor el apetito, no hecha tanto menos esta union con su principio y centro, aunque no halla satisfacion fuera del en otra cosa alguna, por excelente que sea. Pero estando ya purgado de estos hábitos bastardos, y en vacio de las cosas criadas, que por ellos gustava, siente la falta de la perfección de su naturaleza, y pena por unirse con el contro de su perfecta felicidad» y la división del le causa dolor.
Este dolor se aumenta guando se ha començado ya a gustar este bien en que consiste nuestra perfección. Porque mas nos dolemos de la falta de los bienes que començamos ya a gozar de presente, que de los que se nos libran para el tiempo venidero, porque con la experiencia del bien gustado pena mas el apetito por su falta. Y de aqui viene el segundo motivo que tiene el alma dentro de si, para hazer mas penosa y encendida esta ansia de amor. Porque en este estado ha començado ya a gustar quan suave es el Señor por algunas mercedes sobrenaturales, que ha recibido en la oración, las quales le han descubierto la bondad incomparable de lo que desea, y de parte de su causa le aumentan algunas vezes el fuego del amor, con noticias muy sutiles, que por nuevas ilustraciones le dan de Dios, con que mas la hasen penar, porque le dan el olor de su bien como do cerca, y el sabor como de lexos, (que de esta manera declaro la substancia destas ansias añadidas S. Thomas) y con esto tiene el deseo del sumo bien en acto, y el gusto del en la memoria, lo qual haze sed de amor tanto mas intenso, quanto mayor noticia le dan del bien ausente.
Con esta sed y ansias amorosas, como con purificación de fuego, que es mas eficaz que la de agua, vá la Sabiduría Divina purificando mas perfectamente lo que en el agua de sequedades y trabajos se aula purificado, y juntamente ensanchando los senos del alma, para recibir en ella a Dios, y vistiéndola de su semejança para la Divina union. Porque este deseo ansioso de Dios, que San Dionisio llama amor agudo, no es otra cosa, según la declaración de Santo Thomas, que penetración de la caridad y forma Divina, hasta lo mas intimo del alma. Porque la caridad es deseo de Dios; y donde ay mayor caridad, ay también mayor deseo, como el mismo Santo dixo en otra parte. Y esta penetración la estorbavan los hábitos viciosos, y calidades bastardas, de que en el crisol passado la purgaron, como sus contrarios.
Desta dilatación y ensanchamiento, que estos deseos ansiosos de Dios hazen en el alma contemplativa, dize San Gregorio: « Algunas vezes no llegan los contemplativos al cumplimiento de sus deseos, para que con la dilación se ensanchen mas los senos del espíritu, y hagan mas lugar a los mismos deseos. Y porque por ventura se pudieron enflaquecer con el cumplimiento, con gran providencia de Dios se los dilata, para que no cumplidos, crezcan. Dilatase el deseo para que se esfuerce; y dentro del seno de su dilación se cria, para que mas crezca. Por lo qual con razón da vozes la Esposa, diziendo: En mi lecho busqué de noche a quien ama mi alma, busquèle, y no le hallé Escondióse el Esposo, quando era buscado, para que no hallándole le buscasse mas ardientemente; y buscándole la Esposa se le dilata el hallarle, para que hecha mas capaz con la tardança, le halle mas copiosamente después que le buscava. » Todo esto es de San Gregorio. Y en estas ultimas palabras significo lo que dize Santo Thomas, que el deseo haze apto y dispuesto al deseoso, para recibir el bien deseado. Y por esso a la union Divina preceden siempre estos grandes deseos, como le experimento en la misma Esposa, que andando buscando con ellas ansias, a su amado, dize: Que poco después le hallo, de manera, que el deseo encendido en buscarle, fue la disposición para que le hallasse.
Pero una cosa advierte Santo Thomas a este proposito, muy digna de ponderación, y aun de lagrimas, diziendo: Que la memoria del bien ausente ya gustado, entonces causa sed, quando el hombre está en aquella misma disposición en que le era deleytable el bien que se gusto y se ausento. Porque si esta disposición se mudo y altero, ya la memoria del bien no causa sed. Esto dize este gran dissimo Doctor. Y gran lastima es, que estando ya el alma contemplativa en esta disposición tan alta para tan incomparable bien, y si está ya del todo purgado, como en víspera de unirse con Dios, ya llegar al paradero de su felicidad, se alexe del por bolver a ocupar su vacio con la afición, o assimiento de alguna criatura, que le quito aquella sed de Dios, que le disponía la passada. Deste lastimoso peligro nos avisa nuestra ilustrada Maestra tratando de los primeros actos de union, y no dá excelente doctrina acerca desto, y la califica con dezir, que no es suya, sino que se la dixo el Señor. Y como muchas vezes con capa de zelo de almas perdemos al aprovechamiento de la nuestra, quando no está aun para volar, porque tiene todavia pelo malo, y sale con peligro del nido.
Como esta purgación primera de la parte espiritual, quanto a los hábitos imperfectos (que escurecian el entidimiento para el conocimiento de Dios, y entibiavan la voluntad en su amor) sirve a tinos para principio de disposición de la union Divina, a que van caminando; y a los que van caminando, y los que no han de llegar a ella, para que se perficionen en la contemplación sencilla y endiosada, quedan después deste crisol tan dispuestos para ella, como me lo significo una alma sencilla desta manera purgada, diziendo que en entrando en la oración la ponían en un gran remanso, y mucha simpleza, que son efectos muy proprios de la iluminación del don de Sabiduría. De la qual dize S. Dionisio, que los que la reciben sin estorbos y proporcionadamente, les une y los viste de su sencillez divinizada, y à la misma iluminación entre todas las demás de los dones del Espíritu Santo, atribuye Santo Thomas la pacificación del alma, como el aposentador de Dios, que la dispone para que sea morada suya. Y como este Divino don de Sabiduría, infundido por el Espíritu Santo en el alma, abraça las dos potencias della, intelectiva, y afectiva, por estar en el entendimiento según su essencia, que es juzgar rectamente, y en la voluntad según su causa, que es la caridad con quien anda siempre acompañado. En poniéndose en la oración quieta y sencilla las almas purgadas, penetra luego esta Divina luz el entendimiento para ilustrarle y la voluntad para inflamarle, al modo que los rayos del Sol el cristal claro; y el fuego la materia seca, que son comparaciones de que usa S. Dionisio a este proposito. Y assi, quitados los tiempos de sequedad, muy de ordinario gozan desta serenidad sabrosa en la oración.
Pues para tratar ya de esta contemplación mas ilustrada de los aprovechados, acordémonos de lo que en otra parte se dlxo de los tres movimientos del alma, que pone S. Dionisio, derecho, torcido y circular. Porque las elevaciones afectivas sobrenaturales, que se exercitan en el movimiento circular proprias destos aprovechados, siguen al conocimiento que en él se recibe, que es sencillo, è indistinto, sin principio, ni fin, como figura circular. Y como en él entra el entendimiento en Dios a lo inmenso, sin limite, ni medida, assi entra también la voluntad, y entrambas estas potencias exercitan sus actos con este movimiento en la parte superior del alma, que llaman mente, o espíritu en quietud sencillissima, a diferencia de los otros dos movimientos, que tienen anexa a si moción inquieta, caminando al movimiento derecho de lo baxo a lo alto, y el torcido de lo alto a lo baxo. Y por esto dize Santo Thomas que a solo el movimiento circular pertenece la inmobilidad quietissima. Porque las iluminaciones que pertenecen a este movimiento se reciben en el alma sencilla y quieta, y no la sacan los actos inferiores, como el movimiento torcido, sino antes la juntan y unen mas estrechamente con Dios. Porque son iluminaciones sencillissimas, representabiones de Dios, y de sus Divinas perfecciones, y lebantan el alma a su conocimiento y amor para per ficionarla, haziendola participante de ellas, como declaro San Dionisio. Y en la exposición deste lugar dize a este proposito Alberto Magno: Tres cosas toco San Dionisio en estas visiones intelectuales, que por excelencia llama visiones Divinas. La primera, el modo, que es por medio de semejanças, pero no de cosa corpórea, quales son las que entran por los sentidos. La segunda, el fin, que es para reducir el alma a Dios. La tercera, el efecto, que es introduciendo en ella la perfección de la virtud con que se há de llegar a Dios.
Para entender esto se ha de advertir lo que dize Santo Tomas, que la vision o iluminación intelectual se haze, no por medio de semejanzas corporales y distintas, sino mediante alguna inteligible y sencilla. Y esto sucede de dos maneras. Una, y la mas ordinaria en nuestra contemplación favorecida a lo sobrenatural, es ilustrando la luz Divina del don de Sabiduría el concepto sencillo de la Fé, que nosotros formamos de Dios a nuestro modo humano, bolviendole mas sutil y mas ilustrado, de la manera que el Sol quando embiste una nube obscura la esclarece u sutiliça. Y con esta ilustración le pone a Dios como presente. Otras vezes, por ser tan sutil esta ilustración intelectual, no la percibe el contemplativo, pero siente el efecto que haze en la voluntad, y como la va transformando en si para lebantarla a Dios. Lo qual declara Santo Thomas por un exemplo muy conveniente, diziendo, que assi como el ayre, por tener potencia passiva para ser transformado en fuego, se vá poco a poco transformando en él quando le tiene vezino; y después de transformado haze movimiento de fuego: assi también nuestra voluntad, que tiene potencia passiva para ser transformada en fuego de caridad y amor de Dios, quando embiste en ella esta Divina iluminación, la va encendiendo y transformando poco a poco en este amor, y transformada, obra a lo sobrenatural. La obra iluminación por semejanças intelectuales, es mas rara y mas lebantada, quando estas semejanças proceden de Dios inmediatamente, y las imprime en el entendimiento humano, para conocimiento de algún misterio Divino, de las quales ilustraciones se ha de tratar adelante.
Para proceder ordenadamente en
estas ilustraciones intelectuales, nos debemos acordar de lo que se toco en
otra parte de la doctrina de San Dionisio, que en qualquier animo humano ay
tres Ierarquias de potencias, al modo de las Celestiales, donde (según estos
grados) recibe de Dios purgación, iluminación, y perfección, y que estamos ya
en la Ierarquia superior, que es en lo supremo de las potencias espirituales,
que llamamos mente, o spiritu, y proporcionándola con la Ierarquia suprema
del cielo, según que a nuestro proposito lo declaran San Buenaventura, y
algunos expositores doctos de San Dionisio. Assi como en aquella ay tres ordenes de Angeles assistentes
a Dios, que son, Tronos, Cherubines, y serafines: assi nosotros, imitando sus
nobilissimas propriedades, con que administran a su Criador, y se disponen para
recibir en si, y los efectos de su Divina iluminación è influencia, avernos de ir caminando por
estos tres ordenes, hasta unirnos con él en participación de un mismo
espíritu.
Siguiendo pues este orden, aplieado al movimiento circular proprio de esta suprema Ierarquia. La era elevación sobrenatural de nuestro espíritu en este movimiento, ha de ser semejante a la de los Tronos Celestiales, de los quales dize San Dionisio, como en otra parte vimos, que cada uno dellos, como assiento de la Divinidad, se proporciona con Dios, y se viste de su semejança para recibir en si, sin ninguna inquietud, ni materialidad sobre todo lo criado, aunque mas excelente sea, y está siempre abierto para los recibos de las comunicaciones de Dios, y obediente a ellas. Estas mismas calidades aplica el Venerable Hugo de Sanct. Victor en este lugar a nuestra contemplación, para ser bien ordenada y provechosa. Lo primero, que nostro entendimiento esté Deiforme como el Trono Celestial: esto es, proporcionado con èl a lo Divino, por medio de de la luz sencilla de la Fé, que le viste de una forma Divina, y le traslada de si en Dios.
Lo segundo, que esté quieto y puro de toda semejança material, para recibir en si a Dios, espíritu purissimo y quietissimo. Lo tercero, que esté lebantado sobre todas las cosas, y abierto y patente para recibir a Dios, y obediente a su mocion Divina. Destas propriedades aplicadas a nuestra contemplación ordinaria, exercitada a nuestro modo humano, tratamos ya en su lugar. Aora tratarémos de la que por iluminación Divina nos lebanta sobre todo nuestro modo humano, que son términos con que Santo Thomas diferencia estas dos manneras de contemplación, una común, y otra ilustrada.
Pues la primera elevación desta suprema Ierarquia, y movimiento circular, en que el espíritu humano imita en su contemplación al Trono Celestial, es la que llaman de mystica Teología, que S. Dionisio aprehendió del Apostaol San Pablo su Maestro, y nos la comunico a nosotros. La quel describa Ruperto Lincon su Comentador desta manera: Contemplación de mystica Teología es una habla secretissima con Dios, y no en el espejo y semejanzas de las criaturas, la qual se exercita quando el espíritu del contemplativo transciende todo lo criado, y a si mismo, y queda en quietud y ocio de los actos de todas las potencias aprehensivas acerca de las criaturas, con deseo de ver y abraçar aquel que es sobre todas, esperando en la oscuridad y actual ignorancia de toda aprehensión de cosa criada, hasta que el deseado se manifieste al que le desea, quanto conoce que le conviene. Esta es la difinicion que este Autor dà a esta contemplación, y llamala habla secreta del alma con Dios, sin semejanças de cosas criadas Porque lo principal desta contemplación es el acto de la voluntad, guiado de la luz de la Fé, que es potencia tan privilegiada en esta comunicación Divina, como pondero el Venerable Hugo de S. Victor, diziendo, que el entendimiento llega acompañando a la voluntad hasta el Talamo Divino, que el Esposo Celestial tiene en la alma de su Esposa, y no entra dentro. Pero la voluntad no se contenta con llegar hasta la puerta deste talamo, sino que también con ossadía privilegiada entra dentro della regalarse con su Esposo. La razón desta diferencia da Santo Thomas, diziendo, que la voluntad en esta vida puede amar a Dios según su essencia. Pero el entendimiento no le puede conocer sino por medio de alguna semejança. Y por esto San Dionisio llama contemplación de participación Divina a esta de mystica Teología, donde la voluntad participa de Dios en si mismo.
El camino ordinario para llegar a la contemplación de mystica Teología ilustrada, que lebanta el entendimiento sobre su modo humano, es el exercicio de la misma contemplación a nuestro modo, por medio de la luz de la Fé, y los auxilios comunes de la gracia, segun se declaro en la primera parte. Y para persuadirnos a esto nos ponen S. Dionisio, y San Gregorio el exemplo de Moysen, que su cuidadasa subida hasta la cumbre del monte Synai, donde entro en la escuridad mystica, que fue medio para que Dios se le comunicasse tan estrechamente, y con tanta luz, que del alma reverberava en el cuerpo. Y por esto a esta primera contemplación llaman los Autores Enigmática, y Anagogica, conviene a saber, Enigmática, que quiera dezir escuridad, quanto al entendimiento; y Anagogica, que quiere dezir, lebantamiento del espíritu a Dios, quanto a la voluntad. Porque en esta subida a unirse a las cosas Divinas, inefables, y no conocidas, ha de llevar el entendimiento por guia la luz de la Fé, que es también Divina, y le pone en escuridad de todos los demas conocimientos; y al arrimo desta luz ha de subir el espíritu por la via afectiva a buscar a Dios para unirse con él. Esta escuridad dizen los Autores, que es la que puso Dios para morada suya, y que en entrando en ella el entendimiento, dize el amor. La noche es mi iluminación en mis deleytes, y por esto aliento que ha de tener la voluntad en la obscuridad de Fé del entendimiento, usa tantas vezes S. Dionisio desta palabra Anagogica, quando trata de nuestra contemplación.
Como passa el alma contemplativa desta contemplación obscura a la ilustrada, nos lo declaro magistralmente Santo Thomas, diziendo; que lo que la influencia del don de Sabiduría ilustra en nuestra contemplación, es lo que la Fé le representa sencillamente en nuestro entendimiento de Dios, y de sus Divinas perfecciones. Y assi, lo que le representa destos misterios, como embuelto en escurldad, lo esclarece, y como desembuelve la iluminación deste don Divino dentro del acto de la misma Fé, según el grado de conocimiento dellos, a que Dios quiere lebantar al contemplativo. Y con esto passa de la contemplación Enigmática y obscura, a la ilustrada y endiosada, que le lebanta sobre su modo humano al conocimiento y amor de Dios. Y este transito tan feliz no sucediera, si Moysen no estuviera en la cumbre del monte, debaxo de la obscuridad que le cubria, como nos lo intimo San Dionisio con palabras muy notables a nuestro proposito. Y en declaración desta semejança, y de como no se manifiesta Dios a lo ilustrada, sino à los que transcendiendo todas las cosas, y a si mismos se entran en la obscuridad de la Fé, como Moysen en la del monte, donde se halla Dios.
Esta ilustración se haze por medio de semejanças intelectuales de los misterios Divinos, que representan, de los quales dan al assi iluminado tan alto conocimiento, que cada una dellas dize Santo Thomas que es como un espejo Divino, donde se le descubre sobre la oscuridad de nuestro conocimiento el misterio que Dios quiere comunicarle. Estas semejanças intelectuales ilustradas a lo Divino, son de dos maneras. La primera, mas a lo universal, è indistinto de algún misterio o atributo Divino, como de la bondad, grandeza, o hermosura de Dios, o de toda la essencia Divina junta, que aunque no le dá conocimiento distinto de lo que le representa, sino assi en confuso, è indistinto; pero como de tal manera los proporciona la Sabiduría Divina con nuestro conocimiento grosero, que conservan la decencia debida a Dios y a sus misterios, según declara S. Dionisio, lebantan al entendimiento a una altissima estimación de la Divina grandeza, o hermosura, o del misterio que le representa, y la voluntad a su amor, y hazen otros muchos efectos admirables en el alma.
La segunda manera desta comunicación tan sobrenatural, es por semejanças mas expressas, y distintas de Dios,y de sus Divinas perfecciones, comunicadas a almas muy purgadas, que Dios quiere hazer participantes del conocimiento de los Angeles. De la qual vision intelectual, como de la mas lebantada, que se comunica en el destierro dentro del acto de la Fé (y assi es muy rara) avernos de tratar adelante en el estado de union transformada. Y aquí solo diré mos algo desta otra vision intelectual indistinta, que puede aprovechar a las almas, que desta manera son ilustradas, y darles estima dellas.
Deste genero declara Santo Thomas aquella vision intelectual de que nos da noticia el Profeta David, quan do dize que le hablo el fuerte de Israel, justo señoreador de los hombres; y declarando el modo con que le hablo, añade; que fue como la luz del Alva, quan do en tina mañana clara y limpia de nuches resplandece al tiempo que nace el Sol, y como se produce la yerva de la tierra con las lluvias del cielo. En lo primero significa la serenidad y sencilléz desta manera de vision, quanto al entendimiento, sin nubes de figuras sensibles y distintas. Y en lo segundo, la fertilidad de frutos que dexa en el alma, à quien se comunica, fertilizándola como las lluvias del cielo fertilizan la tierra. Los quales dos efectos nos declaro también San Dionisio destas semejanças Divinas tan endiosadas; y por esta serenidad sencillissima las llama S. Thomas contemplación Divina de verdades Divinas, porque con ellas desnudan al entendimiento humano de todos los accidentes sensibles y materiales, con que por el caminó ordinario suele entrar al conocimiento de la essencia de las cosas; como el mismo Santo declara en otra parte. El qual modo de conocer es muy semejante al de la patria, y lebanta siempre al entendimiento sobre su modo humano. Y por esto estas comunicaciones tan espirituales no se hazen sino a entendimientos purgados ya de las calidades bastardas y materiales, que se le avian pegado de la comunicación de los sentidos, que por el beneficio de la ilustración Divina tienen ya, como dize San Dionisio, cierto parentesco con la misma luz, y assi se les comunica en su espiritualidad y pureza, sin los accidentes groseros con que va embuelta en las comunicaciones que se hazen a entendimientos aun no purgados.
De este genero de ilustración intelectual dizen los Autores mysticos, que fue también aquel silvo de la marea delicada en que hablo Dios al Profeta Elias en la cueba del monte Horeb, del qual silvo dize San Gregorio, que es una contemplación Divina, que dá sabor, que no solo nos dà a conocer, sino también a gustar la verdad eterna. Y luán Gerson dize deste delicado silvo que es un llamamiento de Maria al silencio de la contemplación, y aquel susurro de la palabra Divina; que dize Iob, que sonava en su oido espiritual como un ayre muy sutil. Deste genero es assimismo aquel silencio hablador a lo Divino, que San Dionisio dize, que secretamente enseña, y aquella paz del espíritu, que dize el Apóstol sobrepuja todo sentido, y la dichosa quietud de toda operación activa de sentidos y potencias, donde duerme dulcemente la Esposa recostada sobre el pecho de su amado en lo secreto de su Talamo Divino, y velando a él con el espíritu, oye su voz en este sil vo sutil, y serenidad sabrosa. De la qual gozan muchas vezes en su contemplacion ordinaria las almas aprovechadas, que han passado ya por el cristol purgativo, como mas dispuestas para recibir esta luz Divina en su sencillez y pureza, y ser penetradas della.
Esta pues es la forma Divina, que en aquel silvo delicado en que Dios venia, dio el Señor al Santo Profeta Ellas, para que del se dérivasse a sus Hijos; y este es el mayorazgo concedido a los Hijos de Elias, como a Maria la parte mas perfecta, para que como hijos legítimos desta Aguila Real, miremos al Sol Divino de hito en hito, sin velos, ni antiparas de semejanças materiales y distintas. Hagan otros en hora buena su assiento en el ayre fuerte, en la conmoción grande, y en el fuego sensible en que Dios no venia (que como declaran los Autores sabios, son la meditación discursiva, la ponderación y fervor sensible, que preceden a la contemplación, que a nosotros nos llama Dios como a contemplativos y verdaderos adoradores suyos en espíritu y verdad, a que paseando por todos estos preámbulos apriessa, hagamos nuestro assiento en el silvo Divino desta Celestial marea, donde Dios viene a las almas para vivir en ellas. Y por este camidobreve y derecho para la perfección, nos tiene él librada la nuestra con tan favorable experiencia, que siempre que en las Congregaciones de Elias abundo este exercicio, abundava también la vida reformada, que haze Santos. Verificándose lo que dize San Dionisio, que a los que siguen el blanco que puso Dios a cada orden, los va reformando a seme jança de su hermosura, y haziendolos imagines Divinas. Y assimismo lo que dize Santo Thomas; que quanto mas uno se vá acercando a su principio, tanto mas participa de sus efectos. Y esta contemplación no solo acerca el alma a Dios, mas también quita los estorbos para que obre en ella, y le comunique su virtud y semejança.
Destas comunicaciones intelectuales ilustradas a lo Divino, nos dá también noticia experimental el Venerable Padre Fray luán de la Cruz, y por algunos de sus efectos la llama contemplación secreta; y a este propositi dize assi: « Llamase secreta esta contemplación porque es la Teología mystica que los Teologos llaman Sabiduría secreta, la quel dize Santo Thomas que se comunica, è infunde en el alma mas particularmente por amor, y esto acaece secretamente a escondidas de la obra natural del entendimiento, y de las demás potencias. Y porque las dichas potencias no la alcançan, sino que el Espíritu Santo la infunde en el alma, como dize la Esposa en los Cantares, sin entender ella como sea, se llama secreta. Y no solo por esto se puede llamar secreta, mas también por loé efectos que causa en el alma, que también son secretos. Y de aquí podemos sacar la causa, porque algunas personas que van por este camino, y por tener almas buenas, y temerosas, querrían dar quenta a quien las rige, de lo que tienen, y no saben, ni pueden, y assi tienen en dezirlo grande repugnancia, mayormente quando la con templacion es algo mas sencilla, y la misma alma apenas la siente, y solo sabe dezir, que el alma está satisfecha, quien ta, y contenta; que sienten a Dios, y que les và bien a su parecer. Mas no ay dezir lo que el alma tiene, sino por términos generales semejantes a los dichos. Otra cosa es quando las ilustraciones que el alam tiene son particulares, como visiones y sentimientos, que como estas se reciben debajeo de alguna especie de que participa el sentido, se pueden dezir.
Y no solo por esto se llama esta contemplación secreta, sino también porque esta Sabiduría mystica tiene propriedad de esconder al alma en si, que demas de lo ordinario, algunas vezes de tal manera absorbe al alma, y la sume en su abismo secreto, que ella echa de ver claramente, que está remotissima, y dexadissima de toda criatura. De fuerte, que le parece que la colocan en tina profunda, y anchissima soledad, donde no puede llegar alguna humana criatura, como un inmenso desierto, que por ninguna parte tiene fin, tanto mas delicioso, sabroso, y amoroso quanto mas profundo, ancho, y solo, donde el alma esté tan secreta, quanto se vé lebantada sobre toda temporal criatura. Y tanto lebanta entonces, y engrandece este abismo de sabiduría al alma, metiéndola en las venas de la ciencia de amor, que la haze conocer, quan baxa es toda condición de criatura para este supremo sabor y sentir de Dios, y quan cortos, è improprios los términos y vocables con que en esta vida se trata de las cosas Divinas, y como las dà a conocer, y sentir la iluminación desta mystica Teología. » Desta manera nos declara nuestro Maestro los efectos secretos, y luminosos de esta contemplación mystica ilustrada. Y esta soledad en que pone el alma, es señal que se va purgando ya de las imperfecciones, que estorbavan à las potencias entrar azia lo intimo de su essencia, donde Dios tiene en ella su morada. Y destos declara San Gregorio aquel lugar de Iob, de los Reyes, y cónsules que edifican para si soledades, en que reposan con quietud, abstraída del espíritu, mientas no pueden llegar al intimo deseando de la union Divina en el profundo centro del alma.
También pertenece a esta contemplación de mystica Teología una influencia tan sencilla, sutil, y secreta, que por no percibirla, ni en el conocimiento, ni en el alma que la recibe, la malogra muy de ordinario: y assi diremos algo de ella, quanto baste para poner en advertencia a los que por no conocerla no la logran. En dos tiempos particularmente suele acaecer esto. El uno entre las sequedades y aprietos del crisol purgativo, porque al modo del Artífice que labra el yerro para cosas curiosas, que después que le ha desbastado con la lima gruessa, le pule y da lustre blandamente con oÿra mas menuda: As si parece que se ha el Artífice Divino con las almas que vá labrando para perficionarlas, que primero usa en esta labor, como de lima gruessa del crisol apretado de sequedades y trabajos, para desnudarlas de las imperfecciones y deseemejanças, que las impiden su comunicación intima, y union Divina, y después las embiste con otra influencia mas benigna para façonar lo que con la rigurosa no se ha labrado, como poniendo esmalte sino sobre la labor primera. Y porque todas las influencias Divinas en la mayor quietud del alma hazen su efecto, esta de ninguna manera la inclina a operación alguna activa, no solo de conocimiento, pero ni aun de afecto, sino a estarse quieta y unida en un acto universal, como conviene para obrar Dios en ella, sin estorbos, y con su operación, como dize el Apostol, reformarla, y configurarla a somejança de la claridad de Christo.
Desta influencia secreta, mas pacifica que jugosa al sentido, y de como la ha de lograr, trato el Padre Fray Juán de la Cruz Cruz en muchos lugares, en uno de los quales dize assi: « Demas destos provechos que están dichos, otros muchos consigue el alma por medio desta seca contemplación. Porque en medio destas sequedades y aprietos, muchas vezes, quando menos piensa, comunica Dios al alma suavidad espiritual y amor muy puro, y noticias espirituales a vezes muy delicadas, cada una de mayor provecho y mas aventajado precio, que quanto antes gustava, aunque el alma a los principios no lo piensa assi, porque es muy delicada la influencia espiritual, que aqui se dà, y no la percibe el sentido. »
En otra parte dándonos acerca desto mas doctrina, dize: « Conténtese el alma con estar alli solo con una advertencia amorosa y sollegada en Dios, sin cuidado, sin eficacia, y sin gana demasiada de sentirle y gustarle. Porque todas estas pretensiones inquietan, y distraen al alma de la sossegada quietud y ocio suave de contemplación, que aqui se dà. Y aunque mas escrúpulos le vengan de que pierde tiempo, y que seria bueno hazer otra cosa, pues en la oración no puede aver, ni pensar nada; súfrase, estese sossegada, como que no vá alli mas que a estarse a su placer y anchura de espíritu. Porque si de suyo quiere obrar algo con las potencias interiores, seria estorbar, y perder los bienes que Dios por medio de aquella paz y ocio del alma esta assentando, è imprimiendo en ella. Bien assi, como si un pintor estuviesse pintando el restro de una imagen, si el rostro se meneasse en querer hazer algo, estorbarla al Pintor, y le turbarla lo que estava haziendo. Y assi quando el alma está en paz y ocio interior, qualquiera operación, o cuidadosa advertencia que ella quiera tener entonces, la distraerá, inquietará, y la hará sentir sequedad y vacio del sentido. Porque quanto mas pretendiere tener algún animo de afecto, o noticia particular, tanto mas sentirá la falta, y no estorbando la operación de la contemplación infusa, que và Dios dando con mas abundancia, pacifica, la recrea y da lugar a que arda, y se encienda en el espíritu del amor, que esta obscura y secreta contemplación trae consigo y pega al alma, la qual no es otra cosa, que infusion secreta, pacifica, y amorosa de Dios, que si le dan lugar inflama el alma en espíritu de amor. »
Toda esta es doctrina deste gran Maestro. Y aunque los que hilan poco delgado en materias de espíritu, y que tienen poca experiencia de los recibos de la Divina Sabiduría en el alma, les parecerá doctrina dura, y esta fundada en nos la que desearon de lo mismo los Santos ilustrados de Dios, y que mayor experiencia tuvieron destas materias. Porque como la operación de Dios, según que poco ha nos la dixo el Apostol, es la que ha de hazer esta reformación del alma para configurarla con la claridad de Christo, se ha de ordenar principalmente la provechosa oración a recibir sin estorbos en el alma esta operación Divina; y por esso dixo con gran propriedad San Juán Damasceno, que no se podia llamar oración mental là que no tenia a Dios por causa, para recibir del inmediatamente su operación, è influencia. Pues como Dios obra en el alma según declara San Dionisio, sin inquietud, ni perturbación suya, sino en eterno silencio, paz y quietud. Con estas mismas calidades se ha de disponer el alma para recibir proporcionadamente en si esta operacion Divina. De manera que como pondera Santo Thomas en la declaración deste lugar, qualquiero ruido, o inquietud del alma, es señal de paz, perturbada contra la inmobilidad pacinea, que Dios pide entonces al alma. Y esta disposición es tan necessaria para la contemplación provechosa, que dize San Dionisio, que según la proporción de la vista del entendimiento con la luz Divina, va adelantando al alma en la perfección, à iluminándola para la renovación de todas las fuerças espirituales.
Esta quietud del alma contemplativa, proporcionada con la Divina operación, nos persuade Santo Tilomas en muchas partes, y por muchos caminos. En una dize que por esto la contemplación se llama ocio, porque en ella queda quieta el alma, no solo de los movimientos exteriores, mas también de los interiores, para ocuparse el animo en el conocimiento y amor de su Criador, y que por esso los actos de la contemplación, assi del entendimiento, como de la voluntad son perfectos, porque se ordenan mas a la quietud, que al movimiento. Y finalmente es lengúage común de los Santos, que nunca la contemplación se junto con el movimiento; y este movimiento aun seria mayor desorden, quando Dios pone al alma en quietud para obrar en su perfección, como en esto caso de que vamos hablando. Lo qual persuade nuestra Madre Santa Teresa, diziendo: Estad hermanas con este aviso, que quando el Señor os hiziere esta merced deponeros en oración de quietud, que no os inquiérela con otras oraciones y exercios, como quien quiere acabar la tarea, mirad que perderéis un gran tesoro. Esto dize nuestra Maestra. Y assi, no solo en el caso en que nos dio aqui su Venerable compañero, sino también en otro qualquiera tiempo que el alma en la oración sintiere repugnancia en salir a exercicios de actos particulares, ha de assistir a Dios en acto universal con una atención sencilla de Fè, y la voluntad ordenada a él, entregándose toda a su govierno, para que obre en ella a su voluntad, y permanecer en esta entrega resignada y quieta, que esta es la disposición proporcionada para recibir la operación Divina a que la oración debe ordenarse, porque como dize San Gregorio, tanto mas huye el espíritu Divino de los espíritus humanos, quanto menos quietud halla en ellos, y lo prueba con muchos lugares de la Escritura.
El otro tiempo en que deziamos que no se percibía en la oración la Divina influencia, aunque se recibiesse, es quando se aplica a perficionar la essencia del alma, y no las potencias que salen della. Porque como en otra parte lo vimos de la doctrina de Santo Thomas, unas vezes se ordenan los efectos de la gracia a perficionar la misma naturaleza y essencia del alma, intensando y arraigando mas en ella el ser sobrenatural, y forma Divina, según la qual participa de la naturaleza de Dios, y se haze semejante a ella ? Y otras vezes se ordena a perficionar las potencias del alma con las virtudes y dones sobrenaturales, que proceden de la gracia a las mismas potencias, tanto mas intensamente, cuanto la misma gracia está mas arraygada en la escancia, y para esto ponen al alma un acto universal y quieto, porque con su inquietud no estorbe la obra que Dios haze en el alma. Pues quando la operan cion Divina se ordena a perficionar la naturaleza del alma, como no se puede saber lo que passa en le essencia, sino por medio de las potencias, ni lo que passa en las potencias, sino por medio de sus actos, y los actos por sus objetos, y todo esto está entonces reducidos a una sencillez indistinta y quieta de un acto universal, y muy lexos de la distinción particular de actos, y objetos, por donde el alma suele conocer lo que passa en ella, y assi le esta secreta la operación Divina, y no la percibe, aunque recibe los efectos della. Solo conoce en si una inclinación secreta de estarse en quietud, y siente repugnancia en salir a exercicios de actos particulares.
Pues siempre que el alma en la oración sintiere esta repugnancia, y apeteciere la quietud, tenga lo por señal, que esta la operación de Dios perficionandola intimamente, y ayude por su parte a los efectos della, assistiendo a Dios con atención sencilla y amorosa, y una entrega universal a el de su alma, para que la reforme y labre a su gusto. Y con esta disposición, aora la influencia Divina se ordene a perficionar la essencia, aora à perficionar las potencias, en ambas cosas recibe mejoria. Porque la mejora de la essencia redunda en mejoria de lss potencias teñe Las, como la nueva claridad del cuerpo luminoso, resulta en nuevo resplandor de los rayos que salen del, y el aumento de perfección de las potencias, redunda en mayor perfección de la essenda, como efecto de causa próxima, que sale della; que son términos con que declara Santo Thomas ambas cosas. Por todo lo qual, según la doctrina magistral del V. Padre Fray luán de la Cruz, poco ha referida, aunque en esta disposición quieta, atenta, y resignada le vengan al alma pensamientos de que está ociosa, y perdiendo tiempo, y se lo quieran otros persuadir assi, ni la crea a si, ni a ellos. Porque está en la disposición que Dios le pide para obrar en ella, y enriquecerla con bienes Divinos. Y por esta resignación, y promptitud de la voluntad tiene la devoción substancial, y por la entrega de su voluntad a Dios está en acto de amor suyo, como en otros lugares queda declarado. Lo mismo aconseja nuestra Madre Santa Teresa, diziendo: Lo que ha de hazer el alma solo es, que la voluntad confienta en las mercedes de Dios, y se ha de ofrecer a todo lo que en ella quisiere hazer la verdadera Sabiduría, dexandose toda en los braços de Dios, para que haga su Magestad como en cosa propria, y que está ya todo dada al Señor, y que no es de si misma, descuide del todo de si.
Por esta contemplación que queda referida ejercitada a modo de Trono Celestial, van caminando, y mejorándose las almas que han passado ya por la purgación de los primeros crisoles. Pero las que han de entrar en el crisol mas apretado de la parte espiritual para el tercer despojo de todas las dessemejanças de Dios, según la doctrina de Santo Thomas ya referida, con que les disponen para la Divina union, suelen ser mas copiosamente recreadas en este tiempo de alivio, que ay en medio de un crisola otro, para fortalecerlas con mas eficaces auxilios Divinos, y mayores experiencias de la suavidad de Dios, porque no desfallezcan en el trabajo venidero. Y en estas comunicaciones (según la doctrina referida de San Buenaventura) suelen passar de la orden de loe Tronos, que avemos declarado, al de los Chérubins, que se sigue despues dellos en esta Ierarquia suprema de nuestra alma, en que aora estamos. Y como Chérubin, según San Dionisio, quiere dezir gran abundancia y derramamiento de la Sabiduría Divina: assi los que están en este grado suelen recibir algunas vezes unas como avenidas de la iluminación del don de Sabiduría, que derrama en ellos conocimiento y amor de Dios, con que son lebautados sobre su condición humana a gustar la suavidad Divina.
En. el orden pássado de los Tronos caminavamos, aunque movidos de Dios, mezclando nuestra diligencia con la moción Divina, y favoreciéndonos de nuestra industria para lograr los efectos de la operación de Dios, que obrava en nosotros mas a lo ordinario. Lo qual significo la Esposa quando dixo: Traeme, y correremos en pos de ti al olor de tus ungüentos.Pero en este orden de los Cherubines camina el alma con vientos mas favorables de mas particulares auxilios. Y assi dise luego la misma Esposa declarándoles ; introduzco el Rey en sus celleros (que son sus iluminaciones Divinas sobrenaturalmente recibidas en las potencias superiores) para gozarse, y alegrarse en él; se vá purificando, è ilustrando, y divinicando el alma para entrar en la bodega de los vinos mysticos (que es el orden de los serafinas) donde el alma se une con su Dios por medio de la caridad, que alli la perficiona en el amor y semejança Divina para esta union, en participación de un mismo espíritu con su Criador, como dise el Apostol.
Destas iluminaciones, y entrada del alma contemplativa en los celleros de Dios, del orden de los Cherubines, a participar con mayor abundancia la Sabiduria mystica y secreta, nos dá noticia nuestra Madre Santa Teresa en muchos lugares de sus libros, en uno de los quales dize assi; Acaecíame algunas vezes estando en oración, venirme a deshora un sentimiento de la presencia de Dios, que en ninguna manera podía dudar, que estava dentro de mi, o yo toda engolfada en él. Esto no era manera de vision, creo lo llaman mystica Teología; si spende el alma de fuerte, que toda parecía estar fuera de si; ama la voluntad, la memoria me parece ostà casi perdida, el entendimiento no discurre, a mi parecer, mas no so pierde; pero como digo, no obra, sino está como espantado de lo mucho que entende, porque quiere Dios entienda, que de aquello que su Magestad le representa, ninguna cosa entiende.
Todas estas son palabras de nuestra ilustrada Maestra, llenas de profunda Sabiduría mystica, y como declaración experimental de las de S. Dionisio, quando describiendo esta misma contemplación, la llama Divinissimo conocimiento de Dios, conocido por ignorancia en union del entendimiento con la luz Divina sobre todos sus conocimientos, y sobre si mismo por copiosa iluminación del don de Sabiduría, en la quel queda profundamente engolfado. Declarónos también lo que en otra parte referimos de la doctrina de Santo Tomas, que declarando la substancia desta contemplación endiosada, dize; que lo que la Fè nos dà a conocer sencillamente de los misterios Divinos, como embuelto en obscuridad, lo desembuele algo la iluminación del don de Sabiduría, para que los conoscamos mas prácticamente, y con experiencia mas ilustrada, aunque todavía en el espejo Divino de la Fé, pero no tan obscuro. Y allí advertimos, que este modo de esclarecer el don de Sabiduría la obscuridad de los misterios de la Fé, era algunas vezes a lo indistinto, y mas conforme a nuestro estado, y otras mas a lo distinto, y por semejanzas mas expressas à modo de Angeles, de que se ha de tratar en otra parte. Pues aqui nos declara nuestra Maestra esta iluminación indistinta, diziendo; que el entendimiento esta espantado de lo mucho que entiende, y que ninguna cosa entiende de lo que Dios le representa, porque conoce mucho indistintamente, y nada con distinción. Y aquella presencia de Dios tan cierta, con que dize que començo esta elevación, es efecto proprio de la iluminación del don de Sabiduría, que al iluminado le pone a Dios como presente, según S. Thomas declara.
En otra parte dize la misma Santa desta contemplación tan copiosamente ilustrada: Muy possible es que estando rezando os ponga al Señor en contemplación perfecta, y hable el alma suspendiendo el entendimiento, y atajandola el pensamiento, y tomándola, como dizen, la palabra de la boca, que aunque quiera no puede hablar, sino con mucha pena. Entende que sin ruido de palabras está enseñándola este Maestro Divino, suspendiendo las potencias: Porque entonces, antes dañarían, que aprovecharían, si obrassen, goçan, sin entender como gozan. Está el alma abrasándose en amor, y no entiende como ama: conoce que goça de lo que ama, y no sabe como lo goça: Bien entiende que no es gozo que alcança el entendimiento a desearle, abraçale là voluntad, sin entender como; mas en pudiendo entender algo, vè que no es bien este que se puede merecer con todos los trabajos que se passan juntos por ganarle en la tierra: Es don del Señor de ella y del Cielo; que en fin da como quien es. Todo es de nuestra Maestra, y en estas comunicaciones tan sabrosas se comiença ya a cumplir lo que dize San Dionisio de los varones muy ilustrados de Dios, en esta vida, que los haze muchas vezes participantes del magnifico combite de que goçan los Angeles en el Cielo.
En otra parte hablando de la misma oración nos declara con experiencia ilustrada los efectos, que dize San Dionisio, que haze la iluminación Divina en el alma que se dispone para recibirla aunque por el camino ordinario no la perciba, purificando, è ilustrando al entendimiento, encendiendo en amor de Dios a la voluntad, y paseando despues a renovar a lo Divino todas las fuerças espirituales: à cuyo proposito dize esta Maestra desta manera. « A este fuente viene el agua de su proprio nacimiento, que es Dios: assi quando su Magestad quiere hazer alguna merced sobrenatural, prodúcela con grandissima paz, quietud y suavidad de lo interior de nosotras mismas, y no se aziá donde, ni como; ni tampoco aquel contento, y deleyte se siente como los de acá en el coraçon, digo en su principio, que después todo lo hinche. Vase revertiendo esta agua portodas las moradas, y potencias hasta llegar al cuerpo.
Estava yo aora mirando, quando escrivo esto, que aquel verso del Psalmo Cum dilatasti cor meum, dize que ensancho el coraçon, y no me parece, como digo, que es cosa que su nacimiento es del coraçon, sino de otra parte, aun mas interior: Como una cosa profunda, pienso deve de ser el centro del alma, como después he entendido. Y en lo que a mi parecer me puede aprovechar este verso para aquí, es, que aquel ensanchamiento desta manera es, que como comiença a producir aquella agua celestial de este manantial que digo de lo profundo de nosotros, parece que se vá dilatando y ensanchando todo nuestro interior, y produciendo unos bienes que no se pueden decir, ni aun el alma sabe entender lo que se dá alli. Estiendese una fragrancia (digamos aora) como si en aquel hondón interior estuviesse un brasero adonde se echassen olorosos perfumes, ni se vee la lumbre, ni donde está, mas el calor, y humo oloroso penetra toda el alma; y aun hartas vezes, como he dicho, participa el cuerpo. Mirad, entended me, que ni se siente calor, ni se huele olor, que mas delicada cosa esque todo esto, sino para dároslo a entender. Y esto no es cosa que se puede antojar, porque por diligencias que hagamos, no le podemos adquirir, y en ello mismo se vee no ser de nuestro metal, sino de aquel purissimo oro de la Sabiduría Divina. Aqui no está las potencias unidas (a mi parecer) sino embebidas, mirando coespantadas, que es aquello: sientese claro tin dilatamiento, o ensanchamiento en el alma, a manera de como si el agua que mana de una fuente no tuviesse corriente, sino que la misma fuente estuviesse labrada de una cosa, que mientras mas agua manasse, mas grande hiziesse el edificio, o parte donde se recibe: Assi parece que en esta oración ay otras muchas maravillas que haze Dios en el alma, que la habilita, y vá disponiendo para que todo quepa en ella. Y esta suavidad, y ensanchamiento interior se ve en el que le queda para no estar atada como antes en las cosas de el servicio de Dios, sino con mucha mas anchura. »
Desta manera nos declara nuestra Maestra, como acto palpable lo que obra la sabiduría Divina a lo secreto en las almas contemplativas, que se disponen para recibir sus influencias; y como de la gracia, que está en la essencia del alma, proceden las virtudes, y dones infusos à perficionar las potencias, particularmente quando el Espíritu Santo por medio deste don suyo de la Sabiduría, vierte en ellas con abundancia, iluminación, suavidad y amor Divino. Decláranos assimismo la experiencia ilustrada de nuestra Santa lo que dize Santo Thomas que las potencias espirituales no son estrechas y licitadas, como las sensibles. Porque como las crio Dios proporcionadas con su Divina bondad, y largueça; son tan capaces, que tienen cierto genero de infinidad, de manera, que quanto mas reciben desta Divina bondad, y de los efectos de su gracia, tanto se hazen mas capaces para recibir. Decláranos, finalmente, lo que en otra parte nos dixeron aquellos Maestros sabios, y experimentados, que el acto supremo del entendimiento, que llaman inteligencia, donde se reciben las iluminaciones Divinas, ensanchan inmensamente los senos del espíritu con la luz sobrenatural, a que ella abre la puerta.
Otra elevación de la voluntad del mismo genero que la passada, aunque con mayor enchimiento de Sabiduría espiritual ponen los Maestros de la Sabiduría mystica, y la llaman embriaguez espiritual, por la semejança que tiene con algunas propriedades, que tiene la embriaguez corporal, de que hizimos mención en la otra embriaguez de la parte sensible. Pero esta es tan diferente de aquella, que assi ; el fugeto, en que se recibe el vino de la Divina Sabiduría, que causa embriaguez,que es en lo supremo del espíritu en los actos mas lebantados de las potencias espirituales semejantes a los Angeles, como por la dignidad y excelencia deste vino celestial, y de la abundancia con que se comunica al alma: haze San Dionisio al contemplativo desta manera recreado, participante de aquella inefable suavidad y goço, en que el mismo Señor, goçandose a si mismo, está como anegado, y (hablando à nuestro modo grosero) como padeciendo excesso. Y aunque esta avenida celestial de suavidad, y amor Divino se recibe, como se ha dicho, en lo superior de el alma, se difunde después por todos los senos della hasta llegar al cuerpo, y por esso la pone tan fervorosa. Porque como declara Santo Thomas, en esto consiste el fervor de la caridad, que el amor que esta en la parte superior, con su vehemencia redunde a la parte inferior para renovarla.
Y assi como en la embriaguez corporal, ay unos quietos, y provocados a sueño, y otros inquietos y alegres, assi pone también San Buenaventura otras dos maneras de embriaguez espiritual, una que pone en quietud el alma, y en un sueño velador, que aunque no con total enagenacion de los sentidos, advierte poco a los objetos dellos. Y otra, que dá tan grande alegria al alma, que apenas puede dissimularla, las quales declara desta manera: Antes que el contemplativo llegue al sueño de la union, y al buelo del rapto (que es de pocos) suele experimentar dos maneras de embriaguez espiritual. La primera es una abundancia de alegría en el coraçon, y un jubilo vehemente en el espíritu, que viene en él por un intenso deseo de la vida eterna, o por una devota consideración de la Passion de Christo, o por un gran fervor de singular amor de Dios procedido de una nueva iluminación infusa. Esta alegría abunda tanto en el coraçon, que redunda a los miembros del cuerpo de manera que en todos parece que está brotando el goço, y el que desta manera está alegre, no admite quietud, al modo de un embriagado de vino; Antes a todas las criaturas querría combinar al amor de su Criador, y darles parte de su alegría. Este tal poco aplicara el coraçon a las cosas de la tierra, porque todas las juzgará por vanas.
Otra embriaguez ay de suavidad, quando la voluntad del contemplativo de la vecindad y comunicación de Dios se llena de Divina dulçura, la qual viene de la quietud de la contemplación. Y tanto abunda también esta Divina suavidad, que redunda a todos los miembros del cuerpo, de fuerte, que todo el hombre interior, y exterior le parece estar lleno de dulces sentimientos. Y assi como la primera embriaguez, por la mucha alegría, no sufre quietud, assi esta segunda por la gran suavidad reduce todo el hombre a quietud. Y sino se estiende tanto que llegue a sueño de potencias, no quita del todo el uso de los sentidos y actos particulares pero a modo de un embriagado; no se los dexa libres. Todo esto es de S. Buenaventura: y desta espiritual embriaguez parece que estavan todos los Apostóles bañados del Divino espíritu, quando dezian los Judíos que estavan embriagados del vino. Desta misma embriaguez de amor parece que iba inflamada Maria Madalena, quando sin mirar su estado y nobleza, y quan desproporcionada cosa era ir a llorar lagrimas de penitencia a combire de Fariseos murmuradores, y mal inclinados, se fue a arrojar sin dilación a los pies de Cbristo. Y también S. Francisco, quando queriendo comunicar a otros su alegría, combidava a todas las criaturas a que le ayudassen a alabar al común Señor.
Desta misma embriaguez nos dá también noticia la Santa Madre Teresa en diferentes lugares de sus libros, en uno de los quales dize assi. « Vengamos aora a hablar de la tercera agua con que se riega esta huerta, que es como agua corriente de fuente, o rio, que se riega muy a menos trabajo, aunque alguno dá el encaminar el agua. Es un sueño de las potencias, que ni del todo se pierden, ni entienden como obran. El gusto, suavidad, y deleyte es mas sin comparación que lo passado (habla de la oración quieta) es, que da el agua a la garganta a esta alma, que no puede ya ir adelante, ni sabe como, ni querría tornar atrás goza de grandissime gloria. Es como tino que está con la candela en la mano, que le falta poco para morir, muerte que él la desea, está gozando en aquella agonía con el mayor deleyte que se puede dezir, no me parece que es otra cosa, sino un morir casi del todo a todas las cosas del mundo, y estar gozando de Dios. Yo no sé otros caminos como dezirlo, ni como declararlo, ni entonces sabe el alma que hazer, porque no sabe si hable, si calle, si ria, o si llore. Es un glorioso desatino, una celestial locura, donde se aprende la verdadera Sabiduría, y es de leytosissima manera de gozar el alma. Muchas vezes estava assi como desatinada, y embriagada con este amor, y jamás avia podido entender como era, hasta acra, que me lo dio a entender el Señor. Bien entendía que era Dios, mas no entendía como obrava aqui, porque en hechode verdad están casi unidas las potencias, mas no tan engolfadas, que no obren: solo tienen habilidad para ocuparse todas en Dios. Habíanse aquí muchas palabras en su alabança, sin concierto, si el mismo Señor no las concierta, alómenos el entendimiento no vale aquí nada para esto. »
Desta manera nos dá noticia experimental nuestra Maestra deste opulente combite de gozo celestial, que haze Dios al alma contemplativa, cuya excelencia declaro el Esposo Celestial en el Libro de los Cantares, quando dixo: Bebed amigos, y embriagaos carissimos, porque son banqueros ya estos que haze el Señor a los que escoge por privados suyos. También nos da noticia la misma Santa en otro lugar desta embriaguez, de quietud, diziendo: No es esta una devoción que ay, que mueve a muchas lagrimas, porque estas, aunque causan ternura quando se llora, o por la passion del Señor, o por nuestros pecados, no es tan grande como esta oración de que hablo, que parece tiene la persona a Dios muy a su voluntad, con una suavidad que parece, que todo el haore interior y exterior se conforta, como si le echassen en los tuétanos del alma una unción suavissima, à manera de un gra lor que la contenta y satisface, y pone todas las potencias en quietud y sossiego, y no puede entender que es. Esto dize nuestra Santa, y el efecto que esta suavissima quietud embriagada hizo en la Esposa, fue dexarla, como ella dize, en aquel sueño velador, donde el alma duerme a todas las cosas criadas, y a si misma para velar a Dios.
Esta embriaguez de la Divina influencia (que S. Augustin llama un rocio de la gloria Divina, con que Dios socorre la vidá humana, para que en los trabajos y tentaciones se aya fuerte y templadamente) dá vigor y fortaleza al alma, que si conviene para gloria de Dios, no dudará por ella morir, como lo experimentava el Apóstol San Pablo, ocupado del calor deste vino Celestial, quando hizo aquel general desasió a todas las cosas criadas, altas y baxas, ásperas y suaves, sobre no apartarle del amor de Christo. Y el glorioso San Ignacio, quando por la misma causa deseava verse ya despedaçar entre los dientes de las bestias fieras, que en Roma le estavan aparejadas. A cuyo proposito dize Santo Thomas, declarando a S. Agustín: Este rocio Divino, que con esta suavidad celestial recreava Dios a los Santos Mártires en los tormentos, es, para que assi como eran atotmentados interior y exteriorícente con dolores y afliciones, assi fuessen también recreados y esforzados en el alma y cuerpo con el rozio de la Divina gloria, que se les comunicava del banquete perpetuo, que haze Dios en el cielo a los Bienaventurados.
Desto mismo nos dá también noticia nuestra Madre Santa Teresa, tratando desta celestial embriaguez, quando dize: El que bebe desta agua con tanta abundancia, queda tan esforçado, que todo su cuerpo y alma querría se despedsçassen para mostrarse agradecido a Dios: que se le pondrá entonces delante de tormentos, que no le sea sabroso passarlo por su Señor: Vé claro, que no hazian casi nada los Mártires de su parte en passar tormentos, porque conoce bien el alma que viene de otra parte la fortaleza. Esto dize nuestra Maestra. Y profiguien de los efectos desta embriaguez Divina, pone entre ellos, que la desnudo de la flaqueza y cobardía, que sentía antes para exercitarse en cosas arduas y dificultosas del servicio de Dios, con lo qual començassen ya a descubrir su hermosura, y esparcer au fragrancia las flores de las virtudes.
Entre estos gozos espirituales, que proceden de la iluminación, è influencia Divina, con mocion particular en el alma, pone San Buenaventura un consuelo y alegria general, que gozan las personas virtuosas y desassidas de las cosas del mundo, y de las cadenas de su propria voluntad. La qual alegria procede de la firme confiança en Dios, y del testimonio de la buena conciencia, que es como combite perpetuo. Este aliento alegre es de muy gran importancia para la vida espiritual, porque con él se vencen, y atropellan las dificultades, que en ella se ofrecen a cada passo, y se toleran con facilidad las cosas adversas, que con la virtud andan mescladas. Y a este proposito dize San Lorenço Iustiniano, que los aprovechados y verdaderos amadores de Dios, no solo en los actos, mas también en los hábitos tienen su pasto. Porque quando los hábitos de las virtudes están arraygados en el alma, y se han apoderado ya della, han desterrado las perturbaciones de los vicios contrarios. Y como los hábitos infusos son como arcaduces Divinos para participar de las perfecciones de Dios, como declara Santo Thomas, son también como manantiales de consuelos, y suavidad.en el alma, que la traen contenta, aun quando no exercita sus actos.
Para recibir el alma de Dios estos efectos de su iluminación, è influencia, y percibirlos, nos aconsejan dos cosas los Maestros de la vida espiritual, que han de acompañar a nuestros devotos exercicios; que son humildad y pureza de conciencia. Porque la humildad, como en otra parte lo vimos de la doctrina de Santo Thomas, es una eficaz disposición para tener el hombre aun entre las miserias del destierro, libre entrada a las cosas espirituales, y Divinas.
Y en el edificio de las virtudes dize este Santo, que tiene el primer lugar la Humildad, por modo da apartamiento de sus contrarios, porque ella es la que expele la sobervia, a quien Dios resiste, y haze al hombre sugeto y patente a Dios para recibir el influxo de la Divina gracia, abriendo los senos del alma, y vaziandolos de la hinchaçon de la sobervia. Y por esto dize el Apóstol San que a los subervios resiste Dios, y dá gracia a los humildes. Toda esta recomendación haze este Santo desta virtud a nuestro proposito. Y al mismo dize San Lorenço Iustiniano estas palabras: « El siervo de Christo, amador de las virtudes, y cuidadoso de la oración, tenga humildad, y exercitela en los negocios, en las costumbres, y mas en la oración. Porque quando esta virtud se apoderare del alma, y la humillare, entonces començara el coraçon a dilatarse con el amor, à ilustrarse con la virtud, a resplandecer con la luz, a ser bañado de alegría, recreado con suavidad, y por la contemplación será lebantadp el espíritu agozar de los purissimos abraços, è inefables gozos del Esposo Celestial. Con esta virtud se dispone el alma contemplativa para la comunicación de los Divinos secretos para la participación de los bienes celestiales, y para la union con la bondad Divina. » Todo esto es deste Santo.
Acerca de lo mismo nos da provechosa doctrina nuestra Madre Santa Teresa en muchos lugares de sus libros; y en uno dize assi: « Sabida ya la excelencia desta oración ( habla destos gozos nruy espirituales, que ensanchan y perficionan al alma) luego queréis mis hijas procurar tenerla, y saber como alcançaremos esta merced. Yo os diré lo que en esto he entendido (dexemos quando el Señor es servido de hazerla, porque su Magestad quiere, y no por mas) quanto es de nuestra parte, humildad, y mas humildad. Por esta se daxa vencer el Señor para quanto del queremos. Y lo primero en que vereis si la teneis, es en no pensar que mereceis estas mercedes y gustos del Señor, ni los aveis de aver en vuestra vida. Direisme, que desta manera, como se han de alcançar no las procurando? A esto respondo, que no ay otra mejor de la que os he dicho, y no los procurar. Porque lo primero que para esto es menester, es amar a Dios sin interès. Lo segundo, que es falta de humildad pensar, que por nuestros servicios miserables se ha de alcançar cosa tan grande. Lo tercero, que el verdadero aparejo para esto es el deseo de padecer, è imitar al Señor, y no gustos, los que en fin le hemos ofendido. Y lo quarto, porque trabajaremos en valde, que como no se ha de traer el agua por arcaduces, como la passada, si el manantial no la quiere producir, poco aprovecha que nos cansemos. Quiero dezir, que aunque mas meditación tengamos, y aunque mas nos estruxemos, y tengamos lagrimas, no viene esta agua por aqui, solo se da a quien Dios quiere; y muchas vezes, quando mas descuidada está el alma. Bien creo, que quien de verdad se humillare y deshiziere, y estuviere desas sido de si, y de todo, que no dexaeà el Señor de hazerle esta merced, y otras muchas que no sabemos desear. » Desta manera nos encamina esta Maestra a vestirnos desta humildad en la oración.
Acerca desto mismo nos da también doctrina San Gregorio, diziendo que los sabios en su estimación, no pueden contemplar la Sabiduría de Dios, ni gustar de su suavidad, porque con su estimación hinchada se escurece el espíritu, y se cierra la vista intelectual para la contemplación, y para entrar en el Reyno de Dios, que esta dentro de nosotros a gustar alli las comunicaciones intimas y sabrosas de la Divina sabiduría increada. Es necessario, que según las palabras del Salvador, se haga el contemplativo Niño, è ignorante delante de la grandeza incomprehensible de la Sabiduría increada, en cuya presencia assiste, y de quien ha de recibir esta luz sapiencial y Divina, que él reservo para si, como lo pondero San Buenaventura en estas palabras: « La doctrina y ensenança desta resplandeciente Sabiduría, quiso reservar para si la Sabiduría increada, para que sepa toda moral criatura, que ay Maestro en el cielo, que en la Cátedra del espíritu racional, y en la aula de la contemplación, enseña a sus Discipulos la verdadera Sabiduría, por medio de influencias Celestiales, y de los rayos de su claridad, para convencer a todos los sabios deste mundo, viendo que una vie jecita sencilla, o un rustico campesino puede llegar perfectamente a ser lebantado a la contemplación desta Divina Sabiduría. La qual no llegara a tocar ningún Doctor esclarecido en las demás ciencias, por estar el conocimiento della lebantado sobre todo entendimiento, sino es que entre a estudiarla por el camino humilde de los niños. » Todo esto es de S. Buenaventura.
Esta misma doctrina dá nuestra Madre a un Confessor suyo contemplativo, y muy gran Letrado, diziendo: Assi que en estos tiempos, que esta el alma recogida con Dios, dexela descansar con cu descanso, quédense las letras a un cabo, tiempo vendra que aprovechen: mas delante la Sabiduría infinita creame, que vale mas un poco de estudio de humildad, y un acto della, que toda la ciencia del mundo. Aqui no ay que argüir, sino conocer con llanez a lo que somos, y representarnos con simpleza delante de Dios, que quiere se hagael alma ignorante en su presencia, como a la verdad lo er, pues su Magestad se humillo tanto, que le sufre cabe si, siendo nosotros lo que somos. Esto dize esta Santa. Y a este proposito haze una sabia descripción S. Lorenço Iustiniano, descubriendo la infructuosa fatiga de los que por su estudio, y con la fuerça de sus razones y discursos quieren caminar en la oración al conocimiento practico y secreto de las cosas Divinas, y al amor experimental de Dios, y llegar a beber desta agua espiritual y saludable de los consuelos Divinos, que tiene en el mismo Dios su nacimiento, y quan pocos lo alcançan, por no vestirse de la sencillez de Fé, que es Madre de la suavidad interior.
Y dá buena doctrina a unos sabios prudenciales, mui casados con su razón, pocas vezes rendida a otra, que hasta los efectos inefables y excondidos a nosotros, que Dios obra en las almas puras, los quieren ellos medir por su prudencia corta, y sino quadran con ella, no les parece que pueden ser de Dios, aunque mas los acredite la doctrina de los Santos.
Otra circunstancia muy notable descubrió nuestro Señor a nuestra Madre, de la humildad que dispone al alma para la perfecta contemplación, la qual ella refiere desta manera: Estava yo considerando tina vez porque razón era Dios tan amigo desta virtud de la humildad, y ofrecioseme de presto, sin considerarlo, que por ser Dios suma verdad, y la humildad es andar en verdad, que lo es muy grande no tener de nosotros cosa buena, sino miseria, y ser nada. Y quien esto no entiende, anda en mentira; y quien mejor porque anda en ella. Plegue a Dios hermanas, que no salgamos jamas deste proprio conocimiento, amen. Esto le ofreció el Señor à nuestra Santa, y como este proprio conocimiento proporciona al alma con Dios, suma verdad, de aqui viene, que sea gran disposición para recibir sus Divinas influencias, y comunicaciones intimas.
Otra vez la dixo el Señor a este proposito: Hija, muy diferente es la luz de las tinieblas, mas nadie piense, que por si puede estar en luz, assi como no podría hazer que no viniesse la noche natural, porque depende de mi gracia. El mejor medio que puede aver para detener la luz, es entender el alma, que no puede nada por si, y que le viene de mi; porque aunque esté en ella, en un punto que yo me aparte, vendrá la noche. Esta es la verdadera humildad, conocer el alma lo que puede, y lo que yo puedo.
Y si esto que dixo la Verdad Eterna tiene lugar en todas las demás luzes, de que aqui hablamos, cuyo magisterio reservo Dios para si, como poco havimos de la doctrina de San Buenaventura, y la enseña no a los mas sabios, sino a los mas humildes. Y por es o el mismo Señor dio las gracias a su eterno Padre, porque avia escondido esta sabiduría secreta a los sabios, y prudentes del mundo, y reveladola a los pequeñuelos en su estimación.
También los muy Escolásticos suelendisponerse poco para las iluminaciones, è influencias Divinas, que en la contemplación se reciben, por la razón que en otra parte vimos de San Dionisio. Porquecomo para ser el entendimiento humano desta manera iluminado de la Divina Sabiduría, y recibir della su intima comunicación, è influencia, se ha de poner en total ignorancia de todos los objetos criados, y en quietud de toda operación intelectual activa; A como danse a esto mal los entendimientos acostumbrados a discurrir, y hazer argumentos y silogismos en todas las cosas, y a traer la razón por vaculo de todo su conocimiento. Hi tampoco a hazerse niños ignorantes delante de la Sabiduría eterna. Porque aunque rindan su entendimiento delante della, no con tan aniquilada y desnuda estimación de su ciencia, como esta profunda humildad pide. Y por esto dize Santo Thomas que abunda mas la devoción en la gente sencilla, que en los muy doctos.
Por todo lo qual es necessario, que assi los que son Maestros en la Sabiduría mystica, como los que son muy doctos en la Escolástica, y aspiran a estas Divinas iluminaciones, è influencias, con que so perficiona el alma, trabajen en esta humildad y sencillez de niños, y fiel conocimiento proprio, si quieren disponerse para recibirlas, porque no les suceda lo que San Lorenço Iustiniano dize en estas notables palabras: « Assi como la nube que nace en el ojo, quita la luz del mismo ojo, assi la altivez, por la mayor parte nace de la luz del entendimiento, y ciega al mismo entendimiento, para no ver la luz de la verdad. Porque el que mucho sebe, sino se repara debaxo de la sombra de la humildad, quanto mas sabe, tanto mas se ciega con una presunción para caer miserablemente en necias ignorancias. » Esto dize el Santo. Y añade nuestra Maestra: Que como el fundamento del edificio de la oración es la humildad, que no lebantsrà el Señor mucho a quien no fuere humilde, porque no dé con todo el edificio en el suelo.
Este pues es el camino breve, y el atajo mas compendioso para alcançar la comunicación intima de Dios, y los grandes bienes que della se siguen a la alma contemplativa, como lo significo un Autor sabio y muy espiritual en estas palabras, llenas de útil experiencia: « Por mas de quarenta anos trabajé, y sudé estudiando mucho, leyendo, orando, meditando en largas y quietas horas de oración, y con todo esso, ninguna cosa hallé mas provechosa y eficaz para alcançar la Sabiduría mystica, que hazerse el espíritu a los pies de Dios, como un niño pobre, é ignorante, que está pidiendo a las puertas de la Divina Sabiduría y misericordia, donde la mendiguez espiritual, con la Fé sencilla, tiene el principal lugar. » Todo esto es deste experimentado Autor.
La segunda cosa, que al principio deste capitulo diximos, que era neceasa ria para las intimas comunicaciones Divinas y percibir los efectos dellas, es la pureza de conciencia, no solo de los pecados graves, mas también de los veniales volontarios. Porque como prueba a este proposito Santo Thomas, qualquiera pecado, aunque sea venial, causa en el entendimiento cierta desproporción para la luz Divina, y en la voluntad una calidad como contraria para el fervor, y suavidad de la contemplación, que es dezir en lenguage común; que entre los damás danos que hazen en el al ma los pecados veniales volontarios, escurecen el entendimiento, y entibian y secan de la voluntad; porque de los flaqueza, è inadvertencia nadie está preservado, pero de los voluntarios y de advertencia siempre se guardaron mucho los Varones espirituales, por aquella mala calidad de advertidos y consentidos, en que tienen parentesco con los mortales dentro de su esfera de veniales. Y concluye Santo Thomas con dezir; que un imperfecto desocupado y libre de pecados ve dos veniales, se deleytarà actualmente mas en Dios, que un perfecto ocupado, y con pecados veniales. Y en otra parte dize al mismo proposito; que por los pecados veniales se aloja el alma de la familiaridad de Dios.
Dize el Espíritu Santo en el libro de los Cantares, que hizo el Rey Salomon un reclinatorio de oro, cuya subida era de color roxo, el qual lugar declara San Cregorio desta manera: Quando Christo resplandece en los eoraçones de los perfectos, les muestra por la contemplación unas vislumbres de su Divinidad, y entonces comunicándole? la hermosura de los gozos Celestiales, les hizo uno como reclinatorio de oro, donde gozosamente descansassen. Y con razón le llamo reclinatorio de oro, porque la Sabiduría Divina, que alli se gusta, es de mayor precio, que todas las riquezas del mundo; y todas las cosas que se desean no se pueden comparar con ella, según dizen las Divinas letras. La Sabiduría a este reclinatorio dize, que es de color de sangre, porque a este descanlo gozolo se ha de llegar por muchos trabajos y tribulaciones hasta derramar sangre, si fuere necessario. Esta es la de claracion que dá S. Gregorio a este lugar de los Cantares. Y S. Dionisio declara este reclinatorio de la gloria de los Bienaventurados, donde la bondad Divina les administra la comunicación de todos los bienes juntos, de la qual felicidad participan las almas contemplativas en estado de perfección. Y para llegar a este estado y reclinatorio Divino en nuestro destierro, han de passar estas almas las tribulaciones y aprietos del riguroso crisol purgativo, donde las desnudan de las ropas del hombre viejo, que es el estaño, que dixo el Profeta Isaías, hasta quedar acendrado el oro de la naturaleza racional con la semejança de Dios, con que fue criada, purgada ya de todas las Jmperfacciones y desseme janças que en ella quedaron por el pecado, qual conviene que esté para unirse por amor y semejança con ls blancura de la luz eterna, y espejo sin mancha del Hijo de Dios.
Quan riguroso sea este crisol para el alma que entra en el, suficientemente lo significo el Espíritu Santo en estas palabras de Isaías, de las quales son como declaración las de Santo Thomas, con que declara el tercer despojo que ha de padecer el alma contemplativa antes de la Divina Union. Pues no es menos que desnudarla en cierta manera de su forma natural, para introducir en ella la sobrenatural, con que se ha de unir con Dios, lo qual causa tan gran passion y dolor, como el mismo Santo declaro en otra parte. Porque si en el otro crisol donde desnudaron al alma de les habitos imperfectos, que se avian engendrado en la parte espiritual de la comunicación de los sentidos, con no padecer el alma, sino accidentalmente, como alli vimos; sentía tan gran dolor quando la despojavan destos hábitos, por ester como abraçados con la misma substancia del alma. Que dolores y angustias sentirá en este otro crisol, donde padece en la misma substancia donde la van despojando de la calidad que le era connatural, para vestirla de otra estrena? Y como sacándola de sus proprios términos a los agenos. Y aunque este sea pera mejorarla tan incomparablemente, como es passar de una calidad humana, è imperfecta, a una perfectissima y divina, el tiempo que esta en el crisol purgativo siente el dolor del despojo, y no la utilidad de la mejoria.
Para que nuestro modo natural y grosero pueda penetrar algo desta obra tan lebantada y admirable, que la Sabiduria Divina haze en las alnas que quiere unir consigo, nos avernos de valer de lo que dize el Aposto!, que por las cosas visibles, que crio Dios en esto mundo, podemos conocer las invisibles de su virtud eterna. Y para esto nos aprovecharemos de lo que en los exemplos del Sol, y del fuego se nos representa de la reformación que haze Dios en estas almas; que por esto San Dionisio, y Santo Thomas llaman el Sol semejança express a de la bondad Divina; y al fuego semejanza de la operación de Dios. De xando pues la semejança del fuego para otro lugar donde nos hará provecho, se me represento muy al proprio esta reformación, que la influencio Divine vá haziendo en las almas contemplativas, en la que la influencia del Sol haze en las piedras toscas, que dispone para piedras preciosas, quando con su luz obra en una cantera de esmeraldas. Porque lo primero la vá como purgando, y desnudando de la groseza tosca, è impura, que tiene de su natural, hasta dexarla clara y trasparente, como un cristal mui limpio. Y quando está de esta manera limpia y subtilizada, la vá vistiendo de la forma de la luz, como habitual y color verde. Con lo qual, la que antes era piedra tosca, sin dexar de ser piedra se haze resplandeciente y preciosa. Esto mismo en su manera es lo que la Divina Shbiduria va haziendo en estas almas que ha de unir consigo; que primero las desnuda de la forma tosca y grosera de sus imperfecciones y dessemejanças, y después la viste de la forma Divina de su claridad y hermosura. Y para desnudarla desta manera, la meten en este crisol tan apretado, adonde como parte deste desaojo la esterlizan su modo de obrar imperfecto, para divinizar su operación, que es uno de los grandes trabajos, que en esta reformación padece
Desto nos da noticia experimental San Lorenço Justiniano, diziendo: Suele algunas vezes esconderse la bondad Divina del afecto del contemplativo, y dexarle todo seco, y todo indevoto. Entonces todo lo que se medita es desabrido; todo lo que propone considerar queda indetermidado, y sin hazer dello verdadero juizio por la sequedad del espíritu; ninguna cosa dá sabor, ninguna dsleyta, y ninguna se halla que dé sustento al afecto. Antes en todas partes se palpan espesissimas tinieblas, y en todas se siente una esterilidad muy grande, como si jamas se huviera gustado en la oración alguna cosa dulce. Padecense también en lo interior diversos trabajos, y tentaciones del Demonio, por diferentes caminos, con que procura derribar al alma de su firmeça, o por lo menos apartarla de la oración. En estas palabras toca este Maestro de la vida espiritual, quatro géneros de trabajos, que suelen ocurrir en esta noche purgativa, que son: Gran sequedad de ambos apetitos, sensitivo, è intelectivo; tinieblas obscurissimas en ambas vistas interiores, imaginaria, è intelectual, grandissimo sin sabor, y desabrimiento, y porfiadas, y apretadas tentaciones del Demonio.
Destas sequissimas apreturas trata assimismo Santa Teresa, en muchos lugares de sus libros, de uno de los quales se trato ya en otra parte. Y porque el Venerable Padre Fray luán de la Cruz trato muy en particular, y con admirable luz practica de todas las aflicciones desta noche purgativa, referiremos aqui algo de lo que dize dellas en sus obras. En una en particular las declara desta manera. “Esta noche obscura es una influencia de Dios en el alma, que la purga de sus ignorancias, è imperfecciones habituales, naturales, y espirituales que llaman los contemplativos contemplación infusa, o myotica Teología, en que de secreto enseña Dios al almo, y la instruye en perfección de amor, sin hazer ella nada mas que atender amorosamente a Dios, oirle, y recibir su luz, y sin entender como es esta contemplación infusa, la qual purgándola, o iluminandola, la dispone para la union de amor de Dios. En la qual purgación iluminada padece el alma gran passion, y pena, a causa de dos extremos que en ella se juntan Divino y humano. El Divino, es esta contemplación purgativa. Y el humano es el fuego del alma, y como el Divino la embiste a fin de sazonarla y renovarla para hazerla Divina, quando la vá desnudando de las aficiones habituales, y propriedades del hombre viejo con que olla está muy unida, y conformada, de tal manera desmenuza, y deshazle, absorviendola en una profunda tiniebla, que el alma se siente, yr desasiendo, y como derritiendo a la faz y vista de sus miserias, assi como si traga da de una bestia, se sintiesse estar digirien do en su vientre tenebroso, padeciendo estas angustias, como lonas en el vientre de aquella bestia. Porque en este escrúpulo de obscura muerte la conviene estar para la resureccion espiritual que espera.
La manera ¿esta passion y pena (aunque de verdad ella es sobre toda manera) descrive David diziendo: Cercaron me los gemidos de la muerte, los dolores del infierno me rodearon; en mi tribulación clame: pero lo que esta doliente alma aqui mas siente, es parecerle claro, que Dios la ha desechado, y con florecimiento arrojadola on las tinieblas, Lo qual es para el la grave, y lastimera pena, creyendo que la ha dexado Dios, como lo significo también David diziendo: De la manera que los llagados están muertos en los sepulcros, dexados yá de su mano, assi me parecieron a mi en el lago mas hondo, è inferior, en tinieblas y sombre de muerte, y tu furor esté firme mi, y descargaste en mi todas tus olas. Porque verdaderamente quando esta influencia purgativa aprieta, sombra de muerte, y gemidos, y dolores de infierno siente el alma muy a vivo, que consiste en sentirse sin Dios, y castigada y arrojada, representándosele enojado, è indignado della, que todo se siente aqui, y mas que le parece en una temerosa aprehensión, que es para siempre. Y el mismo desamparo siente de todas las criaturas, y desprecio dellas, particularmente de sus amigos.”
Desta manera nos descrive nuestro Venerable Maestro los trabajos en que pone al alma esta influencia Divina purgativa, y para mayor conocimiento destas aprehensiones penosas que tanto le afligen, se ha de advertir lo que dize Santo Thomas, que en el govierno interior con que Dios mueve al alma, influye en ella mediante la razón aprehensiva, sobre la irascible motivaí :unas vezes a modo confortativo y animado, como en la influencia amorosa, y consolada. Y otras vezes a modo desconfortativo, y desalentado, como en esta noche. Y assi como quando la consuela, percibe el alma a Dios como favorable, alegre, y amoroso: assi quando la pone en el crisol purgativo, le aprehende como indignado, y severo, y que con Magestad rigurosa la amenaza con la gravedad de los pecados passados, y con el castigo dellos, como lo significo el Profeta Jeremias puesto en esta aflicción, quando dixo: Yo soy un varón, que veo mi pobreza en la vara de la indignación de Dios, amenaçome, y traxome a las tinieblas, y no a la luz. Pues como con esta luz practica, y con esta influencia penosa dan al alma de sus defectos, è imperfecciones, para que conozca su miseria y probesa, y se profunde mas en la humildad, haze contra si tan penosas aprehensiones de sus danos, que por mas que el Confessor la assegura, quo os por su provecho, y que estos trabajos en que Dios la pone, son antes muestras de su amor, que de su indignación, nada le basta, por grande que sea la opinion que tiene de quien la confiessa, para dexarse de tener por desechada de Dios, porque assi la parte aprehensiva, como la motiva tiene inclinadas a esto. Y como echado un sello en ellas para que le estén siempre representado esta triste figura desanimada, hasta que Dios se digne de imprimir en ella otro sello mas alentado. Y à este proposito declaro San Gregorio aquellas palabras del cap. 6 de Iob, porque las saetas del Señor están dentro de mi, la indignación de las quales bebió mi espíritu, y los temores del Señor pelean contra mi. Entonces dize S. Agustín, que se acuerda el alma de lo que dexo de obedecer a Dios; y la memoria desto la está como un verdugo interior atormentando, y tanto mas rigurosamente, quanto el alma mas ama a Dios, y mas vivamente se le representa su culpa. De todo lo qual nos dá también bien harta noticia la experiencia de nuestra Maestra Santa Teresa.
A todo esto se añade la probeza grande que el alma a la vista de la Magestad de Dios vè en si, para mas afligirla, como lo significo el Venerable Padre Fray luán de la Cruz desta manera: "Esta intima probeza, que el alma siente en si, es una de las principales penas que padece en esta purgación, porque siente en si un profundo vacio de tres maneras de bienes, que se ordenan al gusto del alma, que son temporal, natural y espiritual. Y se vé puesta en males contrarios do miserias, imperfecciones, y desamparos del espíritu anegado en tinieblas, porque como purga Dios aquí al alma según la substancia sensitiva y espiritual; y según las potencias interiores y exteriores, conviene que sea puesta en vacio, probeza, y desamparo de todas estas partes, dexandola seca, vacia, y en tinieblas. Aqui humilla Dios mucho al alma, para ensalçarla mucho despues; y si el no ordenasse, que estos sentimientos, quando son muy vivos, se adormiecessen presto, desampararla el alma al cuerpo en breves dias, mas son interpolados los ratos en que se siente su intima viveza, y en que le parece que vé como abierto el infierno, y presente la perdición." Esto es de nuestro V. P.
Tratando San Laurencio Iustiniano de las aflicciones y trabajos deste crisol Divino, donde reforman al alma para unirla con su principio, y de las tentaciones que le permite para este fin, le pareció que se hallava obligado a hazer salva al Artifice desta obra. Y a este proposito dize: "A. algunos permite la Sabiduría de Dios, que sean tentados fuera del modo común, y sobre las fuerças humanas, para que la continua y asperissima batalla los hagan mas gloriosos, que los assi no tentados: y vencido el enemigo, y aviendo triumfado del, gozen las perpetuas eternidades con mayor gloria. No se han de inquirir curiosamente los juyzlos de Dios, ni la razón de la permission Divina, que la Sabiduría de Dios no puede errar. Y assi se han de recibir con reverencia humilde todas las cosas que ordena, aunque sean adversas, è impenetrables. A todos ama, la salvación de todos desea con paterno afecto, y ningúno está ayuno de sus beneficios.” Esto dize este Santo. Y destas tentaciones tan apuradas suelen ser también afligados los que están en este crisol purgativo, escondiéndoseles el Señor, como dize San Bernardo, quanto al conocimiento ilustrado, y afecto dulce de la contemplación, y quedando presente quanto al govierno y defensa del alma contra las tentaciones, que para aumento de sus coronas les permite, cumpliéndose lo que dixo el Psalmista, que con ellos está en la tri bulacion, y los sacarla della con gloria, que passarian por sobre el áspid y basilis co, y hollarían el León fuerte, y el Dragon ponçonoso.
Estos trabajos que permite el Señor de parte del Demonio algunas vezas a estas almas, que dispone para tan alta perfección, describe la experiencia de Santa Teresa desta manera: ”Lo que he entendido destos trabajos, que vienen de parte del Demonio, es que lo quiere y permite el Señor, que le da licencia, como se la dio, para que tentasse
a Job. Hamo acaecido cogerme de presto, me parece el entendimiento por cosas tan livianas a las vezes, que otras me reiria yo dellas, y hazele estar trabucado en todo lo que él quiere, y el alma aherrojada alli, sin ser señora de si, ni poder pensar otra cosa, mas de los disparates que él le representa, que casi no tienen tomo, ni atan, ni desatan; solo ata para ahogar de manera el alma, que no cabe en si. Y es cierto que me ha acaecido parecerme, que andan los Demonios como jugando a la pelota con el alma, y ella no es parte para librarse de su poder. No se puede dezir lo que en esta parte se padece. Ella anda a buscar reparo, y permite Dios que no le halle. Solo queda siempre la razón del libre aluedrio, y aun esta no clara. La Fè entonces está tan amortiguada y dormida, como todas las demás virtudes, aunque no perdida, que bien cree lo que tiene la Iglesia, mas pronunciado por la boca, que parece por otra caba la aprietan y entorpecen, para que como a cosa que oyo de lexos, le parece conoce a Dios. El amor tiene tan tibio, que si oye hablar en él, escucha como una cosa que cree ser el que es porque lo tiene la Iglesia, mas no ay memoria de lo que en si ha experimentado. Irse a rezar, o a estar en soledad, no es sin congoja, porque el tormento que en si siente, sin saber de qué, es incomparable, a mi parecer es un poco de traslado del Infierno. Esto es assi, según el Señor en una visión me lo dio a entender, porque el alma se quema en si, sin saber quien, ni por donde la ponen fuego, ni como huir del, ni como le matar. Pues quererse remediar con leer, es como si no supiesse. Tener conversación con alguno es peor, porque un espíritu tan disgustado de ira pone el Demonio, que parece a todos me querría comer, sin poder hazer mas, y algo parece se haze en irme a la mano, o haze el Señor en tenerme de la suya, para que no diga, ni haga contra sus próximos cosa que les perjudique, o en ofensa de Dios.”
Otras muchas cosas dize nuestra Maestra de la guerra que en esta noche purgativa haze el Demonio si alma, y los trabajos en que la pone. Y aunque todas estas baterias exercita el Demonio derechamente en la imaginación y apetito sensitivo, donde según su naturaleza tiene mucha mano, si Dios no se la limita, porque en la espiritual no tiene entrada, sino es combatiéndola por medio de la sensible. Con todo esso, de todos los trabajos de la parte inferior alcança parte a la superior, como lo declaro Santo Thomas en estas palabras : Como toda la essencia del alma esta unida al cuerpo, de manera que toda está en todo, y toda en qualquier parte del, de aqui viene, que padeciendo el cuerpo, padezca también toda el alma. Esto dize el Angélico Doctor. Y por esta union que ay entre el alma y cuerpo, tanto mas apretada será la aflicción del alma en la parte espiritual, quan to la parte sensible mas penare. Y en esta ocasión, quando Dios dá licencia al Demonio pena mucho, por ser enemigo poderoso, infstigable, y tener a los hombres mortal odio, y rabioso deseo de vengarse en él, por averie despojado de su tyrano imperio el Hijo de Dios hecho hombre.
Y quando concurren en este crisol la aflicción procedida en la parte espiritual de la influencia Divina, y la del Demonio en le parte sensible, es mayor el tormento, como declara S. Thomas, porque penan ambos apetitos, sensitivo è intelectivo. Y tal era esta aflicción que aqui significo nuestra Santa, porque aquel fuego en que dize, que sentia el alma quemarse, de la influencia Divina procedía. Y en lo que dize, que tienen en este crisol como aherrojada el alma triste, sin ser señora de si, ni aun para pensar, significo un gran tormento, que en esta noche se padece, el qual le viene del fin para que Dios la va disponiendo que es para la Divina union, para la qual la han de vestir de ropas de boda, y desnudarla de las del hombre viejo, introduciendo en ella una forma Divina, y en cierta manera despojarla de la tosca y grosera suya. Porque para transformarse una cosa en otra forma, ha de dexar la que tenia primero. Pues union dize reducirse las cosas a unidad, y assi también a una misma forma. Pues para este despojo es necessario ir despojando al alma, no solo de los hábitos imperfectos del hombre viejo, que las retenían en la forma antigua, mas también de las operaciones naturales imperfectas que dellos procedían, para introducir las perfectas, y cano Divinas, al modo que a los ninos les antan la mano siniestra, para que se acostumbren a obrar con la derecha: y para esto le ponen como entredicho, è impedimento en estas operaciones, con lo qual padece una como ligación, y atamiento de las potencias, quedando en cierta manera impedidas para las operaciones que le son connaturales.
Deste atamiento de potencias se le sigue al alma un tormento muy semejante al que padecen las almas en el Purgatorio; porque assi como el fuego que alli las atormenta, dize Santo Thomas que tiene virtud y eficacia sobrenatural para detener, ligar, è impedir las almas en sus proprias operaciones, y en los bienes que por medio dellas se serán connaturales, la qual es una pena grandissime para el alma, con que es alli purgada, assi también esta influencia Divina purgativa tiene eficacia para ligar en cierta manera las operaciones naturales del alma, en quanto no son necessarias para el cumplimiento de las proprias obligaciones. De fuerte, que le parece que tiene como atadas las potencias, para no poder exercitar sus actos con la libertad que solia, assi quanto al conocimiento, como quanto al afecto, como lo significo Jeremias, quando en un largo Catalogo que hizo de las penas del alma, puesta en la purgación, dixo; que avia Dios cerrado sus caminos con piedras quadradas, y trastornado sus sendas, por que los caminos y sendas del alma son las operaciones de sus potencias, por donde camina a Dios por conocimiento y amor.
En esta pena tiene también parte el Demonio, quando Dios se lo permite, como aqui lo experimentava nuestra Santa. Porque assi como la influencia Divina purgativa liga, è impide en la forma ya declarada las operaciones de las potencias espirituales, assi el Demonio ata en cierta manera las sensibles para las suyas, en las quales él tiene mano, y desta fuerte queda el alma toda aherrojada, ypuesta como en cadenas, y tan apretada como una cosa puesta en prensa, según lo significo en este lugar el mismo Profeta. Y de aqui viene lo que dizen los desta manera impedidos, que por el tiempo que este atamiento dura, padecen unos olvidos y enagenaciones para todo lo que no es de propria obligacion, que algunas vezes les parece que están entontecidos. Lo qual dize nuestro Venerable Padre, que procede de que purgan, no solo el entendimiento de su conocimiento imperfecto, y la voluntad de sus aficiones, sino también la memoria de sus noticias y discursos. Y de todo este despojo de operaciones imperfectas de las potencias (para que con la nueva forma Divina obren a lo perfecto) nos da noticia admirable experimental el mismo Padre, como quien avia passado por todas estas aflicciones y aprietos.
Quando ya esta nueva forma se vá introduciendo en el alma por remoción de sus contrarios, y el Artifice Divino ha alcançado victoria del fiugeto que pretende reformar a semejança del fuego, que se va apoderando del madero, para introducir en èl su semejança. Síguese desto al alma, desta manera reformada, otra nueva aflicción, pensando que está perdida, quando vá estando ganada. Porque como la forma y calidad de que la han despojado era connatural, y la nueva de que la han vestido le es es trana, esta alteración le causa passion y pena, como Santo Thomas declara. Y como ella no avia experimentado aquella novedad, que la deslumbra de su primer modo de obrar y sentir, atribuye a perdida lo que es tan incomparable ganancia, y se entristece por lo que devia alegrarse mucho. Esta alteración penosa declaro la experiencia de nuestro Venerable Padre desta manera: "Pone también esta influencia purgativa al alma en gran angustia y aprieto con la memoria remota de toda amigable y pacifica noticia, y con sentido muy interior, y temple de peregrinación y estrañeza de todas las cosas en que le parece que todas son estranas, y de otra manera que solian ser, porque esta influencia vá sacando al espíritu de su ordinario y común sentir de las cosas, para traerle al sentido Divino, el qual es estrano y ageno de toda manera humana, tanto que le parece al alma que anda fuera de si. Otras vezes piensa, si es encantamento, o embelesamiento el que tiene, y anda maravillada de las cosas que vè, y oye, pareciendole muy peregrinas y estranas, siendo las mismas que comunmente solia tratar. De lo qual es causa el irse ya el alma haziendo agena y remota del común sentido, y noticia de las cosas, para que aniquilada en este, quede informada en el Divino, que es mas de la otra vida, que de esta. Y con estos dolores de parte sale a luz el espíritu de salud, que se concibió de la faz del Señor, como dixo Isaías: "Desta manera declara nuestro Maestro esta alteración penosa, en que el alma contemplativa passa de lo humano a lo lo Divino.
Tratando Santo Thomas, referido ya en otra parte, de las tres divisiones y despojos que ha de aver en el alma contemplativa para llegar a unirse con Dios, dize que después de las dos divisiones que ya quedan referidas, donde van dividiendo y apartando dolía las imperfecciones adquiridas, y naturales, que es la ropa del viejo hombre, se sigue la que el amor de Dios, que S. Dionisio llama agudo, va haziendo, apartando dalla el amor proprlo desordenado para introducir en ella el de Dios, que la dispone para unirla con él. El qual, como dize Santo Thomas, que penetra todos los senos del alma, y la va vistiendo de una forma Divina, de manera, que no aya cosa en ella, que no esté renovada y divinizada, à semejança del madero, quando le ha penetrado por todas partes el fuego, y vestidole de su forma. Pues assi como quando lleva ya el fuego de vencida, lo que hazia contradicio en el madero lebanta llamaradas, como luminarias de victoria, y con estas mismas vá penetrando mas el madero, é introduciendo mas intimamente en él su forma y semejança. Otro tanto sucede al alma en esta renovación, que quando ya la influencia Divina vá victoriosa contra las desemejanças, é imperfecciones della, que le hazian contradlcion, lebanta llamaradas con este a or agudo en señal de victoria, y con ellas penetra mas aprlessa todos los senos del espíritu, para que no aya en el cosa donde la forma Divina no alcance.
Estas llamaradas del amor ya victorioso rioso, son unas grandes ansias de Dios, que el alma siente azia el fin del despojo paseado, y mucho mas intensas, que las que en otro lugar quedan referidas. Porque la influencia de amor es mayor, el vacio del alma mas profundo, y las noticias que le dan de Dios mas altas, que son los principales fundamentos destas ansias, como alli vimos. Y como este estadose acerca ya a la union Divina, donde sus comunicaciones son muy favorables, en esta penetración tan intima, suelen caminar juntos el amor agudo, que llega a penetrar los sentidos del afecto, y el don de entendimiento, que como una perfección aguda (que assi le llama Santo Thomas) penetra por toda la esfera intelectiva con unas noticias muy altas de Dios, y de sus Divinas perfecciones, para darle a conocer sobre su modo humano la bondad, la suavidad, la hermosura, la amabilidad, con todas las demás excelencias de su infinita Grandeza. Y por otra parte, como no es proprio deste don, se gun declara el mismo Santo comunicar satisfacion sabrosa de las cosas de que ilumina, sino solamente lebantar el entendimiento a la noticia dellas (à diferencia del don de Sabiduría, que con su comunicación ilumina el entendimient to de las cosas Divinas, y dà sabor y satisfacion dellas a la voluntad) queda el alma desta manera penetrada con el deseo en acto, y el sabor y deleyte solo en la memoria, según en otra parte vimos. Y por esto tan hambrienta por llegar a unirse con el sumo bien, que hasta que se vea en esta possession dichosa, dize Santo Thomas, que queda padeciendo una enfermedad de amor, semejante a la que los Médicos llaman Bolismum, que es hambre insaciable, porque assi la padece esta alma del sumo bien, y auméntala mas la inclinación natural, que el alma desocupada, y suelta ya de sus impedimentos tiene de caminar a Dios, como la piedra azia su centro, sino la impiden, y descansar en él como en su ultima felicidad.
Y en otras muchas diferencias que ay entre estas ansias de amor a las que en otro lugar quedan referidas, es vina muy conocida, que el fuego de aquellas se apagava con algún rocio del cielo, que se concedía al alma desta manera ansiosa, como a este proposito declara San Buenaventura. Pero en estas, como el vacio del alma es mayor, y está llamada para la union con el sumo bien, donde están todos los bienes juntos, ninguno otro la satisface, ni contenta, como lo declaro un Autor muy experimentado por estas palabras: "De verdad, estos desta manera ansiosos son mas pobres y menesterosos, que quantos ay en esta vida, porque padecen una hambre y sed tan continua, que por mas que coman y beban de comunicaciones dulces, no pueden hartarse. Lo qual viene de no poder el vaso criado recoger en si el bien increado, por lo qual le queda desto un deseo perpetuo, codicioso, y muy hambriento de alcançar del todo aquello que desea, y mientras no lo alcança, ningún otro bien le satisface. Porque aunque le pongan delante todos los manjares, y banquetes opulentos de que suelen gozar las almas puras, conocidos de solos aquellos que los experimentan, si les falta el banquete principal de la hartura cumplida, que es la Divina union, antes se encrudelece mas cada dia la hambre. Porque aunque concediesse Dios a esta alma todos los dones de los Santos; y quanto el puede dar, fuera de si, con todo esto junto no se hartarla la codicia y hambre insaciable de su espíritu. "
Esto dize este Autor de la hambre insaciable destas ansias, de las quales trata el Venerable Padre Fray Juán de la Cruz en muchos lugares de sus libros, en uno de los quales dize assi: ”Esta gran hambre y sentimiento comunmente te acaece ázia los fines de la iluminación y purificación del alma, antes que llegue a union, adonde ya los senos de las potencias se satisfacen. Porque como el apetito espiritual está vacio y purgado de toda criatura y afición della, y perdido el temple natural, está templado à lo Divino, y tiene ya el vacio dispuesto, y sino se le comunica lo Divino en union de Dios, llega a penar deste vacio y sed, mas que a morir, mayormente quando por algunos visos o resquicios se le trasluce algún rayo Divino, y no se le comunica. Y estos son los que penan con amor impaciente, que no pueden estar mucho sin recibir, o morir. Y quando ere mucho la inflamación de amor en el espíritu, son las ansias de Dios tan grandes en el alma, que parece que se secan los hueltos en el cuerpo, y estraga su natural y fuerça por la viveza de la sed de amor, Y assi, guando desta manera padece, se representa en su padecer una viva imagen de las penas del Purgatorio de la otra vida, por estar el alma en cierta disposición para recibir su lleno, y assi la privación del le es pena grandissima."
Esto dize este Venerable Padre de estas ansias, y de las mismas trata Santa Teresa en muchos lugares de sus libros. Y en uno dize assi : « En este tiempo flue creciendo en mi un amor tan grande de Dios, que no sabia quien me le ponia, porque era muy sobrenatural, ni yo le procurava. Veiame morir con deseo de ver a Dios, y no sabia adonde avia de buscar esta vida, sino era con la muerte. Davanme unos impetus grandes deste amor; que no sabia que me hazer, porque nada me satisfacía, ni sabia en mi, sino que verdaderamente me parecía se me arrancava el alma. Quien no huviere probado estos impetus tan grandes, es impossible poderlo entender, que no es desasossiego del pecho (habla de los impetus de la parte sensible) ni unas devociones que suelen dar muchas vezes, que parece que ahogan el espíritu, que no caben en si. Essotros tiempos son diferentissimos, no ponemos nosotros la leña, sino parece que ya hecho el fuego, nos echan de presto dentro, para que nos quémenos. No procura el alma, que duela esta llaga de la aufencia del Señor, sino hincan una saeta en lo mas vivo de las entrañas y coraçon, a las vezes que no sabe el alma que ha, ni que quiere. Bien entiende que quiere a Dios, y que la saeta parece traia y erva para aborrecerse a si por amor del Señor, y perderla de buena gana la vida por él, no se puede encarecer, ni dezir el modo con que llaga Dios al alma, y la grandissima pena que dá, que la haze no saber de si. Mas esta pena es tan sabrosa, que no ay contento en la vida, que mas contento dè. Siempre querría el alma estar muriendo deste mal. Esta pena y gloria juntamente me traia desatinada, que no podía yo entender como podia ser aquello. O, que es ver una alma herida, que digo, que se entiende de manera, que se puede dezir herida por tan excelente causa, y vè claro, que no movio ella por donde le viniesse este amor, sino que del muy grande que el Señor le tiene, parece cayo de presto aquella centella en ella, que la haze toda arder. O quantas vezes me acuerdo, quando assi estoy, de aquel verso de David: Como desea el cierbo la fuente de las aguas, assi desea mi alma a ti mi Dios; que me parece lo veo al pie de la letra."
Desta manera significa nuestra Santa lo que experimentava destas primeras heridas del amor agudo. Del qual dize Santo Thomas, que penetra, hiere, y traspasas las entrañas, y en nuestra Maestra se verifica, y dize que le causava pena, y gloria todo junto, para que en las heridas de amor de la Jerarquía Suprema, qual era este, juntamente con el dolor comunican gloria. Y las noticias que en este tiempo da al alma el don de entendimiento del Sumo bien, y de sus Divinas perfecciones, regalan a la potencia intelectiva; y como no se las dan a gustar a la afectiva, según ya queda declarado, queda el deseo en acto, y el deleyte en la memoria, y causa tanto mayor sed, quanto fueron mas vivas estas noticias. Avio paseado ya nuestra Santa por los tres grados de amor de la Ierarquia Suprema, que refiere San Dionisio, conviene a saber, movible, incessable, y calido, y aqui la metieron en la fragua del quarto, que es el agudo. Aquellos van disponiendo al alma para la union Divina, y este la acaba de desnudar de todas las desemejanças del hombre viejo, para configurar con los resplandores de Christo, como dixo el Apóstol. Y desta manera configurada, la introduce en el Talamo del Esposo, para que goze alli de sus dulçuras y purissimos abraços, como declaro el Venerable Hugo de S. Victore sobre este lugar de S. Dionisio. Para lo qual, no una vez sola, sino muchas, meten al alma en la fragua de los Serafines, para acrisolarla en ella con mas intenso fuego de amor, para mas alta disposición de union, y transformación en Dios, como adelante veremos; porque como dize Ricardo de S. Vict. para passar el alma contemplativa de la forma humana a la Divina, y de la vida de hombre a la de Angel, es menester meter muchas vezes el oro del espíritu en la fragua del amor; y caldearle por un lado y otro, para dexarle mas acendrado.
Y como en los grados de perfección lo supremo del grado inferior toca los términos del superior inmediato, y participa del, aunque imperfectamente te assi como los contemplativos, que en el modo de su contemplación están en el orden de los Tronos, participan algunas vezes de las ilustraciones del orden de los Cherubines; assi también los que están en este orden de los Cherubines, participan del calor amoroso de los Serafines en union començada, y aun no perfecta. Lo qual sucedía también a nuestra gloriosa Madre, como ella lo refiere en estas palabras: Aora pues sucede muchas vezes esta manera de union (que quiero dezir) en especial me haze Dios esta merced, que recoge el Señor la voluntad, y aun el entendimiento, a mi parecer, porque no discurre, sino está ocupado gozando de Dios, como quien está mirando, y vé tanto, que no sabe adonde mirar, uno por otro se le pierde de vista, que no dará señas de cosa. La memoria queda libre, junto con la imaginación debe de ser, y ella como se vé sola, es para alabar a Dios lag erra que dà, y procura desassosegarlo todo. En todas estas maneras desta postrer agua de fuente, que he dicho, es tan grande la gloria y descanso del alma, que muy conocidamente participa el cuerpo de aquel gozo y deleyte, y quedan tan crecidas las virtudes como he dicho. En estas palabras de tan grave experiencia se verifica la diferencia que Santo Thomas pone entre la iluminación passada del don de entendimiento, y esta del don de Sabiduría; que aquella penetra y no satisface; y esta ilumina, y da saber pacifico de lo iluminado. Por esta va caminando el alma con el amor calido ázia el agudo, y por la union imperfecta ázia la perfecta.
Ya vimos en otra parte de la doctrina de San Dionisio, que las almas que han de ser lebantadas a estado de perfección y union Divina, avian de ser purgadas, no solo de todas las imperfecciones, mas también de todas las dessemejanças, que tiene con la blancura de la luz eterna, con quien ha de ser unida por amor y semejança. Y para esta estrecha purificación nos dixo assimismo S. Buenaventura que usava Dios unas vezes de crisol de los trabajos, y otras del fuego, y que este segundo era mas eficaz que el primero. Pues quando su Magestad quiere hazer esta purificación de lo que impide al alma la union Divina, usa de los cauterios de fuego, como antes uso de las lexias de agua en las sequedades y trabajos interiores y exteriores. Entre estos cauterios de fuego ponen los Autores mysticos por muy eficaces los efectos Divinos, que llaman toques de Dios en el alma, de los quales dize un Autor muy experimentado estas palabras : Esta hambre, y deseo tan vivo haze el contacto espiritual de Dios en nosotros, incitando, y despertando el espíritu Divino al nuestro. Y quanto el toque es mas vehemente, tanto la hambre y ansia que dexa Dios en el alma es mayor.
Esto dize este Autor; y hablando de este mismo tiempo, y a este mismo proposito nuestro Venerable Padre Fray Juán de la Cruz, dize assi: "Esta inflamación, y ansia de amor, no siempre la anda el alma sintiendo, porque a los principios que comienga esta purgación espiritual, toda se và a este Divino fuego, mas en enjugar, y disponer la madera del del alma, que en calentarla; pero ya quan do este fuego va calentando el alma, muy de ordinario siente esya inflamación, y calor de amor. Aqui, como se và purgando el entendimiento, por medio desta influencia, acaeze, que algunas vezes, juntamente con inflamar la voluntad, hiere en el entendimiento, con alguna noticia, y luz Divina, tan sabrosa y delgadamente, que ayudada della la voluntad, en gran manera ardiendo en ella este Divino fuego de amor en vivas llamas, de manera, que ya al alma le parece fuego vivo, por causa de la viva inteligencia que se le dà. Y este entendimiento de amor, con union destas dos potencias, entendimiento y voluntad, (que aqui se unen) es cosa de gran riqueza, y deleyte para el alma, porque es cierto toque divino, y principios ya de la perfecta union de amor, que espera. Al qual toque de tan subido sentir, y amor de Dios no se llega, sino aviendo passado grandes trabajos, que preceden a esto,”
Destos efectos y toques Divinos en las almas contemplativas aprovechadas, de que nos dan noticia estos Autores experimentados: y nos la dan también las Divinas letras en el libro de los Cantares, donde dize la Esposa; que la toco con su mano el Esposo Divino, y con su contacto se estremeció toda. Y después dize: Mi alma se derritió en hablando mi Esposo. En estas palabras significo co dos maneras de toques Divinos: El uno, que se siente mas en la voluntad, aunque también viene con iluminación Divina, el qual dio a entender en aquellas palabras: Et venter meus intremuit ad tactura ejus. Y en este estremecimiento significo la intima penetración de la virtud Divina en el alma, que es propria de el amor agudo. El otro toque se siente mas en la ilustración del entendimiento, aunque también causa ternura en el afecto, lo qual declaro en aquellas palabras: Anima mea liquefacta est, ut loqutus est, porque el oyodo del alma es el entendimiento.
De entrambos estos efectos nos dá noticia N. V. Padre F. Juán de la Cruz, hablando del estado del alma, en que aora estamos, por estas palabras: "Por este modo de inflamación podemos entender algunos de los efectos sabios, que va obrando yá en el alma esta influencia obscura. Porque algunas veces en medio destas obscuridades es ilustrada el alma, y luce la luz en las tinieblas, derivándose derechamente esta influencia mystica al entendimiento, y participando algo de la voluntad con una srernidad, y sencillez delgada y deleytable al sentido del alma, que no sele puede poner nombre, unas vezes en una manera de sentir de Dios, y otras en otra. Algunas vezes también hiere juntamente en la voluntad, y prende en ella el amor subida tierna y fuertemente: Porque ya dezimos, que se unen algunas vezes estas dos potencias entendimiento, y voluntad. Y quanto se vá purgando mas el entendimiento, tentó mas perfecta y delicadamente se van sintiendo estos efectos en estas potencias. Pero antes de llegar aqui, mas común es sentirse en la voluntad al toque de la inflamación, que en el entendimiento el toque de la perfecta inteligencia. Y la sed de amor que este toque causa, se siente en la parte superior de la alma, conociendo en lo muy interior la falta de un gran bien, que con ningún otro se puede suplir. La qual sed es muy diferente de la otra, que en la purgación de la parte sensitiva diximos, porque esta es sin comparación mayor que aquella."
Esto dize este gran Maestro, y de los unos y otros toques nos dio también noticia nuestra Santa Madre en muchos lugares, y en uno declarando los muy penetrativos toques del don de entendimiento dize assi: Vezes ay, que andándose el alma abrasando en si misma con ansias de Dios, acaece que por un pensamiento muy ligero, o por una palabra que oyo de que se tarda el morir, viene de otra parte (no se entiende de donde, ni como) un golpe, o como si viniesse una saeta de fuego; que agudamente hiere, y no es a donde se sientendo a las penas a mi parecer, si no en lo muy hondo, è intimo del alma, a donde este rayo que de presto passa dexe hecho polvos todo quanto halla de la tierra de nuestro natural, que por el tiempo que dura es impossible tener memoria de cosa de nuestro ser. El entendimiento está tan vivo para sentir la ausencia de Dios, y ayuda su Magestad con una tan viva noticia de si en aquel tiempo, que acrecienta mucho la pena. En estas palabras declaro con mucha propriedad nuestra Madre, la substancia y efectos del toque Divino, procedido del don del entendimiento, y del amor agudo, que le acompaña, y dejan en el alma hambre insaciable del sumo bien. Y se verifica lo que dize Santo Thomas, que los dones lebantan al alma à actos mas altos, è intensos, que las virtudes.
En otra parte trato la misma Santa de los sentimientos, que proceden del don de Sabiduría, y del amor suave que le acompaña y los llama una inflamación deleytosa, que viene de presto de la región muy interior del alma, y se estiende por toda ella con un sabroso deseo de goçar el alma del Esposo Divino, pero no deseo penoso, sino quieto, y que inclina el alma à alabanças de Dios. Y estos sentimientos dize que son mas ordinarios en alma, que los primeros. En lo qual concuerda con lo que se ha referido de su Venerable Compañero, que mas común es sentirse en la voluntad el toque de la inflamación, que en el entendimiento el de la perfecta inteligencia. Y en dezir estos Autores que estos toques Divinos se sienten algunas vezes de repente: y quando menos advertida está el alma significaron la calidad de ellos, y que son movimientos de Dios en ella, no tanto para introducir nueva calidad en ellos, quanto para perficionarla ya introducida, y para el movimiento to suelto no es menester tanta disposición del alma, como para introducir en ella habito.
De otros toques divinos, en estado mas perfecto, quando ya el alma contemplativa está transformada en Dios, haze mención nuestro Venerable Padre, de su esperiencia, en estas palabras: ''Estos sentimientos espirituales distintos, pueden ser en dos maneras. La primera, son sentimientos en el afecto de la voluntad. La segunda, aunque son también en la voluntad; pero por ser sentimientos intensissimos, subidissaraos, profundiasimos, y secretissimos parece que tocan en ella dentro la substancia del alma: los unos y los otros son de muchas mineras. Yaunque los primeros son muy subidos lo son mas los segundos: los qualos ni el alma, ni quien la trata pueden saber, ni entender la causa de donde proceden, ni porque obras le haze Dios estas mercedes, porque las haze su Magestad a quien quiere, y como quieren. Para esto es necessario que esté el alma actualmentente empleada con cosas espirituales, aunque estarlos es mucho mejor, porque sin estarlo la vista Dios con estos to ques y recuerdos Divinos, de los quales resultan en el alma sentimientos también Divinos, porque las mas vezes está harto descuidada dellos, y vienen quando ella menos piensa y menos lo pretende. Unas vezes se causan súbitamente en ella, solo con acordarse de algunas cosas, y a vezes harto minimas. Y son tan sensibles estos toques, que algunas vezes no solo el alma, mas también el cuerpo hazen estremecer. Pero otras vezes acaecen en el espíritu muy sosegado, sin estremecimiento alguno con subido sentimiento del deleyte y refrigerio en el espíritu. Otras vezes acaecen con una palabra, que dizen, o oyen decir, aora sea de la Escritura, aora de otra qualquier cosa, mas no siempre de una misma eficacia y sentimiento. Destes toques unos son distintos, y pasean de presto, y otros no son tan distintos, y duran mas.”
De esta manera nos dà este gran Maestro noticia experimental destos movimientos tan subidos de Dios en el alma unida con él (porque deste tiempo habla). Aque haze también diferencia entre los toques que proceden del don del entendimiento a los que proceden del don de Sabiduría, y quan grande la ay también entre los que se reciben en las potencias, estando ellas sueltas, o quando en estado de union transformada están assistentes a Dios, dentro de la misma substancia del alma en el Parayso interior, de que se ha de tratar muy de proposito adelante, porque según la doctrina de San Dionisio, referida de Santo Thomas, qualquiera de las virtudes y dones infusos (que son como resplandores criados, que salen de la luz increada y la rodean como vestiduras de su grandeza) tanto mas iluminativa es, quanto mas cercana está desta Divina luz primaria. Y como en este tan lebantado estado reciben las potencias estos afectos de estos dones Divinos tan junto n la fuente de la luz, de donde ellos proceden, por los son tan penetrativos y suaves.
Question ay controvertida entre los Maestros mysticos, escolásticos, sobre el entendimiento destos toques Divinos, con que mueve Dios à las almas contemplativas aprovechadas, a su conocimiento y amor. Porque unos quieren que sea con tacto inmediato de Dios en el alma, y otros lo niegan: y assi toca a nuestro intento declararlo. Haze por la parte afirmativa el modo de hablar de la Escritura, y de los Santos. Porque aquellas palabras del Psal mista que dize: Toca los montes y humearán, las entienden la Glossa, y los Santos de la gracia y de los aumentos della: que dá Dios a las almas, y las despierta a su conocimiento y amor. Y en el lugar de los Cantares referido en el capitulo passado dize la Esposa, que al contacto del Esposo Divino se estremeció. Y en San Gregorio, Santo Thomas, San Buenaventura, y otros Santos hallamos muchas vezes este modo de hablar, que toca Dios al alma, moviéndola, y que el alma toca a Dios, conociéndole y amándole. Favorece también esto, que quando se da la gracia al hombre, no se le dá el don de gracia solamente, sino también la misma persona del Espíritu Santo, para que habite en el alma, como en Templo suyo, y en esta habitación parece que ha de aver contacto del Espíritu Santo en la misma alma: pues se la da como dize Santo Thomas, pura que pueda comunicarle y goçarle.
Por la parte negativa haze lo que dize San Dionisio, que no ay tocamiento de ninguna criatura en Dios, porque assi como no puede ser comprehendido de ningún conocimiento y sabiduría, as si no puede ser abraçado con ningún contacto de criatura por estar su inefable excelencia colocada con infinita distancia sobre todas las substancias criados. Desta autoridad de San Dionisio se aprovecha Santo Thomas, y conformándose con él, dize: Dios no es tocado, porque ninguna virtud natural de criatura puede llegar a èl mismo; y assi lo entendió San Dionisio, conviene a saber que no ay tocamiento de Dios en que èl sea tocado. Esto dize el Angélico Doctor; y al mismo proposito haze lo que San Dionisio dize en otra parte: Si alguno mirando a Dios entendiólo que via, no vio al mismo, sino algunas de las cosas que son de Dios, y pueden conocer se, porque el, colocado está sobre el entendimiento, y sobre toda substancia; y lo que dize del conocimiento, entiende del contacto.
Estas dos opiniones, al parecer encontradas, concordo Santo Thomas, diziendo; Según el contacto virtual toca Dios a las criaturas moviendilas, pero él mismo no es tocado. Este contacto virtual declaro el mismo Santo en otra parte con el contacto virtual de los cielos, con el qual tocan a los cuerpos elementares alterándolos, imprimiendo en ellos sus movimientos. Declaro assimismo muy a nuestro proposito la diferencia que ay entre el contacto de quantidad de unas cosas corporales con otras, y el contacto virtual proprio de las substancias espirituales, y que en aquel solo ay contacto superficial, que no se penetran las cosas tocadas, pero en esse se penetran intimamente las mismas substancias. Aplicando pues esta doctrina a nuestro proposito, con la autoridad destos dos grandissimos Teólogos, que ajustan en todas las materias la Teología mystica, y Escolástica a la regla derecha de la verdad, assi como el Sol por el contacto virtual imprime sus resplandores en las piedras preciosas dentro de las entrañas de la tierra, y la Luna sus mudanças de crecientes y menguantes en la mar, y en muchos cuerpos de la tierra, y los mueve con su virtud, como con unas riendas a operaciones diversas; assi también por este mismo contacto mueve Dios a las almas con la influencia de sus dones a sus reparaciones. Y por esso declarando Santo Thomas a este proposito los efectos, que la gracia por medio de las virtudes que salen dolía haza en las potencias del alma, la compara al Cavallero, que con las riendas en la mano va governando el caballo.
Con estos Santos concuerda también el Venerable Hugo de S. Victor en estas palabras: E1 espíritu humano puesto en carne mortal, y constituido dentro de los sentidos, no puede llegar a tocar inmediatamente la naturaleza incomprehensible. Con todo esto, aunque este contacto de Dios en las almas sea virtual, por medio de sus dones se salva convenientemente el modo de hablar de la Escritura, y de los Santos. Por que como dize Santo Thomas, la iluminación de los dones del Espíritu Santo se llama luz inmediata de Dios, respeto de la iluminación que se haze por ministerio de los Angeles. Y assi, como diriamos que avia uno tocado al Rey, si huviesse tocado sus vestiduras Reales; y como se dize, que el Rey ordena lo que ordenan con su autoridad los Ministros suyos, assi también se dize, que toca Dios al alma, quando la mueve con sus dones criados, y que toca el alma a Dios, quando por el contacto dellos, como de las vestiduras Reales, y resplandores criados, de que está rodeada, como de vestiduras Reales su grandeza, se leban ta a amarle y conocerle.
Esto que nos dize la Teología declarada por los dos Principes dalla, nos declara prácticamente la fiel experiencia de nuestra Madre Santa Teresa, y de su Venerable compañero, la qual tratando destos toques Divinos tan penetrativos, con que Dios hiere al alma para enamorarla mas de si, dize estas palabras: Deshaziendome estoy hermanas por daros y entender esta operación de amor, y no sé como, porque dà a entender el amado claramente, que esta en el alma, y parece que la llama con una seña tan cierta, que no se puede dudar, y un silvo tan penetrativo para entenderle el alma, que no le puede dexar de oir. Porque no parece sino que en hablando el Esposo, que está en la séptima morada, por esta manera que no es habla formada, toda la gente que está en las otras no se ossan bullir, ni sentidos, ni imaginación, ni potencias. En las quales palabras nos declaro, que estos toques Divinos que se perciben en las potencias proceden de la essencia del alma (que entiende aqui por séptima morada) donde Dios reside en la criatura racional, y aumentándose alli la gracia (por la qual recibe el alma nueva facultad de gozar de Dios por conocimiento y amor) reciben también aumento la caridad, y los demas dones sobrenaturales, que están en las potencias, como en otra parte vimos, por medio de los quales movidas las potencias, percibe el alma los llamamientos de Dios a nuevo conocimiento y amor.
Assimismo tratando nuestro Venerable Padre destos mesmos toques Divinos en lo muy subido y delicado dallos, los llama sombras de Dios, que imprimen en el alma su imagen. Y poco antee los avia llamado en el mismo lugar resplandores de comunicaciones Divinas, recibidos en las potencias espirituales. Pues en dezir que estos resplandores los recibe el alma, como sombras de Dios, que imprimen en ella su imagen, declaro, como estos Divinos toques los haze Dios en el alma, no inmediatamente, sino por medio de dones suyos criados; que como declaro Santo Thomas, son imágenes de Dios, y semejanzas participadas del, y la semejança de Dios misma imprimen en el alma. En este sentido dixo el mismo Doctor Angélico: La Profecía es inspiración, y un cierto toque, con el qual se dize, que el Espíritu Santo toca el coraçon del Profeta. De manera que a la inspiración, è iluminacion, que el Espíritu Santo hase por medio de sus dones, llama tocar al espíritu humano. Al mismo proposito habla San Gregorio, quando tratando de la comunicación destos dones rivl nos dize, que por ellos somos tocados con el aliento del espíritu Divino.
Prosiguiendo la declaración de los ordenes de la tercera Ierarquia del alma, por donde ella camina a unirse con Dios, avernos llegadoya al orden Supremo, que corresponde al de los Serafines, según la proporción y semejanza, que pone San Dionisio entre estas Ierarquias, y las de los Angeles. Y declarando San Buenaventura este grado Seráfico en el alma contemplativa, dise estos palabras: « El orden, o grado noveno, que es el superior de la Suprema Ierarquia del alma, contiene intelectuales extensiones y recibos, resplandores fervorosos, y fervores resplandecientes, a cuyos excessos sublimes no se llega tanto por el conocimiento, quanto por el afecto, que es el que principalmente se une con Dios.
En este orden se ofrecen al Señor castissimas oraciones, con que nos assemejamos a él. Este es el grado que abraça el Esposo, el que percibe la parte de Maria, que no le será quitada. En este grado fue puesta el alma contemplativa, quando dixo en el libro de los Cantares, que la avia introducido el Esposo en la bodega de los vinos mysticos, y ordenado en ella la caridad, porque aqui todas las fuerças del alma quedan ordenadas a Dios, y reducidas a su amor. »
Esto dize San Buenaventura deste orden supremo; y como en el grado paseado de los Cberubines abundo tanto el alma en el conocimiento, que la puso en ansias tan intensas de llegar a unirse con el amado, y con esto se disponía para la misma union, como dise Santo Thomas; assi an este da los Serafines abunda al fuego dal amor, que desta manara los distingua San Dionisio. Paro en esta vi da mas privilegiado es al amor, que el conocimiento, como lo declaro Santo Thomas en estas palabras: La voluntad en su operación no tiene an nosotros la imperfección que el entendimiento, que no se une con las cosas que entiende, sino por medio de alguna semejança; pero la voluntad en cierta manera se une con las casas mismas que ama. Y de aquí viene, que aun según el estado desta vida amamos a Dios según su essencia, pero no le conocemos desta manera. Esto dise el Angélico Doctor. Y en este mismo sentido dixo también el Venerable Hugo de S. Víctor que el conocimiento llega hasta el aposento del Esposo, pero el amor passa delante, y entra hasta el Tálamo del mismo Esposo, quedándose a la puerta el conocimiento, como menos privilegiado en estas bodas Celestiales, mientras vive en estado de destierro.
A este grado del orden de los Serafines llama nuestra Madre Santa Teresa la quarta agua del cielo, cuya experiencia ilustradissima, y concorde con los Santos, avemos de seguir en estos grados ten lebantados, que se pierden de vista al conocimiento humano. Y en esta quarts agua (que se estiende a muchos grados) se celebran los desposorios espirituales del alma con Dios, que el mismo Señor significo por el Profeta Oseas, quando dixó: Desposarére conmigo en Fè, y experimentaros que soy Dios. Los quales desposorios son tan estrechos, y laços tan favorables de amor y comunicácio, que dixo dallos el Apóstol San Pablo: El que se une a Dios, se haze un mismo espíritu con él. Porque como esta Divina, è intima comunicación del alma contemplativa con Dios es tan alta, tan espiritual, tan pura, y tan sencilla, que se lebanta incomparablemente sobre todo lo que el entendimiento puede alançar; y dar a entender. Y por esto era necessarlo usar de algún exemplo material y sensible, acomodado a nuestro modo de entender grosero, por el qual pudiesse nuestra rudeza conocer algo deste inefable favor. No parece que se hallo otro mas proprio que el matrimonio corporal, y la union amorosa, que en él interviene para declarar la espiritual a que es lebantada el alma contemplativa ya divinizada con el Hijo de Dios, Sabiduria Eterna.
Siguiendo pues este exemplo de la Escritura y de los Santos, y la doctrina experimental de nuestra gloriosa Madre, y de su llustradissimo compañero, assi como en el matrimonio humano ay otorgamiento y desposorios, y la celebración del matrimonio, as si en este matrimonio espiritual y Divino ay también todos estos grados. El otorgamiento (dexando los demás grados para sus lugares) es quando van a vistas los desposados, y contentos ya el uno del otro, dan el si para los desposorios. Lo qual sucede en este matrimonio espiritual, quando el alma contemplativa, purgada ya de todas las aficiones y amores peregrinos, sin tener en la parte superior, ni inferior otro amor, ni apetito, sino el de Dios, anda el alma oon ansias inflamadas, y como herida de amor, por que el Esposo Celestial la admita entre sus Esposas, y una consigo su voluntad. Y como en el otorgamiento para el matrimonio humano suele aver vistas de las partes que han de contraer, para que se contente la una de la otra, assi también en el otorgamiento para el matrimonio espiritual, suele Dios hazer alguna merced y comunicación muy particular al alma, llegándola muy cerca de si con alguno de los primeros actos de union, como nuestra ilustrada Maestra lo dize por estas palabras: En estos desposorios todo es espiritual, porque todo es amor con amor y sus operaciones son limpissimas, y tan delicadiasimas y suaves, que no ay como dezirse, mas sabe el Señor darlas a sentir. Pareceme, que la union aun no llega a desposorio espiritual, sino como acá, quando se han de desposar dos se trata, que el uno al otro se vean, para que mas se satisfagan. Assi aqui, supuesto que ya el alma esta bien informada del bien que desea, y determinada a hazer en todo la voluntad de su esposo, le haze su Magestad esta misericordia, que quiere que lo entienda mas, y que como dizen, vengan a vistas, y juntar la consigo.
Esto dize nuestra Maestra. Y declarando en otra parte estas vistas en los primeros actos de union, las describe desta manera: "Estando assi el alma buscando a Dios, siente con un deleyte grandis simo y suave, casi desfallecerse toda con una manara da desmayo, que le và faltando al huelgo, y todas las fuerças corporales, de manara que sino es con mucha pena, no puede aun menear las manos ; los ojos se le cierran, sin quererlos cerrar, y si los tiene abiertos, no vé casi nada; ni si lee, acierta a desir letra ni casi atina a conocerla bien: vè ay letra, mas como el entendimiento no ayuda, no sabe leer, aunque quiera; oye, mas no entiende lo que oye. Assi que de los sentidos no se aprovecha nada, sino es para no acabar de dexarla a su placer; y assi antes la dañan. Hablar es por demás, que no atina a formar palabra, ni ay fuerça ya que se atinasse para poderla pronunciar, porque toda la fuerça exterior se pierde, y se aumentan las del alma, para mejor poder gozar de su gloria. El deleyte exterior que se siente es grande, y muy conocido; y aunque el tiempo fue muy breve, bien se entendían en la sobra de las mercedes, que ha sido la claridad del Sol que ha estado allí grande, pues assi ha derretido al alma."
Desta manera describe nuestra Maestra estos principios de union, que son como las vistas, o otorgamiento para el desposorio espiritual. Y parece que le sucedio aquí lo que en el libro de los Cantares refiere de si la Esposa, que en dándole el Raposo Divino del vino suavissimo de su celestial comunicación hasta embriagarla, dize que se quedo dormida, para que su coraçon velasse. Porque recogido el espíritu dentro de la bodega destos vinos en la intima comunicacion de su amado, fue tal la suavidad que allí sintió, que por gozar della se olvido del concurso de los actos exteriores, dexando como dormido al cuerpo en sus operaciones. Y en aquel breve tiempo que el Esposo acerco assi el alma, gozo de tan alta participación de su suavidad, bondad y hermosura, que agradada de nuevo del, dize la misma Santa: Allí no ay dar, ni tomar mas, sino ver el alma por una manera secreta quien as el Esposo, que ha de tomar, porque por los sentidos y potencias en ninguna manera podrá entender en mil anos, lo que aquí entiende en brevisalmo espacio ; mas como es tal el Raposo, de aquella vista la dexa mas digna de que se vengan a dar las manos, porque queda el alma tan enamorada, que hase de au parte lo que puede, para que no ae desconcierte este Divino desposorio. Todo esto es de nuestra Madre.
Esta union divina a que se llega por disposición también Divina del alma ma contemplativa, es un estado muy alto, y a que llegan pocos, aun de los que tratan de perfección. Porque pide desnudez del alma de todos los hábitos imperfectos, assi de la parte sensible, como de la espiritual, que la hazian desemejarse a Dios, y una reformación como universal de todas las imperfecciones naturales, y que esté ya vestida de la gracia, y hábitos sobrenaturales de virtudes, y dones infusos, que proceden dalla, que hazen al alma semejante a Dios, assi quanto a la essencia, como quanto à las potenoias, según se declaro en otra parte: y que esta vestidura Divina no sea como quiera, sino en grado muy intenso, que penetren estos hábitos toda el alma, y sa apoderan della. Porque para esta union no basta, que estén ya infundídos en ella, sino están muy arraygados por apartamiento de sus contrarios, como lo significo Santo Thomas en estas palabras: El acto perfecto, qual es el en que nos unimos con el Espíritu Santo, ha de proceder de potencia perfecta con su habito, porque entonces mas se fortifica la forma en el sugeto del alma, según la mayor radicación en ella, y alcança mayor vitoria sobre el sugeto. Al mismo proposito disse en otra parte, que para operación tan perfecta de la voluntad, como es aquella en que se une con el Espiritu Santo, ha de estar perfecta con hábito, que la haga semejante al mismo Espíritu Santo, de la qual semejança la viste la caridad intensamente arraygada en ella. Pues quando los hábitos infusos, que introducen en el alma esta semejança Divina, están desta manera arraygados y apoderados dalla, entonces está dispuesta para unirse con Dios por perfección de amor, y semejança con él.
Porque union, según Santo Thomas, no es otra cosa, que una junta de
cosas diferentes, que convienen en uno, y esta conveniencia haze la semejança. De manera, que para que con propriedad se pueda
llamar union, han
de concurrir
estas dos cosas.
La primera, que sean
diferentes, porque sino lo fueran, no se llama union la junta dallas, sino unidad. La segunda,
que aya en ellas semejança, por razón de la qual se inclinan las cosas entre
si semejantes por cierto amor natural, y fuerça secreta a unir se una cosa a otra.
Porque la semejanza las haze participantes de una misma forma, y que se han en
ella como una mesma cosa. Y assi esta union de que aquí tratamos es union, no de substancias, sino de afectos,
porque el amor es uno como laço, que junta en uno los afectos de dos cosas diferentes, que concuerdan
en una misma calidad, y permaneciendo la
union por la semejança de calidad, permanece también la diferencia,
porque el diamante vestido de luz, y unido con ella, conserva la naturaleza de
piedra, y el yerro también la suya, y unido con el fuego. Y assi también el
espíritu humano unido al Divino, y participando del como de une misma forma, por
amor y semejança, su
naturaleza conserva entre las propriedades Divinas, de que está vestido, como
el yerro de las del fuego.
Quan estrecha sea esta union, lo pondero Santo Thomas por estas palabras: nEl amor no es union de las mismas substancias, sino de los afectos; pero con todo esso no es menos estrecha, porque no es cosa nueva, que lo que es menos allegado según la naturaleza, lo sea mas según el afecto, pues vemos, que muchas unidas en lo natural, di a cordan mucho en el afecto, pero el amor reduce quanto es possible las cosas a union; y por esso el amor Divino haze que el hombre no viva ya su vida, sino en cierta manera vida de Dios, como de si lo dezia el Apóstol. Esto dize Santo Thomas del alma desta manera unida, y participando por razón desta union de las propriedades de Dios.
Estos primeros actos de union son muy breves, y nunca la union actual dura mucho tiempo, aunque sus efectos son muy durables. La razón desta brevedad dà Santo Thomas, disiendo: Ninguna operacion puede durar mucho en lo supremo de su esfera, y como lo sumo de lá contemplación sea llegar a la uniformidad de la contemplacion Divina, como dise San Dionisio: De aqui viene, que quanto a este acto, no puede durar mucho nuestra contemplacion, aunque puede durar quanto a los demás actos dalla.
Esta uniformidad es si acto de la union con Dios, donde como dixo el Apóstol, el espíritu humano se hase por entonces una misma cosa con el Divino por semejança y amor. La experiencia desto declaro nuestra Madre Santa Teresa resa desta manera: Verdades, que a los principios passa esta union en tan breve tiempo (a lo menos a mi as si me acaecía) que en estas señales exteriores, ni en la falta de los sentidos, no se da tanto a entender, quando passa con brevedad. Y nótese esto, que a mi parecer, por largo que sea el espacio de estar el alma en esta suspensión de todas las potencias, es muy breve, quando estuvlesse media hora es muy mucho. Yo nunca, a mi parecer, estuve tanto. Verdad es, que se puede mal conocer lo que está, pues no se siente; mas digo que de una ves es muy poco espacio, sin tornar alguna potencia en si. Esto dise nuestra Santa. Y este espacio de media hora pone también el Venerable Hugo de S. Vict. en que se hase en el cielo del alma el silencio de la union, con enajenación de los sentidos. Y en otra parte declararémos, porqué la union de rapto suele durar mas tiempo.
Este primer acto de union, y la brevedad del, declaro también San Buenaventura, concordando en todo con nuestra Madre y Maestra, y de quan despierto está el espíritu en este dulce sueno, dize la misma Santa estas palabras: "Estando el alma, aunque no sea en oracion, tocada con alguna palabra, que se acordo, o ovo dezir de Dios, parace que su Magestad desde lo interior del alma haze crecer la centella, que ya dixirnos, y abrasada toda ella, como una Ave Fénix, queda renovada, y assi limpia, la junta consigo, sin entenderlo nadie, sino ellos dos, ni la misma alma no lo entiende de manera que lo pueda después dezir, aunque no está sin sentido interior. Porque no es como a quien toma un desmayo, o parasisino, que ninguna cosa interior, ni exterior entiende. Lo que yo entiendo en este caso es, que el alma nunca estuvo tan despierta para las cosas de Dios, ni con tan gran luz y conocimiento de su Magestad. " Todo esto es de nuestra Maestra.
Desta disposición Divina tan rara y dificultosa, que ha de preceder a la union con Dios para tan alto estado, como ponen con ella al alma contemplativa, se puede conocer la ignorancia de algunas personas devotas, que a qualquier sentimiento dulce que en la oración tienen, que alguna vez no será mas que un recogimiento sensible, lo califican con nombre de union Divina. Lo qual pondero San Lorenço Iustiniano desta manera: Esta union del alma con el Hijo de Dios para ser Esposa suya, no es cosa de mediana gracia, porque raras son las almas, que por merecimiento de vida, por privilegio de gracia, por inmensidad de amor, puedan llamarse Esposas del Verbo Eterno. Al mismo proposito dize San Buenaventura: Para que dos cosas desemejantes puedan unirse entre si, es necessario que se reduzgan a semejança. Por lo qual, como de la Sabiduría increada dizen las Sagradas letras; que es blancura de ln luz eterna, y espejo sin mancha de la Magestad de Dios, conviene, para que el espíritu humano se una por verdadera union da amor oon asta blancura de la lus eterna, que primero esté apartada de toda obscuridad de mancha, para que desta manera ; quedando como espejo limpio, y con esto dispuesto para recibir luego los resplandores de la Divina luz, se conforme, y assemeje desta suerte con la Sabiduría eterna, para unirse con ella, y se junte la imagen con el original. Y esta disposición bien se echa de ver quan dificultosa es una naturaleza procedida de la masa de Adan, después que la desordeno por el pecado.
Los bienes y riquezas que se siguen al alma desta union Divina son tan grandes, que no se pueden declarar con palabras, ni aun la misma alma puede conocerlas. Porque como de la naturaleza de la union se requiere, según Santo Thomas declara, que aya participacion entre las cosas unidas, y en ella se desnuda el alma en cierta manera de si, para vestirse de Dios, como el diamante de la forma grosera de piedra tosca, para vestirse de los resplandores del Sol, queda tan hermoseada y enriquecida con las propriedades y perfecciones del Sol Divino, de quien tan felizmente participa, que está como divinizada al modo de la vidriera limpia bañada del Sol, y penetrada de sus rayos. Aqui sue tocada el alma a la Divina piedra iman, que es comunicándole sus calidades (como esta piedra las comunica al hierro) y la dexo tan inclinada a Dios, como a su norte Divino, que ya no le pierda de vista, ni se aparte del su memoria agradecida, porque entro en la fragua de la caridad (cuyo efecto es esta Divina union) donde el fuego del amor Divino le pego sus propriedades, con las quales la está lebantando siempre a Dios como a su centro y esfera deste fuego. Porque la caridad en apoderándose del espíritu, como se apodera en este estado, no le permite quietarse en cosa alguna fuera de Dios, donde solo ha de hallar descanso; y el calor deste mismo fuego es el que aparta las cosas, que son desemejantes al espíritu, quales son las temporales y corruptibles: y junta a él las semejantes, quales son las espirituales y Divinas, haziendo una admirable division entre el cuerpo y espíritu, para unirlo con su proprio bien, desnudo ya de los demás bienes, que le son improprios, como Santo Thomas lo vá describiendo a este proposito,
Y aunque esta felicidad es propria del espíritu, también al cuerpo, según su capacidad, se alcança parte, como lo pondero un Autor docto y experimentado. Porque vestido el espíritu de tan alta semejança de Dios, califica con su redundancia también al cuerpo, que informa, y en cierta manera le espiritualiza, vistiéndole de ciertas propriedades del mismo espíritu, con que olvidado de las proprias, suspenda a lo menos por entonces sus actos. Y assi el espíritu llevado de Dios, lleva en pos de si también al cuerpo, y haziendose union del espiritu en Dios, se haze también del cuerpo en el espíritu; porque en esta union se haze el hombre tan semejante a Dios, que dize Santo Thomas, que trasciende la dignidad de hombre terreno, y se haze en cierta manera hombre celestial y Divino, y por la abundancia de la caridad, que en ella recibió, es ya su conversa cion en los cielos, y conviene con Dios, y con los Angeles, según que se estiende a cosas semejantes que ellos. Y aunque el modo de obrar de Dios en el alma unida con él desta manera, es secretissimo, y que la misma alma lo ignora; pero por la mejoría que en ella queda de aver llegado tan cerca de la fuente de todos los bienes, conoce que fueron grandes los efectos que en ella hizo en tan breve tiempo.
Desto nos dá noticia nuestra ilustradissima Maestra en muchos lugares de sus libros, en uno de los quales dize assi : "Aora vengamos a lo interior, de que el alma en esta union siente, digalo quien lo sabe, que no se puede entender, quanto mas dezir. Estava yo pensando quando quise escrivir esto, que haria el alma en aquel tiempo, y dixome el Señor estas palabras: Deshazese toda hija, para ponerse mas en mi, ya no es la que vive, sino yo. Como no puede comprehender lo que entiende, es no entender entendiendo. Quien lo huviere probado entenderá algo desto, porque no se puede dezir mas claro, por ser tan obscuro lo que alli passa. Solo podre dezir, que se representa estar junto con Dios, y queda da una certidumbre, que de ninguna manera puede dexar de creerlo. Aqui faltan todas las potencias, y se suspenden de fuerte, que en ninguna manera se entiende que obran: a la mariposilla importuna de la memoria se le queman aqui las alas, y no puede mas bullir. La voluntad debe de estar bien ocupada en amar, mas no entiende como ama: el entendimiento no se entiende como entiende, alómenos no puede comprehender nada de lo que entiende.
Queda el alma desta union con grandissima ternura, de manera, que se queria deshaber, no de pena, sino de unas lagrimas gozosas: hallase bañada dellas sin sentirlo, ni saber como, ni quando las lloro, mas dale gran deleyte ver aplacado aquel impetu del fuego con agua, que le haze mas crecer, queda el alma tan animosa, que si en aquel punto la hizieran pedaços por Dios, le seria gran consuelo: alli son las promesas, y determinaciones heroicas, la viveza de los deseos, el començar a aborrecer el mundo, el ver vlara su vanidad, esta muy mas aprovachada y altamente, que en las oraciones pasadas, y la humildad mas crecida, porque vé claro, que para aquella grandiosa y excessive merced, no huvo diligencia suya, ni fue parte para traerla, ni para tenerla. Vé clara su indignidad y miseria, porque empieça donde entra mucho Sol, no ay telaraña escondida. Va tan fuera la vanagloria, que no me parece la podría tener, porque ve ya por vista de ojos lo poco o nada que puede: Su vida passada se le representa, y la gran misericordia de Dios con gran verdad, y sin aver menester el entendimiento andar a caça, que alli vé guisado lo que ha de comer y entender: vé que merece el infierno, y que le casti gan con gloria, y deshazese en alabanças de Dios."
Todas estas son palabras de la Santa Madre, y entre las demas son muy notables aquellas que nuestro Señor la dixo: Que se deshazia el alma para ponerse mas en Dios. Porque aqui, como a este proposito declara Santo Thomas, se enternece la voluntad, y se le quita la dureza, para que corra azia Dios, y saliendo de sus términos se transforme en èl, y por esto se llama este amor liquido, la qual ternura encarece aqui nuestra Santa. Y en lo que dize que faltan aqui las potencias, no se ha de entender que quedan ociosas, y sin ejercicios de sus proprios actos, sino que quedan tan elevadas en Dios en comunicación infusa sobre su modo humano, que de ninguna manera atienden a cosa de las que entran por los sentidos. Y assi, como declara Hugo de S. Victore, la parte inferior del alma queda como huérfana del concurso de la superior, que está lebantada a comunicación de gloria. Y esto mismo sucede en todas las grandes comunicaciones Divinas, en que el alma padece excesso y enagenacion de sentidos, porque entonces queda del todo abstrahida el alma de todo su conocimiento natural, para contemplar mejor las sobrenaturales. Y si el entendimiento no está ocupado desta manera a lo sobrenatural, no sera elevación de espíritu, sino embobamiento, porque aunque por estar entonces tan cerca de la luz inaccessible, queda deslumbrado con la inmensidad de la luz, como dize San Gregorio, para ver cosa en particular, pero vó esta inmensidad incomprehensible de luz, que le lebanta a un altissimo conocimiento de Dios, en el qual dize este Santo. Vé que no puede ver aquello, que ardientemente ama, pero no le amarla desta manera, si de alguna suerte no le viere. Y por esto dize aqui nuestra Santa, que entiende sin entender; y este dize San Dionisio, que es el perfecto conocimiento de Dios en esta vida, pues as conocerle sobre lo que puede alcançar el entendimiento. Assimismo lo que dize aqui nuestra Santa, que a la mariposa inquieta de la memoria se le queman en esta elevación las alas, se ha de entender de la memoria sensitiva, o imaginación, que también entonces se quieta con toda la parte inferior, porque en estos le bantamientos tan favorecidos de espíritu, dize Hugo de S. Victor, que la parte inferior del alma se compone en suma paz y tranquilidad, y la superior en gloria y gozo; y con esta parte superior vá la memoria intelectiva, y siempre que el entendimiento se quieta, se quieta también ella.
Para consuelo y aprovechamiento de las almas, que despues de averse dispuesto, como dizen los Santos, para recibir estas mercedes y dulces sentimientos de Dios a lo sobrenatural, con deseo de unirse con él, no se las comunica su Magestad, pone nuestra Santa una union muy provechosa y muy meritoria, que todos pueden procurar, assi los que se exercitan en la vida activa, como los que caminan a Dios por la contemplativa, la qual refiere desta manera:
"La verdadera union se puede muy bien alcançar con el favor de nuestro Señor, si nos esforçamos a procurarla, con no tener voluntad, sino atada con la de Dios. Y quando huvieremos alcançado esta merced del Señor, ninguna se os dé de essotra union regalada, que lo que ay de mayor precio en ella, es proceder de esta, que aora digo. O que union esta para desearla; venturosa el alma que la ha alcançado, que vivirá en esta vida con descanso. Pues para esta manera de union no es menester lo que queda dicho de suspension de potencias; que poderoso es el Señor para enriquecer las almas por muchos caminos, y llegarlas a las postreras moradas; y no por el atajo que queda dicho. Mas advertid mucho hijas que es necessario que muera el gusano del hombre viejo, y mas a vuestra costa; porque en la union que queda dicha, ayuda mucho para morir el verse en vida nueva. Acá es menester, que viviendo en esta le matemos nosotros. Yo consiesso que será a mucho trabajo, mas su precio se tiene, y assi será mayor el galardón, si salis con vitoria. Mas de ser possible no ay quedudar, como lo sea el unirse verdaderamente con la voluntad de Dios. Esta es la union que toda mi vida he deseado, esta la que pido siempre a nuestro Señor, y la que está mas clara y segura."
Esto dize nuestra Santa, no para con solar a los floxos en la floxedad y tibieça con que caminan a Dios por los exercicios espirituales, sino por animar en los suyos a los cuidadosos. Porque una de las cosas en que mas resplandece la Divina Sabiduria en las almas que desean servirle y agradarle por la vida espiritual, es el modo de guiarlas y governarlas por tan diferentes caminos, y a cada una por el que mas le conviene para su salvación y perfección, aunque nosotros no lo entendamos, porque a unas lleva por suavidad, a otras por amargura: a unas por lo baxo, a otras por lo alto: a unas probandolas, a otras regalándolas: a unas por mercedes conocidas, a otras por aprovechamientos encubiertos. Y todo esto tiene particular razón y conveniencia en la profundidad de la Sabiduria Divina. Y aunque aya tan diferentes modos en esta dirección de Dios en las almas virtuosas, como en particular los va describiendo San Gregorio, en una cosa dize que ay siempre firmeza invariable, conviene a saber, que al mayor cuidado y trabajo, que las almas ponen en servir y agradar a Dios en el camino en que su Magestad las pone, se sigue mayor premio y aumento de perfeccion. Y que esta union que aqui dize nuestra Maestra de nuestra voluntad con la de Dios, sea excelentissima y muy para deseada, no ay que dudar, y con ella se podría el contemplativo dar por contento, aunque le faltasse la de amor suave y transformativo, porque como dize Santo Thomas, la virtud y rectitud de la voluntad humana en esto consiste, principalmente en que se conforme con la voluntad de Dios, y siga en todo su imperio y ordenación; y quanto mas se llegare a esta rectitud, tanto mas se vá llegando a su perfección, y tanto mas se une con Dios, a la qual union, como a su fin se ordena toda la vida espiritual. Pero para que la voluntad del hombre se una a la de Dios, y siga en su operación el imperio de la voluntad Divina, es necessario que esté perficionada con algún habito, que sea principio desta operación perfecta, porque el acto se proporciona con la potencia operativa, como el efecto con su causa propria. Por lo qual dixo tanto Thomas a nuestro proposito, como en otra parte vimos, que no se puede dar que aya operación perfecta de la voluntad, con la qual se una al Espíritu Santo, sino ay en ella algún habito infuso, que la perficione y haga semejante al mismo Espíritu Santo.
Segun lo qual, para que nuestra voluntad se una y ajuste a la de Dios, y siga siempre su imperio, es necessario que esté en la voluntad el habito de la caridad, no solo infundido, sino perfectamente arraygado, la qual es semejança del Espíritu Santo, y una forma y regla Divina, par cuyo medio obre siempre a lo Divino; y quanto esta Divina forma ya infusa en el alma con la gracia se fuere arraigando en la voluntad, y el sugeto de la misma voluntad, participando mas perfectamente de su forma (que en esto consiste la intensión y aumento destos hábitos) tanto irá obrando mas perfectamente, y ajustándose mas a la voluntad de Dios; y mientras la voluntad no estuviere desta manera perfecta cor forma sobrenatural, aunque alguna vez por particular auxilio de la gracia obre perfectamente, pero de ordinario, y por el camino ordinario obrará imperfectamente. Pongamos un exemplo desto, con que se entiende mejor: quando nuestras potencias no están perfectas con sus hábitos infusos de virtudes, aunque hagamos buenas obras, van mezcladas con fines imperfectos, o de nuestro interés, o de otros respectos humanos. Y como las potencias se van perficionando mas con estos hábitos de las virtudes, se van perficionando también en sus actos, de manera, que ya nonos mueven tanto los fines y respetos segundos, sino el fin principal, que es Dios. Y quando las potencias están ya del todo perfectas por estos hábitos intensamente arraygados en ellas, ya entonces no miran en sus obras mas que un solo fin, que es Dios ; y un acto exercltado desta manera, vale mas que ciento de essotros imperfectos. Y lo que se verifica en este caso: sucede también en las demas operaciones de la voluntad, y de las otras potencias.
Aplicando, pues esta doctrina à nuestro proposito, si para que la voluntad se ajuste, y una perfectamente à la de Dios por esto camino, que dize nuestra Maestra, es necessario, que esté la virtud de la caridad intensamente arraygada en ella; y assi la intensión y aumento della, como la nueva infusion, no pende de nuestros actos movidos de la virtud natural, sino de la operación Divina en nosotros, parece que tam poco podemos ser parte para esta union, que aqui nuestra Santa nos persuade, como para la otra mas rara de transformación gozosa.
Con todo esso con mucha razón nos la encarga y facilita en las palabras poco ha referidas. La verdadera union se puede mui bien alcançar con el favor de N. S. si nos esforçamos a procurarla con tener la voluntad atada a la de Dios, porque con la gracia ordinaria (que vá llevando al hombre de la vida imperfecta a la perfecta) podemos procurar esta union, y los aumentos de la caridad, con que ella se perficiona, y esto por muchos caminos: y el principal es el que aqui toco nuestra Santa de atar nuestra voluntad con la de Dios, que es ajustándose a la voluntad Divina por medio de las obras de la obediencia, y exercitandose continuamente en cumplir los mandamientos y ordenaciones de Dios, y de los que están en su lugar. Y en qualquier parte que se nos manifestare la voluntad Divina, obedecerla y tenor la volundad Divina, obedecerla y tener la propria prompta para esto: porque como en otra parte vimos, esta promptitud es la devoción substantial, y la que de nuestra parte sirve a los aumentos de la caridad
Por lo qual San Dionisio entre los medios con que la caridad se va aumentando en nosotros, y con ella la union de nuestra voluntad con la de Dios, puso por el principal esta obediencia fiel al cumplimiento de sus mandamientos, y ordenaciones: Y el camino mas breve para llegar a unirnos con él por amor y semejança, en que consiste nuestra perfección, y que por solo este medio, y no por otro, avemos de alcançarla; y pruébalo con aquellas palabras del Salvador: Si alguno me ama, guardará mi palabra, y mi Padre le amará, y vendrémos à él, y harémos en él nuestra morada. Y quanto estos actos de obediencia se hizieren con mayor esfuerço y aliento de la voluntad, tanto mas se alimentará con ellos la caridad, como en otra parte vimos. Ycomo el buen uso de los auxilios comunes es disposición para recibir los particulares, porque como dixo San Agustín, la caridad començada merece ser aumentada, y lo trae a este proposito Santo Thomas. Con esta cuidadosa obediencia ordinaria mereceré, sumentos extraordinarios de las virtudes y dones infusos.
Tratando Santo Thomas del grado de amor inmediato al de la union Divina, dize que se ha Dios en él con el alma, que vá disponiendo para su Esposa muy amorosamente, acabados ya los rigores de las purgaciones penosas, y lo declara con el exemplo del Patriarca Ioseph, quando en Egipto, después de todas aquellas muestras de rigor y enojo que tuvo con sus hermanos, se les descubrió amorosamente, y los abraço, y junto consigo. Con lo qual perdiendo ellos el temor y aprehensiones tristes con que estavan como temblando del, se atrevieron a hablarle y allegarse a él, a lo qual no se avian atrevido antes. Y otro tanto dize que le sucede al alma en este estado, con que resucita su alegria y confiança, que antes estava como muerta entre los temores y aprehensiones penosas de la noche purgativa. Los quales favores y regalos son mucho mayores en el tiempo que ay desde los primeros actos de union, donde huve las primeras vistas, hasta que los desposorios se celebran. Porque assi como acá en los desposorios corporales dá el desposado joyas a su Esposa, y la muestra afición de mil maneras, assi también favorece este Esposo Divino a las almas puras, que con tan particular providencia han llegado a este estado dichoso.
Deste mismo tiempo dize la experiencia ilustrada de nuestro Venerable Padre Fr. Juán de la Cruz: En este estado de desposorio del alma con el Verbo Divino le haze el Esposo grandes mercedes, y la visita muchas vezes amorosissimamente, en que ella recibe grandes favores y deleytes. Fue esto figurado en aquellas doncellas recogidas para Esposas del Rey Assuero; que aunque las avian ya sacado de sus tierras, y de las casas de sus padres, las tenían encerradas en Palacio por algún tiempo, disponiéndolas con ciertos ungüentos y especies aromáticas para entrar en el aposento del Rey. Siguiendo pues a este exemplo de nuestro Maestro tan experimentado en estas elevaciones de espíritu favorables con otras uniones mas preciosas hermosea el Esposo Divino al alma que ha de entrar en el puriasimo Tálamo, reduciéndola a una muy alta semejanza suya, como vistiéndola de su riquissima librea, con los medios que nos declaro Santo Thomas en otra parte, cenviene a saber, divinizando con nuevos resplandores de su gracia la essencia del alma, porque la naturaleza humana tenga en grado favorable semejanza con la Divina, enriqueciendo las potencias proporcionablemente con las virtudes y dones, que proceden de la mesma gracia, para que toda el alma quede renovada a lo Divino, y parecida a su Esposo.
Y como acá en los desposorios humanos suele el Esposo entre las demás joyas embiar a su Esposa un retrato suyo, que la sirva de alimentarle el amor, y renovarla su memoria; assi también el Esposo Divino favorece en este tiempo a la Esposa, para lebanterla a una contemplación muy alta de semejanzas intelectuales muy lebantadas de sus Divinas perfecciones, a las quales llama S. Dionisio por excelencia Vision Divina, cada una de las quales es como un retrato, que la Divina Sabiduría imprimió en el entendimiento de la hermosura y excelencia deste Divino Esposo; y como dise este Santo, tiene particular fuerça para reducir a Dios el alma a quien se communica, y dexar en ella nueva perfección y santidad. Pues con estos, y otros semejantes favores y dones Divinos vá en este tiempo el Esposo celestial hermoseando y enriqueciendo el alma en este estado, y enamorándole, mas para la engrandecida dignidad a que ha de ser lebantada.
Destas joyas Divinas hizo el Profeta Isaias mencion, hablando en la persona de la misma Esposa, quando dixo: Gozareme en el Señor, y alegrarse ha mi alma en mi Dios, porque me vistió con ropas de salud, y me rodeo con vestidura de justicia, como a Esposa hermoseada con corona, y como a Esposa adornada con sus joyas. En lo qual significo la hermosura de la gracia, y virtudes infusas, y alegría, y gozo que se sigue al alma desta manera hermoseada en el exercicio de los actos de sus potencias, lebantadas a Dios por la perfección de sus hábitos, en lo qual se hallan, no solo mejoradas las unciones de las donzellas del
Rey Assuero, mas también su recogimiento. Porque con esta elevación de potencias, y con estos retratos Divinos, que le comunican al alma en este tiempo, para reducirla mas a Dios, anda tan recogida interiormente, que se le pega poco del polvo de las cosas exteriores: porque como dise a este proposito San Buenaventura, el entendimiento esta como anegado en el conocimiento que le dan de la suma verdad, la voluntad en el amor de la suma bondad, y la memoria en la possession de la suma felicidad, que es Dios, según se puede tener en esta vida. Y en estas joyas Divinas se avantaja el alma con riqueza nueva de las potencias, quando se aumenta la gracia en la essencia, y mas intensamente la penetra.
Y para que este recogimiento del alma enamorada sea mayor, la pone algunas vezes el Esposo Divino en aquella gran soledad, que nos declaro en otra parte la experiencia de nuestro Venerable Padre, retirando las potencias ázia las puertas escondidas del Parayso Espiritual, donde Dios mora en el alma, y alli quedan alejadissimas, y remotissimas de toda criatura, y en una profunda y anchiasima soledad, como un inmenso desierto, que por ninguna parte tieno fin, tanto mas deleyboso y sabroso, quanto mas profundo y solo, gozando con felicidad de las dulces venas de la ciencia del amor. Desta manera describe nuestro Maestro esta soledad deleytosa, en que pone el Esposo Celestial al alma en este estado para mas perficionarla y enamorarla de si. Porque como dize a este proposito el Venerable Hugo de S. Victore, por la contemplación intima se transforma el alma en la imagen de Dios, según dixo el Apóstol. Y quanto mas se estiende a lo que es eterno, tanto mas se forma en ella la imagen de Dios, como mas cercana a su original, de quien con mayor intensión participan sus actos, como Santo Thomas declara.
Estas dulces venas de la ciencia de amor, que la experiencia de nuestro Venerable Padre dize, que recrean al alma contemplativa en esta deleytosa soledad, declaran los Maestros espirituales, muy experimentados, comparándola a tres arroyos, que salen de la fuente del Espíritu Santo a fertilizar, y a enriquecer las tres potencias del alma. El primero dizen que corro por la memoria, vistiéndola de lina serenidad y claridad espiritual, sencilla, uniforma alegre, y quieta, al modo del ayre, quando esta sereno y sossegado de todos los vientos, puro de todos los nublados, y claro con los rayos del Sol. Con lo qual queda la memoria quieta en si misma, clara y serena en la vista y possession de las cosas Divinas, y pura de todas figuras y especies peregrinas. Porque con la influencia deste arroyo Divino es lebantada sobre todas las semejanças sensibles y distintas, que podían impedirla, y queda firme y estable en unidad de espíritu, gozando de la paz, que sobrepuja todo sentido.
El segundo arroyo de la Puente Divina, dizen estos Autores, que corre por el entendimiento, vistiéndole de una claridad espiritual, y de una inteligencia muy ilustrada, que se infunde en él para poder penetrar las cosas espirituales, y hazer acertado juyzio dellas, y lebantado concepto de las perfecciones Divinas. Esta hermosissima luz no solo ilustra el entendimiento, pero también pone la capacidad interior abierta, y muy atenta a Dios, para recibir sus ilustraciones, y prompto para la execucion dellas, y con esto es lebantado muchas vezes a conocimiento muy ilustrado de las Divinas perfecciones.
El tercer arroyo dizen que corre por por la voluntad y fuerça amativa, penetrándola con una infusion de fuego espiritual y amor tranquillo, callado, y muy puro, que lleva las fuerças superiores ázia su origen. Desta manera declaran estos Autores estas joyas Divinas, con que en este estado adorna Dios al alma que va hermoseando para su Esposa.
Quando Dios ordeno, que huvíesse en la tierra una Congregación de Angeles humanados, que en vida y exercicios imitassen a los del cielo, hizo en la Religión de Elias una Escuela de contemplación Divina, donde como en una oficina celestial se labrassen tan innumerable multitud de piedras preciosas para hermosear la Ierusalem Triunfante, como huvo en ella de Santos Doctores de la Iglesia, por todas las Provincias Orientales donde estuvo estendida. Y assi la llamavan los Apostóles de Christo, como refiere San Dionisio, orden de contemplativos, inseparablemente unidos a Dios con cadenas de amor. Queriendo pues su Magestad, después de tantos siglos, renovar en el nuestro la hermosura primaria del Carmelo antiguo, fabrico en esta mesma oficina dos colunas fortissimas y hermosissimas de vida contemplativa, para asientar en ellas el nuevo edificio Angélico, que fueron nuestra Madre Santa Teresa, y su Venerable compañero Fray luán de la Cruz; y como a Maestros escogidos desta Sabiduría escondida (que enseña a esclarar el cielo en vida mortal, para participar en la tierra de las riquezas eternas, que en él abundan) los ilustro con tan iluminosos resplandores della, que paseando por todos los grados de la escala, quedassen a modo de Angeles superiores, Iluminados de esciencia, y experiencia, para iluminar a sus hijos, y guiarlos con seguridad y acierto por estos grados. Para lo qual los comunico su Magestad tan abundantes riquezas mysticas, mezcladas con grandes favores suyos, que dio con ellas nueva luz practica a su Iglesia del amor que tiene a las almas puras, y del camino espiritual de sendas secretas, por donde las và lebantando a la perfección Christiana, hasta unirlas consigo. Y assien estos grados místicos tan raros de comunicación Divina, avemos de llevar siempre a la vista las experiencias ilustradas de nuestros dos Maestros, para declarar con ellas la doctrina mystica, y Escolástica, que destos grados nos dexa ron los Santos grandes contemplativos, porque entrambos en sus libros declararon lo que la Sabiduría Divina avia escrito primero en sus espíritus, como en tablas animadas, como se vé en los libros de nuestra S. Madre, y en los que se hallan de nuestro Venerable Padre escritos a las personas que le avian importunado que escriviesse los suyos.
Continuando pues la noticia practica, que nuestros dos Maestros nos dan de los medios favorables por donde la Sabiduría Divina và disponiendo, y como divinizando las almas contemplativas para unirlas consigo en desposorio espiritual, que en la tierra son raras, nos declaran como por ultima disposición para tan sublime forma, las meten en la fragua acendrada de los Serafines, para que alia se apure el oro del espíritu, a modo de Ierarquia superior con una proporción muy lebantada con la blancura de la luz eterna, con quien en grado eminente ha de ser unido. Para lo qual se ha de advertir lo que dize S. Thomas destas elevaciones sobrenaturales, procedidas de la Ierarquia superior, que como no se llama propriamente iluminación del orden de Cherubines, sino la que es tan copiosa y sobrenatural, que cause excesso de espíritu, assi tampoco se llama fuego de amor de Serafines, sÍ no el que causa excesso de amor desta mystica esfera, y tales el que precede a estos Divinos desposorios.
Para lo qual nos debemos acordar de lo que se toco en la otra parte de la doctrina de San Dionisio, que por muy purgados y acendrados que estén los espíritus, si han de ser lebantados a nueva semejança de Dios, han de ser do nuevo purificados tanto mas apretadamente, quanto este grado de semejança Divina ha de ser mas alto. Para lo qual, assi como antes de los primeros actos de unió, que son como vistas de los desposados para las bodas venideras, disponen al alma con las ansias del amor hambriento, de que ya tratamos: assi para la union mas intima, en que se celebran los desposorios espirituales, la disponen con otras ansias mas subidas de herida y enfermedad de amor, con que la llagan en la fragua de los Serafines. De la qual dize el Venerable Ricardo de S. Victore: Por ventura no parece que hieren al coraçon, quando la saeta aguda deste amor penetra hasta lo mas interior del espíritu del hombre, y traspassa de tal manera el afecto, que apenas puede encubrir la llama de su deseo, ni dissimular sus efectos. Arde el deseo, hierve el afecto y está siempre aspirando, y echando llamaradas, gime y suspira profundamente. Los quales gemidos y suspiros son señales de alma llagada.
Desta doctrina de Ricardo nos darán fiel noticia experimental nuestros dos Serafines terrenos, que ardieron en esta fragua, y fueron heridos destas saetas de amor violento, que assi le llaman los Autores mysticos. Del qual dize nuestro Venerable Fray Juán de la Cruz estas palabras: "Pero otra manera de cauterizar al alma suele aver también muy subida, y es desta fuerte: Acaecera, que estando el alma inflamada en este amor, sienta embestir en ella un Serafín con una llama, a manera de dardo enarbolado de amor encendidissimo, y traspassando al alma cauterizarla súbitamente, y entonces en este cauterio y penetración apresurarse la llama del fuego, que en el alma ardia, y sube de punto con vehemencia, al modo que un horno encendido, quando movimiendo el fuego, se aviva mas, y lebanta mayor llama, y entonces siente el alma esta, llaga en deleyte sobre todo encarecimiento. Porque demas de ser removida con la mocion impetuosa de su fuego (en que es grande el ardor y derretimiento de amor, la herida fina, y eficaz la yerva, con que vivamente iba templado el hierro) siente la substancia del espíritu traspassada, y de aquel punto de la herida, donde está la eficacia de la yerva, difundirse el ardor sutilmente por todas las venas del alma, según su potencia y fuerça, y siente crecer, esforçarse, y afirmarse tanto el amor, que parece en ella mares de fuego, que llegan a lo alto y baxo de todos sus senos, llemandolo todo de amor. Pocas almas llegan a esto, mas algunas han llegado, mayormente las de aquellos, cuya virtud y espíritu se aula de difundir en la succession de sus hijos, dando Dios la virtud y el valor a la çabeça, según avia de ser la sucession de la casa en las primicias del espíritu.
Bolviendo pues a la obra, que aquel Serafín haze, alguna vez se da licencia para que salga algún efecto desta herida interior afuera al sentido corporal, y al modo que dentro fue herida el alma. Se muestra en lo de afuera la herida y llaga, como acaeció quando el Serafin llago San Francisco, que llagándole de amor en el alma, en aquella manera salió el efecto de las llagas de afuera; porque Dios ninguna merced haze al cuerpo, que principalmente no la haga primero en el alma; y entonces, quanto mayor es el deleyte, y fuerqa de amor, que causa la llaga de dentro, tanto mayor es el dolor de la llaga de afuera; y creciendo lo uno, crece lo otro; porque lo que es dulce al espíritu fuerte y sano, causa dolor y tormento a la carne flaca y corruptible, Y quando el llagar es en el alma, sin que se comunique al cuerpo, puede ser mucho mas intenso y mas subido el efecto, como quiera que la carne sea para los bienes freno del espíritu, y le detiene su buelo."
Desta manera nos significa nuestro Serafín humano la llaga que haze la influencia del Serafín Celestial en las almas tan altamente ilustradas, y según las nuevas, que como experimentado nos da desta herida, parece que vemos representada su eficacissima virtud en la eficacia natural, que tiene la uña del alacran, que por ligeramente que pique con ella, aunque sea metido en el dedo del pie, comunica luego a todo el cuerpo un calor ponçonoso tan eficaz, que le parece al picado, que está ardiendo en llamas de fuego, que es cosa que admira, que de una picadura menos que de una una punta de alfiler, pueda comunicar tan violento efecto a todo el cuerpo. Y otro efecto semejante, según esta ilustrada experiencia haze a lo espiritual esta herida del amor de los Serafines en el alma, que siendo tocada como con una saeta de fuego de la primera Ierar quia, la voluntad, que es el coraçon espiritual, se estiende en un punto por todos los senos del alma este fuego Celestial, y la dexa abrasada en él.
Destos efectos nos da también larga noticia la experiencia de nuestra Madre Santa Teresa en diversos lugares de sus libros, en uno de los quales, después de vaer referido los efectos que hazia en su alma este fuego Celestial, dize, como le descubrió el Señor quien se le pegava. Y a este proposito dize estas palabras: "Quiso el Señor, que viesse aqui algunas vezes esta vision. Vela un Angel cabe mi ázia el lado izquierdo en forma corporal, lo qual no suelo ver por maravilla aunque muchas vezes se me representan Angeles sin verlos, sino como la vision intelectual passada: en esta vision quiso el Señor le viesse assi, no era grande, sino pequeño, hermoso mucho: el rostro tan encendido, que pareeia de los Angeles mui subidos, que parece todos se abrasan; deben ser los que llaman Serafines, que los nombres no me los dizen, mas veo que en el cielo ay tanta diferencia de unos Angeles a otros, y de otros a otros, que no la sabria dezir. Veiale en las menos un dardo de oro largo, y al fin de hierro me parecia tener un poco de fuego. Este me parecia meter por el coraçon algunas vezes y me llegava a las entrañas; al sacarle me parecia las llevava consigo, y me dexava toda abrasada en amor grande de Dios. Era tan grande el dolor, que me hazia dar aquellos quexidos, y tan excessiva la suavidad, que me pone este grandissimo dolor, que no ay desear que se quite, ni se contenta el alma con menos que Dios. No es dolor corporal, sino espiritual, aunque no dexa de participar el cuerpo algo, y aun harto. Es un requiebro tan suave, que passa entre el alma y Dios, que suplico yo a su bondad lo dé a gustar a quien piensa que miento.
Los días que durava esto andava embobada, no quisiera ver, ni hablar, sino abraqarme con mi pena, que para mi era mayor gloria, que quantas ay en lo criado." Todo esto es de nuestra Santa: y en el capitulo siguiente dirémos algo de la nobleza deste amor, a que aqui la lebantaron.
Como para mas excelente forma ha de aver mas noble disposición, y el deseo haze al que desea, apto, y dispuesto para recibir el bien deseado, assi con las ansias de amor hambrientas, procedidas de la influencia de los Serafines, que San Dionisio llamo amor agudo, dispusieron el alma contemplativa, como ya se toco, para los primeros actos de unió, que son como vistas de los desposados, para otorgamiento de las bodas espirituales: assi aora con las ansias de amor llagado, y como impaciente, procedidas de la influencia de los mismos Serafines, que el mismo Santo llamo amor superferuido, que es grado superior al passado, la dispone para otra union mas elevada, donde se han de celebrar los desposorios que allí se concertaron. La naturaleza y eficacia deste amor declara el Venerable Hugo de S. Victore sobre este lugar, diziendo, que assi como el agua puesta a la lumbre, si es penetrada de un calor muy intenso, lebanta herbor, y dexando el peso de su naturaleza, aspira a lebantarse azia la esfera del fuego saliendo de si, y de su propria forma para caminar al centro del fuego de que está informada, assi también quando embiste al alma el calor intenso deste grado superior de amor, tan eficazmente la haze arder en amor de Dios, que no solo la desnuda de todo el amor de las criaturas, que es efecto proprio del amor agudo, mas también la desnuda en cierta manera de si misma, con que se ama para caminar a lo que fuera de si ama, que es Dios, el qual es efecto proprio deste grado de amor superfervido: lo qual, como pondera este Autor, no lo puede hazer sino un amor muy intenso y singulariasimo. En lo qual sucede por modo maravilloso, que lebantandose el alma sobre si con la fuerça deste amor, para unirse con lo que ama, por la misma fuerça de amor es compelida a salir también de si.
Y por esto en este grado de amor suceden los raptos, éxtasis, y excessos grandes de espíritu, como lo significo nuestra Santa, tratando destas mismas ansias, donde dizeí Esto tenia algunas vezes, quando quiso el Señor que me viníessen estos arrobamientos, tan grandes, que aun estando entre gentes no los podia sufrir. Para estos excessos de espíritu ayuda esta influencia de los Serafines por dos caminos, que toco Santo Thomas. El vino lebantando el espíritu con fervor muy intenso. Y el otro, purgándole, y sutilizandole de todo lo que le podia hazer peso ázia la tierra, y ázia si mismo. Y assi dize Hugo en la declaración deste lugar de S. Dionisio, que assi como el agua que hierve, aunque no vemos la violencia del incendio, y calor que la lebanta, lo conocemos por el efecto que se vé, assi también estos excessos de espíritu por el conocimiento y huelo como violento, podemos conocer la virtud robusta, y fuerte violencia secreta del amor, que assi haze que salga el espíritu de si, para volar a lo que ama.
Y aunque no carece de dificultad lo que dizen nuestros Santos, que el Angel de quien reciben estas heridas de amor, era del orden de los Serafines, pues como dize San Dionisio, y esfuerça Santo Thomas, los Angeles de la primera Ierarquia, que contiene las tres ordenes, no son Administratores, sino Assistantes, conviene a saber, que ellos reciben de Dios inmediatamente, como assistentes siempre a su grandeza, las iluminaciones, y las comunican a los inferiores, para que ellos los executen, se quita esta dificultad con lo que en otra parte dizen los mismos Santos, que el atribuir la Escritura Sagrada a los Angeles la Ierarquia superior, que exercitan sus operaciones en nosotros, no es porque ellos salgan a exercitarlos de la continua assistencia que hazen a Dios, sino porque los Angeles de la Ierarquia inferior, como subdelegados, hazen este oficio, exercitando en nosotros la virtud, que de los Superiores recibieron inmediatamente de Dios; y desta manera entienden estos Santos el lugar del Profeta Isaias, donde dize, que un Serafín le purifico los labios, y lo mismo entendemos que sucedio en nuestro caso.
Pero aora sea por los unos, adra por los otros, el efecto procedía de Dios, porque como prueba Santo Thomas, la gracia y virtud que pertenece al efecto destas iluminaciones, la reciben todos inmediatamente de Dios. Porque quan to a las voluntades, no ay entre ellos orden que pueda uno imprimir en otro. Y por esto la iluminación que se haze por ministerio de los Angeles, se llama no solo iluminación Angélica, sino Divina, porque la eficacia delle de solo Dios procede. Y por esto dize S. Gregorio, que el Angel que dize la Escritura, que hablava de parte de Dios a Moysen, unas vezes le llama Angel, y otras Dios. Angel en quanto le iluminava, y Dios, porque Dios interiormente dava la eficacia de la iluminación.
Estas ansias de amor, en que dexaron al alma contemplativa las heridas de los Serafinas, se rematan en la union que arrebata el espíritu para trasladarle a Dios, donde la ponen ya como en possession quieta del Verbo Eterno: del qual estado, y de su excelencia nos darán noticia experimental nuestros dos Serafines terrenos, que passaron felizmente por todos estos grados, a que llegan pocas almas, aun de las muy lebantadas en la perfección. A cuyo proposito dize nuestro Venerable Padre Fray luán de la Cruz desta manera; ”En los grandes deseos y fervores, que en las canciones passadas ha mostrado el alma, suele el Señor visitar a su Esposa delicada, y amorosamente, y con gran fuerça de amor. Porque ordinariamente, según los grandes fervores y ansias de amor, que han procedido en el alma, suelen ser también grandes las mercedes y visitas que Dios haze a la misma alma. Andando pues ella con estas ansias, la descubrió el Señor algunos rayos de su grandeza y Divinidad, según que él la deseava. Los quales fueron de tanta alteza, y con tanta fuerça comunicados, que la hizo salir deste por arrobamiento y éxtasis, donde entra el feliz estado, que llaman desposorio espiritual, con el Verbo Divino Hijo de Dios.
La primera vez que sucedo esto, comunica Dios al alma grandes cosas de si, hermoseándola de grandeza y Magestad, y adornándola de dones y virtudes, y vistiéndola de conocimiento y honra de Dios, bien assi, como a desposada en el dia del desposorio. Y en este dichoso dia no solo se le acaban al alma sus ansias vehementes, y querellas de amor, que antes tenia, mas quedando adornada de los bienes que digo, comiença a gozar de un estado de paz y deleyte, y de suavidad de amor. Y conociendo estas grandezas de su amado, de que goza por la union del desposorio, ya no dize cosas de ansias y penas como antes, sino comunicación de dulce y suave amor, en exercieio pacifico deste amor, porque ya en este estado todo a quello fenece. Pero no a todas las almas que llegan a él se le comunican estas mercedes de una manera, sino a uñas mas, y a otras menos, y a unas de una manera, y a otras de otra.
Pues como esta palomita del alma nada bolando por los ayres del amor sobre las aguas del diluvio de las fatigas y ansias de amor, sin hallar donde sus pies descansassen, bien assi, como la paloma que bolava fuera del Arca de Noe. A este ultimo buelo, que avemos dicho estiendo el piadoso Padre Noe la mano de su misericordia, y la recogió, metiéndola en el arca de su caridad y amor. Y es de notar, que assi como en el Arca de Noe dize la Divina Escritura, que avia muchas mansiones para todas las diferencias de animales, y de todos los manjares que se podian comer, assi el alma en este buelo que haze a esta Arca Divina del pecho de Dios, no solo echa de ver en ella las muchas mansiones que su Magestad dixo por San Juán, que avia en la casa de su Padre, mas también vee y conoce alli aver todos los manjares, esto es todas las grandezas que puede gozar y gustar el alma. Porque en esta Divina union vè y gusta abundancia de riquezas inestimables, y halla todo descanso y recreación, que ella puede desear, y entiende secretos è intelingencias de Dios estrañas, que es otro manjar de los que mejor le saben. Siente en Dios terrible poder y fuerça, que todo otro poder y fuerça priva. Gusta alli admirable suavidad y doleyte de espíritu, halla verdadero sossiego y luz divina, y gusta altamente de la Sabiduría de Dios, que en el armonía de las criaturas y obras de Dios reluce; y sientese llena de dones, y vazia, y agenta de males; y sobre todo entiende y goza de una inestimable refección amorosa, que la confirma en amor.” Todo esto dize la e:xperiencia ilustrada de nuestro Venerable Padre. Y al mismo proposito, y declarando la suya, dize nuestra Madre Santa Teresa desta manera: "Pareceme que la union aun no ha llegado a desposorio espiritual, sino como por acá quando se han de desposardos, se trata si son conformes, y que el uno y otro quieran, y se vean, para que mas se satisfagan. El desposorio entiendo yo que debe ser quando dá el Señor arrobamiento, que la saca de sus sentidos, porque si estando en ellos se viesse tan cerca desta tan gran Magestad, no era possible por ventura quedar con vida. Entiéndese arrobamientos que lo sean, y no flaquezas de mugeres, como por aca tenemos, que todo nos parece arrobamientos y éxtasis. Quiero poner aquí algunas maneras de arrobamientos, que yo he entendido.
Una manera ay, que estando el alma, aunque no sea en oración, tocada con algunas palabras que se acordo, o que ojo de Dios, parece que su Magestad desde lo interior del alma haze crecer la centelle, que ya diximos (habla del amor llagado) como movido de piedad de averla visto padecer tanto por su deseo, por la qual abradada, queda renovada toda ella como una Ave Fénix; y assi limpia, la junta consigo, y como a cosa propria, y Esposa suya le quiere mostrar alguna parte del Reyno que ha ganado, y no quiere estorbo de nadie, ni de potencias, ni sentidos, sino de presto manda cerrar las puertas destas moradas todas y solo en la que él esta, queda abierta para entrarnos: En queriendo arrebatar a esta alma se le quita el huelgo de manera, que aunque algunas vezes duren un poquito mas los otros sentidos, en ninguna manera puede hablar, aunque otras vezes todo se quita de presto, y se enfrian las manos, y el cuerpo de manera, que no parece tiene alma, ni se entiende algunas vezes, si se echa el huelgo. Esto dura poco espacio, (digo para estar en un ser) porque quitándose esta gran suspension un poco, parece que el cuerpo torna algo en si, y se alienta para tornarse a dormir, y dar mayor vida al alma. Y con todo esto no dura mucho esta gran éxtasis, mas acaece, que aunque se quita, se queda la voluntad tan embebida, y el entendimiento tan enagenado, y dura assi dia, y aun dias, que parece no es capaz para entender en cosa que no sea para despertar la voluntad amar. Y ella se está harto despierta para esto, y dormida para arrostrar a assirse a alguna criatura; O quando el alma buelve en si del todo, que es la confusion que le queda, y los deseos grandissimos de emplearse en Dios de todas quantas maneras se quiera servir dell a.”
Desta manera nos declara la experiencia ilustrada de nuestra Maestra, y su Venerable compañero, la union que causa rapto, y llamarla también éxtasis, aun crue no es una misma causa, sino porque en el común hablar de la Escritura Sagrada, y de los Santos, a estas elevaciones del alma, que causan enagenacion de sentidos, las llaman unas vezes rapto, otras éxtasis, otras excesso de espíritu, Pero tomando cada cosa en su propriedad, éxtasis es trasladarse el alma fuera de si, a lo que ama, y es lo mismo que excesso de espíritu. Y el rapto añade sobre esto cierta violencia con que el alma es arrebatada de repente sobre su modo connatural a conocimientos sobrenaturales. Otra diferencia ponen los Autores mysticos entre el rapto, y el éxtasis, conviene a saber, que el éxtasis siempre se haze en la parte superior del Alma racional. Porque como es union y transformación del alma en Dios, ha de ser acto del apetito intelectivo; pero el rapto, como se toco en otra parte, puede ser de la parte inferior, y también de la superior, porque como declara Santo Thomas, ay rapto de los sentidos a la imaginación en estado imperfecto, o de union menos perfecta, y rapto de los sentidos imaginario a vision intelectual proprio del estado de union, donde Dios comunica sus secretos a las almas muy purgadas y fundadas en su amor, y deste segundo tratamos en esta lugar. Y antes que passemos en tratar de algunas propriedades destos raptos, coviene satisfacer a lo que en otra parte se dixo de la doctrina de los Santos, que el acto de union, como el supremo de la vida contemplativa, no podrá ser muy durable, interviniendo union del alma con Dios. En estos raptos vemos, que en algunas personas contemplativas duran muchas horas. Para declaración de esta dificultad se ha de advertir, que en el rapto o vision intelectual ay dos cosas. La primera y principal es la union del alma con Dios. Y la segunda, una favorable manifestación de muchos y maravillosos secretos, que en el rapto descubre Dios al alma su Esposa. Y quanto a la primera parte, no puede ser mui durable el rapto, pero quanto a la segunda si, como también en los demás actos de la contemplación, según Santo Thomas declara. Y si el rapto es muy durable, y en él no se manifiestan a la alma algunos secretos Divinos, bien se puede entender, que no es excesso de espíritu de union del alma con Dios, ni rapto a vision intelectual, sino quando mucho rapto de los sentidos a la imaginación, donde le representan eficazmente a modo sensible algún objeto amable, o le comunican alguna gran suavidad sensible en el apetito inferior, y por corta capacidad espiritual, o alguna cooperación del Demonio, quedo el sugeto enagenado por este tiempo.
Destas dos partes que concurren al rapto, nos da noticia nuestra gloriosa Madre en estas palabras: "Lo que yo entiendo en este acto es, que el alma nunca estuvo tan despierta para las cosas de Dios, ni con tan gran luz y conocimiento de su Magestad, parecerá impossible, porque si las potencias están absortas, y los sentidos como muertos, como se puede entender que se entiende? Este secreto yo no lo sé, ni quizá ninguna criatura, sino el mismo Criador, y otras lauchas cosas, que passan en este estado. Quando el Señor tiene por bien, estando el alma en esta suspension, de mostrarle algunos secretos, como cosas del cielo, y visiones imaginarias; esto sábelo después dezir, y de tal manera queda imprimido en la memoria, que nunca jamás se olvida. Mas quando son visiones intelectuales, no las sabe dezir, porque debe aver algunas en estos tiempos tan subidas, que no conviene entenderlas los que viven en la tierra, para poderlo dezir. Estando el alma hecha, una cosa con Dios metida en este aposento del cielo Empíreo, que debemos tener en lo interior de nuestras almas, aunque quando está assi arrebatada, no debe el Señor querer, que vea estos secretos, porque está tan embebida en gozarle, que basta tan gran bien. Algunas vezes gusta que se desembeba, y de presto gusta lo que está en aquel cielo. Y assi queda después que queda en si con aquel representarle las grandezas que vio, mas no puede dezir ninguna, ni llega su naturaleza a maní que sobrenaturalmente ha querido Dios que vea. Yo tengo para mi, que si algunas vezes no entiende estos secretos en los arrobamientos el alma, a quien los habado Dios, que no son arrobamientos, sino alguna flaqueza natural, que puede ser a personas de tan flaca complexión, como mugares, sobre pujar con algúna fuerça el espíritu à su natural, y quedar assi embebidas.” To
do es to es de nuestra Maestra. Y llama al acto de union esta embebida en gozar a Dios, y el desembeberse, salir deste acto supremo a la comunicación destos secretos dentro del mismo rapto. En aquello muchas vezes dize que nunca estuvo media hora, pero en este otro solia durar en el arrobamiento algunas horas, y en particular haze memoria, que una vez la duro dos horas el arrobamiento.
También hazen dificultad aquellas palabras de nuestra Maestra, referidas en el capitulo passado, que las cosas del cielo, en que estos raptos le enseñavan en vision imaginaria, las sabia despues dezir, pero las que le eomunicavan en vision intelectual, no las sabia dezir. Porque como esta elevación de espíritu sea rapto de la imaginación a vision intelectual, como ya vimos, parece que no puede aver en èl vision imaginaria, ni representación ninguna sensible, que sirva a esta vision. Pues como prueba Santo Thomas, en este rapto es lebantado el hombre por la virtud Divina de lo que es connatural, a lo que es sobre su naturaleza; y como para esto se requiere abstracción de las cosas que entran por los sentidos, se suspende por entonces en el alma la actual conversion del entendimiento a las representaciones de la imaginación, porque no sea impedido en su elevación de las cosas sensibles, para que dexo de entender sin estorbos a las que son superiores a ellas. Y à este proposito pondero gravemente el Venerable Hugo de S. Victore aquella maravillosa division, que en estos raptos ay entre el alma y espíritu, según la doctrina del Aposto!, donde queda el alma con lo que es animal en lo baxo, y el espíritu con lo que es espiritual buela a lo alto. Pues aviendo esta division entonces entre la parte sensible y la intelectual, no puede aver en el espíritu vision imaginaria.
Para declaración desta dificultad, y de la fiel experiencia de miestra Santa, se ha de advertir la diferencia que ay entre la iluminación de los Angeles, y la nuestra. Porque los Angeles no reciben nueva iluminación del objeto principal de la Bienaventurança, que es la Divina Essencia, la qual ven los Bienaventurados, mas o menos, según sus merecimientos, y todos con vista clara. Y en esto tan poco como en la Bienaventurança substancial no pueden aprovechar mas, pero pueden aprovechar en los misterios escondidos, que ay en Dios, y en las razones y secretos que en ellos están encerrados. Porque aunque ven la causa, y no ven todos los efectos que pueden proceder della, y destos misterios; son iluminados los Angeles inferiores de los superiores. Pero los hombres no solo son iluminados de los efectos, sino también de la causa, porque no pueden ver a Dios en el destierro, sino es por medio de alguna semejança. Diferencianse assimismo estas dos maneras de iluminación en el modo, porque las semejanças con que los Angeles superiores iluminan los inferiores destos misterios escondidos, no son al modo de nuestro conocimiento, sino proporcionados al modo de conocer de la Patria. Pero quando los Angeles nos Iluminan a nosotros, proporcionan la iluminación a nuestro modo connatural de conocer, proponiéndonos la verdad intelectual a modo sensible, por formas semejantes a las que el entendimiento recibe de la imaginación.
Pues quando en los raptos iluminan a la alma contemplativa de secretos y misterios del Criador, y de sus Divinas perfecciones, como esta iluminación se haze, según declara S. Dionisio, por medio de unas semejanças intelectuales altissimas, a modo de Angeles, proporcionados con las grandezas destos misterios, y que lebanta el entendimiento sobre su modo humano de conocer, y sobre todo lo que la razón puede alcançar, aunque después del rapto se acuerda el alma destos misterios, como en confuso y en general, no puede comprehenderlos, ni declararlos. Y a este proposito dize S. Dionisio: Si alguno contemplando a Dios entendió en particular algo de lo que vio, esso que vio no es Dios, sino alguna de las cosas criadas que están en Dios, y se pueden conocer, porque él está colocado sobre todo entendimiento y substancia, y no puede ser conocido de nosotros, sino en universal. Pero quando son secretos acerca de escrituras, como os conocimiento distinto, aunque aea intelectual, acuerda se el alma despues dellos, y puede darlos à entender.
Aplicando pues esta doctrina a las palabras referidas de nuestra Maestra, llama visiones imaginarias en el rapto, aunque también eran intelectuales las que en él conocio de cosas criadas, y que por semejanças distintas veia acomodadas a nuestro modo connatural de conocimiento, como Angeles y almas, y sucessos venideros; porque como dize S. Thomas, no podemos ver en la vista las substancias incorpóreas, sino por comparación a las corporales, y assi en el modo de hablar de nuestra Santa en estas visiones intelectuales de cosas, que distintamente se le comunicaron, es lo mismo dezir imaginarias, que distintas, como lo verémos adelante en otras destas visiones. Pero como a las cosas que por semejanças muy altas se le representavan acerca del Criador, y de sus Divinas perfecciones llama visión intelectual; y de estas dize, que no se acordava después para poderlas dar a entender, porque assi la substancia dallas, como el modo de la representación era sobre la razón, y sobre nuestro modo humano.
Pero aunque en el rapto, o visión intelectual no se compadece visión imaginaria, como queda verificado, bien se compadece, que después del rapto se acuerden a modo imaginario de las cosas que en él vieron a modo intelectual, según el exemplo que pone Santo Thomas de algunos muertos, que después resucitaron. Los quales después de resucitados eontavan aver visto algunas cosas materiales, de las quales representan a la imaginacion, como casas, campos, rios, y otras semejantes. Las quales cosas no pudieron ver assi materialmente, porque el alma apartada del cuerpo no lleva consigo la imaginación y memoria sensitiva, ni tiene el mismo modo de conocer, que quando estava en el cuerpo, sino de las cosas que aprendieron entonces, según el modo de conocer, que les era proprio, sin figura, ni semejanças sensibles conservavan el conocimiento en la memoria intelectiva, y quando bolvieron se acordavan dellas, al modo que entonces les era connatural, por conversion a las semejanças de la fantasia, y lo que avian visto intelectualmente, lo conservavan a modo imaginario. Y otro tanto en su manera le podia suceder a nuestra Santa en las visiones de cosas criadas, que a modo intelectual avia tenido en el rapto, pues lo mismo le sucedía al Ápostol S. Pablo en las cosas que avia visto en el suyo.
Destas dos maneras de visiones dentro del rapto, nos dio tambien noticia nuestro Venerable Padre Fray Juán de la Cruz, y a nuestro proposito dize assi: "Estas noticias Divinas, que son acerca de Dios, nunca son de cosas particulares, por quanto son acerca del sumo principio, y por esso no se pueden dezir en particular, sino fuesse, que este conocimiento se estendiesse a alguna otra verdad, que fuesse menos que Dios, que en alguna manera se podra dar a entender, mas aquellas generales no. Y estas altas noticias amorosas no las puede tener sino el alma, que llega a union de Dios, porque ellas mismas pertenecen a union, por consistir el tenerlas en cierto toque, que se haze del alma con la Divina verdad: y assi el mismo Dios es allí el sentido y el gustado. Y ay algunas noticias destas, que de tal manera enriquecen el alma, que no solo basta una dellas para quitarse de una vez algunas imperfecciones que ella no avia podido quitar en toda la vida, mas también la dexa llena de virtudes y bienes de Dios, y queda tan animada y con tanto brio para padecer muchas cosas por él, que le es particular passion ver, que no padece mucho.” Todo esto es de nuestro Maestro. Y estos mismos efectos dize San Dionisio que dexan en el alma estas visiones, imprimiendo en ella perfección y santidad, y dexandola toda reducida a Dios.
Destas utilidades dize también nuestra Maestra: ”Direisme, si después no ha de aver acuerdo destas mercedes tan subidas, que alli haze el Señor al alma, que provecho traen. O hijas! Es tan grande, que no se puede encarecer, porque aunque no las sabe dezir, en lo muy interior del alma, que dan bien escritas, de manera que jamás se olvidan. Pues sino tienen imagen, ni las entienden las potencias, como se pueden acordar? Tampoco entiende esto. Mas entiendo, que quedan unas verdades en esta alma tan fixas de la grandeza de Dios, que quanda no tuviera Fé, que le dize quien es, y que esta obligada a creerle por Dios, le adorara por tal desde aquel punto, como hizo Iacob quando vio la escala, que con ella debió de ver otros secretos, que no supo dezir.” Todo esto es de nuestra Santa.
En estas noticias tan ilustradamente experimentadas, que nos dan nuestros dos Maestros destas comunicaciones Divinas, hechas al alma en el rapto, concuerdan los dos grandes Teologos mysticos. Y assi dize a este proposito el Venerable Hugo de S. Victor estas palabras, tratando de los exercicios del espíritu: « Mas quando bolvemos en nosotros de aquel sublime estado, no podemos del todo traer a la memoria las cosas que entonces sobre nosotros vimos en aquella verdad y claridad, que alli se nos descubrieron. Y aunque alguna cosa dellas nos quedo en la memoria, y lo veamos como por medio de un velo, y como en medio de una niebla, no podemos comprehender, ni acordarnos del modo de ver estas cosas, ni do la calidad desta vision. Y por un modo maravilloso no acordándonos, y viendo no lo percibimos, y atendiendo a ello, no lo penetramos, hasta que el Señor nos buelve a lebantar esta contemplación, y enagenacion de nosotros mismos.”
Esto dise este grandissime Autor, y casi lo mismo dize su discípulo Ricardo de S. Victor; y a nuestro proposito dize estas palabras: ”Las cosas que vemos en el rapto, o se nos comunican por revelación Divina, si son conforme a nuestra razón, nos acordamos despúes dellas, como en la revelación las vimos. Mas las que exceden nuestra razón, por que después de bueltos en nosotros de aquel estado de tan gran alteza, no podemos comprehender, ni declararla ranzón dellas con ninguna estimación humana, retenemos solamente una como memoria confusa dellas, como quien las ve por un velo, o en medio de una niebla. ” Con estos Doctores concuerda también S. Bernardo en la noticia que nos dá destas comunicaciones Divinas tan favorables
Si antes de celebrar los desposorios espirituales del alma con Dios, la enriquece y hermosea el Divino Esposo con tan preciosas joyas como ya vimos, como disponendola para ellos, quien bastara a declarar las que le da como a Esposa ya suya, por disposición mas rica y excelente para celebrar con ella el matrimonio espiritual en total transformación de amor, para tan alta comunicación Divina, como ha de aver entre los dos, siendo los bienes que en este raro estado se reciben, no solo superiores a la razón, mas también al estado común del destierro, y una participación felicissima de los que se gozan en la patria. Estas comunicaciones tan altas no las puede percibir el alma, como declara Santo Thomas, estando oprimida en el peso del cuerpo mortal, y ofuscada en la obscuridad de las semejanças de las cosas materiales. Y assi es necessario, que entre la palabra de Dios mas penetrativa, que todo cuchillo de dos filos, como dize el Apóstol, y por medio de sus dones haga aquella maravillosa division, que se toco en otra parte, donde el alma, con lo que es animal se quede en lo baso, y el espíritu con lo que es espiritual buele lo alto, para unirse a Dios, y ser un espíritu con él; la parte inferior reducida a paz, y la superior lebantada a gloria. Deste feliz lebuntamiento dize S. Agustin: Arrebata el espíritu de los sentidos, è imaginaciones aquella regio intelectual de las cosas espirituales sin ninguna semejança corporal se vé alli la verdad no escurecida, ni ofuscada con las tinieblas de falsas opiniones: alli las virtudes del alma no están afanadas ni trabajadas, porque no le hagan guerra sus contrarios. Toda la fuerça del alma está allí empleada en amar lo que vo, y la Suma felicidad en posseer lo que ama. Alli se vive la bienaventurada vida, y della se comunica y esparce algún rozio a la vida humana, para que en las tentaciones deste siglo viva con justicia, templança y fortaleza, caminando a alcançar aquel "bien, donde avra quietud segura, y vision bienaventurada.
Destas palabras de S. Agustín sacamos, que en este rapto es lebantada el alma como a la vista de la Patria, y se reparten unas como migajas de aquel banquete Real, que base Dios a los nobles ciudadanos della. Y aunque este rapto es tan calificado, como avemos visto, de otro del mismo genero, y de mayor eficacia nos de noticia nuestra Maestra desta manera. "Otro arrobamiento ay, o buelo de espíritu le llamo yo, que aunque es todo uno en la substancia, pero no en lo interior, se siente muy diferente. Porque muy de presto se siente algunas veses un movimiento tan acelerado del alma, que parece es arrebatado el espíritu con una violencia que pone harto temor a los principios. Porque no es poca turbación estar una persona muy en su sentido, y verse arrebatar el alma, sin saber donde va, o quien la lleva, o como sin poderlo resistir. Porque con la facilidad que un gigante puede arrebatar una paja, con essa misma este gran Gigante poderoso arrebata al espíritu. Este apresurado arrebatar del espíritu es de manera, quo verdaderamente salo dal cuerpo; y por otra parte claro está, que no queda esta persona muerta, alomenos ella no puede dezir si está en el cuerpo, o sino por algunos instantes. Páreosle, que toda junta ha estado en otra Región muy diferente desta que vivimos, adonde se muestra otra luz tan diferente de la de acá, que si toda su vida ella la estuviera fabricando junto con otras cosas, fuera impossible alcançarlas, y acá en un instaste le enseñan tantas cosas juntas, que en muchos anos que trabajara en ordenarlas en su imaginación y pensamiento, no pudiera de mil partes la una.
Esto no es vision intelectual, sino imaginaria, que se vé con los ojos del alma muy mejor, que acá con los del cuerpo, y sin palabras se dan a entender algunas cosas. Dige, que si vé algunos Santos los conoce, como si los huviera tratado mucho. Otras vezes junto con las cosas que vé con los ojos del alma, se le representan otras en vision intelectual, en especial multitud de Angeles con el Señor dellos, y sin ver nada por los ojos del cuerpo por un conocimiento admirable, que yo no lo sabré dezir, se le representa lo que digo, y otras muchas cosas, que no son para dezir. Si esto passa estando en el cuerpo, o no, yo no lo sabré dezir alómenos, ni jurarla que está en el cuerpo, ni tampoco que esta el cuerpo sin alma. Las cosas que aquí se muestran son tan grandes, que parece que le ha querido el Señor mostrar algo de la tierra adonde ha de ir, como las señas que llevaron de la tierra de pro mission los del pueblo de Israel; que embiaron a descubrirla, para que passe los trabajos deáte comino sabiendo donde ha de ir a descancar. Estas son las joyas que comiença el Esposo a dar a su Esposa, y son de tanto valor, que no las pondrá a mal recado, y assi que dan tan esculpidas en la memoria estas vistas, que creo es impossible olvidarlas hasta que las goze para siempre. »
Desta manera declara nuestra Maestra la excelencia deste rapto, y esta diferencia que pone la visión imaginaria, o intelectual, ya queda declarado, que es lo mismo que visión distinta, o indistinta. Porque la una y la otra son inteletuales, con esta diferencia, que la distinta es acerca de cosas criadas, como Angeles, y almas representadas a nuestro modo, pues como ya se toco de la doctrina de Santo Thomas, en el estado desta vida, y por el camino ordinario, no podemos conocer las substancias incorpóreas, sino por comparación a las corporales. Y las que llama de vision intelectual eran acerca del Criador, y representadas a modo de Angeles, de cuya excelencia dize Santo Thomas, hablando deste rapto, estas palabras: Quando el espiritu es arrebatado a vision intelectual, puede ser de dos maneras. Una según que el entendimiento contempla a Dios por medio de algunas inmissiones intelectuales, que es proprio de Angeles; y desta manera fue el éxtasis de Adan en el sueño, como dize la Glossa en el capit. 2 del Génesis, donde el espiritu de Adan fue desta manera elevado, para que hecho participante de la Corte de los Angeles, entrasse en el Santuario de Dios a conocer sus secretos. El otro modo de rapto es, quando el entendimiento es lebantado a ver la Divina Essencia, como lo vio San Pablo en el suyo.
Esto dize Santo Thomas. Y dexando esta segunda manera de rapto, que no toca a nuestro intento, declararemos un poco mas la primera, de la qual hablo nuestra Maestra en las palabras referidas, donde nos dá noticia experimental desta entrada al Santuario de Dios a conocer sus secretos, y ser participantes de la Corte de los Angeles. Y lo primero conviene que sepamos, que son inmissiones intelectuales a modo de Angeles, y a que personas se comunican.
Lo uno y lo otro nos declaro S. Dionisio, hablando de las comunicaciones Divinas muy lebantadas, que concede Dios a las almas en esta vida, con que las haze participantes de la felicidad de los Angeles. Y a este proposito dize: Si quiera llaméis a estas comunicaciones Divinas inmissiones, porque se infunden en los espíritus, si quiera suscepciones, porque son recibidas dellos; inefables son, y desconocidas de los hombres, y solo aquellos se comunicaron, que son compañeros de los Angeles en la contemplación, y en la pureza. Destas palabras deste sumo Teologo podemos sacar quan altas, y quan raras son estas comunicaciones por semejanças infusas, a modo de Angeles, y quan pocas las personas que llegan a esta felicidad en el destierro, pues han de tener para ellas una pureza semejante a la de los Angeles, y un espíritu tan ilustrado, que sea capaz de recibir la luz Divina tan a lo espiritual y sencillo, y a modo de Angeles viadores.
De la doctrina de los Santos, referida en el capitulo passado, parece que puede un alma entre las miserias de la vida moral, y en el estado del destierro, llegar por medio de la contemplación Divina, y una gran pureza, a tan favorecida comunicación de Dios, que desde la tierra dé una vista al cielo, y participe alli de los resplandores de la luz de gloria, y vida bienaventurada, con sus nobles ciudadanos, sin perder nuestro norte, que es la luz de la Fé, por donde govemamos acá la navegación de nuestra vida. Porque todos los lugares de Santos, con la experiencia de nuestra Maestra, que en el capitulo passado quedan referidos, y se referirán en este, se han de entender dentro del Acto de la Fé, porque sola la contemplación clara de la Divina Essencia, de que gozan los Bienaventurados, excluye el conocimiento de Fé. Desta comunicación Divina a vista de la Patria, suficientes señas nos dio nuestra ilustradlasima Maestra en el lugar referido en el capitulo passado, quando dize, que estuvo el alma toda junta en otra Región muy diferente desta que vivimos, donde se muestra otra luz, no como la de acá, que en un instante le enseñaron muchas cosas juntas, unas a modo distinto, y otras indistinto.
Pero en otra parte tratando destas entradas suyas al Santuario de Dios, y a la participación de la Corte de los Angeles, dize assi: ''Estando una vez recogida en un Oratorio, vinome un arrobamiento de espíritu con tanto impetu, que ne huvo poder resisitr. Parecíame estar metida en el cielo; y las primeras personas que alli visueron mi Padre, y mi Madre, y tan grandes cosas en tan breve espacio, como se podrá dezir una Ave Maria, que yo quedó bien fuera de mi. Esto de tan breve tiempo, ya puede ser fuesse mas, sino que se haze muy poco. Andando mas el tiempo me acaeció y acaece esto, algunas vezes me iba el Señor mostrando mayores secretos. Porque querer ver el alma mas de lo que se representa, no ay ningún remedio, ni es possible, y assi no via mas de lo que cada vez quería el Señor mostrarme. Quisiera yo poder dar a entender algo de lo menos que entendía, y pensando como pueda ser, hallo que es impossible. Porque en sola la diferencia que ay desta luz que vemos, a la que allá la representaron, siendo toda luz, no ay comparación, porque la claridad del Sol es cosa muy obscura, cosa muy disgustada. En fin no alcança la imaginación, por muy sutil que sea, a pintar, ni tragar como sea esta luz, ni ninguna de las cosas que el Señor me dava a entender, con un deleyte tan soberano, que no se puede dezir, y assi es mejor no dezir nada.
Avia una vez estado assi mas de una hora, mostrándome el Señor cosas admirables, que no me parece se quitava de cabe mi. Después quisierase estar el alma allí siempre, y no tornar a vivir, porque fue grande el desprecio que me quedo de todo lo de acá, pareceme vasura, y veo quan baxamente nos ocupamos los que nos detenemos en ello. Este llevar Dios el espíritu, y mostrarle cosas tan excelentes en estos arrobamientos, pareceme a mi conforma mucho a quando sale un alma del cuerpo, que en un instante se vé en todo este bien. Hizome mucho provecho para conocer nuestra verdadera tierra, y ver que somos acá peregrinos, y es gran cosa ver lo que ay allá, y saber donde avemos de vivir. Acaeceme algunas vezes ser los de allá los que me acompañan, y con los que me consuelo los que sé que allá viven. Y parecenme aquellos verdaderamente los vivos; y los que acá viven los muertos: Todo me parece sueño; y que es burla lo que veo con los ojos del cuerpo; lo que ya he visto con los del alma, es lo que ella desea, y como se vè lexos, este es el morir.”
Todo esto es de nuestra Santa. Y aunque ay muchas cosas que notar en ellas, como de tan fiel experiencia, en solas dos nos detendremos. La primera, como se compadece estar en la tierra con el cuerpo, y en el cielo con el espíritu, sin deshazerlela union natural que ay entre estas dos partes, corporal y espiritual? A esta dificultad responde Santo Thomas diziendo que aunque el alma está essencialmente donde está el cuerpo, al qual tiene essencial relación, pero que según sus actos se une con las cosas que conoce y ama; y si estos son celestiales y eternas, se conforma por entonces con ellas, y en cierta manera dexa de estar en el mundo, según su mas noble ser, ordenado a su ultima perfección; y en este sentido declara lo que dezia el Apóstol, que su conversación era en los cielos. Nuestra Maestra pone para esto una comparación harto conveniente, diziendo que assi como estando el cuerpo del Sol en el cielo llega a la tierra por medio de sus rayos, assi el alma estando en la tierra unida al cuerpo, alcança hasta el cielo con sus potencias, y exercita allá sus actos. La propriedad desta comparación, y la facilidad de la elevación de las potencias a las cosas Celestiales, quedará mas verificada con otros dos lugares del Angélico Doctor. En uno de los quales prueba que las potencias espirituales no proceden de la essencia del alma, según aquella parte con que está unida al cuerpo: sino según la que queda libre, y suelta del. En el otro prueba que esta parte que está suelta del cuerpo tiene un genero de infinidad, respeto de la que estava unida a él. Según lo qual, bien se compadece, que quedando la essencia del alma informando al cuerpo en la tierra, lleguen sus potencias hasta el cielo, y teniendo tan poderoso motor, como el Criador dellas, y de los cielos, las introduzga en su Divino Santuario, como introduxo las de nuestra Santa.
La segunda cosa, digna de ponderacion en estos raptos, es lo que tanto encarece nuestra gloriosa Doctora de la hermosura de la luz, en que se ven estas cosas celestiales, pero nunca vio al descubierto la luz increada, que en el cielo alumbra. El Profeta David haziendo mención de un excesso de espiritu, donde fue lebantado a una altissima comunicación con Dios, llama al conocimiento de que allí gozo, luz del Alva, diziendo: Hablóme el fuerte de Israel. Y luego declarando la excelencia de la luz, en que hizo esta habla, añade: Como la luz clara, quando quiere amanecer el Sol. A esta mesma luz llama Santo Thomas Reverberación de la claridad de Dios, refiriendo la opinion de los que dixeron, que S. Pablo en su rapto no avia visto la Divina Essencla, sino esta reverberación de su claridad, y en ella se le avian descubierto aquellas tan grandes cosas, que él dezia después, que no era licito al hombre manifestarlas. Porque assi como en una mañana clara, quando ya el Alva se descubre antes de ver al Sol, vemos con la reverberación de su claridad las cosas que en la obscuridad de la noche velamos, assi también sin ver al descubierto la claridad de la luz increada, vén los desta manera arrebatados al Santuario de Dios las cosas Celestiales, que Dios las concede ver con la reverberación desta misma claridad Divina; de manera, que aunque no gozan del dia de la eternidad, por no compadecerse con su estado, participa del Alva deste dia, y en ella de las vislumbres de sus hermosos resplandores, que a nuestra Maestra tanto admiravan.
Y como su ilustradissimo compañero gozo en este estado desta hermosissima luz, la llama también en una de sus Canciones Luz del Alma, como el Profeta David para declarar quan altamente es ilustrada el alma con iluminaciones Divinas en este estado de union; y a nuestro proposito dize desta manera:
"En este sueno espiritual, que el alma duerme en el pecho de su amado, possee y gusta todo el sossiego descanso, y quietud de la pacifica noche, y recibe juntamente en Dios una abismal y obscura inteligencia Divina. Pero esta noche sossegada dize, que no es ya de manera que sea como noche obscura, sino como la noche junto ya a los lebantes del Alva. Pero que este sossiego y quietud en Dios no le es al alma deste estado, escuro como noche, sino sossiego y quietud en luz Divina, y nuevo conocimiento de Dios, en que el espíritu suavissimamente quieto es lebantado a luz Divina; a la qual llama con propriedad lebantes del Alva, porque como el Alva de la mañana despide la obscuridad de la noche, y descubre la claridad del dia, assi este espíritu sossegado y quieto en Dios es lebantado de la obscuridad del conocimiento natural a la luz del conocimiento sobrenatural de Dios, no claro, sino en escuro como noche, quando ni el Alva, ni del todo es noche, ni del todo dia, sino como dizen, entre dos luzes. Y a este modo esta soledad y sossiego Divino, ni goça de toda la claridad de la luz Divina, ni dexa de participar algo della. En este sossiego se vé el entendimiento lebantado con estraña novedad sobre todo natural entender a la Divina luz, bien assi, como quien después de un gran sueño abre los ojos a la luz, que no esperava. " Todo esto es de nuestro Venerable Maestro, donde muestra su admiración y novedad, como la que esta Divina luz hazia a su ilustradlasima compañera, y lo que ella compara a la salida del alma de la obscuridad del cuerpo a la claridad de la Bienaventurança, compara su compañero al que despierta de un pesado sueño, y abre los ojos a la luz que no esperava.
Pues con esta luz del Alva del dia eterno vela nuestra Santa todas aquellas cosas Celestiales, que tanto pondera, y passa en silencio. Porque como dize Santo Thomas, las cosas que se manifiestan se han de proporcionar con la luz, en que se veen, como el efecto se proporciona con su causa, y como las cosas corporales se veen con la luz corporal, y las intelectuales con la intelectual: assi las celestiales se han de manifestar en la luz celestial. Y en otra parte se vale el mismo Santo del exemplo que queda referido del Sol, diziendo: Como para ver las cosas corporales no es necessario ver la substancia del Sol, aunque se vea con la luz que procede del, assi para ver las: cosas espirituales, no es menester ver la Divina Essencia, aunque se vean con la claridad que resulta della. Con lo qual queda declarado, que luz era esta tan suave y alegre, en que nuestra Santa veia las cosas que se le manifestuavan en el cielo.
De otro rapto muy lebantado del alma contemplativa en estado de union y de nuevas mercedes, que en él haze Dios como a su Esposa, nos dan noticia los Santos, que por hallarse tambien nuestros dos Maestros, haremos particular memoria del. Deste rapto dize S. Agustín estas palabras: De tal manera son lebantados los espíritus de algunos, que no por medio de Angel, sino en el Supremo Alcaçar de las cosas ven las razones in commutables dellas. Estas palabras declara Santo Thomas desta manera: Esta autoridad de S. Agustin se ha de entender de la vision primera, donde se vè la Divina Essencia: De la vision del rapto, y declarándola mas en otra parte, dize, que de dos maneras se conocen las razones de las cosas en este Supremo Alcaçar. La una es la Divina Essencia, y esta no es tanto contemplación de la criatura, quanto del Criador. Porque como dize S. Anselmo, la criatura en el Criador es la essencia criadora. La otra es conocer las criaturas en su propria naturaleza por algunas formas criadas, proporcionadas a las cosas que se han de conocer, aora estas semejanças sean las que se han de conocer, aora estas se mejanças sean las que de las razones eternas, que están en la mente Divina, proceden a los entendimientos de los Angeles, aora sean otras formas comunicadas por otro camino.
De estas dos maneras de conocer las cosas criadas, la primera, que es en las ideas priginales, y razones eternas, que están en la mente Divina, no toca a nuestro proposito, como sea proprio de los bienaventurados, sino la segunda, por semejanças criadas, proporcionadas a las cosas que el entendimiento ha de conocer; el qual es modo, que se compadece con el acto de Fè, y semejante al conocimiento de los Angeles viadores en ellos por semejanças innatas de su creación, y en nosotros por semejanças de nuevo infusas. Porque lebantados algunos espíritus muy purgados, y favorecidos de Dios, son arrebatados en esta vida al Supremo Alcaçar de los cielos, que es el cielo Empíreo, y al Santuario de Dios, donde él se manifiesta a los habitadores de aquellas dichosa Patria. Y alli, aunque no ven al Rey al descubierto, por no compadecerse con la vida del destierro, sino debaxo de la cortina de alguna semejança muy inferior a su grandeza, aunque mas excelente sea, ven a sus nobles Ciudadanos, y son admitidos a cierta participación de gloria, y a la comunicación de muchos inefables misterios a ellos manifiestos, y a nosotros escondidos.
Desta doctrina tan lebantada de tan grandes Maestros de la verdadera Teología, nos dá exemplo la ilustrada experiencia de nuestra Madre Santa Teresa en estas palabras: "Estando con estas grandes ansias de comulgar, me dio un arrobamiento grande: Parecióme vi abrir los cielos, no a una entrada, como otras vezes he visto; represándoseme el Trono que dixe a v. m. he visto otras vezes, y otro encima del, adonde por una noticia que no sé dezir, aunque no lo vi, entendí estar la Divinidad. Parecíame sostenerle unos animales, pensé si eran los Evangelistas; mas como estava el Trono, ni que estava en él, no lo vi, sino muy gran multitud de Angeles. Parecíame sin comparación muy mayor hermosura, que los que en el cielo he visto: he pensado, si eran Cherubines, o Serafines, porque son muy diferentes en la gloria, que parecía tener inflamación. Es grande la diferencia, como he dicho; y la gloria que entonces sentien mi, no sa puede escrivlr, ni aun dezir, ni la podrá pensar quien no buviesse passado por esto. Entendí estar allí todo junto lo que se puede desear, y no vi nada. Dixerome, y no sé quien, que lo que allí podía hazer era entender, que no podía entender nada, y mirar lo nada que era todo en comparación de aquello. Es assi, que se afrentava después mi alma de ver que pueda parar en ninguna cosa criada, quanto mas aficionarse a ella, porque todo me parecia un hormiguero. Parecióme avia sido esto muy breve espacio, espantóme quando dio el relox, y vi que eran dos horas las que avia estado en aquel arrobamiento y gloria; espantavame después, como en llegando a este fuego, que vino de arriba de verdadero amor de Dios, parece que consume el hombre viejo de faltas, tibieça, y miseria, y a manera de lo que dizen del Ave Fénix, que se quema, y de la misma ceniça sale otra: assi queda el alma hecha dos, pues que no parece que es la que antes, sino que comiença con nueva puridad el calino del Señor. »
En estas palabras de nuestra Maestra vemos la experiencia de lo que dize San Dionisio, que la primera Ierarquia, que consta de Tronos, Cherubines, y Serafines, siempre están assistiendo a Dios, y como rodeando el Trono de su Divinidad. Y aunque nuestra Santa no la vio a lo descubierto, ni por semejança distinta, altissimo conocimiento indistinto le dieron della, pues tan eficaz concepto hizo de su grandeza y excelencia, que todo lo demás respeto de aquello le parecía basura, y hormiguero. En otra parte añade lo que aqui callo que le aviá descubierto, como se venen en Dios todas las cosas, y como las tiene todas en si. Y aunque ocupada de tanta gloria, como alli participava de los resplandores Divinos, que baxavan del Trono de Dios a estos Soberanos Espíritus, como dize S. Dionisio, no haze memoria de la música Celestial que alli se goza: de la concordancia sonora de las criaturas con su Criador, nos dio noticia della su ilustrado compañero, que fue de los arrebatados a este Supremo Alcaçar, donde, imprimieron en su entendimiento las semejanças infusas de las criaturas en si mismas, y desta emanación y concordancia que tienen en su Criador.
Tratando pues deste estado de union y de los favores que en èl recibe el alma de su Esposo, dize a nuestro proposito: "Celebra el alma la música callada en lo soledad sonora, porque en aquel silencio de la noche ya dicha, y en aquella noticia de la luz Divina echa de ver el alma una admirable conveniencia y disposición de la Sabiduría de Dios en las diferencias de todas las criaturas, y obras de su Sabiduría y bondad, todas ellas, y cada una dellas dotadas de tina cierta correspodencia a Dios, en que cada una de su vez de lo que es Dios en ella, de suerte, que le parece una armonía de música sutillssima, que sobrepuja todos los faraos, y melodías del inundo. Y llama a esta música callada, porque es inteligencia sossegada y quieta, sin ruido de vozes, y assi se goza en ella la suavidad de la música, y la quietud del silencio. Y assi dize, que su amado, es esta música callada, porque en él se conoce esta armonía de música espi espiritual; y no solo esso, mas también es soledad sonora, que es casi lo mismo. Porque aunque aquella música es callada quanto a los sentidos y potencias sensibles, es soledad sonora para las potencías espirituales. Porque estando ellas solas y vacias de todas las formas y aprehensiones naturales, pueden bien recibir el sonido espiritual sonorosissimamente en el espiritu de la excelencia de Dios en si, y en sus criaturas, según aquello de S. Juán de su Apocalypsi, que la voz que oyo en el cielo era como de músicos, que tañían en sus Citaras.
Lo qual fue en espiritu, y no música de Citaras materiales, sino cierto conocimiento de las alabanças, que los Bienaventurados, cada uno en su manera de gloria, dan a Dios continuamente, lo qual es como música. Porque assi como cada uno possee diferentemente sus dones, assi cada uno canta su alabança diferentemente, y todos en una concordancia de amor, bien assi, como música: assi también a este modo echa de ver el alma en aquella sabiduría sossegada en todas las criaturas, no solo superiores, sino también inferiores, según lo que cada una tiene en si recibido de Dios, dar cada una su voz de testimonio de lo que es Dios, y ver que cada una en su manera engrandece a Dios, por lo que tiene del, según su capacidad. Y assi todas estas vozes hazen una voz de música de grandeza de Dios, y sabiduría, y ciencia admirable. Y esto es lo que significo el Espíritu Santo en el libro de la Sabiduría, quando dize: El espíritu del Señor lleno la redondez, y este mundo, que contiene todas las cosas que el hizo; tiene ciencia de voz, que es el testimonio que todas ellas dan en si de Dios. Y porque el alma recibe esta sonora música, no sin soledad y enagenacion de todas las cosas exteriores, la llama música callada, y soledad sonora.”
Desta manera nos declara nuestro Venerable Padre la música de que gozava en este estado de union, y con que engrandecía la gloria de Dios en las criaturas, por semejanças impressas en su alma de la correspondencia que tenia con su Criador, al modo que la engrandecían los Angeles en el estado de viadores, y llamala música, porque assi como la musica corporal es variedad de vozes en unidad de consonancias, assi lo es también en su manera esta música espiritual. Y conformándose con la doctrina ya referida de S. Thomas, nos advierte, que esta correspondancia de las criaturas a Dios, y el sentir el alma tan subidamente, no es vera Dios essencialmente, sino una fuerte y subida comunicación y vislumbre de lo que es en si, y en las cosas que crio. Este conocimiento, que llaman los Teologos vespertino, de Dios en las criaturas, demas de ser muy favorable para andar ocupada el alma desta manera ilustrada, con continuas alabanças Divinas, lo es también para el aumento del conocimiento de Dios en si mismo? Y a este proposito dixo S. Thomas, que los Angeles viadores aprovecharon por el conocimiento vespertino en el matutino, esto es, que del conocimiento de las criaturas, que en este primer estado tuvieron, alcançaron mucho del conocimiento del Criador.
El principal efecto, que el Espíritu Santo en el libro de los Cantares señala, de aver entrado la voluntad en la bodega de los vinos mysticos del Esposo, que es la union Divina, es, que se ordeno en ella la caridad. Del qual efecto nos da muy en particular noticia nuestro Venerable Padre, de la manera que él lo experimentava. Acerca de lo qual dize, que en entrando en esta Divina oficina, que San Dionisio llama casa de la Sabiduria, al fin de la carta que escrivio a S. Tito, luego quedo el alma del todo ordenada en sus apetitos y deseos. Porque hasta que llega a este estado, aunque mas espiritual sea, siempre le queda algún ganadillo que guardar de apetitos y gustillos, y otras imperfecciones, o naturales, o espirituales, en que desea apacentarse. Porque acerca del entendimiento suele quedar alguna inclinación de saber cosas; acerca de la voluntad, algún apetito, y assimiento a cosas temporales, y estimación propria, y escoger lo mejor en sus comodidades, y a desear gustos en la oración, y consuelos espirituales: y acerca de la memoria, muchas variedades y cuidados, y advertencias impertinentes, que llevan al alma en pos de si. Pero en entrando la voluntad en esta bodega, y oficina de amor, todo esto queda ordenados a Dios, y assi so siente libre el alma de todas estas niñerías, è impertinencias tras que andava.
Declara también, como en esta bodega mystica se saborean todas las potencias con el vino celestial, que alli les dan; porque el entendimiento bebe sabiduría y (illis.) la voluntad amor suavissimo, y la memoria recreación y deleyte, en recordación y sentimiento de gloria. Porque aunque en este estado sola la voluntad entra en esta bodega mystica, y Talamo del Esposo, como en otra parte vimos, y las demás potencias se quedan a la puerta della, alli les alcança a todas abundante perfección, según la capacidad y saber de cada una. Declara assimismo, como esta bebida de Sabiduría altissima, que alli bebió el alma, le haze olvidar de todas las cosas del mundo; de manera que le parece, que lo que antes sabia, y aun lo que todos los hombres saben, en comparación de aquel saber, es pura ignorancia; ya que el endiosamiento del espíritu anegado en Dios, con que queda como renovado, embebido todo en amor Divino, no le dexa advertir a otra alguna cosa del mundo. Y assi puede muy bien dezir que no sabe nada, por que no solo de todo lo demas, pero también de si misma queda el alma como enagenada y aniquilada, como resuelta en amor, que consiste en passar de si al amado.
Desto que aqui dise nuestro Maestro del alma en este estado, dize también Santo Thomas, que quando el espíritu está eficazmente ocupado en las cosas Divinas, de todas las demás se olvida, no quanto a la ciencia, sino quanto a la estimación de las cosas. Porque las que antes juzgava por mas grandes en las criaturas, considerada la alteza de las Divinas, las deconsideramos y desestimamos, y tenemos en nada. Y en este sentido añade luego nuestro Maestro.” Y no se ha de entender, que pierde alli el alma los hábitos de ciencia, y totalmente las noticias de las cosas, que antes sabia, aunque quede en aquel no saber, sino que pierde el acto y memoria de todas las cosas en aquel absorbimiento de amor, y esto por dos razones. La primera, como actualmente queda absorta, y embebida en aquella bebida de amor, ni puede estar actualmente en otra cosa. La segunda, porque la union con Dios de tal manera la transforma en su sencillez y pureza, que la dexa limpia, pura, y vazia de todas las formas, y figuras que antes tenia, sin saber mas que amar. Porque por el vino que bebió en esta bodega del Esposo, no solo se aniquila todo su saber primero, pareciendole nada cerca de aquel Divino y sumo saber, mas también toda su vida passada imperfecciones del nes del hombre viejo, se aniquilan y renuevan. Todo esto es de nuestro Maestro, y conforma con lo que dize S. Dionisio, que es proprio de la influencia reducir al alma que la recibe a unidad, y sencillez. Y al mismo proposito dize S. Thomas, que como en la multiplicidad es dessemejante a Dios, quanto mas se acerca a la perfección, tanto mas se reduce a la unidad, y con esto mas se assemeja a Dios.
Continua a nuestro Maestro lo que experimentava en este estado, de quan ordenada estava toda el alma a Dios; y a este proposito dize: « que por la entregar que hizo a Dios de toda su alma y cuerpo, está ya todo su caudal empleado en su servicio, assi el de la parte racional, como el de la sensitiva. Porque el cuerpo en cierta manera está ya espiritualizado para servir a Dios. Los sentidos interiores y exteriores los rige y govierna según Dios, y a él endereza las operaciones dellos, y las quatro passiones las tiene también todas ceñidas a Dios, porque no se goza sino de Dios, ni tiene esperanca sino en Dios, ni se duele sino según Dios, y también sus apetitos solo van van a Dios, y todos sus cuidados. Y todo este caudal está ya de tal manera empleado en Dios, que aun sin advertencia del alma se inclinan a obrar en Dios, y por Dios en los primeros movimientos todas estas partes que avernos dicho. Porque el entendimiento, la voluntad, y la memoria suben luego a Dios, y los afectos, los sentidos y apetitos, la esperanza, el gozo, y todo el caudal luego de primera instancia se inclinan a Dios: aunque como digo, no advierta el alma que obra por Dios, de donde esta tal alma mui frequentemente obra por Dios, y entiende con él, y en sus cosas, sin pensar, ni acordarse que lo haze por él, porque el uso y habito, que en esta manera de proceder tiene, ya la haze carecer de su advertencia y cuidado, y aun de los actos fervorosos, que a los principios de obrar solia tener.
De estar ya todo este caudal empleado en Dios, le viene al alma no andar ya tras sus gustos y apetitos, porque todos los tiene puestos en Dios, y toda la habilidad del cuerpo y del alma en todas sus operaciones se mueve por amor, y padeciendo todo lo que padece por amor. Assimismo todo el exercicio de la parte sensible y espiritual, aora sea en obrar, aora en padecer: de qualquier manera que sea, siempre le haze mas amor, y regalo en el amado. Y hasta el mismo exercicio de oración y trato con Dios, que antes solia ser en otras consideraciones y modos, ya todo es exercicio de amor; de manera que aora sea acerce de lo temporal, aora acerca de lo espíritu y trato con Dios, siempre puede dezir esta alma, que solo amar es su exercicio, y puede dezir con la Esposa aquellas palabras de los Cantares: Amado mió, todas las mançanas nuevas y viejas guardé para ti, porque es como si dixera: Todo lo áspero y trabajoso quiero por ti; y todo lo sabroso para ti; porque el alma en este estado ordinariamente anda en union de amor, que es comùn assistencia de la voluntad de Dios. »
Todo esto es de nuestro Venerable Padre, y como una declaración experimental de las palabras ya referidas del libro de los Cantares, que metieron la voluntad en la bodega de los vinos mis ticos, y ordenaron en ella la caridad. La razón desta perfección desta voluntad nos declaro en otra parte Santo Thomas, diziendo; que le viene de estar ya ella mas perfectamente informada del habito de la caridad, quando se une con el Espíritu Santo; y como es forma de amor, no es mucho que obre siempre por amor, como lo declara el mismo Santo resumiendo esta doctrina de nuestro Maestro, desta manera. El amor no es otra cosa, que transformación del afecto en la cosa amada, y por el amor se haze una cosa con el amado, que es como forma del que ama. Y por esto dixo el Apostol, que el que se unis a Dios se hazia un espíritu con él, y como cada cosa obra según lo que pide la forma de que está informada, la qual es principio del obrar, y regla de la obra; assi el que ama se inclina por el amor a obrar lo que pide el amado, y tal operación le es grandemente deleytable, como conveniente a la forma de que está informado. Y de aquí viene, que al que ama, todo lo que haze, o padece por el amado, le es deleytable, y se enciende mas en amor, por el gusto que tiene de obrar por él, y como el fuego no puede ser reprimido en su movimiento natural, sino por violencia, assi tampoco el que ama para que dexe obrar, según lo que pide su amor; y le causa tristeza lo contrario, como repugnante a la voluntad. Todo es de Santo Thomas, y con ello queda verificada a lo Escolástico la experiencia ilustrada de nuestro Venerable Padre.
Entre los muchos favores, que en este estado recibe el alma de Dios, como ya Esposa suya, experimentava muy en particular el Venerable Padre tres de que nos dá noticia. El primero es la suavidad espiritual, con redundancia a la parte sensible, con que la haze caminar apriessa a la perfección. De la qual dize, que es como una huella y noticia amorosa, que Dios dexa de si en el alma, con que la aligera para correr en pos de si; de manera que entonces es muy poco o nada lo que el alma trabaja de su parte para andar este camino, antes es movida y atrahida desta suavissima noticia de Dios, no solo para que ande, mas tambienpara que corra en las cosas de su servicio, como lo significo la Esposa en los Cantares. Porque esta suavidad es utilissima para el ejercicio de las virtudes y obras exteriores. Las otras dos mercedes la disponen grandemente para la perfección de los actos interiores, porque la primera destas dos, es una visitación amorosa, y como centellas vivas de fuego de su amor, con que el Señor despierta, è inflamma al alma para alabarle, estimarle, y renunciarle con sabor de amor. La tercera, una comunicación abundante del vino de caridad, con que la embriaga en su amor, con deseo encendido de obrar y padecer por èl cosas grandes y dificultosas, y cada una destas mercedes alientan la voluntad para emplear se continuamente en sus Divinas alabanças y amor muy encendido: y del valor destas mercedes, y de sus grandes utilidades haza una declaración larga, sacada de su experiencia.
Entre las mercedes que nuestro Señor haze en este estado de union al alma su Esposa, es una, manifestársele él mismo, según es permitido al estado de destierro en que se halla, no solo quanto a su Divinidad por semejanças intelectuales muy ilustradas, que imprimen en el entendimiento un altissimo concepto de su soberanía y grandeza, mas también de su Sagrada humanidad, unas vezes a lo intelectual indistinto mas favorable; y de lo uno y de lo otro nos dá particular noticia la experiencia ilustrada de nuestra Madre Santa Teresa, la qual hablando destá manifestación de la Sagrada humanidad a lo intelectual indistinto, dize desta manera: "Estando un dia del glorioso San Pedro en oración, vi cabe mi, o senti, por mejor dezir, que con los ojos del cuerpo, ni del alma no vi nada, mas parecióme estava cabe mi Christo, y veia ser ol que me hablava a mi parecer. Yo como estava ignorantissima de que podía aver semejante vision, dio me gran temor al principio, aunque en diziendome una palabra de assegurarme, que dava quieta, y con regalo, y sin temor. Parecíame andar siempre a mi lado Jesu Christo, y como no era vision imaginaria, no vela en que forma, mas de estar a mi lado derecho; sentíalo muy claro, y que era testigo de todo lo que yo hazia, y que ninguna vez que yo me recogiesse un poco, o no estuviesse muy divertida, podía ignorar que estava cabe mi.
No ay comparación por donde dar a entender esto aca. Porque si digo, que ni con los ojos del cuerpo, ni del alma no lo veo, porque no es vision imaginaria, como entendió, y me afirmo que está cabe mi, con mas claridad que si lo viesse? Porque si digo que parece que es como una persona que esta a escuras, que no vè qué está cabe ella, alguna semejan ça tiene, mas no mucha, porque siente con los sentidos, o la oye hablar, o me near, o la toca; acá no ay nada de esso, mi se vè oscuridad, sino que se representa por una noticia al alma, mas clara que el Sol; no digo que ve el Sol, ni claridad, sino una luz, que sin ver luz alumbra al entendimiento, para que goze el alma tan gran bien. Trae consigo grandes bienes ; no es como una presencia do Dios, que se siente muchas vezes, que parece en queriendo començar a tener oración, hallamos con quien hablar, y parece entendemos nos oye por los efectos y sentimientos espirituales de gran amor, y Fè, y otras determinaciones con ternura. Acá vese claro, que esta Iesu Christo, Hijo de la Virgen. En estotra manera de oración representase unas influencias de la Divinidad aqui junto con estas se vé nos acompaña, y quiere hazer mercedes también la humanidad Sacratissima. Preguntóme el Confessor, quien me dixo que era Iese Christo? El me lo dixo muchas vezes, respondí yo: Mas antes que me lo dixesse se imprimió en mi entendimiento, que era él, y antes desto me lo dezia, y no le vela.”
Para entender la propriedad con que nuestra Doctora describe esta vision, nos acordemos de lo que en otra parte nos nos dixo Santo Thomas; que la vision intelectual no se hazia por semejanças corporales, con distinción individual de figura, color, traga, y otras propriedades materiales de la vision imaginaria, sino por una especie y semejança inteligible. Esta especie y semejança, y como por ella entendemos losque nos representa, declaro el mismo Santo en otra parte, diziendo: Todas las vezes que el entendimiento por su forma inteligible se assemeja a alguna cosa, entonces aquello que concibe, según aquella forma, se verifica de aquella cosa a que se haze semejante por aquella forma, porque el concepto del entendimiento es semejança de la cosa que entiende. Pues a este modo imprimieron sobrenaturalmente en el entendimiento de nuestra Santa una forma, y semejança inteligible de Christo nuestro Señor muy espiritual, y abstrahida de las condiciones materiales, con una ilustración, que con gran certeza la representavan su persona; de manera que aunque no le vela con distinción individual, no podía dudar que fuesse él, antes tener mayor certeza.
Y esta gran certeza le venia de ser esta especie inteligible tan espiritual y sencilla. Porque como declara el mismo Santo, quanto una cosa se conoce por semejança mas espiritual y abstrahida, tanto mas perfectamente se aprende. Venia también de ser mucha la Iluminación Divina, que acompañava a esta semejanza, porque la perfección y eficacia de las comunicaciones, se considera no solo según las semejanças con que se representan, mas también quanto a la luz Divina, de que van vestidas. Y como es proprio de la iluminación del don de Sabiduría a vivar la fè, y poner a Dios como presente al entendimiento, aunque no con la claridad que la luz de gloria. Quanto esta iluminación fuesse mas copiosa, I tanto causarle mas certeza de la presencia de lo que iluminava. Y por esto, aunque hallamos esta misma vision intelectual indistinta de Christo nuestro Señor en otras almas contemplativas, no tan perfectas, no haze en ellas tan eficaces efectos, porque no le acompañan con tanta perfección estas dos circunstancias, aunque siempre los haze muy favorables.
Con esta vision intelectual de Christo nuestro Señor junta nuestra Maestra también el modo intelectual, con que nuestro Señor le comunicava en este estado algunos misterios, acerca de lo qual di ze estas palabras: Enseña Dios al alma, y la habla sin hablarle, es un language del cielo, que acáse puede mal entender. Pone el Señor lo que quiere que el alma entienda muy en lo interior della, y alli le representa sin imagen, ni forma de palabras, sino a manera de vision intelectual. Y desta manera entiende el alma grandes verdades y misterios. Parece que quiere el Señor que tenga el alma alguna noticia de lo qué passa en el cielo, y como allá sin hablar se entienden, assi acá se entienden Dios, y el alma con solo querer su Magestad que lo entienda sin otro artificio. Esto dise nuestra Santa. Y deste modo intelectual, intimo y secreto de hablar Dios al alma, fue muy favorecido nuestro Venerable Padre su compañero, y assi nos da del noticia experimental, y le llama palabra substancial. Y entre otras excelencias dise, que ayuda mucho para la union intima con Dios, después de aver dado en otros capítulos admirable doctrina de los engaños que suele hazer el Demonio por medio de otras hablas interiores, que no son desta manera.
Este modo de iluminar Dios al alma, compara aqui, no sin propriedad, nuestra Maestra al que tienen de hablarse los Ángeles en el cielo, manifestándose unos a otros el concepto interior, por determinación de la voluntad de lo que cada uno quiere significar al otro. Porque sin esta significación voluntaria no podían entenderse, por no conocer el Angel especial y secretamente los secretos del coraçon, como lo uno, y lo otro declara Santo Thomas. Y a semejança de los Angeles, aunque todos los deseos y conceptos interiores están a Dios tan presentes, dizen los Autores sabios (como en otra parte vimos) que mientras el contemplativo discurre, ni tiene oración, ni habla con Dios, sino consigo mismo, hasta que aplica la voluntad a ofrecer a Dios su deseo, y significarle derechamente su concepto en esta vista quieta y derecha a él, guiada de la luz de la Fé, que se lo pone como presente, aunque en escuridad, según nuestro estado.
Del qual dixo el Profeta, que puso Dios en las tinieblas acerca de nosotros su habitación, como en escondrijo, lo qual es muy considerable para los entendimientos muy discursivos.
Entre los efectos que hazia en nuestra Santa esta vision indistinta de Christo nuestro Señor, era uno el deseo de verle distintamente, para poder certificar mas della a su Confessor, porque no pensasse que se le antojava: y davale este deseo quien quería cumplírsele; y de como le hizo esta merced nos dá delle noticia desta manera: "Estando un dia en oración quiso el Señor mostrarme solas las manos, con tan grandissima hermosura, que no lo podia yo encarecer. Hizome gran temor, porque qualquiera novedad me le haze grande a los principios de qualquiera merced sobrenatural, que el Señor me haga. Desde allia pocos días vi también aquel Divino rostro, que del todo me parece me dexo absorta. No podía yo entender, porque el Señor se mostrava assi poco a poco, pues después me avia de hazer merced que yo le viesse del todo, hasta después que he entendido, que me iba el Señor llevando conforme a mi flaqueza natural; parecerleha a v. merced, que no era menester mucho esfuerzo para ver unas manos, y rostro tan hermoso. Sonlo tanto los cuerpos glorificados, que la gloria que traen consigo, desatina ver cosa tan sobrenatural y hermosa, y assi me hazia tanto temor, que toda me turbava y alborotava, aunque después quedava con certidumbre y seguridad, y con tales efectos, que por esto se perdía el temor.
Un dia de S. Pablo estando en Missa
se me represento toda esta humanidad Sacratissima, como se pinta resucitado,
con tanta hermosura y Magestad, como particularmente escrivi a v. m. cuando
mucho me lo mando; y haziaseme harto de mal, porque no se puede dezir, que no
sea deshazerse; solo digo, que quando no huviesse otra cosa para deleytar la
vista en el cielo, sino la grande hermosura de los cuerpos glorificados, es
grandissima gloria, en especial ver la humanidad de le su Christo Señor nuestro, aun acá, que se
muestra su Magestad conforme a lo que
puede sufrir nuestra miseria; que será adonde del todo se goza tal
bien? Porque si estuviera muchos anos imaginando, como figurar cosa tan hermosa,
no pudiera, ni supiera, porque excede a todo lo que acá se puede imaginar;
aun sola la blancura y resplandor, no es resplandor que dessumbre, sino una
blancura suave, y el resplandor infuso, que dà deleyte grandissimo a la vista, y no la
cansa; ni la claridad que se vè para ver esta hermosura tan Divina, es una claridad tan diferente
de la de acá, que parece una cosa tan deslustrada la claridad del Sol, que
vemos, en comparación de aquella claridad y luz que se representa a la vista,
que no se querrían abrir los ojos. En fin es de suerte, que por grande
entendimiento que una persona tuviesse, en todos los días de su vida podría
imaginar como es; y ponela Dios delante tan presto, que aun no hu viera lugar
para abrir los ojos, si fuera menester abrirlos; mas no haze mas estar
abiertos, que cerrados, quando el Señor quiere, que aunque no queramos se vè.
(ligne partiellement manquante) dezir es el modo como el Señor se muestra en estas visiones ; ni digo que declararé de que manera pueda ser poner esta luz tan fuerte en el sentido interior, y en el entendimiento imagen tan clara, que parece verdaderamente estar allí, porque esto es de letrados. Digo pues lo que he visto por experiencia. Bien me parece en algunas cosas, que era imagen la que vela, mas en otras muchas no, sino que era el mismo Christo, conforme a la claridad que era servido mostrárseme. Unas vezes era tan confuso, que parecía imagen, no como los dibuxos de acá; por muy perfectos que sean, que no tiene mas semejança lo uno con lo otro, que la que tiene una persona viva, a su retrato, que por bien que esté sacado, al fin vé que es cosa muerta, y assi ay la misma diferencia, que de lo vivo a lo pintado, no mas, ni menos. Porque si es imagen, es imagen viva, no hombre muerto, sino Christo vivo, y dà a entender, que es Hombre y Dios, no como estava en el Sepulcro, sino como sasio del después de resucitado, y viene a vezes con tan grande Magestad, que no ay quien pueda dudar, sino que es el mismo Christo, en especial en acabando do comulgar, que ya sabemos que está alli, que nos lo dize la Fè. Representase como Señor de aquella posada, que toda desecha el alma se vé consumir en Christo; digo que tiene tan grandissima fuerça esta vision, quando el Señor quiere mostrar al alma parte de su grandeza y Magestad, que tengo por impossible, si muy sobrenaturalmente no la quisiesse el Señor ayudar con quedar puesta en arrobamiento y éxtasi, que pierde el ver la union de aquella Divina presencia con gozar; seria, como digo, impossible sufrir la ningún sugeto: es verdad que se olvida después? tan imprimada queda aquella magestad y hermosura, que no ay poderla olvidar. Queda el alma otra, siempre embebida; parece le comunica de otro amor nuevo de Dios, es muy mas alto grado a mi parecer; que aunque la vision passada dizen que es mas perfecta que esta, y mas subida, mas para durar la memoria, conforme a nuestra flaqueza, y traer bien ocupado el pensamiento, es gran cosa el quedar representada y puesta en la imaginación tan Divina presencia, y assi vienen juntas estas dos maneras de vision siempre. Porque con los ojos del alma se vé la excelencia, hermosura, y gloria de la Santissima humanidad; y por estotra manera que quedá dicha se dà a entender, como es Dios, y poderoso, y que todo lo puede, y todo lo manda, y todo lo govierna, y todo lo llena de su amor. No se puede encarecer la riqueza que dexa en el alma, y aun en el cuerpo dexa salud, y que daconortado.”
Desta manera nos dà noticia nuestra Maestra desta vision distinta de Christo nuestro Señor; y aunque ella por los efectos que hazia en su alma echava de ver quan excelente era, se la deshazian con persuadirla, que era vision imaginaria, y de las imperfectas. Y assi en favor del concepto de la Santa nos detendremos un poco en descubrir con la doctrina de los Santos, que la distinción con que se le representava, no era procedida de la imaginación, sino de la luz Divina, y que por esso era mas perfecta esta visión, que la passada, por ser también intelectual y distinta, según la regla general de Santo Thomas, que para el perfecto conocimiento de una cosa, es necessario conocer en ella muy por menudo las partes, virtudes, y propriedades dalla. Lo qual concurre en esta vision, y no en la passada. Y assi, verificando que también era intelectual, quedará también verificado, que esta distinta es mas perfecta. Lo qual no corría, si la distinción fuera procedida de la imaginación, por ser mas perfecta la luz intelectual, aunque sea indistinta, que la imaginaria distinta, como de potencia mas espiritual y mas noble, y mas cercana a la fuente de todas las luz es.
Sacase, que no fue vision imaginaria. Lo primero del fin, que en otra parte nos dixo San Dionisio, que tiene Dios en comunicar estas aprehensiones imaginarias, que es para despertar en los nuevos contemplativos algún efecto sensible, con que a su modo imperfecto los lebante de las cosas visibles a las invisibles, y de las materiales a las intelectuales. Y en orden a esto no hallamos que nuestra Santa tuviesse vision imaginaria, sino la que ella refiere en el capitulo séptimo de su vida, con que Christo nuestro Señor representado a modo riguroso la puso en temor, para que dexadas algunas comunicaciones vanas, que entonces tenia, se abraçasse de veras de la de Dios. Y por el contrario, las visiones intelectuales dize el mismo Santo que las comunica Dios a gente aprovechada, para reducir el alma mas intimamente a él, y perficionarla con nueva santidad. Y quando nuestra Santa recibió estas visiones distintas, estava ya en estado de union, y se las concedía el Señor para enamorarla mas intensamente en su amor, con representarle su hermosura muy al proprio.
Sacase lo segundo evidentemente de la substancia de la misma vision, según la fiel descripción que della haze nuestra Santa, assi en la gloria con que se le represento, de la qual no es capaz la imaginación, como también de la humanidad Sagrada representada a lo distinto, y de la Divinidad representada a lo indistinto, como ella claramente significa. Con lo qual se excluye la imaginación, pues como prueba Santo Thomas, las fuerças materiales no tienen operación acerca del ultimo fin, que es Dios, ni le aprehenden. Y pues nuestra Santa lo aprehendía en esta vision, de la manera que podía aprehenderlo según su estado esta operación era intelectual, y no imaginaria. Confirmase esto mas con lo que con tan cierta experiencia afirma, que esta representación no era con imagen muerta y muda, como las de la imaginación sino viva, y representadora de la misma persona de Christo, obrando acciones vivas, no de retrato, sino del original.
Para conocer la propriedad con que nuestra Santa hablo en estas visiones intelectuales distintas de la humanidad de Christo nuestro Señor, y quan excelentes son, se ha de advertir a que las recibia siempre después de aver comulgado, quando tenia presente en su alma el original Divino y humano en las especies Sacramentales. Y assi parece, que se representava a su entendimiento, como S. Dionisio dize, que representa a los entendimientos Angélicos los mysterios de su Encarnación, no por semejanças devotamente figuradas a lo material, sino por representación de ma mesma verdad, que en lesus tiene delante. Y que a este modo gozana nuestra Santa por aquel instante de la gloria accidental que gozan en el cielo los Angeles, y las almas con la vista desta Sagrada humanidad. Y assi como las semejanzas que resultan a nuestros ojos de las personas que tenemos delante, por los quales se nos hazen presentes, no son de semejanzas muertas, sino vivas, que nos representan propria y vivamente las acciones de aquellas personas: assl esta representación de Christo nuestro Señor en el entendimiento de nuestra Santa, no era representación muerta, sino viva, como ella dize de sus Divinas acciones.
Esto pues assi entendido, se podrá conocer con una distinción del Angélico Doctor, quanto mas perfecta es esta vision distinta, que la passada indistinta. Porque en el conocimiento connatural de las cosas corporales, que son inferiores al entendimiento, se dize, que es mas perfecto el conocimiento intelectual indistinto, y desnudo de las criaturas de las condiciones de figura, color, y las demas que el entendimiento le desnudo por abstracción de sus semejanzas, que essas mismas semejanzas vestidas de todo esto en la imaginación: no es assi en el conocimiento sobrenatural de las cosas Divinas, que llaman de participación.
Porque como estas en si mismas son mas perfectas, que en nuestro entendimiento, quanto menos tienen del, y mas en su propriedad, y distinción se representan en él, tanto la vision es mas perfecta. Y quanto es mas expressa la semejança dellas, tanto mas en su vigor recibe la luz Divina, que las ilustra. Y como todo esto concurre en esta visión distinta de nuestra Santa, bien se dexa entender quan perfecta y excelente era, y ella lo conocía assi en los efectos que en su alma hazia.
Entre estos favores que haze el Esposo Divino al alma unida con él, le suele conceder que comiençe a gozar en esta vida de las riquezas que tiene dentro de si misma en la perfección de las virtudes, con Bienaventurança començada. Para lo qual se ha de advertir lo que dize Santo Thomas, que las bienaventuranças que el Señor predico en el monte, son actos de virtudes perfectas. Y aunque en esta vida sus actos tiran derechamente al mérito, y en el cielo al premio, acá a lo que perficiona, y allá a lo que deleyta. Con todo esto dize este Santo, que los Varones perfectos comiençan desde esta vida a gozar del premio destas bienaventurabas con los actos de las virtudes con felicidad començada. Esta doctrina verifica nuestro Venerable Padre Fray luán de la Cruz en el alma contemplativa, que ha llegado por trabajos y perfección de virtudes a este dichoso estado de union concediéndole entonces este Esposo Divino, que comience a goçar del buen olor, que las flores de su viña, que son estas virtudes, dan de si en su perfección de sus actos para recrearla y alentarla en la vida penosa del destierro.
Desta bienaventurança nos dá particular noticia la experiencia de nuestro Venerable Padre en estas palabras: "En este estado de union sopla el viento del Espíritu Santo por esta viña florida, huerto regalado del Esposo, que es el alma unida con él: y tocando estas virtudes y dones de que está adornada, las renueva y mueve de fuerte, que dan de si admirable fragrancia y suavidad, al modo de quando menean las especies aromáticas. Pues al tiempo que se haze esta mocion, derraman las virtudes la abundancia de su olor, el qual antes no se sentía en tanto grado; porque las virtudes que tiene el alma como flores cerradas en cogollo, como especies aromáticas encubiertas, cuyo olor no se siente hasta que las descubren, y las mueven. Pero algunas vezes haze Dios tales mercedes al alma su Esposa en este estado, que aspirando con este Espíritu Divino por este huerto del alma, abre todos estos cogollos de virtudes, y descubre estas especies aromáticas de perfecciones y riquezas del alma; y abriendo el tesoro y caudal que ha encerrado en ella, descubre toda su hermosura; y entonces es cosa admirable de ver, y suave de sentir la riqueza de los dones que se descubren al alma, y la hermosura de flores de virtudes, ya abiertas todas, y de la manera que cada una dá de si el olor de suavidad, que le pertenece.
La qual es en tanta abundancia algunas vezes, que al alma le parece estar vestida de deleytes, y bañada de inestimable gloria, tanto que no solo ella lo siente dentro, pero aun suele redundar tanto en lo de afuera, que lo conocen los que saben advertir, y les parece estar la tal alma como un deleytoso jardin lleno de deleytes y riquezas de Dios, y no solo quando están abiertas, se echa de ver esto en estas almas santas, como también ordinariamente traen en si un no se que de grandeza y dignidad, que causa acatamiento a los demás, por el respeto sobrenatural que se difunde en el suge to de la próxima y familiar conversación y comunicación que en Dios tienen, al modo de lo que se escrive de Moisen, que no podían los hijos de Israel mirarle al rostro por la gloria y honra que en su persona quedava de vaer tratado cara a cara con Dios." Todo esto es de nuestro Venerable Padre. Y este efecto exterior de dignidad secrsta, que se comunica al cuerpo de la intima y familiar comunicación, que el alma tiene con Dios, se experimentava bien en su persona, que siendo de suyo deslucida, y él la deslucía mas, por la pobreza y humildad con que la tratava, se descubría en ella uno se que de Dios, que vestía de respeto y veneración a quien la mirava, tan a lo conocido, que dezlan algunos, que los resplandores Divinos de que estava su alma vestida, vestían también de cierta dignidad al cuerpo, como en premio de lo que con ella se conformava.
Prosiguiendo pues este favor de felicidad començada, que haze Dios al alma en este estado, anade: "En este aspirar del Espíritu Santo, que es su Aposentador, para que le prepare la posada del alma su Esposa, llevándola en suavidad espiritual, y poniendo en perfección el huerto, abriendo sus flores, adornándola de la hermosura de gracias y riquezas, y dándole a gustar el sua vissimo exercicio de los actos perfectos de todas estas gracias y virtudes, en participación de gloria, la qual dura en el alma todo el tiempo que el amado assiste alli desta manera, donde le está dando la Esposa suavidad en sus virtudes, como ella lo significo en los Cantares, diziendo: Dum esset rex in accubitu suo, nardus mea dedit odorem suavitatis, que es como si dixera: Mientras que el Rey estava reclinado en su reclinatorio, que es mi alma, mi arbolico oloroso dio olor de suavidad, entendiendo aqui por arbolico oloroso, que consta de muchas flores, el plantel, que consta de muchas virtudes que ay en el alma."
Desta manera nos dá noticia nuestro Maestro desta recreación Celestial, que en este estado le dava el Señor con la hermosura y olor del jardin florido de su alma. Y deste lugar, y de otros de sus libros, y de los de nuestra Santa Madre se saca conocidamente, que por particular privilegio les concedió nuestro Señor algunas vezes lo que los Angeles viadores tenian de su naturaleza de poder conocer su essencia, y lo que Dios obrava en ellos. Porque este conocimiento privilegiado por semejanças infusas proporcionadas, dize Santo Thomas, que lo tuvo Adan en el primer estado, que aun después de la culpa le tienen algunos grandes contemplativos. Y esto significo aqui nuestro Maestro en aquellas palabras referidas: y entonces es cosa admiarble ver, y sentir las riquezas de los dones, que se descubren al alma, y la hermosura de flores de virtudes, ya abiertas todas, y de la manera que cada una da de si olor de suavidad, que le pertenece. Y en otra parte al mismo proposito dize, que ya en este estado le fia Dios que pueda ver en si la hermosura de sus dones y virtudes. El mismo privilegio significa nuestra Madre Santa Teresa, quando dize, que después de salida el alma de la apretura de los trabajos interiores, quedava como el oro salido del crisol afinado, afinada y clarificada, para ver en si a Dios. Y quando vé ya con tanta distinción los efectos sobrenaturales, que la iluminación Divina hazia en su alma, y los senos interiores por donde se estendia. Assimismo quando dize, que de presto la recogió el Señor a su interior, y vio a su alma clara como un espejo, y a Christo nuestro Señor en el centro della.
Ya vimos en otra parte do la doctrina de San Dionisio, como la Sabiduría Divina và purificando las almas contemplativas para reducirlas a su Divina semejança, en que consiste su perfección. Y que quanto esta semejança avia de ser mayor, tanto esta purificación avia de ser mas apretada, como disposición para mas alta forma. Pues assi como para lebantar a nuestra Santa al grado de semejança Divina, que pide la union con Dios, que llaman afectiva, donde se celebraron los Divinos desposorios, la metieron en la fragua de los Serafines, de donde le procedieron las grandes ansias de amor, que ya quedan declaradas: assi también aora para sublimarla en el grado altissimo de semejança con Dios, que pide la union real, que es no solo de afectos, sino también de la misma essencia del alma con su Criador, como después se declara, en el qual grado se celebra el matrimonio espiritual del alma con Dios. Dispusieron para él a nuestra Santa en otro crisol mas apretado de la mesma fragua de los Serafines: en que la disponían para el Sacrificio divinissimo, que llama San Dionisio, donde la criatura se dedica, y reduce toda a su Criador: y en este la acrisolan para holocausto del amor, donde el madero queda del todo hecho ascua, y el alma transformada toda en amor de Dios. Y declarando el Venerable Hugo de S. Victor este holocausto, que pone San Dionisio por el supremo grado de amor de los Serafines, dize, que purga al mismo fuego; esto es, lo que ya el fuego avia purificado, acendrando mas el amor, y lebantando mas de punto la semejança de Dios.
Porque si la pureza y blancura de los Angeles de la Ierarquia inferior tiene semejança con Eios, mayor la tienen los de las Ierarquias superiores, como mas llegados a él, de donde se toma esta perfección, y como ibas almas han de ser colocadas entre las ordenes de los Angeles, tanto cada una ha de ser mas purificada, quanto para mas alto grado de perfección de gracia, correspondiente a la de gloria, la dispone. Y assi pureza que basta para ser ya colocada en la orden de los Angeles, no basta para la de los Tronos, ni para la de los Serafines. Y a nuestro proposito la que basta para un grado de union, y participación de la naturaleza Divina, no basta para esta union mas estrecha, y participación mas alta; y aunque toda es pureza y blancura, ay mucha diferencia de la tina a la otra. Porque como dize Santo Thomas, la semejança y desemejança no se considera solamente, según una misma o diversa calidad, sino también según un mismo o diverso modo de participación, porque no solo es desemejante lo negro de lo de lo blanco, sino también lo menos blanco a lo mas blanco, como de un contrario rio a otro; pues entre la pureza y blancura de las criaturas, aunque sean los mas altos Serafines, a la del Criador, ay distan cia infinita, siempre pueden irse mejorando en la pureza y perfección las almas contemplativas, si Dios las quiere lebantar a mas alto grado de su semejan ça; y en este ultimo crisol dispusieron a nuestra Santa para un grado altissimo desta semejança Divina.
Y porque digamos algo de la substancia deste nuevo crisol, según la noticia que hallamos en los Santos, assi como el passado disponía las potencias del alma para la union afectiva, assi este dispone principalmente la essencia de la misma alma para la union Real, subtiliçadóla, y acendrándola mas para arraygar en ella mas interiormente la gracia, por medio de la qual participa una seme jança de la naturaleza Divina tanto mas alta quanto esta renovación de gracia fuere mas intensa, y segundariamente dispone también las potencias para los aumentos de las virtudes y dones infusos, que con el de gracia se perficionan, como aumentadose la claridad del cuerpo luminoso, se aumenta también la de los rayos que del proceden, que es exem plo de Santo Tbomas a este proposito. Y como estos aumentos avian de ser en nuestra Santa grandes, y en qualquier otro contemplativo, que huviere de llegar a este eminente estado de perfección, as si fue el crisol en que acendraron toda el alma muy apretado.
Desto nos dá noticia experimental la misma Santa desta manera. Después destos arrobamientos viene una pena, que no la podemos traer a nosotros. Y hase de notar, que esto es aora muy a la postre, después de todas las visiones y revelaciones, y de la oración de muy grandes gustos. Porque aunque adelante diré de los grandes impetus que me davan, quando quiso el Señor darme los arrobamientos, no tienen mas que ver con estos a mi parecer, que una cosa muy corporal con otra muy espiritual; y creo no lo encarezco mucho. Porque aquella pena parece, que aunque la siente el alma está en compañía del cuerpo, entrambos parece que participan della, y no es con el extremo de desamparo, que en esta. Esto dize nuestra Maestra. Y tratando su mismo compañero del mismo crisol en que le pusieron para que passasse de una union a otra mas estrecha, dize: Este cauterio, y esta llaga de amor es a mi ver el mas alto grado, que en este estado puede ser. Mas ay otras muchas maneras de cauterizar, que ni llegan aqui, ni son como esta, porque esto es de toque de divinidad en el alma. Esto dize nuestro Venerable Maestro. Y luego refiere por cauterio dichoso inferior a este, el otro en que avia sido herido del Serafín con fuego de esfera, a modo de dardo, como también nuestra Santa. La razón desta mayor excelencia nos la da Santo Thomas en otra parte, diziendo; que qualquiera perfección procedida de Dios, tanto es mas Divina y mas iluminativa, quanto está mas cercana a la Fuente de la luz. Y este crisol es de la gracia, y de los dones Divinos, que proceden della; y todo es luz inmediata, respeto de la iluminación de los Angeles, y assi es de grado mas lebantado, y de mayor eficacia, quando la virtud Divina se esfuerça mas en su influencia. Y lo que dize nuestro Autor, que esta llaga evoque de la Divinidad en el alma, ya queda en otra parte declarado, que es por medio de la gracia, y de los dones Divinos, que proceden de Dios inmediatamente. Y por esto sus toques se llaman toques Divinos .
Continúa nuestra Santa la relación de su experiencia, diziendo : "Para estas ansias, como he dicho, no somos parte, sino muchas vezes a deshora viene un deseo, que no sé como se mueve; y deste deseo, que penetra toda el alma en un punto, se comiença tanto a fatigar, que sube muy sobre si, y sobre todo lo criado, y ponela Dios tan desierta de todas las cosas, que por mucho que ella trabaje, ninguna que la acompañe parece que ay en la tierra, ni ella la querría, sino morir en aquella soledad. Que la hablen, y ella se quiera hazer toda la fuerça possible para hablar, aprovecha poco, que su espíritu, aunque ella mas haga, no se quita de aquella soledad. Y con parecer rae que esta entonces lexissimo Dios, a vezes comunica su Magestad sus grandezas por un modo el mas estraño, que se puede pensar. Porque no os la comunicación para consolar, sino para mostrarlo la razón que tiene para fatigarse de estar ausente de un bien, que en si tiene todos los bienes. Con esta comunicación crece el deseo, y el extremo de soledad, en que se vé, con una pena tan delgada y penetrativa, que aunque el alma estava puesta en aquel desierto, se remonta tanto, que sil pie de la letra me parece se puede dezir lo que dixo el Profeta David: Vigilavi, & factus sum sicut passer solitarius in tecto. Y assi se me representa este verso entonces, que me parece lo veo en mi, y me parece que está el alma no en si, sino en el trejado o techo de si misma, y todo lo criado, porque aun muy encima de todo lo superior del alma me parece que está.”
En estas palabras describe con gran propriedad nuestra Maestra de su elevada experiencia el efecto violento del amor superfervido, que en esta elevación penetrativa acompaña la influencia del don de entendimiento, como en otra parte diximos, aunque aqui embiste el alma con intensa eficacia. Porque lo propriedad deste amor es no solo desnudar al alma del amor de las cosas criadas, para introducir en ella solo el amor de Dios, porque este es efecto del amor agudo inferior a él, sino también desnudarla del todo del amor de si misma, y arrojarla como fuera de si, para que se trasla de al amado. Y as si sucede por modo maravilloso, dize el Venerable Hugo de S. Victor, que lebantada el alma por la fuerça del amor à unirse con él, que está superior a elle, salga también de si como arrojada desta fuerça amorosa; de manera, que ni con el pensamiento, ni con el deseo pueda hazer assiento en si, sino solamente en el que ama. Esto dize este Autor declarando a S. Dionisio. Y también la experiencia de nuestra Maestra desta manera arrojada de si en Dios por la fuerça deste amor.
Pues como el alma ha salido ya de si para trasladarse al amado, y el amado no la recoge para acabarla de unir consigo en este grado superior (el qual es efecto del don de entendimiento, que aquí la embiste con su penetrativa instancia) ni el amor le permite el bol verse a recoger en si para hazer assiento dentro de si misma, queda puesta como en una Cruz, y martirio de amor, según la misma Santa lo dize luego, añadiendo a las palabras referidas las siguientes: "Parece que el alma está crucificada, sin que le venga socorro de ninguna parte, porque no le viene del cielo, ni le tiene de la tierra, padeciendo sin venirle socorro de ningún cabo. Porque el que le viene del cielo (que como hemos dicho es una noticia de Dios admirable, muy sobre todo lo que podemos desear) es para mas tormento, porque acrecienta el deseo de manera, que a mi parecer la gran pena algunas vezes quita el sentido, sino que dura poco sin él. Parecen unos tránsitos de la muerte, salvo, que este padecer trae consigo un gran tormento, que nos sé yo a que lo comparar; ello es un razio martirio sabroso. Pues todo lo que se le puede representar al sima en la tierra, aunque sea lo que suele ser mas gustoso, ninguna cosa admite, luego parece que lo lança de si. Bien entiende que no quiere sino a su Dios, mas no ama cosa particular del, sino todo junto lo quiere, y no sabe lo que quiere. Digo no sabe lo que quiere, porque no representa nada la imaginación, ni aun a mi parecer ¡mucho tiempo del que está assi, no obran las potencias, como en la union y arrobamiento; assi aquí la pena las suspende."
Con estas ultimas palabras toca nuestra Madre y Maestra una calidad muy propria deste grado de amor, que no se contenta con la parte, sino le dan el todo, porque al alma embestida deste amor Supremo no podran acallarla con solo un atributo Divino, como en los demás grados inferiores, sino le dan toda la Divina essencia junta. Y assi el Venerable Ricardo de S. Victor, y S. Buenaventura ponen este grado de amor por el tercero, y supremo de la caridad violenta. Y declaran esta calidad suya desta manera. En esto tercero grado de caridad violenta, ninguna cosa puede satisfacer, sino una; assi como en ninguna halla sabor, sino por el amor de una, una ama, una apetece, por una está sebienta, y por una pena. A esta aspita, por esta gime, por esta se abrasa, y en esta descansa. En esta sola se recrea, y en esta solo se satisface ; ninguna cosa le es dulce, ninguna sabrosa, si con esta no vá guisada. Qualquiera cosa que se le ofrezca qualquiera que se le ponga delante, con facilidad la arroja, y con brevedad la atropolla, sino conviene a este afecto, o sirve a este deseo. Y quando el alma todo otro amor excluye, y no ama sino este uno, o por este u, o, entonces ha subido el amor a este grado tercero, en que padece cierta violencia. Todo esto es destos Autores; res; y por ser este supremo grado de amor Seráfico un genero de martirio, es mártir de amor el que lo padece.
La gran perfección a que llega el alma en este grado, y quan alta pureza, introduce en ella esta pena ansiosa tan intensa, lo significo luego la misma Santa, diziendo: nEste tormento es tan sabroso, y vé el alma que es de tanto precio, que ya lo quiere mas que todos los regalos que solia tener, y a mi parecer no trocaria esta merced que el Señor me haze, por todas las que después diré. Estando yo a los principios con temor, me dixo el Señor: Que no te miesse, y que tuviesse en mas esta merced, que todas las que me avia hecho, que en esta pena se purifica el alma, como el oro en el crisol, para poder mejor poner los esmaltes de sus dones, que le purgava alli lo que avia de estar en el purgatorio. Bien entendía yo que era gran merced, mas quedé con mayor seguridad. ” Todo esto es de nuestra Santa.
Declarando el Venerable Hugo de S. Victor aquellas palabras de San Dionisio, que a los que siguen las ordenaciones de Dios los va su Magestad reformando a semejança de su hermosura, y haziendolos imagines Divinas, y espejos ciariasimos receptivos de la luz primaria, a modo de cherubines y Serafines, que la reciben de su misma Puente, que estos son iluminados inmediatamente de Dios, para que sean como caberas de Ierarquia, y guias de otros, y transfundan ellos la luz Divina, que copiosamente recibieron, al modo que los Angeles Superiores iluminan a los inferiores. Esto dize este gravissimo Autor, y es como una excepción de la regla general, que los Angeles Superiores iluminan a los inferiores, y estos a nosotros. Y Santo Thomas pone por opinion corriente que aunque este orden está assentado de la bondad Divina, por particulares causas se altera, como también en las cosas naturales se muda alguna vez el curso común por disposición Divina.
Supuesto pues que favorezca desta manera nuestro Señor a estas personas tan ilustradas, que las lebante a la Suprema Ierarquia de los Angeles, proporciona sus entendimientos a modo de Angeles Superiores, para que puedan recibir la luz primera. Porque como esta luz es sencillissima y universalissima, no son proporcionados los entendimientos de los Angeles inferiores para recibirla, sino mas estrechada, por estar informados mas a lo particular, y limitado. Pero los superiores como tienen entendimientos mas capaces y proporcionados para recibir el conocimiento por for mas universales, reciben la iluminación inmediatamente de Dios, y la proporcionan después con los entendimientos inferiores. Pues a este modo dize Hugo, declarando al mismo proposito a S. Dionisio, que perficiona Dios estas almas que han de ser guias y cabeças de otros, informándolos aun en esta vida i modo de Angeles Superiores los entendimientos, para que sean muy capaces y universales, de manera que pueden recibir la iluminación Divina en su mismo origen, sin otro medio, como poniéndolas desde el destierro en cierta manera en la possession del lugar que han de o cupar en la Patria. Porque aun en este tiempo dize Santo Thomas, que son algunas almas lebantadas a los ordenes Superiores del cielo.
Desta felicidad gozo nuestra Madre Santa Teresa, como ella lo significo en estas palabras: "Estando una vez en oración se començo a inflamar mucho mi alma, y vinome un arrobamiento de espíritu, de fuerte que yo no lo sé dezir. Parecióme estar metida y llena de aquella Magestad, que otras vezes he entendido, en esta Magestad se me dio a entender una verdad, que es cumplimiento de todas las verdades; no sé yo dezir como, porque no vi nada. Dixeronme, sin ver quien, mas bien entendi ser la minuta verdad: No es poco esto que hago por ti, que es una de las cosas en que mucho me debes. Quedóme una verdad desta Divina verdad, que se me represento, sin saber como, ni qué, esculpida, que me haze tener un nuevo acatamiento a Dios, porque da noticia de su Magestad y poder de una manera, que no se puede dezir: se entender que es una gran cosa.”
En esta descripción que nuestra Maestra haze de la eficacia con que le imprimieron esta verdad en el entendimiento, sin ver nada, significo las propriedades que S. Dionisio refiere de la iluminación que los espíritus superiores reciben inmediatamente de Dios, conviene a saber, que siendo la luz que les comunica mas clara y mas resplandeciente, como mas llegada a su Puente original, parece mas oculta por su pureza, sencillez, y universalidad, y con todo esso obra tanto mas eficazmente, quanto se recibe de Dios mas sin medio.
Declaro luego la mesma Santa, como con esta verdad quedo unformado su entendimiento, a modo de Angel superior, diziendo: Entendí grandissimes verdades sobre esta verdad, mas que si muchos Letrados me lo huvieran enseñado. Esta verdad (que digo se me dio a entender) es en si misma verdad, y es sin principio, ni fin, y todas las demas verdades dependen doste verdad, como todos los demás amores deste amor, y todas las demás grandezas desta grandeza. Aunque esto va dicho obscuro, por la claridad con que el Señor quiso que a mi se me diesse a entender. Todas estas palabras de nuestra Maestra parece que son como una practica de las de Santo Thomas, en que refiere las calidades del entendimiento de los Angeles de la lerarquia superior; y particularmente este, que por una forma superior conocen las inferiores, y mas eficazmente que los Angeles de las otras Ie rarqulas. Y pone el exemplo en el Arquitecto superior, que por una forma universal de su Arte, conoce y dispone las obras y oficios de los oficiales inferiólas con mayor señorío y acierto. Y esto mismo le Bucedia desde entonces a nuestra Maestra, que por aquella verdad universal, con que a modo de Angel superior informaron su entendimiento, conocía las demas verdades, y con esta misma quedo su entendimiento ennoblecido para poder recibir inmediatamente de Dios las iluminaciones Divinas, y como de cosa tan grande le hizo el Señor tan estrecho cargo, porque fue como darle en un instante la dignidad de Chérubin del cielo, con abundancia de sabiduría Divina, de que tan felizmente quedo ilustrada.
Aviendole concedido su Magestad antes desto el grado de Doctora de la sabiduria mystica, que cuentra el Apóstol entre las gracias gratis datas, que reparte el Espíritu Santo entre los fieles, y consiste, como Santo Thomas declara, en conocer en la contemplación estos misterios Divinos, y poderlos declarar a otros, y dosée entonces pudo declarar a sus Confessores los recibos sobrenaturales, que tenia en la oración, porque antes desto no podia, ni sabia declararlos. Y aora con esta merced le dio otro grado mas lebantado desta misma sabiduría, al modo de la Ierarquia suprema, con mayor plenitud dalla. Pero no solo informo al entendimiento a modo do Chérubin, mas también en la voluntad a modo de Serafín, como lo vimos en el capitulo passado, y la memoria a modo de Trono Celestial: de todas las qua les joyas la adorno para la celebración del matrimonio espiritual ázia donde vamos caminando.
Desta dignidad misteriosa de su memoria, con que fue hecha Trono Divino, nos dá ella noticia por estas palabras: "Estando una noche en oración fue tan arrebatado mi espíritu, que casi me pareció que estava del todo fuera del cuerpo, alómenos no se entiende que vivé en él. Vi a la humanidad Sacratissima con mas excessiva gloria, que jamás la avia visto. Representoseme por una noticia admirable y clara estar metida en los pechos del Padre, y esto no sabré yo dezir como es, porque sin ver, me pareció que me vi presente de aquella Divinidad. Quede tan espantada, y de tal manera, que me parece passaron algunos días; que no podia tornar en ml, y siempre parecía traia presente aquella Magestad del Hijo de Dios, que queda tan esculpida en la memoria, que no la ptiedo quitar de mi, que ec harto consuelo, y aprovechamiento. A mi parecer es asta vision la mas subida, que el Señor me ha hecho merced que vea. Pareceme que purifica en gran manera el alma, y quita la fuerza casi del todo a esta nuestra sensualidad» Y es una llama grande, que parece que abrasa, y aniquila todos los deseos de la vida. Queda imprimido un acatamiento, que no sabre yo dezir como, mas es muy diferente do lo que acá podemos adquirir. Quando yo me llegava a comulgar, y me acor dava de aquella Magestad grandissima qué avia visto, y mirava que era el que estava en el Santissimo Sacramento, los cabellos se me espeluzavan, y toda parecía, me aniquilava.|
Desta manera describe nuestra gran Doctora esta vision con que hizo el Señor a su memoria Trono de su grandeza, a semejança de los Tronos Celestiales, y assi le assienta muy bien el nombre de Delfera, que San Dionisio le dà. porque lleva en si a Dios, y ele los aprovechamientos que con esto sentía, ge verifica bien lo que dize el mÍsmo Pan Dionisiodestas visiones intelectuales acerca del Criador, de quan mejorada en esta perfección dexan al alma, y reducida a Dios, particularmente quando son tan subidas como estas»
De los
capitulos passados, donde se trato del holocausto de amor, podemos aver
entendido, como en el apuran al alma contemplativa intensamente, para que
consumidas ya en ella todas 420 las dessemejanças adquiridas, y naturales,
pueda entrar en la blancura y perfeccion habitual del alma con Dios, que llaman
los mysticos estado de matrimonio espiritual, y la cumbre de la perfection de
la vida de destierro, en participacion de la felicidad de la Patria. Y aora
declararemos la substancia deste estado, y como entra el alma en la rica
possession del. Para lo qual se ha de advertir lo que dize San Gregorio, que
aviendo do criado Dios al hombre para que dentro de si mismo, como en un
Parayso Espiritual buscasse siempre la presencia y hermosura de su Criador, en
fee muy ilustrada, y habitasse en la suavidad y fortaleza de su amor, avia sido
por la culpa echado deste Parayso Espiritual, como tambien del terreno, y
condenado a andar por caminos tenebrosos mendigando por medio de los sentidos y
potencias el conocimiento de Dios por el de las criaturas, apartado de la
habitacion de la verdadera luz, y las potencias desterradas de la morada de su
centra y essencia, donde Dios igualmento habita en los quo estàn en gracia, y
donde en el estado de la primera innocencia gozavan los ojos intelectuales en
sabor y alegria celestial deste Espiritual Parayso, como los corporales del terreno
y material.
Para
restauration deste patrimonio antiguo del Adan primero, vino al mundo el Adan
segundo, que es Christo N. Señor, el qual nos merecio la gracia con que se và
reparando, y con alla và des-nudando al alma de las imperfecciones y
desemejanças procedidas del hombre viejo, para vestirla de la semejança, y de
los resplandores del hombre nuevo a la qual reformacion llamo el Apostol
Configuracion de nuestra humildad en esta claridad de Christo. Para lo quai,
como ya vimos de la doctrina de Santo Thomas, dos efectos principales haze la
gracia en el alma. El primero, perficionarla en si misma, quanto al ser
espiritual, vis-tiendo la essencia y naturaleza della de la misma gracia, como
forma Divina para hazer la semejante a Dios. El segundo efecto es
perficionarla, quanto a las potencias, con las virtudes y dones infusos, que proceden
de la gracia para la perfeccion de sus actos, particularmente del conocimiento
y amor; por esta semejança Divina, que la gracia imprime en la essencla del alma, queda allí participando
de fea misma naturaleza de Dios, a modo de una nueva regeneración, por la qual
muere a la imperfección del hombre viejo para vivir en Christo, según la perfección de sus
virtudes, y por la perfecta obediencia, y conformidad con su Divina voluntad,
ser restituido en el patrimonio antiguo, de que fue excluido por su
inobediencia el Adan terreno, y nos le mereció el Adan Celestial obedeciendo
hasta la muerte.
Pues al passo que la gracia va despojando la essencla del alma de la forma antigua, è imperfecta, introduciendo en ella esta forma nueva y Divina; assi mismo va hazlendo lugar a Dios, para que mas estrechamente se una con ella,
Y como en los aumentos de gracia se vá caminando de los grados menos perfectos a los mas perfectos, según queda declarado en otra parte, assl también en los grados de union con estos aumentos de gracia. Y como la essencla del alma se vá perflclonando mas con la forma Divina universal, que la gracia vá introduciendo en ella, como en sugeto 423 que recibe; assi se van perficionando tambien las potencias con las formas particulares de dones y virtudes, que de la gracia emanan a ellas, de la manera que aumentandose el resplandor del cuerpo luminoso, se aumenta tambien el de los rayos que del proceden.
Y
aunque en todos los estados se và introduciendo esta blancura y semejança
Divina en el alma, que sabe disponerse para los recibos de la gracia, mucho mas
despues que entra en la fragua del amor Serafico, que por esso le llama San
Dionisio Fuego Celestial, por dos semejanças que tiene con el fuego de la
tierra. La una, que imprimiendo su semejança en la cosa que embiste, la inflama
y transforma en si. Y la otra, que esta forma y semejança suya penetra toda la
cosa que embiste, inflamando hasta lo mas intimo della. Y otro tanto haze este
fuego Celestial en el alma que inflama, que la transforma en Dios, è imprime en
ella su Divina semejança hasta lo mas intimo della. Embestida pues el alma
deste fuego Celestial, và consumiendo en ella, ya a lo penoso, ya a lo ansioso,
ya a lo gozoso todo el orin de sus imperfecciones 424, y las desemejanças de
Dios, y vistiendola de una blancura de la luz eterna del Hijo de Dios por amor
y semejança. Y para perficionar y ordenar este amor fue introducida la voluntad
en esta bodega de los vinos misticos, que es el Parayso Espiritual, donde alla
sola llego hasta el Talamo del Esposo Celestial, quedandose las demàs potencias
a la puerta, como en su lugar declaramos, y alli la unio consigo para
perficionarla en su amor.
Introducida
pues el alma en el estado de union, y caminando por él entre tantos favores
como en èl recibe del Esposo Divino, la va divinizando mas, y lebantandola a
mayor blancura de su semejança, para unirla consigo mas estrechamente, como lo
avemos visto en los raptos passados. Y porque para entrar en el estado de union
habitual, que es una semejança del estado de la innocencia, de que gozo Adan
antes del pecado, ha de tener el alma una blancura y pureza, que sea muy
semejante a la gracia original, en que Adan fue criado, la meten en el ultimo
crisol intenso y penetrativo, de que ya se trato, que llama San Dionisio 425
holocausto purgativo, no de las imperfecciones, sino del mismo fuego. Porque
aunque el fuego material, que purga todas las rosas, no tiene otro fuego de su
genero, que le purifique a èl, el fuego espiritual si. Porque como es
influencia del fuego Divino increado de infinita virtud, una influencia del mas
eficaz, purga lo que purifico otra menos eficaz, lebantandola a la mas subida
blancura, de la manera que la iluminacion Divina purga a los Angeles del afecto
del entendimiento, que llaman nesciencia, introduciendo en ellos mas perfecta
ciencia.
Desde
crisol y holocausto celestial sale el alma ya del todo renovada, y como
reengendrada a lo Divino en una altissima participacion de la naturaleza
Divina, por media de la gracia y virtudes infusas, intensamente arraygadas en
ella, con que ya queda vestida de una subida blancura y Divina semejança, para
ser introducidas no solo la voluntad, sino tambien las potencias espirituales
en el Talamo del Esposo, y en el estado de union habitual, toda el alma donde
se celebran las bodas dente Divino matri426monio, y en ella es revestida de la
possession del Parayso interior, de que fue desterrado el primer hombre por la
culpa para que de alli adelante dexe de andar por caminos tenebrosos,
mendigando el conocimiento de su Criador, y habiten en la morada de la
verdadera luz en el centro de su alma, donde Dios tiene su habitacion en ella,
y alli gozen de la suavidad de su conocimiento y amor en comunicacion familiar
y estrecha, y del Reyno de Dios, que està dentro de nosotros mismos, que es justicia,
paz y gozo en el Eapiritu Santo.
Desta
union habitual del alma contemplativa con su Criador, donde se celebra el
matrimonio espiritual, trata Santo Thomas en diferentes partes de sus libros.
En uno de los quales la llamo union permaneciente, y no de passo, en que el
alma queda uniad a Dios, no 427 como huesped que passa de camino, sino como
morador de assiento. Y pruebalo con aquel luger de la Esposa en los Cantares,
que despues de largos trabajos que avia passado en busvar a su Esposo, dize:
Hallè al que ama mi alma, abraçaré me con èl, y no le soltarè. En otra parte
pone dos uniones del que ama en el amado, uno afectiva, de que ya hemos
tratado, que consiste en la conformidad y union de los afectos. Y otra real,
que pide la presencia del amado, y esta es la que toca a este luger, y declara
un Autor Escolastico muy docto desta manera: "Por la gracia y caridad se
assienta entre Dios, y el hombre una perfecta amistad, y la amistad de suyo
pide union entre los amigos, no solo por conformidad de los afectos, sino
tambien en quanta es possible, por union y presencia inseparable.
De
donde viene, que la amistad perfectissima, y principalmente la espiritua y Divina,
de su naturaleza pide intima presencia de Dios en el hombre, que desta manera
eligio por amigo, conviene a saber, por real assistencia dentro del mismo, en
virtud de semejante amis 428tad; y porque este union no es del todo entre
iguales, sino con debida proporcion, por esso por virtud della mora Dias en el
hombre, como Protector y Governador suyo, del qual toma Dios el cuidado y
govierno, no solo por el titulo de su providencia general, sino tambien por
titulo particular de amistad. Finalmente, porque en esta amistad siempre se ha
de tener consideracion a la Magestad Divina, aunque mora Dios en el hombre,
como en amigo con quien està unido intimamente: « Pero esto para ser adorado, y
servido con suma reverencia y veneracion como Señor, y juntamente amigo, y por
esto reside en èl presencialmente, como en Templo suyo vivo y animado, al qual
adorna y apareja con sus dones criados, para ser en èl desta manera venerado? »
Y este modo de presencia y habitacion significan en muchos lugares las Divines
letras." Todo esto es deste Autor, y entrambas estas dos uniones dize
Santo Thomas, que son efectos del amor, aunque de diferente manera.
Porque
la union reale en que el alma goza la presencia del amado, la haze el amer
efectivamente, porque siempre 429 esta moviendo al que ama a desear y buscar la
presencia del amado, y la union de afecto, la haze la union formalmente, porque
el mismo amor es esta union, y el nudo y vinculo con que se unen y juntan los
afectos de los que assi se aman. Pero no qualquiera amor, sino el que procede
de habito perfecto de caridad, porque entonces el amor se apodera mas del alma,
y alcança mayor vitoria della. Esto es de Santo Thomas.
Pues
quando la gracia habitual està intensamente arraygada en la essencia del alma,
del todo penetrada della, queda la misma alma como reengendrada a lo Divino en
una semejança y participacion grande de la naturaleza Divina. Y como las cosas
semejantes se inclinan a unirse entre si por participacion de una misma forma y
ser, como una misma cosa en ella, en estando desta manera penetrada, y
divinizada la naturaleza del alma, la une Dios habitualmente consigo, y le dà
facultad para gozar, no solo de sus dones, mas tambien de la misma persona
Divina, que se los concede, y tanto mas favorablemente, quanto la gracia mas
apoderada està del alma. 4s0
Porque
la gracia es la que dispone y perficiona para esta union, y para gozar de la
persona Divina, con quien esta unida. Todo esto es de Santo Thomas. Y quando la
essencia del alma està desta manera unida intimamente a Dios por medio de la
gracia, esta siempre solicitando las potencias, para que actualmente se unan
tambien con Dios, y entonces se junta la union actuel con la habitual, y la
afectiva con la real.
Es tan
alto el estado desta union habitual, y obra de la gracia tan remontada de todo
el caudal de la naturaleza, que estando aun el alma en el destierro, và como
tocando los fines de la Patria; porque como la naturaleza inferior con la
suprema operacion toca lo infimo de la naturaleza superior, y participa della,
gozava el alma en este dichoso estado unas como primicias de la vida de los
bienaventurados, y una felicissima participacion de la contemplacion de los
Angeles por lo qual San Buenaventura en el opusculo que hizo de los siete
grados de contemplacion; y nuestra Santa Madre Teresa de Iesus por toda la
septima de sus moradas, apartando 4s1 este estado de todos los demàs de la alma
contemplativa, le dan grado aparte, que es de septimo y ultimo de la escala
mistica. Pues con estas mercedes ya referidas, y con otras que haze Dios a las
almas en este estado de union, como ya a esposas suyas las và transformando del
todo en su amor, en la qual transformacion consiste la union habitual del alma
con su Divino Esposo. Para cuya declaracion nos acordemos de lo que en otra
parte diximos, que avia tres maneras de union, una actual, de que hasta aqui
avemos tratado, y otra habitual, de que trataremos en este capit. y otra actual
y habitual juntamente, de que tratarèmos despues desta. La union habitual es,
quando despues del acto de union, donde de Dios viendo a esta Palomita del alma
enamorada, que arida volando por los ayres del amor sobre todas las aguas del
diluvio, de tantas fatigas y ansias como por el padecia, se apiado della, y
estendiendo la mano de su misericordia la recogio y metio en el arca de su
caridad y amor, para que alli descanse. Y despues de tantas mercedes y favores,
como en el estado de desposorios espirituales (de que ave4s2mos hasta aqui
tratado) le hizo con aquel adorno, y enriquecio como a Esposa suya; y aviendo
ya dexado la pluma vieja de su natural imperfecto, la renovaron como a Aguila
generosa con la pluma Divina de los habitos infusos, arraygados ya intensamente
en toda el alma, y hechosa semejante a Dios, como vestida de una Divina forma
altissima, con la qual ha entrado ya en estado de total transformacion, que es
la disposicion ultima para celebrar con alla el matrimonio espiritual. Pues
quando esta ya desta manera transformada, passa a estado de union habitual,
adonde no vive ella ya en si, sino en Dios, y Dios vive en ella, y se hazen
entrambos un mismo espiritu, por transformacion de amor.
Desta
union habitual trata S. Dionisio, debaxo de nombre de extasis Divina, que es
transformacion en Dios, y trae por exemplo della al Apostol S. Pablo, que por
virtud del amor Divino (que tiene por oficio transformar en si las almas)
estava tan unido y transformado en Christo, que dezia: Vivo yo, ya no yo, sino
vive Christo en mi. Y assi, segun la doctrina deste Santo, no es otra cosa 4s5
union habitual, sino un extasis continuada del alma en Dios. Desta misma trata
Santo Thomas en diferentes partes de sus obras. En una dize, que este no era
union superficial, sino union de dos cosas una, como la union de forma del que
axis. Todo esto es de Santo Thomas. Y siempre se ha de entender segun lo que
dize en otra parte, que esta es union de afectos, y no de essencias. En otro
lugar la llamo union de eleccion, donde venia Dios al alma no solo llamado como
en la contemplacion ordinaria donde le llamamos, para que nos infunda la
caridad con que nos avemos de unir con èl, sino tambien viene elegido, porque
como ha recibido ya el alma esta caridad, viene ya Dios a ella, como a heredad
propria de assiento, y sin contradicion, sino eligido por todos los deseos y
fuerças del alma, porque como transformada ya en al, todas han concordado en
esta eleccion. Y con esta concordia reposan todas dulcemente en al. En otra
parte la llamo union transcendiente, porque unia al alma con Dios, a la
criatura con su Criador, y lo finito con 4s4 lo infinito, transcendiendo toda
la facultad del arte y de la naturaleza; y esto no poniendo solamente el pie en
el grado de union, como en los primeras actos della, sino fixandolo de
assiento, y quedandose el alma unida a Dios, no como huesped de passa, sino
como morador de assiento, y perpetuo. En otra parte declaro esto mismo por la
semejança de la luz del Sol, porque ya en esta union habitual no recibe
solamente el alma en si esta luz divina, como los cuerpos disfanos y claros,
que se unen con los rayos del Sol mientras estan presentes; como el alma con
los del Sol Divino en la union actual, y apartandose el Sol, cessa la
iluminacion, sino tambien recibe la luz, reteniendola habitualmente como el
diamante, y las demàs piedras preciosas retienen en si la claridad que del Sol
recibieron, aunque resplandecen mas quando de nuevo son ilustradas con claridad
actual, como tambien sucede en la union habitual, como adelante declararemos.
Por todos los quales caminos nos declara este gran Maestro de la Sabiduria mistica,
y Escolastica esta union habitual en estado de transformacion. Desta unión 4s5
habitual trato nuestro Venerable Padre Fray Iuan de la Cruz en diferentes
lugares de sus escritos, particularmente en aquellos dos tratados que hizo de
doctrina mistica, tan alta y tan profunda de la union del alma con Dios, en el
uno de los quales (aprovechandose del libro de los Cantares) declaro este
estado de desposorios espirituales, y disposiciones transformativas del alma en
Dios. Y en el otro que comiença, “O llama de amor viva”, trato desta
transformacion en amor mas calificado de matrimonio espiritual, la qual
diferencia declaro por una comparacion muy a este proposito, diziendo; que el
estado primero de union es como la del fuego unido con el madero, que no le ha
aun acabado de transformar en si, aunque le và convirtiendo en ascua; pero el
estado de matrimonio espiritual es de union del todo transformada, como el
madero ya hecho todo ascua, y transformado en fuego: que asi lo esta en este
estado el alma en el fuego de amor Divino, hecha ya habitualmente una cosa con
èl quanto al afecto, conservando su naturaleza, nunque ilustrada, como la del
hierro se conserva en el 4s6 fuego, aun quando està hecha ascua. Y aunque las
disposiciones para esta union y transformacion son las que avemos declarado en
los capitulas passados; y como se va mas transformando el alma por media destas
disposiciones, y de la mayor intension de los habitos infusos en ella se va mas
uniendo con Dios. Con todo esso suele nuestro Señor perficionar esta union
habitual en el alma, è introducirla en ella con alguna particular merced;
porque como declaro Santo Thomas, ay algunas operaciones en las cosas
espirituales, que aunque Dios es principal agente en ellas, piden que aya
cierto concurso de quien las recibe, para que la comunicacion sea
corresponsdiente. Y deste genero es la union actual, donde se celebran los
desposorios Divinos, y la actual, y habitual juntamente, donde se celebra el
matrimonio espiritual del alma con Dios, en que conviene que aya
consentimiento, y concurrencia de entrambas partes, y tambien particular
solemnidad y siesta. Por lo qual el Esposo Divino, como es el Señor desta
solemnidad, haze en estos grados tan altos alguna gran merced al alma, que 4s7
sirva de despertarla de nuevo en su amor, y en el deseo de celebrar estas
bodas, y juntamente de solemnidad y fiesta dellas. Y lo mismo hallamos, quando
el alma es introducida en el dichoso estado de union habitual, donde este
matrimonio se ha de celebrar, de lo qual nos darà clara noticia la fiel
experiencia de nuestra Maestra en el capitulo siguiente.
Caminando
pues de tan noble causa a su efecto, y resumiendo toda esta doctrina mistica y
Escolastica de Santos quando ha Ilegado ya el alma con todos los cauterios
Divinos, que es han tocado, a estar tocada y divinizada segun el grado de
semejança Divina, que pide esta union estrecha y continuada, y alcançando tan
alta blancura y pureza, que en cierta manera se parezca a la que dava a Adan la
justicia original en el primer estado, con tan gran reformación de potencias y
sentidos (que toda esta 4s8 republica interior se puede ya llamar ciudad fiel,
y habitacion del justo, como a este proposito lo dixo Isaias en el lugar otras
vezes referido) la admite el Esposo Divino al redo supremo de la perfeccion y
felicidad desta vida por camino de contemplacion, que es de matrimonio
espiritual, y le dà como en arrasdel, potestad de gozarle con union,
familiaridad, y continuacion, no ya en el techo de la casa, como en las
elevaciones passadas, sino en su Camara Real, que llamo S. Dionisio Casa de la
Sabiduria; y los misticos, Talamo del Esposo; y nuestra gran Doctora septima
morada, que es el centro del alma, donde Dios tiene su Trono Real en alla, y
restituye la llave del Parayso Espiritual, de que Adan avia sido excluido por
el pecado, para que no solo la voluntad, como en la union passada, mas tambien
la memoria y entendimiento purgado ya de las lagañias, è imperfecciones (que
como declaro San Dionisio, le tenian antes enfermo, y escurecido para poder
mirar los resplandores Divinos sin pestañear, ni quedar deslumbrado) puedan ya
entrar en este Divino Parayso, y habitacion de 4s9 la verdadora luz y gozar
alli de Dios, y descansar en èl suavemente, como en el centro de su felicidad,
segun puede gozar deste bien en esta vida. Con lo qual le abre la puerta de su
comunicacion familiar, y se la dexa franca, para que pueda entrar a regalarse
con èl en este jardin de sus deleytes a todas horas, donde esté siempre la mesa
puesta de manjares Divinos, y combinando con ello la Divina Sabiduria, como
ella misma lo dize.
Desde
feliz estado trata muy de proposito la experiencia ilustrada de maestro
Venerable Padre Fray Iuan de la Cruz, declarando la semejança que ay entre èl y
el que tuvo Adan antes del pecado. Y como en èl toda la parte sensible està
rendida al espiritu, sin impedirle como antes, sino acudiendo a su paz y
suavidad en Dios para ser governado del en todas sus acciones. Y en esta
entrada al parayso de los deleytes de Dios, vestido de tan feliz blancura, la
compara a la Paloma que salio del Arca de Noe, y bolvio despues a ella con el
raino de olives. Porque assi esta alma que salio de la Omnipotencia de Dios en
su creacion, despues de vaer andado por las aguas del 440 diluvio de pecados y
trabajos desta vida, buele al Arca del pecho de su Criador, con blancura
semejante a la de su creacion, y con señales de misericordia, que ha usedo Dios
con ella en darle victoria de sus imperfecciones. Pero mas en particular trata
nuestre ilustradissima Maestra desta entrada al Parayso Espiritual, y de la
vida que alli hazia, y assi lo declara mas con su experiencia, porque en esta
septima morada nos dexo tan alta luz Divina, que deslumbra los entendimientos
mas profundos, è ilustrados.
Dize
pues a nuestro proposito estas palabras: "Quando nuestro Señor es servido
de apiadarse de lo que padece, y ha padecido por su deseo esta alma, que ya espiritualmenta
ha tomado por Esposa, primero que se consuma el matrimonio espiritual, metela
en su morada, que es esta septima; porque assi como la tiene en el cielo, debe
tener en el alma una estancia adonde solo su Magestad mora, digamos otro cielo:
pues quando es servido de hazerle la merced dicha de su Divino matrimonio,
primero la mete en su morada, y quiere su Magestad no sea como otras vezes, que
la ha metido 441 en estos arrobamientos, que yo bien creo que la une consigo
entonces, y en la oracion que queda dicha de union, aunque alli no parece al
alma que es llamada de Dios para entrer en su centro, como aqui en esta morada,
sino a la parte superior. Pero en esto và poco, sea de una manera o de otra; lo
que haze al caso es, que alli el Senor la junta consigo mas, haziendola ciega y
muda, como lo quedo San Pablo en su conversion, y quitandole el sentir, como, o
de que manera es aquella merced que goza. Porque el gran deleyte que entonces
siente el alma, es quando se vè acercar a Dios: mas quando la junta consigo,
ninguna cosa entiende, que las potencias todas se pierden.
Aqui es
de otra manera, que quiere ya nuestro buen Dios quitarle las escamas de los
ojos, para que vea y entienda algo de la merced que le haza, aunque es por una
manera estraña y metida en aquella morada por vision intelectual por cierta
manera de representacion de la verdad, se le muestra la Santissima Trinidad
todas tres Personas con una inflamacion que primero viene a su espiritu, a
manera de una nube de gran442dissima claridad. Y estas tres Personas distintas,
y por una noticia admirable que se dà al alma, entiende con gran verdad dad ser
todas tres Personas una substancia, y un poder, y un saber, y un solo Dios. De
manera, que lo que tenemos por Fè, alli lo entiende al alma, podemos decir como
por vista, aunque no es con los ojos corporales esta vista, porque no es vision
imaginaria. Aqui se le comunican todas tres Personas, y la hablan, y la dan a
entender aquellas palabras que dize el Evangelio, que dixo el Señor que vendria
El, y el Padre, y el Espiritu Santo a morar en el alma, que le ama y guarda sus
mandamientos. O, val game Dios, quan diferente cosa es oir estas palabras, y
creerlas, o entender por esta manera quan verdadaras son." Todas estas son
palabras de nuestra Santa, y en ellas, como tan llenas de altissima Sabiduria
mistica nos daclara a lo experimental, y como a vista de ojos, la entrada de
todas las potencias al Parayso Espiritual, y casa de Sabiduria. Assimismo nos
declara que no solo es la restitución en el patrimonio original, que perdió
Adan, mas tambien en la contemplación 44s Divina, de que gozava dentro deste
Parayso Espiritual, que como dize Santo Thomas, era une luz subidissima, y como
semejança expressa de la luz increada. Porque a este modo le comunicaron a nuestra
Santa el misterio de la Santissima Triuldad en esta vision por semejanças
intelectuales, expressas y distintas de las tres Personas Divinas. Y deste
genero dize el mismo Santo que era la contemplacion de los Angeles viadores
antes de ser glorificados, los quales por le luz de su naturaleza, que es
semejança expresse de la luz increada, contemplavan a Dios. A este conocimiento
de semejanças expressas llaman los Autores misticos la iluminacion del tercero,
y mas lebantado grado del don de Sabiduria, por el qual llega el alma
contemplativa, aun en el destierro, a ser Secretaria y Consejera de Dios, como
sabidora de sus secretos y altos consejos.
Para
que este conocimiento tan lebantado, que aqui dieron a nuestra Santa, quede mas
entendido; aeordemonos de lo que Santo Thomas nos dixo en otra parte, que lo
que la Fé sencilla representava al entendimiento de los 444 misterios Divinos,
como embuelto en escuridad, lo desembolvia en cierta manera la iluminacion del
don de Sabiduria en la contemplacion endiosada. Porque esto mismo es lo que
hizo aqui este nube clarissima, que venia delante, y juntamente iluminava al
entendimiento, inflamava a la voluntad en esta vida, a modo de nube
proporcionada con la Fè; y en la otra a modo de Sol, proporcionado con la vista
clara de Dios. De manera, que lo que la Fè tenia en el entendimiento de nuestra
Santa, como embuelto en ascuridad del misterio de la Trinidad Beatissima, lo
desembolvio un poco, quanto se compadecia con el acto de Fè, representado solo
por semejanças distintas, y expressadas de las tres Personas Divinas. Porque
como declaro en otra parte el mismo Santo, es calidad de la semejança expressa,
que expresse algo de lo particular del misterio que representa, lo qual es
proprio de los Bienaventurados; Porque aunque nos dize la Fè, que Dios as
hermosura infinita no podemos en particular saber como es essa hermosura, la
qual von allà cara a cara los Bienaventurados. Pues quando nos la represanta la
Fè ilustrada del don de Sabiduria, con alguna semejança expressa, aunque no nos
la muestra al descubierto, nos imprime el conocimiento della con unos
resplandores de Divinidad, que haze el entendimiento altissimo concepto della
sobre el modo comun de entender. Los quales resplandores significa San Dionisio
quando tratando destas semejanças tan Divinas dixo, que de tel manera se
proporcionavan con el entendimiento del hombre, que conservavan la decencia que
se les devia por representar a Dios. Y en otra parte los llama inefables, y que
como a proprios de Angeles a solos aquellos se conceden, que en la contemplacion
y en la pureza se assemejan a los Angeles.
Prosiguiendo
nuestra Deifica Doctora esta vision Divina, declara la unión habitual que en
ella le concedieron, a cuyo proposito dize assi: Cada dia se espanta mas esta alma en una cosa muy honda, que no sabe
dezir como es, y siente en si esta Divina compañia, en faltando las ocupaciones
se queda con ella agradablemente. Y si no falta el alma a Dios, el jamàs
faltarà, a mi parecer, de darle a conocer tan notoriamente su presencia. En
las quales palabras no solo declara esta union habitual del alma con Dios, mas
tambien por virtud della, no solo le dan facultad para gozar de los dones
Divinos, mas tambien del Autor dellos, pues tan a lo conocido de Fè ilustradissima
gozava de la agradable compaña de las tres Personas Divinas en el hondo centro
de su alma.
A
nuestro Venerable Padre su compañero tambien le hizieron semejante merced en
esta entrada del Parayso Espiritual, aunque de diferente misterio, porque le
comunicaron el conocimiento distinto y endiosado de la essencia Divina, con
muchas de las perfecciones de Dios por medio destas semejanças expressas, que
San Dionisio llama instables y desconocidas de nosotros, y proprias de Angeles,
de que èl mismo nos dà noticia experimental debaxo de nombres de lamperas de
fuego, por el efecto que hazia en su alma el conocimiento ilustrado de las
Divinas perfecciones; y a este proposito dite assi: "Grandemente te es
menester en esta cancion el favor de Dios, para declarar a los que no tie 447nen
experiencia, lo que en ella se trata de las grandes mercedes que en esta unión
haze el Esposo al alma son tan subidas noticias, como le da de si mismo, con
las quales son alumbradas y enamoradas las potencias, y suponiendo para su
declaracion, que las lamperas tienen dos propriedades que son lucir y arder, se
ha de saber, que Dios en su unico y simple ser es todas las virtudes y
grandezas de sus atributos, porque es Omnipotente, Sabio, Bueno,
Misericordioso, Iusto, Fuerte, Amoroso, y otros atributos y virtudes, que del
no conocemos aca. Y siendo èl todas las cosas, estando unido con el alma,
quando èl tiene por bien de descubrirsele, en muy particular noticia, echa ella
de ver en èl estas virtudes y grandezas todas en unico y simple ser, perfecta y
profundamente conocidas, segun se compadece con la Fè. Y como cada una dellas
sea el mismo ser de Dios; y siendo Dios infinita luz, à infinito fuego Divino,
de aqui es que en cada uno destos atributos luzga y arda como verdadero Dios. Y
assi segun estas noticias que el alma alli tiene de Dios conocidas en unidad,
le es el mismo 448 Dios muchas lamparas, pues de cada una tiene noticia, y le
dan calor de amor, cada una en su manera, y todas ellas en un simple ser. Y
assi Dios le es al alma en esta alta comunicacion, que a mi ver es de las
mayores, que le puede hazer en esta vida, innumerables lamparas, que le dan
luz, y amor. Estas lamparas lucieron a Moyses en el monte Sinai, donde pasando
Dios delante del apresuradamente, se prostro en tierra, y dixo a vozes algunas
grandezas de las que el vio, amandole segun aquellas cosas que avia visto.
Desta manera declara nuestro Maestro esta comunicacion Divine tan subida. Y en
materia de semejanças distintas se ha de advertir que las negamos en el
conocimiento natural, porque figurando à nuestro modo humano las perfecciones
Divinas, las humillamos y apocamos. Y en el conocimiento sobrenatural como
lebantan el entendimiento sobre su modo humano y grosero, quanto mas distintas
y expressas son las semejanças, tanto es mas alto el conocimiento.
Quando
nuestro Senor lebenta al alma a la possession del Parayso Espiritual, y al
estado felicissimo de la union habitual, le haze merced de unirla estrechamente
consigo, no solo según su essencia, mas tanbien segun sus potencias, quedando
por entonces unida el alma con Dios actuel y habitualmente en altissima
comunicacion y noticia del Esposo Divino, con quien ha de celebrar el
matrimonio espiritual. Pero fuera de esta ocasion, y de otras que el mismo Señor
con particular iluminación une actualmente las potencias, aunque como los
Angeles superiores assiaten a Dios en aquel Sagrado Templo suyo del centro del
alma, y casa de la Sabiduría, que él edificio para si, y la adorno tan a lo
Divino, no siempre están unidas pero gozan de ordinario de favorable ilustracion, y elevación
de espíritu;
porque como están ya dentro de la bodega de los vinos místicos, aunque no se
cobriagan, como
quando actualmente están unidas, al fin beben deste vino celestial, y como dise nuestra
ilustrad!ssima
Doctora, siempre que las potencias se desocupan de las cosas exteriores, y
aplican toda la intensión del animo & lo interior, para ocuparse todas en
Dios, gozan allí de la favorable compañía que las tres Personas Divinas le
hazen, de manera, que siente el alma su aliento y amparo, y los efectos
suavlssirnos de su comunicación intima; porque como dise Santo Thomas, es proprio de la naturaleza de la union, que las
cosas entre si unidas participen las unas de los bienes de las otras.
Esta diferencia de quando las potencias están unidas, o assistantes a Dios dentro del centro del alma, declaro nuestra Maestra desta manera: nEl traer esta presencia de las tres Personas Divinas, entiéndese que no están enteramente, (digo con tanta claridad) como se le manifiesta la primera vez, y otras algunas que quiere Dios hazerle este regaso. Porque si este fuesse, es impossible entender en otra cosa alguna, ni aun vivir entre la gente; mas aunque no es con tanta luz, siempre que advierte se halla con esta compañía. Digamos aora: Si una persona estuviesse con otras en una plaça muy clara, y cerraesen las ventanas, y se quedassen a escuras, no porque se quito la luz, para verlas, dexa de entender que están allí. Es de preguntar, si está en su mano el abrir la ventana para tornarlas a ver quando quisiere? Esso no, sino quando nuestro Señor quiere abrir el entendimiento: harta misericordia le haza en nunca Irse de con ella, y querer lo entendía con tanta certeza." De las quales palabras queda conocido, que esta union habitual del alma con Dios, y la aseistencia que las potencias le hazen en el centro della, no causa enegenacion, como la union actual dellas, ni impide al alma para poder acudir a las cosas exteriores, como tampoco impedía al A postol San Pablo, antes la habilita mas para ellas. Y a este proposito dixo la misma Santa poco antes: Pareceros ha según esto, que no anda en si el alma, sino tan embebida, que no puede entender en nada. Anda en si mucho mas que antes en todo lo que ee servido de Dios, y en faltando las ocupaciones se queda oon aquella agradable compañía.
Destas dos maneras de union habitual y actual trata también nuestro Venerable Padre Fray luán de la Cruz, en conformidad de su ilustrada compañera, porque entrambos bebían esta Sabiduría en una misma Fuente; y a nuestro proposito dize assi: Aunque en este estado de matrimonio espiritual, después que Dios la puso en él, siempre está el alma unida con Dios según la sustancia della, no empero está siempre en actual union según sus potencias; pero en esta union de la sustancia del alma muy frequentemente se unen también sus potencias, y beben en esta bodega el entendimiento entendiendo, la voluntad amando, y la memoria ilustrándose con noticias, y sentimientos Divinos; pero estar en continua union de las potencias, no es según el estado desta vida. Esto dize nuestro Venerable Padre. Y la razón nos dio Santo Thomas en otra parte, diziendo; que como el amor es el que solicita estas dos uniones, esta siempre moviendo al alma transformada en Dios al deseo del amado, y a buscar su presencia para unlree con él. Y como anda tambien dispuesta para esto, con facilidad prende el fuego actual» como en la vela reden muerta» que todavía esta humeando» que es comparación de que uso Santo Thomas a este proposito.
Y es proprîeâad del amor, donde haze de veras assiento querer siempre recibir nuevas prendas, y experiencias amorosas de la persona amada, y andarse saboreando en sus memorias. A cuyo proposito dize San Lorenço Iustiniano: El amor muy encendido siempre está meditando cosas nuevas, y componiendo las no acostumbradas; porque como abunda el deseo, no puede sufrir dexar de pensar como amara mas ardientemente, como posseera mas fuertemente, y como conversará mas fácilmente. Pondera también el mismo Santo la ossadía que en este estado dà el amor al alma para esta comunicación familiar con su Dios, diziendo: "Aunque el alma estuviera mas pura y santa, no se atreviera a llegarse al Verbo Eterno Hijo de Dios, para comunicarle con tanta familiaridad, y vencer al invencible con importunos ruegos, si el amor no le diera esta licencia. Porque el amor vehemente, assi como no repugna à la indignidad, assi tampoco deroga a la Magestad, y haze igualas en unidad de espiritu a los que desiguala la naturaleza. Porque en la confederacion de amor, ni la baxeza se encoge de la Magestad, ni la Magestad se desdeña, ni estraña de la baxeza, la quel se lebanta por el amor, quando voluntariamente es elegida. » Desta manera declara este Santo la igualdad que assienta el amor esforçado entre los que se aman, y de donde procede la ossadia confiada con que el alma transformada en Dios le comunica en este estado tan privilegiado y favorecido.
Pide tan alta disposición la celebración misteriosa del matrimonio espiritual proprio de la Bienaventurança y tan peregrino en el destierro, por ser rarissimes las personas, que en carne mortal han tenido la possession del, que con aver sido nuestra Madre Santa Teresa acrisolada tantas vezes en la fragua da los Serafinas, y con estos cauterios celestiales, y otros muy apretados de la operación Divina, an participación larga da los resplandores da Dios: alcanzado una blancura espiritual senejante a la de Adan en el primer astado, con que fue restituida al Parayso Interior, que él avia perdido, y allí enriquecida y hermoseada de nuevo con innumerables favores del Esposo Celestial; con todo esso desde esta restitución, que ella cuenta en el capitulo primero de la séptima de sus moradas, hasta la celebración solemne destas bodas Divinas, que ella refiere en el capitulo segundo de la misma morada, passaron muchos anos, como lo tengo verificado en la historia de su vida con el discurso della, y lugares de sus libros. Y por aquí se puede ver la excelencia deste sumo grado de perfección desta vida, en participación de la gloriosa que esperamos, pues para subir a él fueron menester tantos, y tan milagrosos preámbulos de perfección y santidad, y tan inmenso adorno de favores, y beneficios Divinos como precedieron.
En el quel misterio concurrio lo que dize Santo Thomas, que ay en las cosas espirituales algunas operaciones, que aunque Dios es el principal Autor dellas, piden que aya cierto concurso de quien las recibe, para que la comunicación sea correspondiente. Y deste genero es esta celebración de bodas tan misteriosas, y por esto la introduce en el alma el Esposo Divino con alguna particular merced, que sirva de despertar a su Esposa a nuevo amor y deseo de celebrarlas, y juntamente de solemnidad, y fiesta dolías. Y porque la presencia del Esposo es la que mas luze en este solemne misterio, la representa con trago festivo a la desposada, no solo según su Divinidad, como en el capitulo antes lo dexa referido, mas también según su humanidad, y por nueva manera, que otras vezas para mas favorecerla, y enamorarla.
Deste singulariasimo favor nos da noticia la misma Santa desta manera : "Pues vengamos aora a tratar del Divino matrimonio espiritual, aunque esta gran merced no debe de cumplirse con perfección en esta vida, pues si nos apartassemos de Dios se perderia este gran bien. La primera ves que Dios haze esta merced, quiere su Magestad mostrarse al alma por vision imaginarla de su Santissima humanidad, para que lo entienda bien, y no esté ignorante de que recibe tan soberano don. A otras personas será por otra forma. A esta de quien hablamos se le represento el Señor acabando de comulgar con forma de gran resplandor, hermosura, y magestad, como después de resucitado, y le dixo: que ya era tiempo que ella tomasse sus cosas por proprias, y él temía cuidado de las suyas, y otras palabras que son mas para sentir, que para dezir. Parecerá que no era esto novedad, pues otras vezes se avia representado el Señor a esta alma desta manera: fue tan diferente, que la dexo bien desatinada y espantada. Lo uno, porque fue con gran fuerça esta vision. Lo otro, por las palabras que le dixo; y también porque en lo interior de su alma adonde se le represento, sino es la vision passada no avia visto otras. Porque entended, que ay grandissima diferencia de todas las passadas a las desta morada, y tan grande del desposorio espiritual al matrimonio espiritual como le ay entre los desposados a los que ya no se pueden apartar. Ya he dicho, que aunque se pongan estas comparaciones (porque no ay otras mas a proposito) se entendia, que aquí no ay memoria de cuerpo, mas que si él alma no estuviera en él, sino solo espíritu; y en el matrimonio espiritual muy menos, porque passa esta secreta union en el centro ipterior del alma, que debe de ser adonde està el mismo Dios.”
Desta manera pues nota nuestra Santa Madre esta visión tan gloriosa; y el llamarla imaginarla, fue lo mismo que declarar fue distinta, porque en el centro del alma, donde estavan las potencias quando la recibió, no podía entrar representación imaginaria con distinción individual, y assi fue visión intelectual distinta, procedida de la presencia corporal de Christo nuestro Señor, acabando la Santa de comulgar, al modo que dise San Dionisio, que se representa esta santa humanidad a los Angeles en el cielo, como en otra parte queda declarado, y la misma Santa lo declara luego, diciendo: "Porque esta union secreta passa on el centro interior del alma. Y a mi parecer no ha menester puerta por donde entras apareceae al Señor en esta centro sin vision imaginarla, sino intelectual, aunque mas delicada que otras vezes, como se apareció a los Apostóles, sin entrar por la puerta, quando les dixo, Paz vobis. » Esto dise la Santa, y pondera quanto mas excelentes son las visiones que se reciben estando las potencias dentro desta casa de la Sabiduría, y región de la verdadera luz, que las que le recibían fuera della, por la razón de Santo Thomas en otra parte referida, que qualquiera medio de nuestra iluminación, tanto es mas Divino, y mas iluminativo, quanto mas cerca se recibe de la verdadera luz, y aquí están les potencias cercaníssimas a ella.
Hepresentosele en esta visión Christo nuestro Señor con tan subidos resplandores de Magestad y grandeza, que gozo nuestra Santa por aquel tiempo mucho de la gloria accidental de que gozan los Bienaventurados en el cielo con la presencia desta humanidad Sagrada, como ella lo significo luego, disziendo : Es un secreto tan grande, y una merced tan subida lo que comunica Dios allí a la alma en un instante, y el grandissimo deleyte que siente, que no sé a que lo comparar, sino que quiere el Señor manifestarle por aquel momento la gloria que ay en el cielo por mas subida manera, que por ninguna visión, ni gusto espiritual : Esto dise de quan excessive fue esta gloria; y vá luego declarando su ilustra dissima experiencia, como en esta visita tan gloriosa la puso el Esposo Divino en la possession del matrimonio espiritual, concediéndole por don singularissimo entre las miserias del destierro, lo que en la Patria concede a las Esposas que le han sido fieles. Dize pues a este proposito estas palabras: "No se puede dezir mas de que a quanto se puede entender queda el espíritu desta alma hecho una cosa con Dios, que como es también espíritu, ha querido su Magestad mostrar el amor que nos tiene en dar a entender a algunas personas hasta donde llega, para que alabemos su grandeza. Porque de tal manera ha tenido por bien juntarse con la criatura, que assi como los que ya no se pueden apartar, no se quiere apartar èl della. El desposorio espiritual es diferente, que muchas vezes se apartan, y la union tambien lo es; Porque aunque union es juntarse dos cosas en una, en fin se pueden dividir, y quedar cada cosa por si, como vemos ordinariamente, que passa esta merced de Dios de presto, y después se queda el alma sin aquella compañía, digo de manera que lo entiendan. En estotra merced del Señor no es as si, porque siempre queda el alma con su Dios en aquel centro; quizás será esto lo que dise San Pablo: El que se llega a Dios se haze un espíritu con él, tocando este Soberano matrimonio, que presupone averse llegado su Magestad a el alma por union."
Todo esto es de nuestra Santa Madre, y de tan gran dignación del Hijo de Dios, en que muestra el gran amor que tiene a las almas puras, parece que estava como absorto en una admiración profunda el mismo Apóstol, quando deste matrimonio espiritual, figurado en el corporal, exclama disiendo: Que en di está encerrado un grandissimo misterio. Del mismo dise el Venerable Padre Pr. Juán de la Cruz : "Al deleyte, y gloria del matrimonio espiritual no se viene sin passar primero por el desposorio, y por el amor leal, y común dé desposados. Porque después de aver sido el alma por algún tiempo Esposa en perfecto y suave amor con el Hijo de Dios, después la llama Dios, y mete en este huerto suyo florido, a celebrar consigo este misterio fellicissimo de matrimonio espiritual, en que se hase tal junta de las dos naturalezas, y tal comunicación de la Divina a la humana, que no mudando alguna dallas su ser, aun la humana parece Divina. Y aunque en esta vida no se haze esta comunión perfectamente, con todo esso es sobre todo lo que se puede dezir, ni pensar. A este estado la combida el Esposo en los Cantares, quando dize: Ven a mi huerto Hermana mía, Esposa mía, que ya he segado mi Myrra con mis especies aromaticas, donde la combida a los deleytes y grandezas, que en este estado le comunica de si, o por mejor dezir, le communica a si mismo. Y llamala hermana, para declarar la igualdad que haze el amor en este estado.” Todo esto dize este Maestro experimentado.
Segun al grado de union y carcania, que tiene con Dios qualquier espíritu assi dize San Dionisio que es la comunicación que con él tiene, y lo que recibe de sus Divinos dones, y virtudes. Y como en esta estado da union habitual está al espíritu dal contemplativo muy llegado a Dios, y hecho una cosa con él, y por razón desta union, que haze participar entre si los unidos, ha alcanzado una feliz potestad de gozar da las Personas Divinas, con quien está unido. Da aquí viene ser tan estrecha y continua asta comunicación de Dios con el alma desta manara unida con él; y aunque esta comunicación era ya grande en al estado de union, que precedió a esta, como ya de desposorios espirituales, en que Dios trata con regalo al alma su Esposa, lo as mucho mas en la union habitual, assi por ser mas estrecha, como por habitar las potencias dentro de la casa de la Sabiduría, donde dize la misma Sabiduría, que tiene puesta la mesa con manjares Divinos, y está combinando con ellos. Y a este estado se ha de reducir lo que dize San Dionisio, que los Varones Santos son muchas vezas hechos participantes por Divinas iluminaciones del opulentissimo combite de inefable gozo y alegría, que Dios hazeva los Bienaventurados en el cielo.
Desto nos dà acreditada noticia la experiencia ilustrada de nuestra Madre Santa Teresa en muchos lugares de sus libros, en uno de los quales tratando de los admirables efectos desta union de matrimonio espiritual, dize assi: "Esto de ser ya Christ o la vida de ata alma, se entiende mejor andando el tiempo por los efectos; porque vé claro por unas secretas aspiraciones ser Dios el que dá vida a nuestra alma muy muchas vezas tan vivas, que en ninguna manera se puede dudar, porque laa siente muy bien el alma, aunque no se saben dezir. Mas es tanto este sentimiento, que producen algunas vezes unas palabras muy regaladas, que parece no se pueden escusar de desir, como, O vida de mi vida, y sustento que me sustentas, y otras semejantes. Porque de aquellos pechos Divinos, adonde parece está Dios siempre sustentando al alma, salen unos rayos de leche, que a toda la gente del castillo confortan; esto es potencias superiores, è inferiores, que parece quiere el Señor que gozen de alguna manera de lo mucho que goza el alma, y que de aquel rio caudaloso adonde se consumió aquella pequeña fuentecilla, salga algunas vezes un golpe de aquello agua para sustentar los que en lo corporal han de servir a estos desposados. Y se entiende claro, que ay en lo interior quien arroje estas saetas, y de vida a esta vida, y que ay Sol de donde procede una gran luz, que embla a las potencias desde lo interior del alma. »
Estos mismos efectos que aquí significa nuestra Maestra, experimentava también su ilustrado compañero en este estado, y por términos diferentes significa la misma substancia, disiendo : Esta llama de amor, que dize el alma, que la hiere tiernamente, es el espíritu de su Esposo, que es el Espíritu Santo, al qual siente y adama en si, no solo como fuego, que la tiene consumida y transformada en suave amor, sino también como fuego, que ardiendo en ella le hecha llama, y aquella llama baña al alma en gloria, y la refresca con temple de vida eterna, Y esta os la operación del Espíritu Santo en el alma transformada en su amor, que los actos interiores que haze son arder, y llamear, que son inflamaciones nes de amor, con que unida la voluntad, ama subidamente hecha una cosa por amor con aquella llama; y assi estos actos de amor del alma son preciosissimos, merece mas en uno, que otros muchos que aya hecho sin esta transformación. Y la diferencia que ay entre el habito, y el acto, ay entre la transformación de amor, y la llama de amor, que es la que ay entre el madero inflamado, y su llama; que la llama es efecto del fuego que allí esta, y cada vez que llama esta llama, haciendo amar al alma con sabor, y temple Divino, le están dando vida eterna, que la lebanta a operación Divina en Dios."
Todo esto es de nuestro Maestro; ,y estos terminos que aquí usa, di alendo, que entre la transformación de amor, y la llama de amor, ay la diferencia que entre el acto y el habito; uso también Santo Thomas en diferentes lugares, porque en uno llama al habito de caridad, calor; y al acto que sale della, fervor. Y en otro compara la gracia que esta en la essencla del alma, y las virtudes que salen della a las potencias, al cuerpo luminoso, y a los rayos que del proceden. Y esto mismo significa aquí, que de la gracia con que está la sustancia del alma transformada en Dios, salen a modo de llamas de fuego las virtudes y dones infusos a entender y enamorar mas las potencias y comunicarles sabor de vida eterna. Y en sustancia significo lo mismo nuestra Maestra en las palabras referidas: Que de los pechos Divinos donde está Dios siempre sustentando rl alma, salen unos rayos de leche, y confortan toda la gente del castillo, que son las potencias y sentidos: porque en este estado de perfección, donde nuestro destierro imita la de la Patria, ay en las comunicaciones Divinas redundancia de la parte superior a la inferior, como en premio de que se eonforma con alla para las cosas de virtud. Y esto significo aquí nuestra Maestra en désir, que esta comunicación Divina sustenta también a los que en lo corporal han de servir a los desposados.
También en este estado son muy frequentes los recuerdos de Dios al alma por medio de los dones del entendimiento y Sabiduría, que llama toques Divinos, de que ya se trato en otra parte, y son aquí de avantajada excelencia, como lo significo nuestro Venerable Padre en sus libros por estas palabras: "Estos sentimientos espirituales pueden ser ser de dos maneras. La primera son sentimientos en el afecto de la voluntad. La segunda son sentimientos, que aunque son también en la voluntad, por ser intensissimos, subidissimos, y secretissimos, no parece que tocan en ella, sino que se obran en la sustancia del alma. Los unos y los otros son de muchas maneras; y aunque los primeros quando son de Dios son muy subidos, mas los segundos son altissimos, y de gran bien, y provecho." Esto dise nuestro Maestro destos sentimientos, y llama a los segundos de la sustancia del alma, porque los recibe la voluntad estando dentro da la bodega da los vinos místicos, y da la casa da la Sabiduría, donde Dios resida en la essencia del alma. Y quanto mas cercana está a la Fuente deata Divina suavidad, tanto mas participa de sus efectos.
Por lo qual las ilustraciones, è influencias suaves, que en este estado se reciben, son mas espirituales y mas eficaces, como mas llegadas a su principio. Y en dezir, que aunque son sentimientos de la voluntad tocan en la essencia del alma, significo lo que dise Santo Thomas; que queriendo el Artifice Divino reducir al alma de la potencia al acto mas subido de su semejanza, aumenta la eficacia de su virtud Divina en la gracia que está en la essencia del alma, la qual qual aumentada, se aumenta también la caridda, y los demás dones Divinos, que proceden de la gracia a las potencias, y hazen en ellas estos subidos, y dulcías irnos sentimientos.
Si la perfecta purgación reduce las cosas a la perfección y pureza en que fu fueron criadas, como dize Santo Thomas, no es maravilla, que aviando paseado el alma porrtan apretadas purgaciones, ya de agua de trabajos, ya de fuego de cauterios Divinos aya llegado a tener una feliz semejanza con la pureza de Adan en el primer estado, la qual semejança significo el Señor por remate destos cauterios de su influencia; y como en la pureza alcanço esta felicidad también en algunos grandes privilegios, que el primer hombre tuvo antes del pecado. Uno, y grandissimo fue, que era movido de Dios en sus operaciones, assi quanto a la vida contemplativa, como quanto a la activa, según Santo Thomas declara, porque como habitavan sus potencias en la región de la verdadera luz dentro del Parayso interior, segun queda referido en otra parte de la doctrina de San Gregorio, alli le davan lui sobrenatural para la contemplaeion Divina, sin tener necessidad del conocimiento natural por semejanzas de las criaturas, aunque lo tenia perfectissimo para subir al conocimiento de su Criador por ellas; porque por ilustración del don de Sabiduría, y semejanzas espirituales impressas sobrenaturalmente en su entendimiento contemplava a Dios en lo interior de su alma, a modo de Angeles viadores.
Tampoco para el exercicio de la vida activa tenia necessidad de valerse de las semejanzas del conocimiento natural, quanto a alcanzar ciencia por medio de su discurso, como nosotros, porque también alli le davan luz graciosa de lo que a cada operación convenía, aunque avia menester estas semejanzas para exercitar en la parte inferior la luz que en la superior le davan. Pues todo esto se halla en los espíritus transformados en Dios, cuyas potencias le están assistiendo en este Parayso interior, y casa de la Sabiduría, porque alli reciben luz sobrenatural, assi para la contemplación, como para la oración, y por medio dalla son movidos en todas sus operaciones, porque no salgan de la assistencia que allí hazen a Dios a buscar esta luz por medio de su discurso ; y no solo por esto, sino también por razón de la transformación en Dios son desta manera movidos a lo Divino, y según la forma de que están felizmente informados, la qual, como vimos en otra parte, es regla de la obra y principio del obrar». Y S. Dionisio hablando destas almas transformadas en Dios, prueba este modo de obrar a lo Divino con el exemplo de S. Pablo transformado desta manera en Dios, quando dezia, que él no vivía en si, sino Chrlsto en él, cuyo instrumento era ».
Esta mocion Divina por medio de la gracia y caridad, y los demás dones infusos en los que están unidos, y transformados en Dios, comparo Santo Thomas al Cavallero, que con las riendas que lleva en la mano govierna al cavallo ». Porque assi parece, que está Dios desde la essencla del alma, que tiene unida consigo moviendo con sus dones, como con unas riendas Divinas, las potencias del alma transformada en él a sus debidas operaciones, con providencia especial para que obren acertadamente. Lo qual experimenta va la gloriosa Santa Teresa, quando dezia: Tengo para mi, que alma que ha llevado a este estado, que ya ella no habla, ni haze cosa por si, sino que de todo lo que hazde hazer tiene cuidado este Soberano Señor, y Rey. con lo qual vemos como trocado aquel admirable trueco, que tan gravemente pondero S. Dionisio en el lugar que se acabo de citar; que como el hombre por la fuerça del amor Divino sale de si a transformarse en Dios para ser enriquecido de sus bienes: assi Dios por la abundancia de su bondad amativa sale en cierta manera también de si, para comunicar al hombre los efectos desta Divina bondad con paternal y amorosa providencai, hasta vestirle de la hermosura de su semejança, assi en la pureza, como en la vida, quando el amor Divino llega a poner al hombre en este sublime estado, que no viva ya tanto su vida, quando la de Dios, dlze Santo Thomas, que sus operaciones desta manera ejercitadas no se han de llamar tanto acciones humanas, quanto Divinas; porque aunque por ser de hombres son humanas, son mas que de hombre, por exercitarse sobre el modo humano, y a modo Divino. Y a esta mocion especial llama el Apóstol govierno de hijos de Dios, movidos de su espíritu.
Esto pues assi entendido de los Padres de la Theologla, nos dirán los experimentados el modo de obrar de los assi governados y movidos de Dios. Un Autor docto, y muy practico lo declara desta manera : "Estos tales tratan, y comunican con los demás hombres sin impression de imagen, amanlos sin afición, ni assimiento desordenado, y sin cuidado, ni solicitud inquieta se compadecen dellos. En las fuerças superiores se les infunde una cierta lux, con la qual son enseñados, porque Dios es en ellos essencia, vida y operación, y ellos solamente son adoradores de Dios; de manera, que qualesquiera cosas proceden dellos sin ellos. " Todas estas son palabras muy sustanciales para declarar la manera de obrar de los assi governados de Dios. Y en esta misma sustancia hablan otros Autores místicos muy prácticos. Pero mas de rals declara esta sustancia Santo Tomas disiendo ; que como esta union, y transformación del alma en Dios, es ofició del don de Sabiduría, acompañado de la caridad, le dà el Señor este don Divino al alma assi transformada, para que como un Ayo celestial la govierne en todas sus acciones, assi interiores, como exteriores, y moderación de las passiones. Por lo qual, como la está moviendo de lo intimo de si misma, salen sus operaciones ajustadas a las Reglas Divinas, sin violencia, ni fatiga cuidadosa, sino como a modo connatural, y descansado.
Y porque a algunos Escolásticos les haze gran disonancia lo que disen Autores místicos experimentados, que los movidos de Dios deata manera comunican con los hombres sin impression de imagen, y sus operaciones no son por medio de formas y figuras distintas, fundándose para estranar esto, en que el conocimiento universal, que el entendimiento tiene de las obras que se han de hazer, no se puede aplicar a actos exteriores, sino por medio de alguna potencia sensible, que aprehenda lo singular, les quita esta disonancia Santo Thomas, diciendo; que quando el conocimiento no sube de las oosas al alma, sino que baxa del alma a las cosas, no camina entonces por la fantasía, donde se forman las figuras individuales y distintas, sino que se aplica el conocimiento de la parte superior al acto exterior por medio de la razón particular, que por otro nombre se llama cogitativa; y entonces corre el conocimiento de lo universal a lo particular, sin representación de figuras individueles y distintas. Porque como la cogitativa es la potencia superior, y mas espiritual de todas las sensibles, è inmediatas al entendimiento, participa de su espiritualidad, y obra en la materia particular, al modo que el entendimiento en lo universal, aunque por semejanças; pero sin distinción individual de las condiciones materiales. Y por esto Aristóteles llama a la cogitativa, entendimiento passivo.
Pues desta manera obran estas almas transformadas en Dios, y governedas por el tan a lo espiritual, que en lo superior del alma reciben el conocimiento de lo que han de hazer, y lo aplican a las obras exteriores por medio de la razón particular, sin la individuación de la fantasia, en lo qual queda satisfecha esta dificultad. Y el Venerable Padre Fr. Juán de la Cruz declara, como experimentava esto en estado tan sublime, diziendo: "Ya que el alma ha llegado a tener habito de union, que es un sumo bien, tiene en las operaciones convenientes y necessarias mucho mayor recuerdo, y perfección que antes, aunque estas no las obra ya por formas y noticias de la memoria; porque en haciendo habito de union, que es estado sobrenatural, desfallece la memoria, y las demas potencias en las operaciones naturales, y passan de su termino al de Dios; y as si estando la memoria transformada en el, no se le pueden imprimir formas, y noticias de cosas. Por lo qual las operaciones de la memoria, y de las demás potencias en este estado son todas Divinas; porque posseyendo ya Dios todas las potencias, como señoreado dellas por la transformación dellas en el; el mismo es el que las manda y mueve divinamente, según su Divino espiritu y voluntad. Y entonces es de manera, que las operaciones no son distintas, sino que las obra el alma como de Dios, y assi son operaciones Divinas; porque como